En un artículo de opinión en el diario de Londres Al-Hayat, titulado «Televisión por Cable y Desastres», Ghassan Charbel, el editor en jefe del diario, escribió que se alegró cuando la televisión por cable árabe entró en los hogares árabes, con su potencial para «reforzar el deseo de la gente de participar en la creación de su [propio] futuro» y conectar a los árabes con «otros distritos que gozan de…libertad, responsabilidad y credibilidad, así como también centros de investigaciones científicas y universidades de prestigio». Sin embargo, teniendo en cuenta que algunos canales «prometen sólo masacres y suicidios», este agregó que había una necesidad de «órganos de información serios que establezcan altos estándares profesionales para que las estaciones de televisión no se conviertan en fábricas de desastres».
Lo siguiente es su artículo de opinión, en su original en inglés. [1]
Pensamos que la televisión por cable árabe «podría reforzar el deseo de la gente a participar en su [propio] futuro»
«Me siento feliz cada vez que un avión trata de aterrizar en una capital árabe, sólo para ser recibido por un ejército de antenas parabólicas en los tejados. La intrusión de la televisión por cable árabe en nuestras casas fue un hecho positivo. Lo consideramos una oportunidad de interrumpir el aislamiento de los ciudadanos árabes que permanecieron secuestrados durante un largo tiempo al boletín oficial de noticias y titulares de los diarios que fueron cuidadosamente cocinados sobre el fuego del elogio y el aplauso. Lo consideramos una oportunidad de romper el asedio y permitirle a las mujeres aprender más sobre sus derechos y que los niños vean que el mundo tiene mucho que enseñarles.
«La introducción de la televisión por cable árabe a nuestros hogares fue un acontecimiento importante. Pensamos que pudiera ser el único denominador común entre los pueblos árabes localizados de costa a costa y que podría llevar a los espectadores a las verdades, los hechos y escenas dirigidas al sus mentes, corazón e imaginación – y les eximiría de la historia única y huérfana que es dejada caer sobre ellos a través de la conversación de logros. Pensamos que podría reforzar el deseo de la gente a participar en el realizar su [propio] futuro – el cual es su derecho innegable. También pensamos que les recordará de su derecho a las escuelas que hace libre las mentes de sus hijos en lugar de aferrarse a ellos, su derecho al agua potable, su derecho a oportunidades de trabajo, su derecho de responsabilizar a aquellos que les privan de estas oportunidades».
Esperábamos que conectara a los árabes «a lo que está ocurriendo en otros distritos que gozan de… la libertad, responsabilidad y credibilidad, así como también con los centros de investigación científica y universidades de prestigio»
«Por otra parte, esperábamos a que la imagen del mundo se infiltre a través de estas pantallas y que los árabes sepan que este mundo posee conquistas científicas, tecnológicas y culturales que no pueden ser ignoradas por el simple hecho de que este mundo no se parece a nosotros; algunas personas en este toman posturas negativas en relación a nuestras causas; o alguno de sus países agreden a algunos de nuestros países. Esperábamos que la televisión por cable uniese a los habitantes del barrio árabe de la aldea global sobre lo que está ocurriendo en otros distritos que gozan de nociones establecidas del estado, instituciones, universidades, la libertad, la responsabilidad y credibilidad, así como también de investigaciones científicas y de universidades de prestigio.
«Ciertamente, la infiltración de la televisión por cable en nuestras salas de estar ha logrado algo. Hizo preguntas que solían ser tabú o estaban ausentes. Planteó un desafío que no existía antes. ¿Cuál es el mundo? ¿Dónde nos encontramos en este? ¿Cuál es nuestra relación con este, respecto a la política, la economía y la cultura? ¿Cuál es nuestra capacidad para mezclarnos con este? ¿Qué hay con nuestra identidad? ¿Con qué herramientas podemos cumplir sus nuevas preguntas?»
Pero muchos de estos canales «prometen sólo masacre y suicidios»
«Espectadores imparciales están obligados a reconocer que existe un grupo altamente profesional de canales de televisión por cable que tratan de atraerlos mientras respetan su mente. Estos canales tratar de colocar los hechos ante ellos, dejándoles con el derecho a elegir. Sin embargo, cualquiera que con frecuencia cambie de canal tal como yo lo hago a veces, se sentirá temeroso.
«Se puede decir sin exageración que muchos canales de hoy inyectan en las venas de sus espectadores un tipo letal de venenos caracterizados por la ignorancia, el atraso, la falsificación, el radicalismo sectario y el odio por los demás. Puede decirse que muchos canales dañan las mentes de nuestros niños y los preparan para las guerras civiles y un enfrentamiento rotundo con nuestra época y los empujan hacia las cavernas. Son canales que asesinan mentes y poseen desprecio por gusto.
«A veces veo los desequilibrados canales de televisión por cable y veo el desprecio increíble por la mente, y la responsabilidad nacional y moral, un joven violento que busca una guerra civil para llegar al poder a través de escalar una cima de cadáveres, un líder hambriento soñando con ser la única voz en una ciudad abandonada; un analista ciego, cuyas opiniones no hacen más que estimular la fabricación de ataúdes. Estos canales prometen sólo la masacre y los suicidios, como si estuvieran al servicio de los sepultureros. Estos bombean oscuridad en los ojos, corazones, mentes y conciencias de la gente, distribuyen dagas y aceleran el momento de la matanza».
Existe una necesidad de «organismos de Información serios que establezcan altos estándares profesionales – para que las estaciones de televisión no se conviertan en fábricas de desastres»
«No pido la sujeción de estos canales al control de los ministerios de información o a las agencias de inteligencia. Creo que ha llegado el momento de pensar en fórmulas que protejan a los espectadores de las muchas penetraciones cometidas por aquellos que invaden las pantallas de televisión con léxicos de fanatismo. Es posible, por ejemplo establecer órganos serios de información que establezcan altos estándares profesionales – para que las estaciones de televisión no se conviertan en fábricas de desastres».
[1] Al-Hayat (Londres), 6 de diciembre, 2010. El texto ha sido ligeramente editado para mayor claridad.