En un artículo en el diario Al-Sharq Al-Awsat, el director general de Al-Arabiya TV, ‘Abd Al-Rahman Al-Rashed, criticó a los intelectuales árabes y a los medios de comunicación por su actitud hacia Mu’ammar Al-Gadafi. Este dijo que, en el pasado, aunque el mundo en general fue unánime en su denuncia a Al-Gaddafi, los medios de comunicación árabes y los intelectuales siempre lo elogiaron. Luego, cuando la marea se le devolvió después de 40 años de tiranía y locura, todos sus ex fanáticos cambiaron repentinamente de tono y empezaron a maldecirle. Rashed argumentó que este cambio no fue un comportamiento loable, sino sólo hipocresía.

Lo siguiente son extractos del artículo: [1]

Al-Gadafi «fue presentado como el líder de los árabes y como la [voz corajuda de] sus conciencias y como un sabio con posturas valientes»

«El depuesto presidente tunecino Zine El-‘Abidine Ben ‘Ali hizo tuvo sus partidarios y sus críticos y lo mismo aplica para el depuesto presidente egipcio Hosni Mubarak. Pero cuando se trata de Mu’amar Al-Gadafi, que pronto será el presidente depuesto de Libia, hubo un consenso sin precedentes en todo el mundo… en cuanto al carácter negativo de su personalidad y hechos. [Sin embargo], a pesar de esto [los árabes] rara vez hablaron contra él. Este fue presentado como el líder de los árabes y como la [voz] corajuda de su conciencia y como un sabio con posturas valientes. [Hoy día], todo esta idiotez ha desaparecido, [para ser reemplazada por] un torrente de invectivas contra el hombre y sus acciones. Todos nosotros tenemos el derecho de preguntar: ¿dónde estaban estas valientes declaraciones en contra de [Al-Gadafi] en los últimos 40 años, durante el cual sus crímenes y locura [eran claramente evidentes] ¿Por qué todo el mundo se agarró la lengua, a través del mundo árabe, en todos los medios de comunicación y círculos culturales?

«No existe ninguna justificación convincente para alabar lo que fue colmado sobre este hombre»

«La verdad es que pocos se atrevían a decir una palabra contra Al-Gadafi, ya era conocido como un lunático que no dudaría en perseguir y asesinar a cualquiera que le criticara. Durante décadas ha creado un clima de terror [alrededor suyo]. [Solo] unos pocos líderes en la región, entre ellos el ex presidente iraquí Saddam Hussein, [lo igualaba] en su tiranía y brutalidad hacia los medios de comunicación y los intelectuales. [Sin embargo], si los medios de comunicación, los artistas y poetas se abstenían de criticar a los líderes brutales por temor a sus vidas, hay [todavía] una pregunta importante que debía hacerse, [es decir], cual fue la motivación de aquellos que elogiaron a [estos líderes], escribieron poemas en su honor, asistieron a mítines en apoyo a sus regímenes y escribieron páginas y páginas en alabanza de su heroísmo?

«La verdad es que no existe justificación convincente a las alabanzas que fueron amontonadas sobre este hombre [Al-Gadafi], a quien el mundo unánimemente consideró un criminal y que gobernó a su pueblo con un puño de hierro… Ahora vemos [a todos sus antiguos fanáticos] apurándose para maldecirlo y expresar opiniones audaces en contra de él, [aunque] todos nos damos cuenta que el hombre llegó al final [de su] carrera hace una semana. ¿Cuál es el valor de un fatua que [permite] asesinarlo, [2] si llega [sólo] hoy, después de 40 años de un tibio respeto [por él]? ¿Cuál es el valor de toda esta agresión hacia él, cuando se trata de la misma gente que alguna vez lo elogió y le llamó un héroe árabe y un emblema de la constancia?

«Esto es [sólo] hipocresía, [así que] no hay ninguna razón para estar orgullosos de este cambio radical. No es un acto de valentía el clavarle un cuchillo por la espalda a alguien que vale tanto como si estuviese muerto. Esto es muy diferente de [una situación en la que existe una genuina] controversia sobre una determinada figura o régimen. [Por ejemplo], en el caso de Mubarak, a lo largo de los años de su gobierno fue una figura controvertida y hubo quienes lo criticaron abiertamente en las calles del Cairo… [Pero en el caso de Al-Gaddafi], algunos de sus más fuertes críticos de hoy son personas que comían en su mesa cuando estuvo en el poder».


[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 24 de febrero, 2011.

[2] Véase MEMRI TV Clip No. 2819, «Líder académico sunita Jeque Yusuf Al-Qaradhawi emite fatua al ejército para que asesine al líder libio Mu’amar Al-Gadafi», 21 de febrero, 2011, http://www.memritv.org/clip/en/2819.htm.

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