En un artículo de opinión publicado en el diario saudita Al-Sharq Al-Awsat, Mamdouh Al-Muhaini, director general de los medios de comunicación sauditas Al-Arabiya y Al-Hadath, criticó a los demócratas estadounidenses que se opusieron al asesinato del comandante de las Fuerzas Qods del CGRI General Qassem Soleimani perpetrado el 3 de enero, 2020 por los Estados Unidos. Este escribió que las duras críticas al asesinato en si habían llegado al punto de representar al Presidente Trump como un belicista y en defender «a un despreciable terrorista cuyas manos estaban manchadas con sangre de estadounidenses».
Lo siguiente son extractos traducidos de su editorial:[1]
«El Presidente de los Estados Unidos Donald Trump, retuiteó un controvertido tuit que incluyó una foto de funcionarios [del partido] demócrata ataviados con turbantes iraníes, expresando su postura sobre el asesinato de Qassem Soleimani. El tuit fue burlón y mordaz, pero existe una pizca de verdad en ello». Los demócratas querían representar a Trump como alguien irresponsable, impulsivo y anhelando comenzar una nueva guerra, pero estos se dispararon al pie, porque [en su deseo] de empañar la imagen de su rival, se convirtieron en defensores de un despreciable terrorista cuyas manos estaban manchadas de sangre no solo de mujeres y chicos en Irán, Siria e Irak, sino también manchadas con la sangre de estadounidenses…
«Existe una diferencia entre una disputa entre partidos y aquellos que defienden a asesinos. Pero estas líneas han sido desdibujadas en las últimas semanas. El embrollo recíproco en la actual campaña electoral presidencial puede hacer que los votantes tomen posturas irracionales con el propósito de ganar popularidad – pero defender a Soleimani fue algo verdaderamente vergonzoso. No hay diferencia entre Soleimani, [el difunto líder de Al-Qaeda] Osama bin Laden y [el fallecido líder del EIIS] Abu Bakr Al-Bagdadí; todos asesinaron gente inocente a sangre fría al servicio de una agenda política y al servicio de planes para crear un califato chiita o sunita. Existe una estrecha cooperación y un entendimiento estratégico mutuo entre estos líderes extremistas al servicio del mismo objetivo, pero a pesar de todas las similitudes [entre ellos], Soleimani fue representado [por estos Demócratas] como la imagen de una paloma de la paz que fue perseguida sin piedad.
«El asesinato de Soleimani movilizó [a todo el partido demócrata], incluso a aquellos pensionistas entre ellos. Incluso el ex-secretario de estado John Kerry, conocido como ‘Mullah Kerry’ por su desesperada defensa al régimen iraní, apareció muchas veces en televisión haciendo eco de las palabras del [Presidente iraní] Hassan Rohani y [el canciller iraní] Javad Zarif. También Ben Rhodes, asesor de seguridad nacional; Rhodes fue asesor adjunto de seguridad nacional para las comunicaciones estratégicas] del Presidente Barack Obama, se ha convertido en los últimos meses en un frente para atacar cada una de las posturas de la nueva administración iraní y es guardián del legado del presidente anterior… Luego del asesinato de Soleimani, las críticas se intensificaron al punto en que él [Soleimani] fue representado como si trabajara para una organización humanitaria… y no como alguien que despiadadamente amontonaba cuerpos de chicos envueltos en sudarios blancos. Lo que intensificó la furia de los demócratas fue la postura unida de la administración estadounidense frente a la gran operación [es decir El asesinato de Soleimani] y las declaraciones de Trump de que en el tema iraní, este está actuando de una manera totalmente cónsona con las posturas y el lenguaje de los miembros de su administración.
«El declive sufrido por los demócratas en la defensa de Irán y de Soleimani refleja profundas divisiones en el Partido Demócrata, entre la vieja escuela que ve la preservación del régimen liberal como papel fundamental estadounidense y la nueva escuela extremista que actúa de manera irresponsable y no solo se ve obligada a abandonar responsabilidades políticas y de moral, pero se está convirtiendo en un brazo propagandístico para defender figuras y regímenes con historias oscuras y manchadas de sangre.
«Que no se nos olvide que el presidente demócrata Franklin Roosevelt salvó al mundo de la maldad nazi y que su sucesor demócrata Harry Truman estableció la columna vertebral del nuevo orden mundial bajo la sombra de la cual hemos estado viviendo durante los últimos 70 años. Presidentes demócratas recientes como Bill Clinton… adoptaron una política de intervención activa y correcta. Escuchamos ecos similares de esta vieja ideología demócrata en las declaraciones de Jim Jones, asesor [de seguridad nacional] del anterior presidente Obama, cuando acogió el asesinato del comandante de las Fuerzas Qods [Soleimani].
«Esta [antigua escuela demócrata] se debilitó con la toma de decisiones en política exterior tomada por un puñado de jóvenes durante la era del último presidente… Lo que estamos presenciando ahora es una continuación directa y el triunfo del enfoque de este equipo, alentando el surgimiento de individuos de lengua afilada en las redes sociales que no dudan en revelar sus conexiones con las organizaciones extremistas y que siembran miedo y horror en los corazones de los veteranos del partido… [Ellos] ven a Soleimani como un comandante que inspira respeto… [y están utilizando] palabras que difieren muy poco de las declaraciones hechas por [el Líder Supremo iraní Ali] Jamenei en su más reciente sermón de los viernes, en el que amenazó con venganza y con destruir al mundo, mientras lágrimas fluían de sus ojos».
[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 23 de enero, 2020.