El 18 de febrero, 2020 el Presidente francés Emmanuel Macron visitó la ciudad francesa de Mulhouse, que posee una considerable población musulmana y donde actualmente se está construyendo una nueva gran mezquita con fondos provenientes del exterior, principalmente de Kuwait y Qatar.[1] Durante la visita, Macron describió la nueva estrategia de su gobierno para combatir contra el extremismo islámico y el separatismo en Francia. La estrategia requiere frenar un programa que permita a los países extranjeros enviar imames y maestros a Francia y operar exentos de toda supervisión por parte de las autoridades y reemplazarlos por imames francófonos capacitados en Francia que no difundan ideas extremistas.[2]
En un artículo de opinión titulado «Macron y los musulmanes» en el diario saudita en inglés Arab News, el periodista saudita ‘Abd Al-Rahman Al-Rashed, ex-editor del diario Al-Sharq Al-Awsat y ex-director de Al- Arabiya TV, defendió las recientes declaraciones de Macron sobre los musulmanes en Francia que se niegan a ajustarse a los valores básicos de la república francesa. Al expresar sus reservas sobre algunos de los comentarios de Macron, ‘Abd Al-Rashed escribió que apoya plenamente su lucha en contra de los movimientos islámicos extremistas y separatistas hostiles a la sociedad francesa y a la ley francesa. Macron, enfatizó, tiene razón al combatir a estos grupos, que tienen vínculos con elementos peligrosos en el Medio Oriente y están dirigidos y financiados desde el extranjero, especialmente por Estambul, a la que este llamó «la capital mundial del extremismo». Al criticar a Europa por permitir que estos movimientos se aprovechen de las libertades que concede Occidente para operar contra las propias libertades y contra sus países anfitriones, concluyó que «prohibir a estos grupos salvará a los musulmanes en Occidente y a Occidente de sí mismo».
Lo siguiente son extractos de las declaraciones de Macron durante su visita a Mulhouse el 18 de febrero, 2020, seguido del artículo de opinión de Al-Rashed:
Presidente francés Macron: No permitiremos el separatismo islámico y el extremismo en Francia; Turquía es el único país que se negó a cooperar con nuestros esfuerzos de supervisar la educación islámica
Durante su visita del 18 de febrero, 2020 a Mulhouse, una ciudad con una considerable población musulmana, Macron describió la nueva estrategia de su gobierno para combatir el extremismo islámico y el separatismo en Francia. Este dijo:
«… Desde hace varias décadas, hemos sentido en nuestro país – y este sentimiento está justificado – que las divisiones han echado raíces… También sentimos que partes de la República desean separarse… en nombre del Islam… La República debe exigir que todos sus ciudadanos… respeten las leyes… Durante varias décadas, en nombre de la religión, además de la observancia religiosa, existe el deseo de no respetar más las leyes… Nuestro enemigo es, por lo tanto, el separatismo, es decir, el fenómeno que hemos presenciado durante décadas: un deseo de abandonar la República, de no respetar más las leyes…
«En la República, no podemos aceptar que algunos se nieguen a estrecharle la mano a una mujer solo porque es una mujer. En la República, no podemos aceptar que algunos se nieguen a ser tratados o a ser educados por alguien porque esa persona es mujer». En la República, uno no puede aceptar que deba abandonar la escuela por razones religiosas. En la República, no se puede exigir un certificado de virginidad para casarse. En la República, uno nunca debe aceptar que las leyes de la religión se consideren superiores a las leyes de la República…
«Esta estrategia de lucha contra el separatismo islámico debe estar basada en cuatro pautas. La primera es recuperar el control y luchar contra las influencias extranjeras, especialmente en las escuelas y en los lugares de culto… La segunda es promover una mejor organización del culto musulmán en Francia, con respecto al secularismo y con el objetivo de garantizar el cumplimiento de todas las leyes de la República. La tercera directriz es luchar con determinación contra todas las manifestaciones del separatismo islámico… y la cuarta directriz es reinstaurar la República en todas partes a las que de alguna manera esta se ha rendido…
«Tenemos cada vez más maestros que no hablan francés, que no lo hablan en absoluto y tenemos cada vez más maestros sobre los cuales el Ministerio de Educación no posee ningún tipo de supervisión… y tampoco tenemos control sobre los programas que estos enseñan, lo cual es ya un problema… Y aquí, por ejemplo, en el distrito Haut-Rhin [en Francia], tenemos más de 2.000 alumnos… interesados ??en aprender turco y 14.000 en todo el país… [Las lecciones] son ??impartidas aquí por maestros provenientes de Turquía designados por el gobierno de Ankara y no tenemos ninguna supervisión sobre ellos… Y, de esta manera, propusimos a todos estos nueve países de donde recibimos maestros de idiomas y culturas extranjeras, transformar los programas ELCO [enseñanza no supervisada de lenguas y culturas extranjeras] en programas EILE [enseñanza de lenguas extranjeras supervisadas por los franceses]. Hemos sido exitosos con todos estos países excepto Turquía…
«Lo que puedo decir con gran claridad y fortaleza hoy es que desde el comienzo del nuevo año escolar en septiembre, 2020 la enseñanza en el idioma y la cultura de origen [los programas ELCO, en oposición a los programas supervisados ??en francés] serán terminados en todas partes en el territorio de la República…
«Estoy consciente de todas las dificultades que se encontraron con la construcción de la mezquita An-Nour, a pocos kilómetros de aquí… Las preocupaciones sobre su financiación dieron lugar a… controles que están en curso hoy día… Importamos regularmente, cada año, a imames que son nombrados y entrenados por otros gobiernos. Tenemos esta relación principalmente con tres países, Argelia, Marruecos y Turquía, que nos envían a estos individuos que oficiaran… aquellos que llegaron en el 2020 serán la última generación numerosa de [300 imanes] y gradualmente dejaremos de traer a nuevos imames…»
‘Abd Al-Rahman Al-Rashed: después de permitir que el Islam extremista se esparciera en su territorio, Europa finalmente se dio cuenta de su error y comenzó a combatirlo
En un artículo de opinión publicado el 18 de febrero, 2020 luego de las declaraciones de Macron en Mulhouse sobre los esfuerzos para frenar el extremismo islámico y el separatismo, el periodista saudita ‘Abd Al-Rahman Al-Rashed expresó su apoyo a la oposición del presidente francés al extremismo:
«Cuando se trata de individuos o grupos disruptivos y potencialmente peligrosos dentro de la sociedad, el dilema radica en diferenciar entre las ovejas y los lobos. Esto es lo que el Presidente Emmanuel Macron está tratando de hacer en Francia».
«Los ciudadanos musulmanes en Francia no son el problema, los extremistas sí lo son. Lo mismo se aplica a la población más amplia del país; hay grupos extremistas y hostiles racistas en otros sectores de la sociedad francesa, pero la mayoría de personas pacíficas de estas comunidades no están sujetas a sospecha y persecución en la medida en que están los musulmanes.
«Macron visitó una mezquita la semana pasada,[3] donde se dirigió a la comunidad musulmana e hizo comentarios que no simpatizaron a algunos. Este dijo que no permitiría que florecieran movimientos separatistas en Francia, ya que el país es una República y todos deberían coexistir y aceptar sus leyes. Este denunció, por ejemplo, a aquellos que se niegan a estrecharle la mano a la mujer, quienes rechazan los tratamientos médicos modernos o que no permiten que sus hijos estudien en las escuelas públicas, describiendo estos actos como separatismo cultural.
«La verdad es que algunos comportamientos son elecciones personales. El estado no puede obligar a ningún hombre a estrecharle la mano a una mujer, por ejemplo, pero sí tiene derecho a tomar medidas contra los padres que intentan limitar la educación de sus hijos o mantenerlos en el hogar. Las autoridades pueden intervenir en este tipo de separación cultural, apoyada por el poder de las leyes y castigar a los padres por ello.
«Al igual que muchos políticos europeos, Macron está a favor de respetar la libertad de religión y de culto, ya que estos derechos están consagrados en la constitución. Sin embargo, se queja de que algunos grupos están tratando de movilizar a la gran comunidad musulmana en Francia para lograr objetivos políticos. Algunos musulmanes franceses han sufrido del extremismo intelectual y religioso, de la misma manera que los musulmanes en sus países de origen. Estas no son meras ideas extremistas que se propagan a medida que las personas se mueven de un país a otro, o se transfieren a través de viajes y mezclas con otros; son en su mayoría actividades organizadas dirigidas por grupos con agendas y objetivos políticos en mente.
«Macron en particular le advirtió a Turquía, acusándola de ser una fuente de financiación, apoyo y organización del extremismo. De hecho, esto es parte del problema; Estambul es la capital mundial del extremismo hoy día. Es el destino oficial de elección de grupos islamistas que huyen de Egipto, de las naciones del Golfo, Sudán, Siria y de otros países.
«El verdadero problema, sin embargo, no radica en Turquía, sino en Europa. Este ha permitido que estos grupos existan y creen entidades legales, económicas y políticas, incluso cuando se hizo evidente que están afiliados a grupos peligrosos en el Medio Oriente y operan de acuerdo a una agenda política hostil a los regímenes que los albergan.
«El concepto de ‘libertad’ occidental, que estos grupos utilizan como manto bajo la cual operar, contradice sus creencias centrales. El fundador de uno de estos grupos declaró públicamente en Londres que Occidente es como un baño en el que uno hace sus necesidades.
Estos grupos se establecieron fácilmente, aprovechando las libertades de expresión que existen en países tales como Francia, Bélgica y Holanda. Ahora se han convertido en una fuente de preocupación y una amenaza para la seguridad de Europa, que se enfrenta a un problema mucho más complejo: ¿cómo puede prohibir la expresión de ideas objetables sin dejar de santificar el concepto de libertad?
«El segundo problema es que Europa tiene otros grupos con los que lidiar que no son menos peligrosos para la sociedad. Estos incluyen a fascistas de extrema derecha, nazis y extremistas de izquierda. ¿Cómo puede Europa prohibirles actuar a las organizaciones islamistas cuando sus miembros han aprendido los reglamentos del juego legal y político y disfrutar de los derechos de ciudadanía adquirida?
«Lo que hace que estos grupos extremistas afiliados al Islam sean más peligrosos que otras organizaciones extremistas es que estos están en contra de la sociedad en su totalidad. Apuntan a los musulmanes con sus mensajes de cambio y los utilizan, aislándolos casi totalmente, dejándolos a su merced».
«Además, estos grupos están respaldados por latrocinantes en el extranjero con enormes recursos financieros y también son administrados y dirigidos por intereses extranjeros. Entonces, ¿cómo debemos verlos: Como títeres bajo el control de otros, o como disidentes en sus nuevas sociedades que los acogieron?
«Después de un largo letargo, Europa se ha dado cuenta del problema y comenzó a actuar, muy lentamente, ya sea como resultado de presiones electorales o información impactante como la publicada por la prensa francesa sobre los individuos y los financistas detrás de estos grupos».
«La prohibición de estos grupos salvará a los musulmanes en Occidente y a Occidente de sí mismo».[4]
[1] Le Parisien, 18 de febrero, 2020.
[2] France24.com, 19 de febrero, 2020.
[3] Según Le Figaro, «durante su visita a Mulhouse, Emmanuel Macron evitará ir a la mezquita An-Nour en construcción, [tal como está] administrada por la Asociación de Musulmanes de Alsacia, cercana a la Hermandad Musulmana». Le Figaro, 17 de febrero, 2020.
[4] Arab News (Arabia Saudita), 22 de febrero, 2020.