Introducción

En los últimos años, y especialmente desde el asesinato del ex primer ministro libanés Rafiq Al-Hariri en el 2005, las relaciones Siria-Egipto, han sido muy tensas, debido a los desacuerdos fundamentales sobre los temas de Palestina, Líbano e Irán – al punto de una «guerra fría «entre los dos países. Incluso hoy, cuando Arabia Saudita y Jordania, aliados de Egipto en el bando moderado, se han acercado a Siria, Egipto no ha cambiado sus posturas y junto a Irak sigue constituyendo una oposición a Siria en el mundo árabe. De hecho, en el último año, ha actuado como el principal búfer en frustrar los esfuerzos de Siria para acercarse a los países árabes y formar con ellos un frente sólido basado en el enfoque de la resistencia a Israel y los Estados Unidos, del cual Siria es un abanderado.

La tensión entre Siria y Egipto es evidente en la declaración del presidente sirio Bashar Al-Assad, de que «cualquiera que sea parte en el asedio a Gaza es responsable de [derramar] sangre palestina». [1] Otro reflejo de esto es el fracaso de los esfuerzos sauditas en concertar una reunión entre el Presidente Assad y el presidente egipcio, Hosni Mubarak, según fue revelado recientemente por el canciller saudita, Sa’ud Al-Faisal. [2]

Además, los últimos dos meses hemos visto numerosos artículos en el diario sirio Al-Watan que arremetieron contra el régimen egipcio y destacaron ataques personales contra el Presidente Mubarak. La mayoría de las críticas se referían a la política de Egipto respecto a Gaza, Israel y los esfuerzos de reconciliación palestina. El principal objetivo de los artículos fue que el régimen egipcio está actuando en contra de la voluntad del pueblo egipcio y de los demás países árabes y por ello ha perdido su derecho a gobernar Egipto y desempeñar un papel de liderazgo en la región.

Presumiblemente, no es casualidad de que estos ataques fueron publicados en el diario Al-Watan, el cual es cercano al régimen sirio pero no es un diario del gobierno. Al usarlo, el régimen sirio puede criticar a Egipto manteniendo mientras tanto la apariencia de que la crítica no refleja la postura oficial de Siria – lo que posiblemente evite una escalada de las tensiones entre los dos países.

La proliferación de los artículos anti-egipcios en la prensa siria en los últimos dos meses – y el aumento de su virulencia – pueden ser atribuidos a la voluntad de Siria de posesionarse a si misma como líder del mundo árabe y como el artífice de su agenda, especialmente en los preparativos de la Cumbre Árabe a finales de marzo. Posiblemente, perciba que con Jordania y Arabia Saudita, acercándose más al bando sirio, Egipto es ahora más débil y más vulnerable a ataques.

Cabe señalar que, hasta ahora, la prensa egipcia no ha respondido a las críticas, parece ser que Egipto prefiere guardar silencio, al menos por ahora.

A continuación se presentan extractos de los artículos de Al-Watan:

Egipto ha perdido su estatus en el mundo árabe

El editor de Al-Watan Waddah ‘Abd Rabbo criticó implícitamente a Egipto acusando duramente a «algunos países árabes… que prefieren tratar directamente con Israel, que ellos consideran como un aliado estratégico y con los Estados Unidos, a los cuales protegen [a cambio de] un puñado de dólares». Estos países, añadió, están obstaculizando los esfuerzos de Siria en formar una posición árabe unificada, sin embargo, «ya no tienen ningún peso en la arena árabe, y han perdido su credibilidad ante los ojos de los pueblos árabes, por lo que no suponen ninguna amenaza a una acción árabe conjunta…» [3]

A diferencia de ‘Abd Rabbo, quien se abstuvo de mencionar a Egipto por su nombre, el redactor de Al-Watan Nizar Saloum la criticó de forma explícita. Dijo que, aunque en los años 1980 y 1990 Egipto había «desempeñado un cierto papel en la región árabe», hoy «hay muchas preguntas acerca de su postura, futuro, estatus y rol – y parece ser que la respuesta de Egipto a estas preguntas está basada en su idea delirante de que su papel [en la región] es inevitable y está predestinado, y que otros deben cortejarla en lugar de ser a la inversa, aunque [esta idea] está muy lejos de la realidad…» [4]

Egipto exonera a líderes de Israel por sus crímenes acogiéndolos en Sharm Al-Sheikh

Los autores argumentaron que Egipto ha perdido su derecho a liderar al mundo árabe, ya que ha vinculado su destino al de Israel y los Estados Unidos, prefiriéndolos a su entorno árabe natural. La columnista Salwa Zahr escribió que la puerta del Presidente egipcio, Hosni Mubarak está siempre abierta para los dirigentes israelíes, mientras que los líderes árabes tienen que esperar mucho tiempo para una reunión con él. Mubarak, dijo ella, «no duda en reunirse con el Primer Ministro israelí, a fin de discutir una [idea] para la ‘paz’ que fue diseñada por los israelíes y cocinada en su estufa, mientras que el mundo árabe – que aún conserva algún rastro de pan-arabismo y de [identidad] árabe y [todavía] siente cierta solidaridad con los hermanos árabes – se lamenta de la situación de los palestinos y trata de encontrar alguna forma de disuadir a Israel, o al menos reducir al mínimo su violencia y falta de consideración hacia los palestinos… Durante muchos años, Sharm Al-Sheikh ha sido un destino de paz para los primeros ministros israelíes [quienes llegaron para descansar] después de [actuar contra] los palestinos y el tomar decisiones duras que todavía puedan presentar nuevos desastres [sobre ellos]. Estas visitas frecuentes a Sharm Al-Sheikh son como un ‘certificado de buena conducta’ concedidos a los primeros ministros israelíes por el país árabe más grandioso, tal como a muchos les gusta llamarlo».

Preguntándose el por qué Mubarak se compromete en negociar con «el mayor enemigo de la paz» (es decir, Israel), Zahr preguntó: «Acaso no entiende él que todo lo que se ha dicho sobre la retirada de Egipto del bando árabe es cierto? ¿Acaso no entiende que está cumpliendo al pie de la letra todos los objetivos del acuerdo de paz de Israel con Egipto? Parece mostrar más compasión por el soldado israelí capturado que por los cientos de [palestinos] que mueren cada día por la máquina de guerra israelí, [y parece estar haciendo esto] sólo para que Israel quede complacido con él y se abstenga de incitar a los Estados Unidos en contra de él… ¿Puede el presidente egipcio considerar al Sinaí, como territorio liberado cuando los primeros ministros israelíes vienen a Sharm Al-Sheikh, cada dos días para negociar ‘la paz’, y al mismo tiempo cometen crímenes y masacres contra los palestinos?» [5]

La barrera de acero es peor que el Acuerdo Sykes-Picot

Además de condenar las reuniones con los líderes israelíes, los artículos de Al-Watan también condenaron a Egipto por la construcción de la barrera de acero a lo largo de su frontera con Gaza. Esta medida, argumentaron, refleja las alianzas de Mubarak, y muestra que Egipto se ha convertido en un contratista que trabaja para Israel y para los Estados Unidos y justifican sus políticas. Uno de los artículos declaró: «… El propósito de la barrera de [acero] no es simplemente apretar el cerco israelí en Gaza, sino justificar el muro que Israel que ha construido alrededor de los territorios palestinos, el cual ha sido condenado por la comunidad internacional y por las organizaciones de derechos humanos, y es llamado el «muro de separación racista'».

Al-Watan también citó a analistas diciendo que «El Cairo levantó la barrera de acero de acuerdo a las instrucciones de Washington y Tel-Aviv, en donde quieren justificar el muro de separación de Israel por medio de una valla árabe y exonerar a Israel por construir un ‘muro racista’…» [6]

Salwa Zahr agregó que «la cultura de levantar [cercos] se ha extendido a muchos países árabes. Algunos [países] con una política vacilante respecto a la construcción de un muro en su frontera con otro país como una solución fácil a [los problemas de seguridad]… y no entienden que [tales muros] crean nuevas fronteras, incluso más horribles que el de las fronteras delimitadas por el acuerdo Sykes-Picot…» [7]

La barrera de acero – un cuchillo en la espalda de los árabes


Al-Watan (Siria), 31 de enero, 2010
Caricaturista: Fares Qarabeat

Egipto viola todas las normas de comportamiento árabe

Los artículos de Al-Watan mencionaron al convoy de ayuda Arteria de la Vida 3 a Gaza (también llamado el convoy Viva Palestina 3), encabezado por el MP británico George Galloway, cuyo paso fue obstaculizado por las autoridades egipcias. [8]

El columnista Osama Al-Sabbagh escribió que el tratamiento de Egipto al convoy contravenía todas las normas árabes de comportamiento: «La conducta vergonzosa de la mezquita Al-Arish y la policía en Rafah… hacia Galloway y sus colegas fue una total desgracia! ¿Es un rasgo árabe el perjudicar a alguien que viene de miles de kilómetros de distancia para ayudar a los árabes… y alimentar a los hambrientos? ¿Mejora nuestro orgullo árabe el trato vergonzoso que Galloway y otros miembros del convoy Arteria de la Vida 3 reciben en Al-Arish, en el país árabe de Egipto?… Es [un reflejo] de la sabiduría árabe?…» [9]

Egipto fracaso en mediar una reconciliación Fatah-Hamas

Otro hecho presentado como evidencia de la condición decadente de Egipto es su incapacidad para lograr una reconciliación entre Fatah y Hamas. El columnista Nizar Saloum llamó a transferir la función de mediador a otra persona. [10] En otro artículo indicó que el fracaso de Egipto se debe a su negativa a que otros participen en los esfuerzos de mediación, por miedo a perder su estatus y prestigio. Un artículo sobre el proceso de reconciliación declaró, citando a «analistas políticos», de que Arabia Saudita le había presentado a Egipto con ideas para avanzar en las conversaciones, pero el Cairo no actuó sobre ellos debido a que «no desea que la reconciliación sea presentada como un logro de Arabia Saudita. Este quiere ‘desarrollar las ideas’, ‘examinarlas’ y ganar tiempo antes de responder a las propuestas de Arabia Saudita. Este quiere hablar de ‘la mejor forma de salir [de la crisis]’, con el fin de salvar la cara y crear la impresión de que es este que está [logrando] la reconciliación. [Pero el hecho es que Egipto] se comprometió a lograr [un acuerdo de reconciliación] meses atrás, pero fracasó debido a su inclinación hacia una de las partes [es decir, Fatah]». [11]

Además de manchar la imagen de Egipto, parece haber un intento de dañar sus relaciones con Arabia Saudita. Al-Watan declaró que, cuando Arabia Saudita hizo sus propuestas sobre las conversaciones de reconciliación, fuentes egipcias se infiltraron que estas propuestas atañen a las medidas de seguridad entre Hamas y Fatah en Gaza. El documento alude a otras fuentes, de que esas infiltraciones egipcias eran una distorsión deliberada de las propuestas sauditas, destinadas a presentarlas como una injerencia en los asuntos palestinos y por consiguiente saboteaban los esfuerzos de mediación de Arabia Saudita. [12]

Las políticas del régimen egipcio no reflejan la voluntad del pueblo

Para socavar la legitimidad del régimen egipcio, los artículos establecieron una distinción entre los egipcios, que son una «gran nación árabe», y su régimen, que no representa su voluntad. Por ejemplo, se alegó que el pueblo egipcio se opone a la construcción de la barrera de acero, «que hace que todos los egipcios sientan vergüenza y desgracia». También se alegó que, «incluso hoy, muchos años después del proceso de paz [Egipto-Israel], la calle egipcia sigue rechazando la forma en que el Egipto de Sadat logró la paz con Israel. Este proceso fue como un terremoto en la historia del pueblo egipcio – y ahora se está gestando otro terremoto mientras la barrera de acero se convierte en una realidad…» [13]

En cuanto al convoy de Galloway, se alegó que el pueblo egipcio no había tomado parte en el trato humillante dispensado a Galloway y a sus amigos, y que, dada la opción, habría acogido con satisfacción el convoy con honor y respeto. [14]

Siria – la alternativa Pan-Árabe

Los artículos de Al-Watan presentaron a Siria como la antítesis de Egipto. Con respecto a la reconciliación entre palestinos, ellos señalaron que a diferencia de Egipto, que sólo está interesado en su imagen como mediador exitoso, Siria apoya cualquier esfuerzo, por cualquier persona, que pueda conducir a resultados. Citando a un asesor político del presidente Assad, Buthaina Sha’ban, el documento afirma que Siria apoya «todo esfuerzo posible [en esta dirección], y está dispuesto a asistir a cualquier partido que quiera o es capaz de lograr una reconciliación, y no busca ningún papel [para sí mismo]». [15]

* N. Mozes es compañero de investigación en MEMRI.


[1] Al-Thawra (Siria), 24 de diciembre, 2009.

[2] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 4 de febrero, 2010.

[3] Al-Watan (Siria), 31 de enero, 2010.

[4] Al-Watan (Siria), 21 de enero, 2010.

[5] Al-Watan (Siria), 2 de febrero, 2010.

[6] Al-Watan (Siria), 27 de enero, 2010.

[7] Al-Watan (Siria), 27 de enero, 2010.

[8] Véase MEMRI Despacho Especial No. 2756, «Reacciones en la Prensa Árabe al Convoy de Ayuda del MP Británico George Galloway Viva Palestina 3», 19 de enero del 2010, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=SD275610.

[9] Al-Watan (Siria), 12 de enero, 2010.

[10] Al-Watan (Siria), 21 de enero, 2010.

[11] Al-Watan (Siria), 18 de enero, 2010.

[12] Al-Watan (Siria), 18 de enero, 2010.

[13] Al-Watan (Siria), 27 de enero, 2010.

[14] Al-Watan (Siria), 12 de enero, 2010.

[15] Al-Watan (Siria), 18 de enero, 2010.