Un editorial de opinión el 5 de junio, 2011 en el diario jordano Al-Dustour conmemorando el 44º aniversario del «Día del Naksa», el estallido de la guerra de 1967, afirmó que cuatro décadas más tarde, se hacia más claro que nunca que la lucha con Israel era existencial en naturaleza más que territorial. El artículo llama en los árabes a unir sus fuerzas y hacer frente a la genocida empresa sionista, que representaban una amenaza para la comunidad musulmana árabe.
Lo siguiente son extractos del artículo: [1]
«En el 44 aniversario de la opresiva agresión sionista contra el ummah [árabe] el 5 de junio de 1967, las repercusiones de esta tragedia son aun claramente evidentes en el mundo árabe, en la forma de ocupación de toda Palestina, desde el Mar [Mediterráneo] al Río [Jordán], [en la ocupación] del Golán y las Granjas Shab’a y en el hecho de que el Sinaí sigue siendo una zona desmilitarizada de conformidad con los Acuerdos de Camp David.
«Observando por encima de las razones que llevaron a la tragedia de junio [de 1967], uno encuentra que [las mismas razones] todavía existen. Los estados árabes, desde el océano hasta el Golfo, no han aprendido las lecciones de la Naksa y no han tomado las medidas o han [invertido en] las herramientas que las pueden poner en [movimiento] desde el tablero de ajedrez del fracaso al tablero de ajedrez de la victoria. En efecto, los conflictos ocultos entre algunos de los países [árabes] permanecen como estaban para ese [entonces]. Es más, se han multiplicado y la política de hostilidad y alienación es peor ahora que en el pasado. El [estado de] impotencia a los cuales [los países árabes] han llegado en los últimos cuatro años es prueba de la misma.
«Por otro lado, el enemigo sionista todavía se adhiere a la estrategia sionista basada en la ocupación, los asentamientos y la transferencia [humana] y se niega a obedecer las resoluciones internacionales legítimas y retirarse de los territorios árabes ocupados. Y esto a pesar del hecho que los [estados] árabes y la Autoridad Palestina se han comprometido a las condiciones para la paz…
«El ummah [árabe], a través de su larga y gloriosa historia, ha demostrado su capacidad para lograr la victoria y expulsar a los invasores y ocupantes de la tierra árabe. [También ha demostrado] que sus habilidades y grandes recursos, su ubicación geográfica y su gloriosa historia puede hacerla regresar a la vanguardia de los acontecimientos, tomándolo desde una postura [puramente] reactiva a una de acción e iniciativa…
«Los acontecimientos de la historia, tanto antiguos como recientes, han demostrado que la comunidad musulmana árabe no tiene otro camino para asegurar su supervivencia, repeler la agresión sionista y liberar la tierra, Jerusalén y la Mezquita Al-Aqsa que [el camino de la] unidad, la unificación de los frentes, el uso de la fuerza, la utilización de los recursos del ummah musulmán hacia [la resolución] de sus problemas, el fortalecimiento de la democracia y el respeto a los derechos humanos. Ya se ha demostrado que la dictadura, la opresión y la corrupción son incapaces de edificar el estado o de repeler la agresión. Ellos han sido y siguen siendo instrumentos de destrucción en lugar de construcción y la principal causa de la larga serie de derrotas sufridas por el ummah islámico.
«La Jordania árabe, bajo su ilustre liderazgo Hachemita, ha trabajado hacia la construcción de la solidaridad árabe y en [resolver] las disputas entre los árabes como el único camino por el cual unir frentes y [consolidar] una postura unificada y efectiva que pueda hacer frente a la genocida empresa sionista, que representa una amenaza para la comunidad musulmana en su totalidad. Jordania ha invertido todas sus capacidades diplomáticas y material en apoyar a su pueblo hermano palestino y en la lucha justa del pueblo por hacer realidad sus derechos nacionales e históricos, su derecho a establecer un estado independiente en su territorio nacional con la sagrada Jerusalén como su capital y [el derecho] a retorno para los refugiados.
«En el 44 aniversario de la agresión sionista contra la comunidad musulmana el 5 de junio de 1967, los hechos eternos son verificados: La lucha contra este enemigo es una lucha existencial en lugar de territorial y esta requiere que la comunidad musulmana adopte todos los medios y medidas que conducirán a la victoria y repelerán a los invasores sionistas…
«Después de cuatro décadas, se ha demostrado que la totalidad de la comunidad musulmana no tiene enemigo otro que el enemigo sionista que insiste en expulsar al pueblo palestino de su tierra, despojando [sus] lugares sagrados y judaizando a Jerusalén».
[1] Al-Dustour (Jordania), 5 de junio, 2011.