En un artículo reciente en el diario del gobierno sirio Al-Thawra, el columnista sirio Dr. Farid Hatem Al-Shahf escribió que fueron los Estados Unidos que instigaron los disturbios de la minoría musulmana uigur de Xinjiang, China. El objetivo de los Estados Unidos en hacerlo, explicó, fue para presionar a China a fin de que acordara la compra de los bonos estadounidenses y por lo tanto rescatar del colapso a la economía norteamericana. Titulado «La Reacción del Dragón Chino no Tardará en Llegar», el artículo afirma que los Estados Unidos no logrará su objetivo, ya que China está decidida a explotar la crisis económica mundial para mejorar su propio estatus a expensas de los Estados Unidos.

Lo siguiente son extractos del artículo: [1]

«Los medios de comunicación ignoran el hecho que… lo qué se ha hecho y todavía se le está haciendo a los musulmanes en China… es claramente instigado por los Estados Unidos».

«Mientras los países de G-8 se preparaban para su cumbre del [8-10 de julio, 2009] en Italia, y contando con China para ayudar a resolver la crisis económica que les ha acosado, y en vísperas de la visita de Obama a Moscú [el 6-8 de julio del 2009], los Estados Unidos comenzaron a emplear sus usuales sucios y viejos [trucos] con el fin de presionar a China. [Es decir], este activó las protestas en la provincia de Xinjiang, [la cual está poblada por miembros de la minoría musulmana] Uighur.

«La extraña paradoja es que aquellos [que pretenden ahora] defender los derechos de los musulmanes alrededor del mundo no mostraron interés y no exigieron una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, cuando fueron testigos de las masacres diarias perpetradas por las fuerzas estadounidenses en Afganistán e Irak, y no pestañearon por el exterminio de los musulmanes en Gaza, que también ocurrió, y sigue ocurriendo sobre una base diaria.

«Pero de maravilla en maravilla, crearon un gran clamor sobre los musulmanes de Xinjiang, quienes son [realmente] víctimas de los motines organizados por los círculos dudosos en los Estados Unidos y Occidente. Los medios de comunicación, que [siempre] se hacen la vista gorda, y siguen haciéndose la vista gorda a las acciones de los Estados Unidos y sus aliados contra los musulmanes en todo el mundo, fueron convocados para cubrir los eventos [en Xinjiang]. Estos [continuaron] ignorando la realidad de que lo que se le ha hecho, y todavía se le sigue haciendo a los musulmanes en China y en otros lugares está claramente instigado por los Estados Unidos.

«Los Estados Unidos están preocupados porque China está retardando su respuesta a la demanda de que compre los bonos estadounidenses con el fin de rescatar la [fracasada] economía norteamericana. Estados Unidos sabe muy bien que sólo China puede ayudarla a salir de su crisis. [Más aun], la administración norteamericana cree que China está más motivada que cualquier otro país en rescatar a la economía norteamericana, ya que esta quiere garantizar el reembolso de la deuda [norteamericana] [a China], que en la era Bush, aumentó a aproximadamente 700 billones de dólares. Se sabe también que cuando Obama presentó su plan para salvar a la economía norteamericana, estaba contando con China».

La instigación estadounidense a las guerras civiles y a las ‘revoluciones de color’ sólo terminará con el fin de la hegemonía de los Estados Unidos sobre el mundo

«Pero en luz de la crisis económica mundial, China tiene su propio plan y estrategia. Esta ha comenzado a centrarse en gran medida en la Organización de [Cooperación] Shangai, cuya influencia internacional es cada vez mayor, [y también ha comenzado] a tomar parte en la búsqueda de soluciones para los problemas internacionales, convirtiéndose en un agente activo en la política internacional.

«Los observadores ven a la [OCS] como un sustituto del Pacto de Varsovia. Este fue establecido para preservar la influencia china y rusa sobre Eurasia y Asia Central, en respuesta a los intentos de los estadounidenses de imponer su control sobre estas regiones, las cuales son de importancia estratégica para los dos gigantes – Rusia y China. Los juegos de guerra [conjuntos] rusos-chinos de verano del 2007 confirman [este análisis].

«La última cumbre de la [OCS], el cual se reunió el 15 de junio, 2009 en Ekaterimburgo, [Rusia], mostró que la influencia estadounidense sobre Eurasia y Asia Central estaba comenzando a desaparecer. La cumbre trató con la necesidad de encontrar un sustituto para el dólar, lo que significa que el colapso de Norteamérica es inminente…

«Presionar a China por instigar los disturbios étnicos [en Xinjiang] sólo aumentará la determinación de China a cumplir con todos los desafíos y continuar disolviendo la hegemonía norteamericana – no sólo en Eurasia y Asia Central, sino en todo el mundo – [considerando especialmente que] los Estados Unidos se encuentra en medio de una profunda crisis económica y está hundido en numerosos cenagales alrededor del mundo. En esta situación, lo único que este puede hacer es activar las guerras civiles y las ‘revoluciones de color’ [2] en diversos países, con la ayuda de bandas que aún disponen de conexiones en distintas [partes del mundo].

«Todo esto llegará a su fin sólo con la finalización de la hegemonía norteamericana del mundo».


[1] Al-Thawra (Siria), 29 de julio, 2009.

[2] Una alusión a la «Revolución Verde» de Mir Hossein Mousavi en Irán.