El 30 de junio, 2019 el periodista saudita ‘Abd Al-Rahman Al-Rashed escribió un artículo en respuesta a la toma de la embajada de Bahréin en Bagdad el 27 de junio, 2019. El complejo de la embajada fue asaltado por una multitud que protestaba por ser Bahréin el organizador del taller «Paz a la Prosperidad», el cual tenía como objetivo sentar las bases económicas para una paz entre Israel y los palestinos. Al-Rashed, ex-editor en jefe del diario saudita en Londres Al-Sharq Al-Awsat y actualmente jefe del consejo editorial de los canales de televisión sauditas Al-Arabiya TV y Al-Hadath TV, escribió que el incidente fue el resultado de la propaganda iraní y de hecho fue parte de una amplia campaña de Irán para transformar a Irak en una arena para combatir contra sus oponentes, incluyendo a los Estados Unidos y a los estados del Golfo. Este advirtió que esta campaña, que socava la soberanía y estabilidad de Irak y amenaza con convertirlo en otro Líbano, solo puede combatirse si los iraquíes se dan cuenta de su existencia lo más rápido posible y evitan que su país se convierta en «leña para el fuego en la próxima guerra».
Lo siguiente es el artículo de Al-Rashed, tal como apareció en el diario saudita en inglés Arab News:[1]
‘Abd Al-Rahman Al-Rashed (Fuente: Alarabiya.net)
«El asalto a la Embajada de Bahréin en Al-Mansour, Bagdad siendo este supuestamente uno de los barrios más protegidos y seguros de la ciudad, es motivo de gran preocupación. La preocupación, en realidad, no es por la Embajada de Bahréin o sus intereses, sino más bien por Bagdad e Irak y su soberanía – tanto presente como a futuro.
«El diario Wall Street Journal ha informado que un aparato aéreo no-tripulado (drone) que atacó recientemente a Arabia Saudita provino de Irak y no de Yemen, tal como han afirmado Irán y sus agentes estados leales a Irán los houties. Esto es agregado a una lista de eventos que socavan la soberanía de Irak y socavan el respeto por las decisiones de los políticos elegidos por el pueblo iraquí para dirigirlo. El asalto a la Embajada de Bahréin no fue una acción sorprendente para los observadores de la propaganda iraní, o en la propia Bagdad, donde una serie de eventos precedieron al asalto, incluyendo una conferencia destinada a desacreditar y atacar a Bahréin, en la que lamentablemente participaron políticos palestinos.
«Es derecho de los iraquíes oponerse al taller ‘Paz a la Prosperidad’ en Manama y rechazar el concepto de paz, aunque no se presentó ningún proyecto político allí y nadie compró ni vendió nada. Además, ningún funcionario israelí estuvo presente en el taller, que no fue el primero de su tipo en la región. Sin embargo, sabemos que Irán deseaba lanzar un contraataque o un rebote como dicen los comentaristas de fútbol, como reacción a sentirse bloqueado, un bloqueo que fue en sí mismo consecuencia de las amenazas por parte de Irán a los estados de la región; Yemen, Siria, Palestina, Líbano y al propio Irak.
«Los líderes iraquíes se enfrentan a un claro ataque objetivo iraní a su estado, a su soberanía y sus recursos. Para el régimen de Teherán, Irak es un territorio blando y fácil, un país donde pudieran resolver sus batallas con sus oponentes, los Estados Unidos, los estados del Golfo y también los estados europeos en una etapa posterior. Esto transformará a Irak en otro país igual al Líbano a través del uso de sus poblaciones sunitas, chiitas y kurdos, utilizando la competencia entre sus líderes y partidos y aprovechando a las milicias que este ha edificado y que administra actualmente. A mi manera de ver, Teherán, debido a su crisis, está acelerando el proceso de imponer su hegemonía en Irak y de utilizarlo en sus batallas, sin tener en cuenta las declaraciones de su presidente y primer ministro que han prometido que no desean que Irak sea parte de cualquier guerra y que no permitirán el uso de su territorio en ningún ataque estadounidense contra Irán.
«El dilema es que lo que está sucediendo es totalmente lo contrario. Ante la vista y oídos de los iraquíes, es Irán el que está utilizando los territorios de Irak para atacar a sus opositores y es Irán el que quiere implicar a Irak en las crisis y batallas futuras y quiere imponerle a Irak el que este se coloque del lado de Irán y no sea un país neutral.
«¿Aceptarán los iraquíes convertirse en leña para el fuego en la próxima guerra? ¿Puede el gobierno iraquí hacer algo para evitar que Irán utilice su territorio? La situación no es nada fácil, pero enterrar las cabezas en la arena e ignorar los excesos cometidos por los iraníes dará lugar a un resultado conocido; ningún gobierno o estado genuino sobreviviría sin enfrentar el problema desde un comienzo. Lo primero es ser franco ante el problema con el pueblo iraquí, en lugar de ignorarlo. Nadie espera que Irak sea otro que un buen vecino de Irán, pero no para ser una de sus gobernaciones, o una de sus trincheras militares contra sus oponentes.
«Tal como lo explicó el Presidente Barham Salih, la naturaleza de la relación con Irán, su importancia y la preocupación de Irak por ello, están justificados y expresan la conciencia del liderazgo político en Bagdad de que el problema no radica en Manama, Riad o en Washington, sino más bien en Teherán; es hacia allá donde debe ser enviado el mensaje de no utilizar el territorio, los hombres y los recursos de Irak para lograr sus objetivos malignos. En los últimos meses, Irán ha emprendido campañas de propaganda a través de sus grupos, leales y medios de comunicación para incitar contra los hermanos y amigos en Irak de una manera que da la impresión de que se está preparando para una gran batalla, no contra el pueblo del Golfo o los estadounidenses, sino primero y principal contra el gobierno iraquí y las instituciones estatales tales como el parlamento, los medios de comunicación y los grupos sociales. Este es el inminente problema iraquí. Por lo tanto, esta es la verdadera amenaza para Irak, su plan de unidad, soberanía, estabilidad, seguridad y resurrección, en lugar de este ser una amenaza para Bahréin, Arabia Saudita o Palestina».
[1] Arab News (Arabia Saudita), 30 de junio, 2019.