En un artículo de opinión publicado el 25 de agosto, 2015 en el diario saudita en Londres Al-Sharq Al-Awsat, Amir Taheri, prominente analista iraní, autor y columnista, comparó la política de Obama hacia Irán a las políticas de Kennedy, Nixon y Reagan en sus tratos con los principales rivales de Estados Unidos en sus días – la URSS y China. Taheri escribió que, al hacer el trato con Irán, Obama quiere presentarse a si mimo como un heredero a la tradición establecida por estos presidentes en desactivar conflictos a través del uso de la diplomacia y las negociaciones. Este señaló, sin embargo que estos líderes negociaron desde una postura de fuerza y persiguieron una distensión con los enemigos de Estados Unidos sólo después de que éste ultimo hubiese cumplido importantes exigencias de los estadounidenses y modificados elementos claves de sus políticas. Por ejemplo, Kennedy negoció con la URSS sólo después que la obligó a retirar las instalaciones nucleares en Cuba; La normalización de relaciones por Nixon con China se produjo sólo después de que éste último le dio la espalda a la Revolución Cultural y abandonó su proyecto de exportar el comunismo y Reagan se comprometió con los soviéticos sólo después de tomar medidas militares para contrarrestar la amenaza que estos planteaban a Europa. Por otra parte, dice Taheri, los Estados Unidos hicieron más calurosas sus relaciones con China y la URSS sólo después que abandonaron su enemistad absoluta hacia esta y comenzaron a considerarlo como un rival y competidor en lugar de un enemigo mortal que debe ser destruido.
Por el contrario dice Taheri, Obama no le exigió nada a los iraníes antes de comenzar las negociaciones, ni siquiera la liberación de los rehenes estadounidenses. Por otra parte, este persiguió el acercamiento con Irán a pesar de la ausencia de algún cambio positivo en las políticas e ideologías de línea dura de este país. Por el contrario, las aperturas estadounidenses sólo alentaron las peores tendencias de Irán, tal como se refleja en un fuerte aumento de violaciones a los derechos humanos dentro de Irán y en su continuo apoyo a los grupos terroristas y al régimen de Assad en Siria. La distensión con Estados Unidos ni siquiera causó que Irán abandone sus llamadas al lema de muerte a Estados Unidos, señala Taheri. Este concluye «Kennedy, Nixon y Reagan respondieron positivamente a los cambios positivos por parte del adversario», mientras que «Obama está respondiendo positivamente a sus propias ilusiones».
Lo siguiente son extractos de su artículo:
Amir Taheri (Imagen: Twitter.com/amirtaheri4)
JFK forzó a Rusia a que removiera sus misiles de Cuba; Obama no obtiene nada tangible ni verificable
«Promoviendo el ‘acuerdo’ que este afirma ha realizado con Irán, el Presidente Barack Obama está tratando de presentarse a sí mismo como el heredero de una tradición de ‘paz a través de negociaciones’, seguido por los presidentes estadounidenses durante décadas. En ese contexto este ha nombrado a los presidentes John F. Kennedy, Richard Nixon y Ronald Reagan como ejemplos brillantes, con el subtexto de que espera unirse a sus rangos en la historia.
«Obama cita a JFK diciendo que uno no debe negociar por miedo sino que no debería temer negociar tampoco. Para empezar, aquellos que se oponen al supuesto ‘acuerdo’ con Irán nunca se opusieron a las negociaciones; ellos se oponen el resultado que este ha producido… De una forma u otra, Irán y las grandes potencias han participado en negociaciones sobre el tema desde el 2003. ¿Qué impulsó a Obama a presionar el acelerador fue su deseo de obtener una victoria diplomática antes de que deje el cargo. No importó si el ‘acuerdo’ que este inventó fue era más que una cena para perros que un documento serio. Quiso algo, cualquier cosa y para lograr eso estaba dispuesto a conformarse con un gran chapuzón diplomático.
«¿Es Obama el nuevo JFK? Difícilmente, Kennedy negoció con la URSS pero sólo después de bloquear a Cuba y obligó a Nikita Jruschov a parpadear y disolver las instalaciones nucleares que había creado en la isla caribeña. En contraste, Obama no obtuvo nada tangible y verificable. El jefe del complejo de Energía Atómica de Irán Ali-Akbar Salehi lo dijo muy bien cuando dijo que lo único que Irán le dio a Obama fue una promesa de ‘no hacer cosas que de todos modos no estábamos haciendo, o no quisimos hacer o ni siquiera podíamos hacer en el presente».
«JFK también tuvo el coraje de volar a Berlín Occidental a fin de enfrentar los tanques soviéticos y advertir a Moscú contra los intentos de rebasar el enclave de libertad que la antigua capital de Alemania se había convertido. Con su ‘Ich bin ein Berliner’ (Yo soy un ciudadano de Berlín), este se puso del lado del pueblo de la sitiada ciudad en una larga y finalmente victoriosa lucha contra el dominio soviético. En contraste Obama ni siquiera se atreve a perderle a los mullah que liberen a los estadounidenses que mantienen rehenes. En cambio, este se involucró en un cortejo epistolar del Guía Supremo e instruyo a su gobierno en Washington a no hacer ni decir nada que pudiese ponerle los pelos de punta a los mullah.
Nixon extrajo concesiones a largo plazo a China; Obama sólo ha alentado las peores tendencias del régimen jomeinista
«No, Obama no es JFK. Pero es este el heredero de Nixon? A pesar de que odia a Nixon ideológicamente, Obama ha tratado de comparar su ‘acuerdo’ con Irán al acercamiento de Nixon con China. Una vez más, la comparación está fuera de lugar. La normalización de relaciones con Pekín se produjo después de que los líderes chinos resolvieron su lucha interna por el poder y decidieron trabajar para salir del punto muerto ideológico creado por su momento de locura conocido como La Gran Revolución Cultural Proletaria. El lobo feroz de la historia Lin Biao, fue eliminado en un accidente aéreo arreglado y la Banda de los Cuatro le quitó los colmillos antes que el nuevo liderazgo configurado en Beijing pudiera acercarse a Washington con pláticas sobre normalización de relaciones.
«Para el momento en que la élite china, habiendo sufrido una derrota en enfrentamientos fronterizos con la URSS, se vio rodeada de enemigos, especialmente después que el único aliado de China Pakistán había sido cortado en dos mitades en un complot indo-soviético que llevó a la creación de Bangladesh. Odiado por todos sus vecinos, China necesita que los Estados Unidos salgan del aislamiento. Incluso para ese entonces, los estadounidenses condujeron un trato duro. Estos establecieron una lista de 22 medidas que Pekín tuvo que tomar para demostrar su buena voluntad, principalmente entre ellos era el abandonar el proyecto de «exportar la revolución».
«Aquellos de nosotros que, como periodistas, mantuvimos un ojo en China y visitamos la República Popular en esos días nos asombramos por los cambios dramáticos que los líderes comunistas introdujeron en las políticas nacionales y extranjeras a fin de complacer a los estadounidenses. En sólo dos años, China dejó de actuar como una ‘causa’ y comenzó a comportarse como un estado-nación. Fue sólo entonces que Nixon se dirigió hacia Beijing a fin de resaltar un largo proceso de normalización de relaciones. En el caso de Irán, Obama ha obtenido ninguna de esas cosas. De hecho, su ‘acuerdo’ ha alentado las peores tendencias del régimen jomeinista simbolizados por el dramático aumento en las ejecuciones, el número de prisioneros de conciencia y apoyo a los grupos terroristas por no mencionar la ayudar a Bashar Al-Assad en Siria.
Reagan no tuvo reparos en llamar a la URSS ‘El imperio del mal’; Obama teme ofender a los mullah
«No, Obama no es Nixon. Pero es él un nuevo Reagan tal como pretende? Difícilmente. Reagan estaba dispuesto a involucrar a los soviéticos al más alto nivel sólo después de que les convenciera de que no podían chantajear a Europa con sus SS20s mientras buscan ampliar su imperio a través de los llamados movimientos revolucionarios que estos patrocinaron a través del globo terráqueo. Los SS20s fueron contrarrestados con misiles Pershing y ejércitos ‘revolucionarios’ con ‘combatientes por la libertad’ auspiciados por Washington.
«A diferencia de Obama que teme ofender a los mullah, Reagan no tuvo reparos en llamar a la URSS ‘El Imperio del Mal’ y castigar a sus líderes sobre los temas de la libertad y los derechos humanos. La famosa frase ‘Señor Gorbachov, derribe ese muro!’ indicó que a pesar de que estaba dispuesto a negociar, Reagan no estaba dispuesto a echar por tierra a los aliados para alcanzar un acuerdo.
«Obama no ha hecho ninguna mención de Jimmy Carter, el presidente estadounidense al que más se le parece. Sin embargo, incluso Carter no fue tan malo como Obama aunque sólo fuese porque estaba dispuesto a boicotear los Juegos Olímpicos de Moscú para mostrar su descontento por la invasión de Afganistán. Carter también trató de hacer algo para liberar a los rehenes estadounidenses en Teherán organizando una invasión a la República Islámica con siete helicópteros. El resultado fue tragicómico, pero hizo lo mejor que pudo con sus escasos talentos permitidos (NB: Nadie sugiere que Obama debería invadir a Irán si solo porque si lo hiciera los resultados serían aún más tragicómicos que la aventura de Carter.)
«En una nota más seria, es importante recordar que tratar con el régimen de Jomeini en Teherán es muy diferente que tratar con la URSS y China se hallaba en un contexto de distensión y normalización. Ni la URSS ni la República Popular consideran a los Estados Unidos como ‘enemigo’ bajo ningún contexto religioso como lo hace el régimen de Jomeini. Moscú calificó a los Estados Unidos, su rival ‘imperialista’ como un ‘adversario’ (protivnik) que debe ser combatido y si es posible, derrotado, pero no como un ‘enemigo’ (vrag) que deben ser destruidos. En China también, los Estados Unidos fueron atacados como ‘archí-imperialista’ o ‘El tigre de papel’, pero no como un enemigo mortal. El lema fue ‘Yankee! Go Home’
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