El 18 de enero del presente año 2022, el medio de comunicación chino Global Times, el cual es controlado por el Partido Comunista Chino (PCCh), publicó un artículo titulado «La transición energética mundial se está acelerando». El artículo fue escrito por Niu Xinchun, profesor de investigación y director del Instituto de Estudios del Medio Oriente en el Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneo en China (CICIR), un grupo de expertos líder afiliado al Ministerio de Seguridad del Estado (MSS) de China y el cual está siendo supervisado por el Comité Central del PCCh.
El artículo fue publicado luego de una visita realizada del 10 al 14 de enero del año 2022 por parte de los cancilleres de cuatro de los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), acompañados por el actual secretario general del CCG Nayef Al-Hajraf, a la ciudad nororiental china de Wuxi, en la provincia Jiangsu. Esto fue seguido por una visita de alto perfil de los cancilleres de Turquía e Irán y toda esa semana de enero los académicos y diplomáticos chinos la denominaron la «Semana del Medio Oriente».
En su artículo, Niu escribió que los países productores de petróleo del Medio Oriente demostraron recientemente un «entusiasmo sin precedentes por promover sus relaciones» con China, y que el Medio Oriente se estaba apartando claramente de la «órbita estadounidense», en donde ambos aliados y adversarios de los Estados Unidos «dirigían sus miradas también en dirección a Oriente».
(Fuente: Opinión.huanqiu.com)
A medida que China se acerca más a Riad y Moscú, concluyó Niu, en el futuro pudiera ser China, en lugar de Estados Unidos, quien coordine los precios del petróleo junto a Arabia Saudita y Rusia.
A continuación se puede leer el artículo de Niu:[1]
‘Ha habido señales muy claras de relaciones bastante cálidas entre China y el Medio Oriente’
«Este año se perfila como un gran año en las relaciones entre China y el Medio Oriente. Seis cancilleres del Medio Oriente y el secretario general del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) visitaron China en estrecha sucesión al comienzo del nuevo año y Arabia Saudita organizará la primera cumbre China-líderes árabes a finales de este mismo año.
«En los últimos años, ha habido señales claras de unas relaciones mucho más cálidas entre China y el Medio Oriente, particularmente ante la contracción estratégica que sufre Estados Unidos en el Medio Oriente, lo que hace que el fenómeno de un ‘Oriente en ascenso y un Occidente en una total debacle’ sea aún más sorprendente.
«Desde el punto de vista del autor, esta situación es resultado de la transición energética global, así como también reflejo de la cambiante dinámica del poder global. La interdependencia entre China y el Medio Oriente se está incrementando, en expansión del espacio de maniobra de China y su política en el Medio Oriente la cual enfrenta oportunidades sin precedentes.
«A pesar del hecho que la importancia del petróleo ha disminuido como resultado de la transición energética global, el Medio Oriente sigue siendo el actor más importante en el mercado petrolero. La transición energética es un proceso bastante largo donde el carbón tarda 200 años en reemplazar el dominio que ejercen los combustibles y el petróleo basados en plantas que tardarán 100 años en reemplazar al carbón. Incluso en un escenario mucho más optimista a la neutralidad del carbono para el año 2050, el mundo todavía necesitaría de 24 millones de barriles de petróleo diarios.
“En este proceso, el Medio Oriente disfruta de una ventaja competitiva debido a sus grandes reservas de crudo, bajo costo y la cantidad total de gases con efecto invernadero. El petróleo de otros países será el primero en abandonar el mercado, lo que permitirá que el Medio Oriente incremente su participación en el mercado. En el año 2020, el Medio Oriente representó el 34% de la producción mundial de petróleo, con posibilidades de superar un 50% a futuro.
«China es el mayor importador de crudo del mundo y su influencia en la política petrolera va en constante ascenso. La brecha se ha amplificado desde que China superó a los Estados Unidos como el mayor importador mundial de crudo en el año 2017. En el 2020, China importó 10.85 millones de barriles diarios de crudo, en comparación con los 5.87 millones de barriles por día para los Estados Unidos, China también fue el mayor importador de crudo del Medio Oriente ese mismo año, importando casi 5 millones de barriles diarios en comparación con los 700.000 b/d que importaron los Estados Unidos.
«Más importante aún, cuando China se convirtió en el mayor importador de crudo del mundo, el mercado del petróleo pasó de ser un mercado de vendedores a uno de compradores y la posición de los importadores de petróleo mejoró…
«El Medio Oriente necesita del mercado y de las inversiones de China y China necesita el petróleo del Medio Oriente, haciendo que los dos bandos sean interdependientes. Al contrario, la demanda de crudo para el Medio Oriente de los Estados Unidos y Europa disminuye rápidamente. En el año 2020, todos los países europeos y los Estados Unidos en conjunto representaron el 19% de las exportaciones de crudo de Arabia Saudita, mientras que China representó el 26%. Está del todo claro que la interdependencia entre el Medio Oriente y China se incrementará gradualmente.
«La tendencia de un ‘Oriente en ascenso y un Occidente en decadencia’ también es evidente en el campo de las inversiones. Las empresas en Europa y en los Estados Unidos se han privado recientemente de los mercados de petróleo y del gas porque son pesimistas ante sus perspectivas. ExxonMobil, Chevron, BP y Shell, entre otras compañías petroleras multinacionales estadounidenses y europeas, han vendido $28.100 billones en activos y planean vender otros $30.000 billones, dejando la industria con $140 billones en activos en el mercado.
«La inversión en exploración y producción de crudo y gas en el año 2021 fue de $315 billones a nivel mundial, un 30% menos que el año anterior y un 60% menos que el pico obtenido en el año 2014. El Banco Europeo de Inversiones dejó de financiar proyectos de combustibles fósiles en el año 2021, según la hoja de ruta de la Comisión Europea para el año 2050 hacia la neutralización del carbono. En el 2010, China representó el 2.4% del stock de IED en el Medio Oriente, incrementando al 5% en el 2019. De manera similar, en el año 2010, China representó el 3,3% de los flujos del IED en el Medio Oriente, incrementando al 10.1% en el año 2019. Claramente, el Medio Oriente también desea que la inversión china sea una realidad.
«A medida que el Medio Oriente ‘alza la cabeza’ en previsión al nuevo sector energético, China parece ser el socio ideal, con la mayor capacidad de producción del mundo. China es líder mundial en la producción y el consumo de energía solar y eólica, invirtiendo casi $900 billones en energía renovable desde el año 2009, más del doble que los Estados Unidos. China produce actualmente más del 70% de los paneles solares del mundo y el 50% de la capacidad de fabricación de turbinas eólicas del mundo; también es el mayor fabricante mundial de vehículos eléctricos, con casi la mitad del total mundial y el 77% de las baterías de iones de litio en el mundo.
«Originalmente, los Estados Unidos fue líder en tecnología dentro del sector de energía nuclear, pero no ha desarrollado ningún proyecto nuevo desde el año 2007. Rusia, China y Francia se encuentran particularmente activos en el mercado internacional de la energía nuclear. Egipto, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos juntos han anunciado nuevos objetivos energéticos, en donde Egipto apunta al 42% de energía renovable para el año 2030, Arabia Saudita al 50% para el año 2030 y los Emiratos Árabes Unidos 44% para el año 2050. Para lograr dichos ambiciosos objetivos, el Medio Oriente necesita de una nueva capacidad significativa de energía, donde China posee una clara ventaja».
‘El Medio Oriente se está apartando claramente de la ‘órbita estadounidense’, junto a aliados y adversarios de los Estados Unidos ‘dirigiendo su mirada hacia el Oriente’
“La transformación del mercado petrolero internacional se ha producido en un momento en que el panorama político internacional está experimentando cambios muy significativos. El Medio Oriente ha estado dominado por los Estados Unidos desde el final de la Guerra Fría, particularmente en temas de seguridad, dejándole muy poco espacio a China para maniobrar. Las empresas estadounidenses y europeas monopolizaron las industrias upstream en la economía del Medio Oriente y China no tuvo voz alguna en el tema.
«Ahora bien, la contracción estratégica de Estados Unidos en el Medio Oriente se está volviendo más evidente, en donde los países del Medio Oriente cubren sus apuestas en ambos lados de la mesa, si no en múltiples lados de la mesa, dejando a China con mucho más espacio para expandirse. Ante tal situación, los países productores de crudo del Medio Oriente han demostrado recientemente un entusiasmo sin precedentes por promover sus relaciones con China y han estado abiertos en áreas tales como el yuan petrolero, las exploraciones y producción de petróleo y de gas upstream y los contratos de suministro de petróleo a granel realizados a largo plazo.
«El Medio Oriente claramente se está apartando de la ‘órbita estadounidense’ y tanto los aliados como los adversarios de los Estados Unidos ‘miran ahora hacia el Oriente’ también. Según el politólogo de la Universidad de los Emiratos, el profesor Abdulkhaleq Abdulla, los países del Golfo han perdido la fe en los Estados Unidos. La influencia de los Estados Unidos está decayendo, no solo en el ámbito económico, sino en todos los aspectos políticos, militares y estratégicos.
«La estabilización de los precios internacionales del petróleo requiere de la plena cooperación entre los países productores y consumidores de petróleo. Desde el año de 1973, la mayoría de las crisis petroleras han implicado la cooperación entre Estados Unidos y Arabia Saudita a fin de controlar los precios del petróleo reduciendo o incrementando la producción.
«En el año 2020, cuando el mundo llegó a ver un precio del crudo bajísimo (negativo) muy poco común, el entonces presidente Trump llamó al príncipe heredero de la corona saudita Salman y al presidente ruso Vladimir Putin con el propósito de discutir la manera en cómo estabilizar los precios del petróleo. Sin embargo, cuando Estados Unidos consideró que los precios del crudo eran demasiado altos a finales del año 2021, el presidente Biden no llamó por teléfono a los líderes sauditas y rusos, sino que redujo los precios del petróleo liberando crudo de las reservas estratégicas de petróleo en el país.
«La razón a ello es que el reciente deterioro de las relaciones entre los Estados Unidos y Arabia Saudita, así como también Rusia, ha perjudicado la coordinación entre las tres naciones. Al mismo tiempo, China se está acercando más a Arabia Saudita y a Rusia. Quizás, en un futuro muy cercano, será China, en lugar de Estados Unidos, que coordine los precios del petróleo junto a Arabia Saudita y Rusia. Para ese momento, este será otro evento histórico en este período de cambios jamás vistos en un siglo».
[1] Opinion.huanqiu.com/article/46RgKHkwWDC, 18 de enero, 2022.