Un debate público y religioso está actualmente sucediendo en Arabia Saudita sobre el tema del divorcio forzado en la pareja debido al estatus incompatible – es decir, cuando la condición de la familia de la esposa es considerada superior al de la familia de su marido. El debate surgió, seguido a una decisión precedente de la corte que término el matrimonio de Fatimah y Mansour Al-Taimani por esta razón.

La decisión de la corte de agosto del 2006 siguió a un juicio para divorciar a los Al-Taimanis que fue iniciado no por el marido o la esposa sino por el hermano de Fatimah, por razones que el linaje tribal de Fatimah era superior al de su marido. [1] Leyendo su decisión, el juez concluyó: «Mi decisión es anular el contrato político, tal como fue pedido por el lado de la esposa, y la esposa está sujeta al ‘idah [el período de tiempo antes de que una divorciada o viuda pueda volverse a casar] de acuerdo con su situación y comenzando desde la fecha de esta decisión…» [2]

Los Al-Taimanis objetaron la decisión, y Mansour Al-Taimani recurrió a la corte de apelaciones en Riad. La corte, sin embargo, negó su apelación, reafirmando la decisión que separar a la pareja. [3]

Con su matrimonio terminado, Fatimah fue encarcelada por objetar la decisión y por negarse a regresar a su familia. [4]

Siguiendo el caso Al-Taimani, 10 juicios adicionales fueron entregados por la misma razón a la corte. [5]

En la actualidad, el Ministerio de Justicia saudita está conduciendo un estudio sobre la postura de la ley religiosa islámica respecto a tal incompatibilidad de estatus en el matrimonio – es decir, cuando el estado de la esposa es considerado como superior al de su marido – con el objetivo de clarificarlo al público. [6] Sin embargo, la opinión pública saudita y la prensa saudita están, con muy pocas excepciones, abrumadoramente en contra de la decisión.

Este escrito presentará las posiciones de los clérigos, y extractos de la prensa y de la petición de mujeres, en el debate público sobre el tema.

La disputa religiosa sobre la incompatibilidad de estatus en el matrimonio

Los clérigos estaban divididos respecto a la legitimidad religiosa de poner fin a un matrimonio debido a la incompatibilidad en el estatus entre el marido y la esposa. El Jeque Dr. Ibrahim Al-Khudairi, juez de la corte de apelaciones de Riad, mantuvo que tal compatibilidad fue parte integral de las condiciones bajo las cuales un hombre y una mujer podrían casarse, y que estas condiciones eran una ley salvaguardada por el Islam. [7]

En otra ocasión, Al-Khudairi dijo que según la ley religiosa islámica, aun cuando un hombre y mujer son incompatibles en estatus no obstante se les permite casarse y vivir juntos en paz si sus parientes consienten a esto. Él agregó, sin embargo, que en caso en que un pariente del marido o de la esposa se oponga al matrimonio, y tal oposición pudiera causar rivalidad o daño, la ley saudita sigue al sunna del Profeta – es decir, para prevenir el conflicto, este requiere que el matrimonio sea terminado, para salvaguardar las vidas y el futuro de sus hijos, y también para prevenir el daño probable a la tribu del marido o al de la esposa. [8]

El Jeque Abdullah Bin Mani’, miembro del Concejo Mayor de Jurisprudentes en Arabia Saudita, le dijo al diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat que los ulema consideran la compatibilidad de estatus de ser parte de las condiciones del matrimonio – es decir, la condición de la esposa no debe ser superior a la del marido. Él dijo que la compatibilidad de estatus es evaluada según las tradiciones y costumbres por las cuales la sociedad vive. Bin Mani’ dijo, «Cualquier matrimonio que cause algún problema en términos [tribales o] de incompatibilidad de estatus social debe ser examinada, y hay espacio para que el sistema judicial trate con el asunto». [9]

Sin embargo, otros jeques se opusieron a terminar los matrimonios por razones de incompatibilidad de estatus. El Dr. Khaled Al-Musheikah, conferencista en ley religiosa islámica en la Facultad del Shari’a en la Universidad Al-Qassim en la ciudad de Buraidah, dijo que separar a un marido y su esposa debido a la incompatibilidad de estatus iba en contra de la ley islámica. [10]

El Jeque Dr. Said Bin Musfir Al-Qahthani expresó su oposición a la totalidad del asunto de compatibilidad de estatus, diciendo que la única compatibilidad requerida por la ley islámica cuando se hacia el contrato de matrimonio era la compatibilidad religiosa. Esto, dijo él, era porque la ley islámica no le permite ni a un hombre ni a una mujer casarse con un politeísta o un infiel, pero si le permite a un hombre casarse con un kitabiya (es decir, una mujer del Pueblo del Libro, e.d una mujer judía o cristiana), con la esperanza de que ella se convertirá al Islam. Él dijo que si un hombre y una mujer están de acuerdo en casarse a pesar de cualquier brecha en su estado social y tribal, ninguno puede intervenir para anular su matrimonio, porque este es un asunto estrictamente personal. Un pariente de la esposa puede aconsejarla, pero no puede obligarla a que no se case si ella insiste en hacerlo. [11]

El debate sobre la compatibilidad de estatus en la prensa saudita

También se expresaron puntos de vista en el tema de compatibilidad de estatus del matrimonio en la prensa saudita. Los redactores sauditas que se opusieron a la disolución del matrimonio Al-Taimanis’ argumentaron que la decisión judicial era racista e incompatible con la modernidad, y enfatizó que el Islam es una religión de igualdad. Otros redactores, sin embargo, argumentaron que el estado tribal estaba arraigado en la una antigua costumbre y no podía ser ignorado, sin importar los cambios que habían tenido lugar en la sociedad saudita.

La decisión muestra al Islam como una religión racista

En una pieza de opinión en el diario saudita ‘Okaz, el redactor y ex miembro saudita del Concejo del Shura Dr. Ghazi Jamjoum escribió: «Es concebible que tal cosa suceda en nuestro país? En estos días y época, es concebible pasar una decisión que clasifica a la gente por el nivel de superioridad e inferioridad, y obliga a una pareja… quiénes todavía quieren vivir juntos… a separarse sobre esta base?!

«El Islam es una religión de igualdad: ‘No existe ninguna diferencia entre un árabe y un ‘ajami [persa, e.d. un no-árabe] excepto el temor a Dios’… Esta gran religión implementa la igualdad entre los seres humanos, y coloca un precedente en la ley moderna y en los tratados internacionales de derechos humanos… y todas [las leyes y tratados] afirman el principio de igualdad plena entre los pueblos a pesar de las diferencias en su origen, linaje [tribal], color de la piel o religión.

«Nuestro país es la cuna y fortaleza del Islam; por consiguiente, [uno esperaría que fuese] el último país en emitir una decisión que contradice el principio de igualdad entre los seres humanos…

«Es posible emitir una decisión [judicial] que anula un matrimonio legal en la ausencia de una demanda de divorcio del marido o de la esposa – y más allá, ante su deseo [de permanecer casados]? Se sabe que los jueces intentan preservar la unidad familiar y la continuación de la vida marital… [Los jueces] odian el divorcio… Entonces cómo puede ser que un juez decide destruir un matrimonio estable, particularmente cuándo hay dos niños involucrados, cuyas vidas serán directamente impactadas por esta decisión?» [12]

Tomando una postura similar, el redactor Khaled Abdullah Al-Khamis escribió en el diario saudita Al-Riad: «A nadie se le [debería permitir] distorsionar la imagen del Islam. Esto es porque el Islam no sólo pertenece a la tribu Quraysh o a cualquier otra tribu, y no es propiedad exclusiva de los sauditas, ni propiedad exclusiva de los árabes. Más allá, el [Islam] es la religión de justicia global…

«Hoy día, [estamos dando grave testimonio a las luchas culturales]. Cada país quiere presentar su cultura de una manera positiva… En luz a esto, cómo podemos nosotros presentar al Islam a través de una discriminación racista? Si se nos dijera que una corte europea hubiera puesto fin al matrimonio de un hombre de color y una mujer blanca debido al color de [su piel], no consideraríamos nosotros esto racista, y no lo usaríamos para perjudicar la reputación de ese país?

«De hecho, estamos haciendo algo [incluso] peor cuando separamos a un hombre blanco musulmán y una mujer musulmana blanca, bajo el pretexto de [sostener] el shari’a…» [13]

La decisión es una violación a los derechos humanos

El redactor y conferencista en la Universidad King Saud Jibrin Al-Jibrin escribió en el diario saudita Al-Watan: «Aun cuando estas costumbres [e.d. el requisito de que el estatus de la esposa no sea superior a la de su marido] refleje una realidad social, deben oponerse, porque no están basadas en la ley islámica… Estas van contrarias al sentido común, violan los derechos humanos más fundamentales, y golpean muy duro nuestra sociedad… Este asunto clarifica que existe un área de confusión dónde la religión está entremezclada con las costumbres sociales y un folklore anticuado.

«Estamos sufriendo grandemente porque [la gente] no entiende que es confusión lo que ha llevado a la distorsión de la imagen del Islam… [Esta confusión] no es deliberada, es una confusión inconsciente basada en buenas intenciones. La historia nos juzgará negativamente por testimoniar y observar algunas de estas costumbres que distorsionan nuestra tolerante religión…

«[Igualmente], estamos obligados a aceptar la interpretación de nuestros jueces y de nuestros jeques supremos, aunque no estamos convencidos [de la verdad de lo que dicen] y, en algunos casos, no estamos de acuerdo con ellos. Esto es porque estas costumbres sociales se han vuelto parte de nuestro inconsciente, que controla nuestra conducta». [14]

Nosotros no abandonaremos nuestras costumbres antiguas

En contraste, el redactor y escritor Turki Al-‘Asiri apoyó la decisión judicial. En el diario saudita ‘Okaz, él escribió: «Una razón lógica puede ser encontrada para tal decisión… Aunque aceptamos el dinamismo de nuestra época, y sus desarrollos y progresos, permanecemos cautivos por conceptos tribales, y no podemos librarnos de ellos. El error en disolver este matrimonio no yace en la decisión [misma] sino en el consentimiento inicial al matrimonio…

«Debería enfatizarse que el asunto de compatibilidad de estatus no es nada nuevo o excepcional, sino que es una realidad viviente, y una ley de costumbre entre la mayoría de las tribus en el reino. Los redactores [quiénes criticaron la decisión] viven en un mundo diferente, y no en una sociedad en donde los líderes [tribales] son fuertes e influyentes.

«Cualquiera que persiga esta [realidad tribal] ve y escucha que este concepto tribal [e.d. el requerimiento que el estatus de la esposa no sea superior al del marido] es común. Es más, existen sectores de la sociedad, [en donde las familias] casan a sus hijas sólo [con hombres] del mismo sector – preferentemente un primo, o con un miembro de la misma tribu o [a alguien] de la misma rama de la tribu…» [15]

Las mujeres sauditas demandan del Rey Abdullah que cancele la decisión judicial

El 10 de febrero del 2007, 116 mujeres sauditas enviaron una petición al Rey saudita Abdullah Abdulaziz declarando: «Esperamos que podamos sentirnos seguras sobre las vidas de [nuestras propias] familias, ahora que han sido amenazadas por el peligro de las decisiones que separan a parejas y se llevan a sus hijos por razones de incompatibilidad de estatus…

«Esta decisión de [la corte] ha metido miedo y ansiedad en los corazones de nosotras las mujeres sauditas, porque le otorga a un pariente [de la esposa – su padre, hermano, o hijo] o cualquier [otro] en su autoridad absoluta familiar de exigir que su matrimonio sea legalmente anulado… Así, la vida de cada mujer casada saudita está bajo amenaza de cualquier familiar – directo o si no – quién puede destruir su hogar y obligarla a que se separe de su marido e hijos debido a la incompatibilidad de estatus…

«Igualmente, se nos informa que varias mujeres han recibido amenazas de juicios para separarlas de sus maridos por la misma razón… Tales decisiones, las cuales están basadas en ciertas interpretaciones religiosas que no consideran el daño y el peligro que causan, perjudicarán el tejido social, las relaciones familiares, la paz, y la unidad nacional.

«Acordando [en tales decisiones] minará la seguridad y la estabilidad, y amenazará los derechos civiles y la igualdad entre todos los elementos del tejido social…

«Sometemos esta petición en nombre de muchas mujeres sauditas, y esperamos que el caso de Fatimah Al-Taimani sea devuelto a la corte, que su decisión de divorcio sea anulada, y que regrese a su hogar, a su marido, y a sus hijos.

«Nosotros también esperamos que toda demanda de divorcio por cualquiera excepto la esposa o el marido sea rechazada… porque sólo la esposa o el marido están titulados a preservar la relación matrimonial legal, para que la mujer saudita esté tranquila y se sienta segura en su vida familiar…» [16]

* Y. Admon es compañero de investigación en MEMRI.


[1] Al-Watan (Arabia Saudita), 19 de agosto, 2006.

[2] Al-Watan (Arabia Saudita), 19 de agosto, 2006.

[3] ‘Okaz (Arabia Saudita), 6 de octubre del 2006; Al-Watan (Arabia Saudita) 29 de enero, 2007.

[4] Al-Watan (Arabia Saudita), 31 de enero, 2007.

[5] Al-Watan (Arabia Saudita), 28 de febrero, 2007; ‘Okaz (Arabia Saudita), 15 de febrero, 2007.

[6] ‘Okaz (Arabia Saudita), 11 de marzo, 2007.

[7] Al-Madina (Arabia Saudita), 8 de diciembre, 2006.

[8] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 8 de marzo, 2007.

[9] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 8 de marzo, 2007.

[10] Al-Madina (Arabia Saudita), 8 de diciembre, 2006.

[11] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 8 de marzo, 2007.

[12] ‘Okaz (Arabia Saudita), 8 de octubre, 2006.

[13] Al-Riad (Arabia Saudita), 9 de octubre, 2006.

[14] Al-Watan (Arabia Saudita), 10 de febrero, 2007.

[15] ‘Okaz (Arabia Saudita), 2 de noviembre, 2006.

[16] http://www.metransparent.com/texts/sudi_women_opinion_vs_divorce_cases.htm.

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