El 16 de marzo, 2016 falleció el destacado intelectual liberal sirio Georges Tarabishi a la edad de 77 años. Tarabishi, nacido en Alepo, fue director de Radio Damasco (1963-4), editor de la Revista de Estudios Árabes (1972-84) y editor de la revista Al-Wahda (1984-9). A finales de los años 90 se trasladó a Francia, donde vivió hasta su muerte.
El trabajo literario de Tarabishi incluye libros de filosofía y crítica literaria árabe, además de traducciones al árabe de muchos libros de filosofía occidental. Este también se centró en una relectura del patrimonio literario árabe y lo utilizó con el propósito de contrarrestar a los islamistas.
En el 2008, MEMRI publicó una entrevista que concedió al diario árabe en Londres Al-Sharq Al-Awsat.[1] En la entrevista, Tarabishi hizo hincapié en la importancia del pensamiento crítico y la autocrítica en el mundo árabe y afirmó que el secularismo es una condición previa para la democracia y una cura para el sectarismo que hoy impera en el país.
Luego de su muerte, MEMRI republica la traducción de su entrevista:
El incremento del fundamentalismo me llevó a cambiar de la crítica literaria a criticar la herencia árabe-islámica
P: «Su trayectoria intelectual ha atravesado una serie de etapas. Usted fue del Ba’th al existencialismo, del marxismo al liberalismo y recientemente ha estado involucrado en criticar la mentalidad árabe. Al final de este compacto recorrido, dónde cree usted que se encuentra? ¿Está usted en una etapa de autocrítica, revisando su total trayectoria, o en una etapa de crítica hacia la realidad árabe?»
R: «Soy parte de mi generación y mi generación ha vivido más en 50 años de lo que otras generaciones han vivido en otros países en 100 o 200 años. La situación de mi generación es igual a una novela árabe, como [aquellos de] Naguib Mahfouz; En 50 años pasó de novelas históricas a novelas realistas y de allí al simbolismo y a novelas [que tratan con el tema del patrimonio islámico] y finalmente, a la novela metafísica. En otras palabras, la trayectoria novelística personal de Naguib Mahfouz cubierta en 50 años, la trayectoria de la novela europea en sus 300 años de desarrollo.
«Nuestra generación fue sometida a las presiones de un cambio rápido. Vio el ascenso y caída del nazismo y el marxismo, las rebeliones estudiantiles y los cambios en el pensamiento europeo, comenzando por el existencialismo, luego la Escuela Frankfurt y, finalmente, el estructuralismo y el postmodernismo. Al mismo tiempo, sucedieron acontecimientos mundiales trascendentales: el final de la Segunda Guerra Mundial, el estallido de la Guerra Fría, los movimientos de liberación nacionales y el tercermundismo, la caída del bando socialista y de allí a la globalización.
«Nuestra generación tuvo que reaccionar a todos estos eventos y crear espacio para ellos en su conciencia. Tuvo que saber cómo adoptarlos y al mismo tiempo tomar una postura crítica hacia estos. Por lo tanto, si quería mantenerse en contacto con la edad, el cual se refería totalmente al cambio, no podía adoptar [simplemente] una visión fija.
«Creo que mi trayectoria personal refleja la trayectoria de la propia generación, en ella se trasladó de una escuela de pensamiento a otra de acuerdo con las fases cambiantes y en aplicar el principio de crítica y autocrítica, siendo estas la garantía primaria de la continua supervivencia de la propia identidad a través del cambio y la adaptación hacia una realidad totalmente cambiante.
«Esta trayectoria de los cambios sucesivos no significa la negación de todo lo que uno ha dejado atrás. Por el contrario; A través de [esta] historia, cambios y estimados existe un proceso de acrecentamiento y reconstrucción. Si he dejado atrás las fases que pasé a través del panarabismo, el existencialismo, el marxismo y el psicoanálisis, esto no quiere decir que yo no conservo elementos de estas [varias] etapas que siguen desempeñando un papel en el resultado final de mi trayectoria intelectual. Por lo tanto, hoy me beneficio de todas mis experiencias pasadas con el fin de desarrollar una visión compuesta y profunda de la realidad en la que vivo.
«[Esta realidad] es un nuevo giro en la trayectoria del mundo árabe, con el estallido del fenómeno fundamentalista que en la actualidad se está expandiendo. Esta fue una de las razones principales de mi cambio intelectual de la crítica literaria en criticar la herencia, árabe islámica, tal como se expresa en [mi] proyecto Crítica a la Crítica de la Mente Árabe, que ha alcanzado y continúa alcanzando proporciones enciclopédicas, que yo mismo no hubiese previsto cuando comencé a trabajar en este proyecto hace más de 20 años…»
El fundamentalismo de hoy es una innovación – en la herencia musulmana, nadie se llamó a sí mismo «islamista»
P: «¿Pudiéramos decir entonces que su proyecto se presenta en el contexto de emplear el patrimonio [árabe-islámico] en la batalla por la modernidad?»
R: «Ambos el patrimonio y otras cosas. La confrontación con los enemigos de la modernidad y los tradicionalistas es una larga y dura batalla. Yo creo que tomara por lo menos los próximos 50 o 100 años. Estos tradicionalistas sólo pueden ser confrontados a través de todos los logros científicos e intelectuales y los logros de la modernidad y de igual manera a través de un retorno a las propias fuentes de la herencia que [los tradicionalistas] claman fortalecen [sus posturas].
«Cuando digo aquí que esto es lo que claman, me refiero exactamente a lo que digo. Este fundamentalismo al que nos enfrentamos hoy es, en mi opinión, una innovación totalmente inventada. Existen pruebas de esto: Si regresamos a la herencia, no encontramos a nadie que viva en ese momento que se haya dicho a sí mismo que fue ‘islamista’. Hubo musulmanes, cristianos, judíos, zoroastrianos, pero no islamistas».
«La cultura prevaleciente hoy en el mundo árabe revuelve [las] emociones en lugar de estimular la mente»
P: «¿Cuál es su explicación al declive de la mente árabe, luego del período de apertura y floración en el pasado? Estamos en la necesidad de un proyecto de renacimiento árabe [Y si es así,] cuales serían sus perfiles?»
R: «Es difícil responder en [sólo unas pocas líneas] a este tipo de pregunta, que respondí escribiendo libros enteros. Aquí me limitaré a expresar reservas sobre el uso de la palabra. ‘mente’. Creo que muchos intelectuales árabes y el público al cual se dirigen, no piensan con sus mentes, sino con una mentalidad particular. Existe una gran diferencia entre las dos.
«Es muy posible que la renovación del proyecto de Iluminación Árabe (nahda), que sufre actualmente de un importante retroceso, depende de la habilidad del intelectual árabe para ir de nuevo desde el basarse a sí mismos en la mente, en lugar de la mentalidad. Y una mente es sólo una mente si esta es crítica.
«Lo que caracteriza a una mentalidad es su tendencia a la defensiva y a la justificación. Eso es lo que más predomina en la cultura imperante de hoy en el mundo árabe, especialmente en las estaciones de televisión árabes, que colocan la defensiva ante las críticas y afloran emociones en lugar de estimular la mente…»
El modernismo árabe fracasó debido a la ausencia de filósofos árabes
P: «En su libro más reciente, Pensamientos Herejes sobre Democracia, Secularismo, Modernidad y la Negativa Árabe, que niega la existencia de cualquier filosofía árabe moderna, usted considera las experiencias de pensadores tales como ‘Abd Al-Rahman Badawi, Samir Amin y Hasan Hanafi de ser no más que traducciones o del engendrar un pensamiento occidental por vías de las traducciones. ¿No le parece que es algo injusto?»
R: «Una vez más diré: La filosofía es un producto de la mente. [Pero] lo que hoy prevalece en la cultura árabe es la mentalidad. De este modo, casi pudiera decirse que hoy es imposible que exista la filosofía árabe. Quizá exista un cierto grado de generalización en esta frase – pero, no obstante, deme un solo ejemplo de algún filósofo árabe digno de ese nombre. Y yo no me eximo a mí mismo de este juicio.
«Esto es triste, ya que sabemos de lo que creó fue la modernidad occidental ante todo la filosofía. ¿No deberíamos atribuir el fracaso del modernismo árabe al menos en parte, a la ausencia de los filósofos árabes?»
«El Líbano… [es] prueba de la crisis de la democracia cuando esta es reducida sólo a las urnas electorales»
P: «En el escrito en la conferencia sobre ‘Secularismo en el Medio Oriente’, celebrada recientemente en Damasco, usted concluyó de que era necesario combinar la democracia con el secularismo. Usted dijo sobre lo último de que fue desarrollado en los laboratorios de Occidente como una cura para la enfermedad del sectarismo…»
R: «No puede haber democracia sin secularismo, ya que sólo bajo el secularismo uno puede liberarse de las mentalidades religiosas o sectarias y como consecuencia pensar y elegir con la mente. Por esta razón he enfatizado en más de un estudio que la democracia depende no sólo del voto sino también y principalmente, en la caja [llamada] el cráneo.
«¿Cómo podemos imaginar una democracia duradera cuando sabemos que los sunitas nunca votaran por alguien que no sea un candidato sunita, e igualmente los chiitas por un chiita, católicos por un católico y un ortodoxos por un ortodoxo?
«Tomemos un caso específico, como el de Egipto. A pesar de que los coptos comprenden el 8%-12% de la población egipcia, la situación sectaria que prevalece en Egipto hoy conduce a [una situación en la que] ningún parlamentario copto es elegido y el estado está obligado a intervenir y nombrar a algunos parlamentarios coptos. Vean también el ejemplo del actual Irán. Los sunitas comprenden alrededor del 20% de la población iraní pero, no obstante, poseen sólo 10 parlamentarios, de un total de 600, si no me equivoco. Esto es debido a que la supuesta democracia en Irán y Egipto y en el resto de los países árabes, está separada de la secularidad.
«Líbano, el país árabe con la democracia más arraigada, nos ofrece una prueba más de la crisis de la democracia cuando esta es reducida sólo a las urnas de votación y cuando el votar se apoya en su totalidad sobre una base sectaria. Y las urnas de votación, en el verdadero sentido democrático de la palabra, no existen en lo absoluto en la mayoría de los países árabes».
El secularismo árabe necesita ir más allá del sector público y extenderse a la sociedad – de lo contrario nos enfrentaremos a una crisis tal como la de Turquía
P: «En su escrito usted escribió que el sectarismo no es algo ajeno al Islam, sino que es uno de los elementos fijados del Islam [a través] de la historia. Algunos objetan que usted atribuye el problema del sectarismo al conflicto religioso, ignorando el factor primario – es decir, el conflicto político y social, teniendo en cuenta que el significado y el meollo del problema sectario es la lucha por el poder… ¿Cómo responde usted a eso»?
R: «¿Quién ha dicho que la lucha sectaria es puramente religiosa? Yo perduré largo tiempo en la lucha sectaria en el Islam simplemente para llamar la atención sobre su existencia, que había sido desatendida y no para negar su conexión a la lucha por el poder y la influencia social.
«Hice hincapié en la existencia de la lucha sectaria en el Islam en el curso de mi refutación de aquellos que dicen que el secularismo fue inventado en los laboratorios de Occidente como una forma de hacerle frente a la lucha sectaria en el cristianismo.
«Si bien no niego que el secularismo fue de hecho inventado en Occidente, no considero esto prueba de que no es aplicable al mundo árabe. Si fuésemos a adoptar esta lógica, tendríamos que rechazar la implementación de la democracia en el mundo árabe, ya que la democracia también fue inventada en los laboratorios de Occidente.
«En cualquier caso, si el secularismo es la cura para la lucha sectaria, entonces su necesidad en el mundo islámico no es menos que la necesidad de este en Occidente, ya que se ve afectada por la enfermedad del sectarismo en forma más aguda y más amarga, de lo que encontraríamos en Europa entre los católicos y los protestantes al inicio de la era moderna».
P: «Sin embargo, algunos pensadores creen que los secularistas árabes no han sido capaces de desarrollar un modelo de secularismo aplicable al mundo árabe. ¿Cómo responde usted a eso, a su manera de ver, es esa la solución?»
R: «En mis escritos sobre secularismo, he propuesto más de una vez que el secularismo en el mundo árabe no es una fórmula lista para usar que viene junto a un manual operativo. Tiene que ser redescubierto, reinventado y desarrollado de manera que sea adecuada a la realidad árabe y a sus requisitos.
«Un secularismo traducido palabra por palabra [del modelo occidental] tendría un destino no mejor que el de la filosofía árabe, cuya existencia acabo de decir era imposible, ya que permaneció siendo sólo filosofía traducida.
«El secularismo en Occidente, tal como explicaré en mi próximo libro hereje Pensamientos 2, surgió sobre la base de separar al estado de la religión. Esta se limita al sector público y no se extendió hacia la sociedad. Yo creo que la solución para la separación de religión y el estado no es suficiente en el mundo árabe.
«El secularismo [en el mundo árabe] debe necesariamente colocar su hacha en las profundidades de la sociedad misma. De lo contrario, enfrentaremos una crisis como esa que está destrozando a la Turquía de hoy día, ya que esta divide entre un estado secular y una sociedad islamista, o una que ha sido re-islamizada».
[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 23 de enero, 2008.