Introducción

El 27 de junio, unos 200 intelectuales sirios y opositores independientes se reunieron en el Hotel Samiramis en el centro de Damasco para discutir la crisis en el país. Estos hicieron un llamado a transformar al régimen sirio, pero no derrocarlo. Parece ser que su postura representa, por un lado, la presunción de que el Presidente sirio Bashar Al-Assad no seguirá los pasos de los ex presidentes de Egipto y Túnez dimitiendo sin más derramamiento de sangre, pero, por otro lado, el temor de la anarquía que puede sobrevenir si el régimen de Assad es derrocado. La importancia de esta conferencia no fue sólo sobre su contenido, sino también en su lugar y momento, ya que esta fue la primera vez en muchos años que tal conferencia tuvo lugar en Siria, con la aprobación no oficial y del conocimiento del régimen y, además, esta se llevó a cabo mientras se sucedían las protestas, que ponen a prueba la legitimidad del régimen en el país y en el extranjero.

Los participantes en la conferencia incurrieron duras críticas de opositores dentro y fuera de Siria, con afirmaciones de que estos sirven los intereses del régimen mientras apuñalan a los manifestantes por la espalda. A pesar de ello, estimamos que esta conferencia puede ser vista como una auténtica conferencia de la oposición, similar a las celebradas en Antalya, Turquía, el 2 de junio del 2011 y en Bruselas, Bélgica, el 4-5 de junio.

De hecho, esta fue la primera de una serie de conferencias celebradas en Damasco en un intento por resolver la crisis. Aparentemente, esta serie de conferencias refleja un intento del régimen sirio de crear la impresión de que está dispuesto a aceptar críticas de la oposición. El 3 de julio, una conferencia «Iniciativa Nacional para Siria», se llevó a cabo. Su iniciador, el parlamentario sirio Muhammad Habbash, quien ya había defendido al régimen sirio, dijo que el propósito de la conferencia fue el de encontrar una «tercera vía» entre el régimen y la oposición, haciendo hincapié en que el proceso de cambio en Siria no puede tener lugar sin el Presidente Assad. [1] Habbash agregó que los opositores independientes tales como Michel Kilo y ‘Aref Dalila habían sido invitados a la conferencia, pero se negaron a asistir.

El 5 de julio, una reunión consultiva se llevó a cabo bajo el título «Parlamentarios Independientes por Siria», asistida aproximadamente por 70 parlamentarios actuales y anteriores, con el fin de «discutir los temas del diálogo nacional y el plan de reforma». [2] Muhammad Habbash asistió a esta conferencia también. Ninguna conferencia produjo declaraciones de cierre.

A pesar de la ausencia de elementos de la oposición de las conferencias, los argumentos irrumpieron sobre las soluciones a la crisis y se dirigieron críticas a la conducta del régimen. Los participantes en la conferencia «Iniciativa Nacional para Siria», incluso llegaron a las manos luego que uno de ellos llamó a derrocar al régimen y fue asaltado por los demás. [3] En general, parece ser que la mayoría de los participantes en ambas conferencias eran partidarios del régimen que creen que el régimen tiene la intención de promulgar una reforma sustancial.

El 10-11de julio, el régimen sirio celebró otra «Conferencia Consultiva» en preparación para el diálogo nacional, al que asistieron alrededor de 200 políticos e intelectuales y encabezada por el vicepresidente Farouk Al-Shar’. La oposición boicoteó esta conferencia también, afirmando de que no tiene sentido dialogar con el régimen, que sigue reprimiendo violentamente las protestas. Los desacuerdos y discusiones en la conferencia giraron principalmente en torno a la anulación del artículo 8 de la constitución, que otorga al partido Ba’ath un monopolio sobre el liderazgo en Siria y la retirada de las fuerzas militares y de seguridad de los centros poblados. Los desacuerdos también hicieron erupción sobre la declaración final elaborada por el comité organizador de la conferencia, que algunos afirmaban no reflejaron la gravedad de la crisis en el país. Un día después, una declaración de clausura modificada fue publicada, que hace hincapié en que el diálogo es la única manera de resolver la crisis, lo que implícitamente llamó a poner fin a las protestas populares contra el régimen. La conferencia pidió la liberación de los prisioneros políticos y a los detenidos por protestar, siempre y cuando no hayan violado la ley y también establecer un comité para examinar la redacción de una nueva constitución siria. [4]

Conferencias como éstas, que se llevan a cabo con el consentimiento del régimen – ya sea oficial o tácita – y algunas de los cuales son incluso iniciadas por el propio régimen, permiten al último a que pueda presentarse así mismo con algunas críticas y con oposición mientras se les mantiene bajo su control. Sin embargo, esto puede ser un caso de «demasiado poco y demasiado tarde» y será difícil para el régimen tapar el agujero que este abrió por falta de otras opciones.

Este documento se centrará en la conferencia de la oposición celebrada en Damasco el 27 de junio, ya que parece ser que esta fue la única de los cuatro que fue auténtica y que no fue patrocinada por el régimen.

Denle una oportunidad a Assad de adoptar disposiciones democráticas

Después de tres meses de protestas a lo largo de Siria, durante el cual miles de sirios fueron asesinados, heridos, arrestados y obligados a huir del país, intelectuales y opositores independientes se reunieron en el Hotel Samiramis en el centro de Damasco para discutir formas de resolver la crisis siria. Entre los asistentes se encontraban destacados opositores, algunos de los cuales fueron arrestados durante los disturbios, debido a su apoyo a los manifestantes, tales como el periodista Faiz Sara, quien también fue arrestado en el pasado por su actividad en el movimiento «Declaración de Damasco» y el escritor y activista de los derechos humanos Louay Hussein, quien inició la conferencia. [5] Otro de los asistentes fue Michel Kilo, un escritor cristiano sirio y activista de los derechos humanos, que fue arrestado después de firmar la «Declaración Beirut-Damasco». [6] Los participantes subrayaron que la conferencia no constituía un diálogo con el régimen, sino más bien un debate interno previsto «para caracterizar la crisis y considerar formas de participar en su resolución» tales como «un paso hacia la democracia siria». [7]

Al parecer, uno de los principales motivos en celebrar la conferencia fue el deseo de presentar una alternativa a las antemencionadas conferencias de la oposición en Turquía y Bélgica a principios de junio. Según los opositores, la multitud de conferencias de la oposición en el extranjero creó la impresión de que la oposición dentro de Siria estaba estancada y ausente. La conferencia tenía por objeto corregir esa impresión, haciendo hincapié en la postura de la oposición y posicionarla en un factor principal en cualquier posible solución a la crisis. [8]

La declaración de clausura de la conferencia fue lacónica y expresó su apoyo a «la Intifada popular no violenta… para una transición secular, democrática y pluralista…» La conferencia hizo varias demandas, que se escucharon a lo largo de los meses de protestas, tales como el poner fin a la «solución de seguridad» (es decir, la represión militar de las protestas), la liberación de presos políticos, el establecimiento de consejos de investigación independientes y permitir las manifestaciones y la libre y balanceada cobertura de los medios de comunicación. [9] A diferencia de las conferencias de la oposición en Antalya y Bruselas y a diferencia de las demandas hechas durante las protestas, la declaración de cierre de la conferencia no incluyó llamadas a derrocar al régimen, el presentar el expediente sirio a la Corte Penal Internacional, o revocar el artículo 8 de la Constitución, que otorga un monopolio de liderazgo para el partido Ba’ath. Esta afirmación se entiende presumiblemente en preparar el terreno para un diálogo nacional que lo abarca todo con el régimen, con el fin de lograr un cambio a través de las instituciones gubernamentales existentes, en lugar de derrocarlas.

La percepción de que hay que tomar medidas para contener la crisis con el régimen antes que los asuntos se salgan de las manos comenzaron a formularse varias semanas antes y se reflejó en las reuniones celebradas entre los opositores independientes tales como Michel Kilo, ‘Aref Dalila y louay Hussein con Buthaina Sha’ban el, asesor político del Presidente Assad, a quien Assad ordenó entablar un diálogo con los opositores al régimen. Críticas fueron presentadas en estas reuniones y Michel Kilo se apresuró a aclarar de que «esto no era diálogo, sino un intercambio de ideas, en la que le dije a ella [Sha’ban] que la solución de seguridad no puede producir un resultado positivo y que la verdadera solución está llamando a una conferencia de diálogo nacional que incluya a todas las fuerzas de la sociedad, las políticas y las económicas…» [10]

Suleiman Yousef, un escritor cristiano asirio y opositor, escribió varias semanas antes de la conferencia: «… A pesar de la compleja situación en Siria y la profundización de la crisis… existe una oportunidad de resolver la crisis y reducir el precio del cambio, si el liderazgo sirio tiene la intención y la voluntad política para responder a las demandas del pueblo y llegar a un acuerdo con el principio de «rotación de régimen». El Presidente Bashar Al-Assad tiene la oportunidad de permanecer en la presidencia si se une a las fuerzas del cambio democrático y acepta su responsabilidad histórica de cambiar a Siria de la fase de la tiranía a la de la democracia y el estado civil… La oportunidad de salvar a Siria y prevenir su deterioro yace en [la capacidad] del régimen y la oposición de colocar el interés nacional supremo por encima de todos los intereses partidistas, personales y de grupo y de ver a la conferencia del diálogo nacional como una ‘transición segura y necesaria’ de resolver el crisis…» [11]

Munzer Khaddam, el opositor que presidió la conferencia, explicó el momento de la conferencia en su discurso de apertura: «Esta conferencia de consulta se llevará a cabo en circunstancias muy complejas, que abre ante nosotros dos [posible] caminos – el primero es un camino claro, del cual no podemos desviarnos, de la transformación de nuestro régimen político en un régimen democrático a través de medios no violentos y seguros. Esto salvará a nuestro país y a pueblo y los pondrá en el camino hacia el desarrollo cultural dinámico, un camino de fuerza, prosperidad y progreso. Los otros caminos conducen a lo desconocido, donde la ruina y la destrucción esperan. Estamos decididos a colocar a nuestra gente en el primer camino y aquellos que no lo desean pueden irse al infierno…“ [12]

A pesar de que no llamaron de inmediato a derrocar el régimen, los participantes no ocultaron su opinión de que el objetivo final era el cambio de régimen. Louay Hussein dijo: «No hay escapatoria en derrocar al régimen tiránico que gobierna el país e instaurar un régimen civil democrático basado en la ciudadanía y los derechos humanos, que asegurará la justicia y la igualdad de todos los sirios… Nos reunimos en un intento de entender las razones de nuestro fracaso para convertirnos en un país democrático y en un intento por leer la realidad y el peligro destructivo que conlleva. Por otra parte, [nos reunimos] con el fin de averiguar cómo podemos llegar a ser tal país de una manera no violenta y segura…» [13]

Artículo en diario cercano al régimen: La Conferencia ha demostrado que la crisis ha finalizado

Los organizadores de la conferencia hicieron hincapié en que al régimen no se le pidió la aprobación de la conferencia y, de hecho, no la aprobó, pero parece poco probable que dicha conferencia se haya llevado a cabo sin el consentimiento del régimen. El hecho de que el diario sirio Al-Watan, cercano al régimen, cubrió los preparativos y los debates durante la conferencia y que la agencia oficial siria de noticias informó de ello, indican el deseo del régimen de dar a conocer la conferencia, con el fin de servir sus propios fines y crear la impresión de que está tomando medidas reales hacia el cambio. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la cobertura de la conferencia fue lo suficientemente objetiva e incluyó críticas dirigidas contra el régimen por los participantes. [14]

Un artículo de ‘Issa Al-Ayoubi en Al-Watan indica las intenciones del régimen al permitir la conferencia: «El lunes, 27 de junio fue un día impresionantemente inspirador. Fue un día sirio y un día cultural. Aquellos que se reunieron en el Hotel Samiramis en el centro de Damasco… se negaron a ser instrumentos [en manos de las fuerzas extranjeras y actuaron más bien como] opositores que sirven a la patria, en lugar de actuar en contra de ella… Ayer en Damasco, los sirios ganaron y se negaron a ser una herramienta o víctimas… haciendo hincapié en que aquellos que juegan con [el destino] de la patria y la nación no son, [sino] una minoría equivocada. Ayer por la noche, los sirios se enfrentaron al reto y se expusieron todas las afirmaciones falsas y todas ‘las células mediáticas. Opositores y adversarios del [régimen] declararon que Siria está en buena forma, que la crisis ha terminado, que la reforma, el diálogo, el acuerdo y el entendimiento han comenzado y que el convoy avanza hacia adelante…» [15]

Para ver el despacho en su totalidad en inglés por favor haga clic en el siguiente enlace:
http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/5477.htm

* N. Mozes es compañero de investigación en MEMRI.


[1] Al-Watan (Siria), 4 de julio, 2011.

[2] Al-Watan (Siria), 6 de julio, 2011.

[3] Al-Watan (Siria), 4 de julio, 2011.

[4] SANA (Siria), 12 de julio, 2011.

[5] La Declaración de Damasco – un término general para las fuerzas de la oposición siria, que firmaron un documento en el 2005 llamado «La Declaración de Damasco para el Cambio Democrático Nacional». El documento hace hincapié en la necesidad de una reforma democrática en Siria y a poner fin al régimen de seguridad que ha estado gobernando Siria desde hace más de 30 años. El documento llama a promulgar un régimen democrático en Siria, abolir la ley de emergencia, liberar a los presos políticos y resolver el problema kurdo.

[6] La Declaración Beirut-Damasco es un documento publicado tras el asesinato del ex primer ministro libanés Rafiq Al-Hariri, en el que cientos de intelectuales sirios y libaneses pidieron a Siria llevar a cabo «una corrección fundamental» en las relaciones entre los dos países y reconocer la plena independencia del Líbano.

[7] Al-Hayat (Londres), 26 de junio, 2011.

[8] Zaman-alwsl.net, 5 de junio, 2011.

[9] All4syria.info, 26 de junio, 2011.

[10] All4syria.info, 13 de mayo, 2011. El poeta e intelectual sirio Adonis es de la opinión de que es preferible la reforma bajo el Presidente Assad a un golpe de estado en contra de él. En su carta a Assad, este le hizo un llamado a actuar como el presidente de un país y no como el presidente de un partido y a «pavimentar el camino para el cambio de régimen a través de elecciones libres y sin condiciones, ya que el libre cambio asegura la legitimidad del régimen… «Al-Safir (Líbano), 14 de junio, 2011.

[11] Elaph.com, 6 de junio, 2011.

[12] www.Facebook.com/note.php?note_id=246102275403991, June 29, 2011.

[13] Al-Watan (Siria), 28 de junio, 2011.

[14] Al-Watan (Siria), 28 de junio, 2011.

[15] Al-Watan (Siria), 29 de junio, 2011.