Introducción
En meses recientes, mientras el régimen egipcio ha estado llevando a cabo acciones contra la Hermandad Musulmana, varios portavoces del establishment religioso de Egipto – el jeque de Al-Azhar, el Mufti de Egipto, el ministro de dotaciones religiosas de Egipto, y el vicepresidente de la Universidad Al-Azhar – han rechazado unánimemente el concepto de un estado religioso encabezado por clérigos, diciendo que este concepto es incompatible con los principios del Islam. Ellos han argumentado que el Islam ha decretado desde su salida que debería existir un estado democrático civil con leyes hechas por el hombre, y que estas leyes pueden estar basadas en la ley religiosa musulmana.
Redactores en la prensa del gobierno egipcio también expresaron objeciones a un estado encabezado por clérigos. Gaber ‘Asfour, conferencista en la facultad de literatura de la Universidad Al-Azhar y encabezado del Concejo Supremo Cultural de Egipto, representó incluso un estado liderado por clérigo como el anhelado estado tiránico de los islamistas que aboliría las libertades civiles y pondría en peligro a toda la humanidad con el jihad y una nuevo forma de nazismo.
Esta firme declaración pública del establishment egipcio contra la idea de un estado encabezado por clérigos es aparentemente manejada por varios desarrollos en Egipto y en la región. El primero de éstos es el temor del régimen egipcio al movimiento de la Hermandad Musulmana en Egipto que gana fuerza. Ahora, durante varios meses, el régimen ha estado comprometido en una campaña contra el movimiento, incluyendo amplios arrestos e interrogatorios, el cerrar lugares de negocio, a las editoras, periódicos, y portales de aquéllos cercanos al movimiento, y comprometiéndose en una campaña mediática anti Hermandad Musulmana. [1]
Luego, debido al deseo del régimen egipcio de mostrarle a Occidente, y particularmente a los Estados Unidos, de que está en medio de procesos de reforma y democratización, el Presidente egipcio Hosni Mubarak declaró una reforma constitucional, que fue llevada a referéndum el 26 de marzo del 2007 y pasó por una mayoría grande. Una de las enmiendas que fueron aprobadas fue una prohibición en las actividades políticas basadas en la religión, junto con declaraciones de que la religión y la política deber estar separadas. [2] Con esto, Egipto está tratando de dispersar cualquier imagen que esta puede tener como un régimen opuesto a auténticos movimientos, y mostrar que su lucha contra la Hermandad Musulmana es una lucha por los valores cívicos liberales.
El régimen egipcio está buscando poner fin al debate que ha estado siguiendo en la sociedad egipcia en semanas recientes, sobre el Artículo 2 de la constitución egipcia, que define al Islam como la religión del estado y el shari’a como la fuente principal de legislación, y no fue incluida en el referéndum. La comunidad cristiana cópta del país y también partes de la comunidad intelectual están a favor de enmendar el Artículo 2, pero el régimen ha clarificado que el Artículo 2 permanecerá como esta. El régimen también enfatizó que esto no significa que Egipto es un estado religioso o un estado secular, sino un estado civil democrático que respeta a todos sus ciudadanos y a su religión, como lo ordena el Islam.
I. El establishment religioso egipcio debate en contra de un estado religioso
Jeque de Al-Azhar: El estado religioso es una ilusión y un mito
El Jeque de Al-Azhar Muhammad Sayyid Tantawi escribió: «Personalmente, no conozco de [ningún] país en el mundo llamado [estado religioso], pero sé que dicen de ‘los estados africanos, asiáticos, o europeos’, o ‘los estados egipcios, el estado francés, indonesio, malasio, o iraquí’. Yo leí el Corán y encuentro que Alá el Supremo le envió 25 mensajeros a [varios] pueblos… algunos de ellos creyeron la llamada de sus mensajeros y se beneficiaron, mientras otros los negaron, y perdieron. Yo no leí que los creyentes llamaron [por] un ‘estado religioso’. Además, para la época del Profeta, en los días de los Califas Virtuosos, y en los días de los estados Umayyad y Abbasid… nunca leí o escuché hablar de un estado llamado el ‘estado religioso’. Lo que yo había leído y escuchado es que un estado [puede] obtener mucha de su legislación de la ley religiosa, mientras otro estado [puede] hacerlo en menor grado; que un país en particular donde la mayoría de los residentes son musulmanes, mientras que en otro, la mayoría son no-musulmanes… El estado religioso es una ilusión y un mito que no existen, y plantearle [este tema a la discusión] está a sí mismo [apuntado a] incitar una pelea». [3]
En el Islam, el gobernante no es designado por decreto divino – El Islam ordena que haya un gobierno civil
En un discurso que marca la apertura de la temporada cultural del Concejo Supremo para Asuntos Islámicos, el Ministro de Asuntos Religiosos egipcio Dr. Muhammad Hamdi Zaqzouq dijo que el Islam no reconoce un gobierno de clérigos, pero quería gobernantes que fuesen escogidos, y quiénes tuvieran las capacidades de establecer justicia, libertad, e igualdad de acuerdo con los principios islámicos.
En una misma ocasión, el Mufti egipcio Dr. Ali Gum’a dijo: «El Islam le dio preferencia a las leyes y pactos legislados por los seres humanos cuando lleguen a establecer los principios de ciudadanía, derechos humanos, y las libertades religiosas y civiles. El pacto de Al-Madina fue la constitución civil que reguló las relaciones entre los musulmanes y todo lo demás. Esta constitución reconoció el pluralismo cultural y religioso en la sociedad, con todas sus varias creencias y matices de sus miembros». [4]
En otra ocasión, Gum’a dijo: «En el Islam, el gobierno es civil. La religión ordena esto. [Sin embargo,] la religión no define la forma de este gobierno, que puede estar [compuesto de] ministros o consejeros, en la forma de un concejo del pueblo o un concejo Shura. El Islam nunca ha reconocido el gobierno religioso [en el sentido de un gobierno de clérigos]». [5]
El «mandato del imam» no es un principio de la fe
El Vicepresidente de la Universidad Al-Azhar Dr. Muhammad Abd Al-Fadhel Al-Qawsi explicó el por qué un estado encabezado por clérigos era incompatible con los principios islámicos: «Un estado religioso o teológico es [uno] cuyo gobernante delinea la legitimidad de una fuente metafísica divina, por medio del cual puede supervisar sus asuntos…»
Al-Qawsi agregó que el mandato del imam no es ninguno de los principios [principales] de la fe [musulmana]. Más bien, es una de las ramas del Islam, y como tal puede disputarse legítimamente. Él luego argumentó que, mientras el ‘mandato del imam exista, «este está basado en el consentimiento y la escogencia…»
Al-Qawsi también citó un hadith según el cual el Primer Califa Abu Bakr rechazó el estado religioso en su primer discurso. Al-Qawsi escribió: «Puede haber en el Islam un estado [encabezado por clérigos] cuándo en su primer discurso el primer gobernante del Islam, Abu Bakr Al-Siddiq, detuvo esta disputa en su misma salida partiendo principios de mandato democrático basados en la responsabilidad civil del gobernante [hacia sus asuntos]? [Él hizo esto diciendo:] ‘Yo fui designado [gobernador] por ustedes, yo no soy mejor que ustedes. Así que si ustedes encuentran que mis hechos son buenos, ayúdenme; si lo encuentran diferente, corríjame’…» [6]
II. La prensa gubernamental egipcia se enfrenta a un estado encabezado por clérigos
En el Islam, no existe ningún estado encabezado por clérigos
El Dr. Abdallah Al-Nagar, redactor a diario para asuntos religiosos en el periódico del gobierno egipcio Al-Gomhouriyya, escribió que el Islam no reconoce un estado religioso: No existe ninguna conexión entre el Islam y el concepto de un estado religioso [encabezado por clérigos]… porque el Islam regula temas individuales de vida y conductas de acuerdo con las reglas conocidas de legislación. Los principios reconocidos de ley religiosa incluyen el sentido y la lógica, la realidad y la vida, y se desarrollan con el tiempo en cambios en las estaciones y cambios de sitio… Por consiguiente la idea del derecho divino [del gobernante] basada en los caprichos de aquéllos que son llamados ‘clérigos’… no existe en el Islam, y no puede ser comparado con las leyes islámicas legisladas por Alá para guiar a la gente en el camino virtuoso y mejorar su situación en este mundo y en el mundo por venir…» [7]
Un estado encabezado por clérigos es un peligro para la humanidad
Gaber Asfour, conferencista de la facultad de literatura en la Universidad de Al-Azhar y encabezado del Concejo Supremo Cultural de Egipto, ve a un estado encabezado por clérigos como una tiranía que involucra la abolición de las libertades y potencialmente el surgimiento de un nuevo nazismo. En una serie titulada «El Peligro de un Estado Religioso» en el diario de gobierno egipcio Al-Ahram, Asfour escribió:
«En la cultura árabe moderna, las llamadas para establecer un estado religioso cuyos gobernantes representan una escuela particular de pensamiento religioso están aumentando, o son clérigos, o son un clero religioso extremista que nos regresará al período de las cortes de la inquisición y nos llevará a la destrucción y al fanatismo que son otros aspectos de la tiranía política.
«Fue en esta cultura que el concepto de un ‘estado civil’ comenzó a tomar significado como lo contrario a un ‘estado religioso’. Las consignas de un estado religioso, por el cual los propagandista anhelan, continúan sirviendo como un cobertor para objetivos totalmente políticos…» [8]
«Un estado religioso es la meta y la consigna de grupos políticos del Islam. Estos grupos están de acuerdo de que todas las soluciones a los problemas de la sociedad dependen del establecimiento de este estado, que llevará a cabo la justicia entre los individuos, gobernará honestamente, y acabara con la opresión y la violencia…
«Sin embargo, [estos grupos] han causado catástrofes en los países dónde se han esparcido. Es suficiente señalar las masacres en Argelia, y el esparcir de los asesinatos de musulmanes acusados de herejía meramente porque no aceptaron la idea de un estado religioso…» [9]
«Si un estado religioso surge, este no será gobernado por la ley de Alá, sino por un grupo de gente que pretenden ser Sus apoderados, que pretenden tener un monopolio en el conocimiento de Dios y quiénes están en contra de compartir el poder [divino], la [divina] inspiración, y el conocimiento divino con otros… El resultado será la expansión de la violencia y la opresión en la sociedad… Todos [los miembros] de la sociedad se convierten [en] opresores u oprimidos…» [10]
«El peligro [de un estado religioso] no sólo yace en la abolición de las libertades, sino en la abolición del significado de la ciudadanía determinada por la nacionalidad, haciéndolo determinado por la fe. Esto significa una transición de una atmósfera de tolerancia y el principio de igualdad y no-discriminación entre las comunidades religiosas, los grupos sociales, y las corrientes políticas… a un principio de extremismo… En tal evento, la religión no le pertenecerá a Alá, y la patria [no le pertenecerá] a nadie; en cambio, la patria tendrá, por encima de todo, el derecho de un grupo particular que se ve a si mismo como el grupo supremo y el mayor merecedor y ve a otros como inferiores [y de esta forma tener menos] derechos civiles…» [11]
«El estado religioso está basado en el extremismo – no sólo en el tratamiento del estado de sus ciudadanos, sino también en su tratamiento de [otros] estados… Si tal estado existe… nos enfrentaremos a un nuevo tipo de nazismo, o a un nuevo tipo de jihad contra toda la humanidad, mientras que la humanidad continúe siendo [percibida por el estado religioso] como infiel y como dar al-harb, [12] el cual le permite a que este sujeta a [la conquista] por los ejércitos religiosos del estado [islámico]…» [13]
El tiempo ha llegado para reestablecer un estado civil
El director general de la Unión de Periodistas árabes y redactor de Al-Ahram Salah Al-Din Hafez escribió: «Hoy día, más que en el pasado, debemos reestablecer un estado civil, después del [fracaso absoluto] de los esfuerzos anteriores, y después de que las llamadas que atacan al establecimiento de un estado religioso se hayan extendido… Porque estamos ante una gran oportunidad de la más grande enmienda constitucional en la mitad del último siglo, porque estamos en la plenitud de un discurso renovado sobre reforma democrática, y en luz al temor de que las corrientes religiosas lleguen al poder, debemos formular la doctrina del mandato para reestablecer un estado civil moderno y definir su identidad y su creencia. [Este estado será] un estado democrático que traza su legitimidad del pueblo y de los votantes, y cuyo tratamiento de sus ciudadanos esté basado en un moderno [contrato] socio-político que conserva las libertades públicas y los derechos políticos, civiles, económicos, y sociales de los ciudadanos, sin discriminación por causa de la religión, las creencias, el color, o el sexo…» [14]
III. La Hermandad Musulmana: El Estado Islámico no es un estado de clérigos; Las declaraciones de los portavoces del régimen egipcio indican una tendencia secular
El Dr. Muhammad Marsi, miembro de la oficina de la Guía General de la Hermandad Musulmana Muhammad Mahdi ‘Akef y supervisor de la actividad política y parlamentaria del movimiento, argumentó que la actitud de la Hermandad Musulmana hacia un estado encabezado por clérigos en el Islam es similar a la del establishment egipcio. Marsi le dijo al portal de la Hermandad Musulmana: «El concepto de un ‘estado religioso’, en su equivocado significado teocrático, se refiere a un intento occidental que oprimió a otros pueblos… – mientras en el Islam no existe ninguna percepción de tal estado.
«El estado islámico es fundamentalmente civil, con todo lo que esto implica, respecto a las tres autoridades independientes (el ejecutivo, el legislativo, y el judicial) y en cómo su administración islámica [es manejada], dentro del contexto principal del shari’a islámico y sus principios… Bajo nuestro punto de vista, el estado islámico [no significa] un estado de clérigos, o un estado de uno que gobierna por el mandamiento divino. Bajo nuestro punto de vista, y según la experiencia histórica de los Califas Virtuosos y los gobernantes musulmanes que vinieron detrás de ellos, el estado [islámico] es civil en todas sus actividades…» [15]
Mientras la Hermandad Musulmana mantiene que el Islam exige un estado civil, también mantiene que la postura del régimen egipcio contra un estado religioso y contra la actividad política basada en la religión indica una tendencia secular. El Dr. Hamadi Hassan, portavoz del grupo de los 88 MPs de la Hermandad Musulmana en el Concejo del Pueblo, le dijo al semanario egipcio Akher Sa’a que la Hermandad Musulmana podría formar una alianza con el Movimiento Popular para la lucha contra el secularismo – un movimiento liderado por el MP Muhammad Al-‘Amda. [16]
«Al-Amda explicó que la Hermandad Musulmana quiso que el partido gobernante dejara de usar consignas [anti-religiosas], tales como la que llama a la separación entre religión y política. Él dijo que estas llamadas reflejan la intención del régimen en adoptar un camino secular, ya que contradice el Artículo 2 de la constitución egipcia que coloca a la ley religiosa como la fuente principal de legislación. Él agregó que la meta de su movimiento, la Hermandad Musulmana, fue oponerse al secularismo en Egipto, y de ninguna manera permitirle a Egipto convertirse en un estado secular…» [17]
* L. Azuri es compañero de investigación en MEMRI.
[1] Véase Investigación y Análisis de MEMRI No. 321, «Las Relaciones Empeoran Entre el Régimen Egipcio y la Hermandad Musulmana, 2 de febrero del 2007, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=IA32107,
[2] Al-Gomhouriyya (Egipto), 27 de diciembre del 2006, 27 de enero, 2007.
[3] Al-Ahram (Egipto), 21 de febrero, 2007.
[4] Al-Ahram (Egipto), 20 de febrero, 2007.
[5] Al-Ahram (Egipto), 10 de febrero, 2007.
[6] Al-Ahram (Egipto), 12 de febrero, 2007.
[7] Al-Gomhouriyya (Egipto), 26 de febrero, 2007.
[8] Al-Ahram (Egipto), 26 de febrero, 2007.
[9] Al-Ahram (Egipto), 15 de enero, 2007.
[10] Al-Ahram (Egipto), 22 de enero, 2007.
[11] Al-Ahram (Egipto), 29 de enero, 2007.
[12] Según la doctrina religiosa islámica, el mundo está dividido en la región bajo el mandato del Islam (dar al-Islam) y la región que no está bajo el mandato del Islam (dar al-harb) que debe ser combatido.
[13] Al-Ahram (Egipto), 5 de febrero, 2007.
[14] Al-Ahram (Egipto), 3 de enero, 2007.
[15] www.ikhwanonline.com, 28 de enero, 2007.
[16] Akher Sa’a (Egipto), 7 de marzo, 2007.
[17] www.ikhwanonline.com, 28 de febrero, 2007.