La ola de ataques terroristas durante Ramadán este año, que incluyeron los ataques al sitio turístico en Túnez el 26 de junio 2015, a una mezquita chiita en Kuwait y a una fábrica estadounidense cerca de Lyon, Francia, así como también una serie de ataques en Egipto – el asesinato del fiscal general Hisham Barakat el 29 de junio, 2015 y el ataque a posiciones del ejército egipcio el 1 de julio en el Sinaí por islamistas armados – provocó un debate en los medios de comunicación árabes, particularmente en los medios de comunicación egipcios. Un aspecto importante de este debate fue la propuesta de combatir el terrorismo islámico en el plano ideológico a través de «renovar el discurso religioso».

El término «renovar el discurso religioso» fue acuñado originalmente por ‘Adly Mansour, el ex presidente del Tribunal Supremo de la Corte Suprema de Justicia de Egipto quien fue nombrado presidente interino de Egipto tras el derrocamiento del régimen de la Hermandad Musulmana en julio, 2013 encabezada por el presidente Muhammad Mursi. En una ceremonia del Ministerio de Dotaciones Religiosas en enero, 2014 en celebración del cumpleaños del Profeta Mahoma, Mansour le dijo a una audiencia que incluía decenas de clérigos: «Nuestra sociedad actual necesita de una extrema renovación del discurso religioso, una renovación consciente y responsable… que tratara el problema del extremismo y el entendimiento erróneo o defectuoso del Islam…» [1]

En la misma ocasión un año después, el actual Presidente egipcio ‘Abd Al-Fattah Al-Sisi también se apegó a la convocatoria de renovación del discurso religioso, llamando el 28 de diciembre, 2014 a una revolución religiosa. [2]

Los artículos publicados en los medios de comunicación árabes y egipcios sobre este tema ante los recientes ataques terroristas mostraron desacuerdo sobre si este tipo de enfoque, derivado de una percepción diferente de las causas del terrorismo, pudiera resultar eficaz. Ibrahim ‘Issa, editor de los diarios egipcios Al-Dustour Al-Asly y Al-Maqal, argumentó que el terrorismo no es el resultado de factores económicos, políticos o sociales, sino del discurso religioso y por lo tanto la renovación de este discurso es la enfoque principal en combatir el terrorismo que engendra. De acuerdo a ello dijo, el Presidente Al-Sisi debería dedicarle la mayor parte de su atención. En contraste, el intelectual egipcio Dr. Mamoun Fandy, quien escribe una columna para el diario saudita en Londres Al-Sharq Al-Awsat, se opuso a la idea de renovar el discurso religioso, descartándolo como «tonterías» y «un intento fallido de revivir el atraso» y llamando a cambiar por completo el discurso y basarlo en criterios científicos. Por otra parte el Dr. Wahid ‘Abd Al-Magid, comentarista político y ex miembro de la Asamblea Popular de Egipto, argumentó que era el entorno social que dictaba el discurso público y que, por lo tanto, lo primero que debe hacerse era lidiar con el entorno social.

A continuación se presentan extractos traducidos de estos tres artículos:

Editor de Al-Maqal: El terrorismo no es causado por razonamientos económicos, políticos o de seguridad; El presidente debería enfocarse en combatir ideológicamente el terrorismo

Ibrahim Issa (Fuente: Al-Misriyoun, Egipto, 30 de octubre, 2014)

Ibrahim Issa, editor de los diarios egipcios Al-Dustour Al-Asly y Al-Maqal, cree que la renovación del discurso religioso es la forma principal de combatir el terrorismo islámico. Este escribió amargamente en Al-Maqal, de quien también es propietario, criticando al Presidente Al-Sisi, acusándolo de ser responsable del asesinato del fiscal general egipcio Hisham Barakat el 29 de junio y por la muerte de muchos otros por parte del terrorismo islámico. Esto dijo, se debió a las prioridades equivocadas que Al-Sisi promueve. Este instó al presidente a dedicarse por completo a la lucha contra el terrorismo en el plano ideológico, reflejado en la educación, en las mezquitas, en los medios de comunicación y en la cultura, en lugar de enfocarse en otros asuntos tales como la lucha contra la pobreza. ‘Issa también atacó la decisión del presidente de encomendar la lucha ideológica al Jeque de Al-Azhar Ahmad Al-Tayeb y al Muftí egipcio Muhammad Shawqi Al-‘Alam porque sus propios puntos de vista son extremistas. Este escribió: «… El funeral ayer del consejero shahid [mártir], fiscal general egipcio Hisham Barakat, debe ser el último funeral [que resulta de] las prioridades equivocadas. Por supuesto, todos estamos preparados para morir y ninguno de nosotros puede interferir con su propia hora [final] si esa es la voluntad de Alá – pero en realidad, existen prioridades equivocadas que nos están conduciendo a funerales.

«En sus declaraciones en el funeral, el Presidente ‘Abd Al-Fattah Al-Sisi pidió clara y enfocadamente que no perdamos tiempo en pequeñas necesidades y que debemos estar conscientes de que una campaña a una gran escala contra el terrorismo está en marcha… Esta es una demanda muy importante. Si sólo el presidente fuese el primero en implementarlo, en sus esfuerzos y en su política…

«Yo sé que el presidente está preocupado por su pueblo y cree que la lucha contra el terrorismo tendrá éxito desarrollando la [economía] y luchando contra la pobreza y el desempleo. Esto suena muy bonito – pero es un error absoluto. Señor Presidente, abandone este concepto, porque lastima al país y retrasa nuestra campaña antiterrorista.

«No existen razones económicas para el terrorismo. El terrorismo existe por igual entre los ricos, la clase media y los pobres. Usted no puede creer los reclamos – de los cuales ya estamos hartos – que vinculan el terrorismo a la pobreza. Prueba de ello es que el terrorismo existe, por ejemplo, en Arabia Saudita, Kuwait, Francia y Alemania; sus pueblos no son pobres. La mayoría de los terroristas asesinos en Siria e Irak son saudíes, que vienen del país más rico del mundo árabe. Y no se olviden de [los líderes de Al-Qaeda] Osama bin Laden y Ayman Al-Zawahiri y la Hermandad Musulmana. ¿Son ellos mendigos que se convirtieron en terroristas por su pobreza?

«No existen causas económicas por el terrorismo, ni existen causas políticas o de seguridad. Basta ya de este perfil erróneo del fenómeno. Por supuesto tenemos que combatir la pobreza – pero esto no es una guerra al terrorismo y no es la primera prioridad cuando combatimos el terrorismo. Si el Presidente Al-Sisi exige que tratemos con el problema mayor -es decir la guerra contra el terrorismo – le pedimos que implemente esto de inmediato en sus políticas. Él es el presidente de la guerra contra el terrorismo. Esto es lo que esperamos de él y su política de ahora en adelante.

«Debemos saber que el conflicto de seguridad no es la única solución y sin lugar a dudas el proceso legal no es ninguna solución.

«En sus declaraciones en el funeral [de Barakat], nos dimos cuenta de la gran importancia que le concede al cambio de leyes o la infraestructura legislativa de las medidas legales [dispuestas ahora] a fin de acelerar la implementación de las penas para los acusados de terrorismo. También aquí las prioridades están erradas. Por supuesto la disuasión es esencial para tratar con terroristas. Pero yo les recuerdo a todos que la muerte no asusta a los terroristas, al igual que no nos asusta en lo absoluto. Además, ellos caminan sobre sus propios pies para inmolarse… ¿Cuántas ejecuciones ha habido, desde la era khawarij [3] hasta ahora? Sin embargo, esto no ha impedido el surgimiento de la percepción terrorista o de los terroristas y sus organizaciones. Además, existen temores legítimos de que la implementación [de las leyes] a fin de lograr un objetivo sublime – es decir, la guerra contra el terrorismo – se deslizará por la despreciable pendiente a la violación de derechos».

Necesitamos una «guerra para liberar la mente egipcia»; La guerra antiterrorista es responsabilidad de Al-Sisi y no es responsabilidad del jeque extremista de Al-Azhar y del muftí egipcio

«Lo que realmente se necesita, urgente y profundamente, es que el presidente enfoque su atención principal [en otra dirección] Sr. Presidente, permita que el gobierno trate con el desarrollo de carreteras en el desierto, el pavimentar carreteras y la mejora del suelo… Usted, como presidente, sólo trata con la gran guerra – la guerra para liberar la mente egipcia.

«Entonces, ¿qué debemos hacer? Primero, es necesario que existan planes a corto y a largo plazo; y un consejo de intelectuales, investigadores y expertos deben ser nombrados, para elaborar las ideas. El presidente es asistido por consejos de asesores en educación, ciencias, salud y economía, pero no está rodeado por un solo pensador o consejo que trata con el tema del terrorismo. Él [Al-Sisi] se acerca al tema desde un punto de vista de seguridad, como si se tratara sólo del Consejo de Defensa Nacional. Además, este ha asignado [la misión] a la fallida e infiltrada institución de de Al-Azhar a la [Hermandad Musulmana], cuyo propio jeque [Ahmad Al-Tayeb] constituye un obstáculo para la renovación del discurso religioso en Egipto. Entonces ¿qué deberíamos esperar?…

«La verdadera guerra a la que el presidente debe aplicarse es la guerra en renovar el discurso religioso… [Al-Sisi] le ha entregado esta tarea a [Ahmad Al-Tayeb,] el Jeque de Al-Azhar, cuando existen pruebas documentadas que, por ejemplo, sus decisiones son coordinadas con el monarca de un país árabe [es decir, Arabia Saudita], [4] en lugar del presidente de Egipto y este está involucrado en asuntos de sedición sectaria en la que Arabia Saudita está interesada debido a su percepción wahabí, en lugar del Islam moderado, que va de acuerdo con la percepción egipcia. [Este] también ha [sobreseído esta tarea] al Muftí [egipcio] [Muhammad Shawqi Al-‘Alam], quien plagia párrafos de las obras del [ideólogo de la Hermandad Musulmana] Sayyid Qutb con sus propios artículos, usándolos para guiar al público musulmán, [5] y al Ministro de Dotaciones religiosas [Muhammad Mokhtar Gomaa] quien está a cargo de un infiltrado, negligente y podrido en corrupción ministerio de la [Hermandad Musulmana]. Y luego el presidente aún coloca su confianza en los partidos religiosos [aparentemente los partidos salafistas], que cometen asesinatos y luego desfilan en las procesiones funerales del asesinado. Estos son los partidos que creen que Egipto no está implementando el Sharia, que los jueces de Egipto no juzgan de acuerdo a las palabras de Alá; que la ley creada por el hombre contradice la ley religiosa y que el apelar a los tribunales es apostasía.

«Por Alá, Señor Presidente, ¿cómo espera usted luchar contra el terrorismo cuando usted envuelve a los que diseminan el terrorismo y los proveedores de sus percepciones en su amor, tomándolos bajo su ala, apoyándolos e incluso confiando en ellos? Con cada día que pasa, un nuevo terrorista nace, que se inmolarse y asesinara entre nosotros tanto como su locura desee.

«Modificar las leyes no hará nada ante las olas de la locura religiosa – [lo] único [que funcionará es] una guerra de mentes en la educación, los medios de comunicación, la cultura, las mezquitas y los medios de comunicación sociales. Este esfuerzo debe llevarse a cabo con profesionalidad y con un estado de alerta; los recursos avanzados deben ser utilizados, junto a mentes talentosas y una fuerza policial entrenada…

«Señor Presidente, usted ha dicho que la sangre del fiscal general es responsabilidad de todos nosotros, no sólo su responsabilidad. Pero no somos nosotros los que tomamos las decisiones. Poseemos una opinión y la hemos declarado, pero la decisión estuvo en sus manos, por lo que es usted el responsable de la muerte del fiscal general, porque usted es nuestro presidente, quien carga con toda la responsabilidad.

«Señor Presidente, prepárese para su batalla y deje las infraestructuras y las decisiones económicas a un gobierno competente y sabio y a un primer ministro que no esté constantemente a la espera de sus instrucciones y que considere sus deseos como órdenes!…» [6]

Intelectual egipcio: Necesitamos un nuevo e innovador discurso religioso – no una renovación del antiguo

Otros dudaron que el discurso religioso pudiera erradicar el terrorismo y dieron varias razones para esto. El intelectual egipcio Dr. Mamoun Fandy, quien escribe una columna para el diario saudita en Londres Al-Sharq Al-Awsat, atacó la frase «renovación del discurso religioso», calificándolo de «disparate» y «un fallido intento de renovar el atraso». Este argumentó que la parálisis se ha apoderado de pensamiento intelectual islámico y que los libros escritos hoy no cumplen con los estándares más bajos del pensamiento intelectual. Pidiendo un nuevo discurso que cortará el vínculo entre la violencia y el patrimonio árabe e islámico, este escribió:

«La noción de ‘renovar el discurso religioso’ es común en el mundo árabe. Pero lo que nuestra región necesita es un nuevo discurso religioso, en contraposición a una renovación del viejo discurso. Esto es especialmente cierto ante las decapitaciones en el nombre de la religión que atestiguamos a diario, y ante el terrorismo que vimos el 26 de junio, 2015 que afectó a tres continentes en un solo día – desde Túnez a Francia hasta Kuwait – también en nombre de la religión. Cuando personas son asesinadas en una mezquita mientras se arrodillan y postran ante Alá, donde nos refugiaremos? Si las mezquitas son consideradas inseguras, hacia donde puede la gente huir de este terrorismo en nombre de la religión? Si las mezquitas no están protegidas del terrorismo, entonces que es lo que está protegido [de este] hoy?

Dr. Mamoun Fandy (Fuente: Al-Misriyoun, Egipto, 17 de julio, 2014)

«Estamos ahora en una verdadera crisis cultural y no necesitamos renovar el antiguo discurso religioso, que nos ha llevado a la actual situación, sino más bien un nuevo discurso religioso, que nos acerque al mundo en lugar de causar que nos odien.

«La imagen de los musulmanes en los países no musulmanes es actualmente la de un camello enfermo… [es decir, muy negativa], como resultado de las acciones del EIIS y Al-Qaeda, que ellos justifican en nombre del Islam, incluso si el Islam no tiene nada que ver con ellos.

«Necesitamos un nuevo discurso religioso basado en la innovación, en lugar de una antigua forma de entender los principios y métodos de investigación de la religión…

«Los movimientos extremistas no extraen su discurso religioso de los principios del Islam, su fuente de autoridad es el discurso violento… Los extremistas tienen su religión violenta y nosotros nuestra religión monoteísta. Ellos tienen su discurso religioso y nosotros tenemos la nuestra. En cuanto a los que representan a [todos] los musulmanes compartiendo la misma fuente religiosa de autoridad que estos [extremistas] – estos simplemente quieren crear confusión y encender el fuego del fitna.

«La historia islámica es gloriosa, pero tuvo períodos oscuros del cual extraen los extremistas extraen sus ideas. La mayor parte de sus fuentes de autoridad fueron escritas en períodos en que el pensamiento islámico se desvaneció – y hubo muchas de esas épocas. Sin embargo, también hubo épocas históricas gloriosas, cuando se escribieron pesados tomos que mostraron apertura a uno mismo y al otro…

«En Pakistán, Bangladesh y el mundo árabe y entre los musulmanes en Occidente, ha habido manifestaciones encaminadas a defender al Profeta [Mahoma] contra las caricaturas ofensivas. [Pero] de hecho, que perjudica más al Profeta y al Islam – caricaturas o las acciones primitivas de barbarie del EIIS, que incluyen la captura de mujeres, el decapitar y el colgar y quemar viva gente como el piloto de Jordania?

«La pregunta más importante es: ¿Por qué las masas [árabes y musulmanes] no actúan contra el asesinato de musulmanes en una mezquita en Kuwait, o el asesinato de turistas inocentes en Túnez…? ¿Por qué la muerte ya no nos conmociona? ¿Por qué las masas actúan en contra de una caricatura estúpida, mientras que la sangre que fue derramada en las alfombras de rezos en la mezquita de Kuwait no los impulsa a la acción?

«Que nos ha sucedido? ¿Necesita nuestra situación de la renovación del discurso religioso – o necesita un nuevo discurso religioso que representará la ruptura del vínculo con la violencia en nuestra herencia…?

«El pensamiento intelectual en nuestra región ha sido golpeado con una parálisis que no está relacionada a las investigaciones científicas y sus estándares tal como se les conoce en las sociedades civilizadas. Todo esto debería ser tirado al cesto de basura más cercano. Este es un discurso que no puede ser renovado. Tenemos que comenzar a establecer criterios para lo que debería [y no debería] ser publicado y requerir que las casas editoriales que o cumplan con los estándares mínimos o se les prohíba operar…

«Nuestra crisis es demasiado grande [para resolverla con] una renovación del discurso que queda corto a las puertas del conocimiento. La solución a nuestra crisis se iniciará solamente por un nuevo discurso religioso, político y social. Los ilógicos clichés reiterados por los gobiernos, tales como ‘el renovar el discurso religioso’, pueden describir en una sola frase – ‘un intento fallido de renovar el atraso'». [7]

Columnista egipcio: Los centros de crisis en referencia a las condiciones políticas sociales, económicas y no a la religión

En contraste con ‘Issa y Fandy, el Dr. Wahid ‘Abd Al-Magid, comentarista político y ex miembro de la Asamblea del Pueblo egipcio, argumentó en su columna en el diario egipcio Al-Masri Al-Yawm que la causa del terrorismo era de hecho una situación cultural, económica y política en la sociedad que alienta el respaldo de un discurso particular. Esta situación en la sociedad, este escribió, debe abordarse primero, antes de que la atención se vuelque sobre el propio discurso:

«Cada vez que hay un aumento o un nuevo desarrollo en el tema sobre terrorismo, también existe un aumento en las convocatorias a la reforma en el discurso religioso. Esto deriva de la idea de que el problema radica en los textos [religiosos] que deben ser o enmendados u opuestos – y no con una sociedad y un entorno distorsionado y que estimulan a unos cuantos a usar equivocadamente los textos que han existido durante siglos para apoyar sus ataques contra esa misma sociedad…

«Sin embargo, tal presentación del tema de la reforma del discurso religioso reduce [el manejo] de una crisis compleja a sólo uno de sus aspectos y ni siquiera a la más importante. El enlace – cualquier enlace – entre un texto – cualquier texto – y la realidad no es creado de la nada, sino que está conectado a las circunstancias del individuo, que se ve afectado por el texto de acuerdo con su interpretación o entendimiento específico.

Wahid ‘Abd Al-Magid (Fuente: Almorakib.com 2 de junio, 2015)

«Si la esencia de la crisis fue el propio discurso religioso, entonces los perpetradores del terrorismo no serían excepcionales. Sin embargo, [la sociedad] posee sólo unos cuantos extremistas religiosos… e incluso menos [de estos mismos extremistas] completan la transición del extremismo al terrorismo – es decir, de creer en el discurso extremista a realmente llevar a cabo actos de violencia.

«Si la razón de la crisis es únicamente el discurso religioso extremista, entonces debemos preguntarnos por qué este discurso fue mínimo en muchas épocas – tal como en Egipto desde el siglo 19 hasta mediados del siglo 20, cuando resurgió al margen de la década de 1970 y luego comenzó a prosperar.

«Por lo tanto, si buscamos una razón diferente por la crisis, descubriremos que va conectada a la situación de la sociedad, su cultura imperante, el estado social y económico de los diversos grupos [en esta] y la naturaleza del régimen político, cuyas políticas y acciones impactan la vida de la gente. Mientras más conservadora es la sociedad, más cerrada es su cultura imperante, especialmente cuando su educación perpetúa esa cultura y renuncia a su papel central – haciendo flexible el pensamiento inflexible.

«Mientras [más] controlador y absolutista es el régimen político y cuanto más limita la participación de la sociedad en los asuntos públicos, más se convierte [el régimen] en [un factor] de prevención para que la sociedad se abra y prevenir que [sus] flores, en todos su colores, florezcan. En su lugar, bajo la superficie, la ira y la alienación hacia la sociedad supuran bajo la superficie, de muchas maneras y formas.

«Es entonces que el discurso religioso extremista influye sobre los que tienen más ira – no sólo por el extremismo [del discurso], sino también porque se encuentra con [sus] necesidades de expresar [su] sentido de alienación…» [8]


[1] Albawabnews.com 12 de enero, 2014.

[2] Véase MEMRI Clip No. 4704 «Presidente egipcio Al-Sisi en Al-Azhar: Debemos revolucionar nuestra religión», 1 de enero, 2015.

[3] Los khawarij se separaron de las fuerzas del califa ‘Ali bin Abu Taleb y formaron el primer grupo de oposición religiosa del Islam.

[4] La referencia es a un supuesto documento de la cancillería saudita divulgado por WikiLeaks, alegando que el Jeque de Al-Azhar pidió orientación saudita en respuesta a la presión de Irán para una reunión de acercamiento entre las diversas escuelas de pensamiento islámico Wikileaks.org/saudi-cables/doc515.html.

[5] Un artículo en el diario egipcio Al-Yawm Al-Sabi’ afirma que el Muftí egipcio Muhammad Shawqi Al-‘Alam había citado varios párrafos de un libro de Sayyid Qutb y dijo que eran suyos. Al-Quds Al-Arabi (Londres) 24 de junio, 2015.

[6] Al-Maqal (Egipto), 1 de julio, 2015.

[7] Al-Sharq Al-Awsat (Londres) 29 de junio, 2015.

[8] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 2 de julio, 2015.

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