Estudiantes militantes de la madraza Jamia Hafsa en Islamabad (Imagen cortesía: diario The Friday Times).
A continuación se presentan extractos de un artículo escrito por la notable columnista pakistaní Kamila Hayat que examina el vínculo entre el extremismo religioso y las disciplinas en ingeniería que promueven un pensamiento estrictamente organizativo entre los estudiantes:
«Dentro de nuestro propio país, así como también más allá de este, se le ha prestado mucha atención a las madrazas o a los seminarios que promueven el extremismo, en algunos casos también a la violencia»
«Dentro de nuestro propio país [Pakistán] como más allá de este también, se le ha prestado mucha atención a las madrazas o seminarios que promueven el extremismo, en algunos casos también promueven la violencia, a través de sus enseñanzas y la filosofía que estas profesan. Sin embargo, nuevas investigaciones apuntan a un vínculo inesperado entre el estudio de las ciencias, particularmente ingeniería y ataques por parte de militantes. El tema fue discutido en detalle en un panel de discusión celebrado en el reciente Festival de Literatura en Karachi.
«Lideres académicos sugirieron que una razón que explicaba el crecimiento de la mentalidad extremista en las premisas universitarias y en otros lugares era nuestro fuerte enfoque en la enseñanza de asignaturas enraizadas en las áreas de tecnología, administración o ciencias. El decano del prestigioso Instituto de Administración de Empresas [IAE] en Karachi argumentó que la falta de una atención suficiente y directa para promover el estudio de las artes liberales ha limitado la capacidad de los estudiantes para pensar creativamente y cuestionar lo que se les está enseñando.
«La IAE recientemente presentó una variedad más amplia de temas, incluyendo aquellos que pertenecen a las amplias esferas en humanidades, la Universidad de Ciencias de la Administración de Lahore (UCAL) ha estado haciendo más o menos lo mismo. También es de interés el hecho de que quienes participan en el proceso de admisión en la prestigiosa Universidad Aga Khan en Karachi, favorecen a los estudiantes que han estudiado algunas asignaturas en humanidades. La prueba de admisión de la universidad también se basa en la idea de la capacidad que posee un candidato para pensar y razonar.
«En su nuevo trabajo académico ‘Ingenieros del Yihad: la Curiosa Conexión Entre el Extremismo Violento y la Educación’, los investigadores Diego Gambetta y Steffen Hertog examinaron a 400 militantes, principalmente en países africanos. Estos descubrieron que un número desproporcionado de ellos había estudiado ingeniería o materias relacionadas a estas en sus universidades. Esta inusual correlación ha sido ampliamente discutida y algunos la descartan como mera coincidencia, mientras que otros argumentan que el enfoque sobre hechos, orden y un pensamiento regimentado contenido dentro de una materia como ingeniería pudiera haber contribuido a esta tendencia inesperada».
«Lo que sin embargo, no puede ser negado es el hecho de que la mayoría de los comprometidos con la militancia recibió una educación occidental [en materias de ingeniería y ciencias]»
«En Gran Bretaña, las agencias de inteligencia están conscientes de que los grupos islámicos radicales suelen apuntar a estudiantes de ingeniería o tecnología. Ocho de los 25 individuos involucrados en el ataque del 11 de Septiembre eran ingenieros, incluyendo al piloto principal Muhammad Atta. Khalid Sheikh Muhammad, el cerebro de 11 de Septiembre y de otros ataques horrendos, también era ingeniero de profesión.
«Obviamente, existe mucho que debatir sobre esta hipótesis. No cabe duda de que será cuestionada y que la gente llegará a conclusiones diferentes. Lo que no se puede negar, sin embargo, es el hecho de que la mayoría de los que participaron en militancias recibieron educación occidental [específicamente en ingeniería y ciencias]; en muchos casos los perpetradores se graduaron en institutos universitarios ubicados en estas naciones. Estos no son los estudiantes de la madraza sobre los que nos hemos enfocado durante tanto tiempo. La Dra. Aafia Siddiqui, condenada en el 2010 por siete cargos de asalto e intento de asesinato [y que se encuentra en prisión en los Estados Unidos por poseer vínculos con Al-Qaeda], fue después de todo una neuro-científica educada en el Instituto de Tecnología de Massachusetts.
«Es ahora que el mundo le está prestando más atención al problema, siendo la Universidad de Princeton y otros centros de excelencia académica las instituciones que realizan sus propios análisis. Los hallazgos que continúan surgiendo han vinculado a los graduados en las áreas de estudios técnicos con actos de violencia. Pero la conclusión más obvia, que los habilidosos científicos e ingenieros poseen les ayuda a fabricar mejores bombas o planear mejores ataques… pone en tela de juicio todo lo dicho cuando observamos que aquellos involucrados en estos fueron esencialmente los que planearon los ataques terroristas en vez de jugar un papel directo en diseñar al verdadero equipo. Estos no estuvieron involucrados en los detalles más mundanos de las acciones que pusieron fin a las vidas de cientos de personas.
«El debate continuo nos lleva a otra pregunta interesante: 7 de las 10 mejores universidades de Pakistán, clasificadas en función de su facultad, instalaciones y resultados, entre otros factores, se especializan en los estudios de ciencias o administración. La universidad que se encuentra en el puesto No. 8 en la lista es la Universidad Islámica Internacional de Islamabad. Esto obliga nuevamente a preguntar por qué existe un enfoque tan fuerte en los campos técnicos y también en las relacionadas al área de la administración.
«Los académicos han relacionado este hecho con el decreto equivocado emitido durante el reinado del Mariscal de Campo Ayub Khan [que gobernó desde 1958 hasta 1969] que ordena a las universidades pakistaníes a que se centren en los temas de medicina o ingeniería. Este es uno de los factores que han contribuido al mito generalizado de que la ciencia es de alguna manera superior a humanidades y que una es solo para alcanzar el éxito a través del estudio de las ciencias».
«Desarrollar la capacidad de pensar [a través de las artes liberales] puede ser el arma que de manera más efectiva podamos utilizar para controlar así el pensamiento irracional [que se haya tras el extremismo]»
«Después de investigar antecedentes de los 400 militantes, no se encontraron politólogos ni antropólogos entre ellos. Todos eran graduados en administración de empresas, ingenieros, médicos o científicos. Más allá del tema del extremismo, tenemos el tema de la diversidad o la necesidad de promover diferentes esferas para lograr un crecimiento equilibrado dentro de nuestro país. A medida que más y más estudiantes escriben artículos en los diarios, blogs o expresan sus opiniones sobre las redes sociales y otros lugares, la presión de los padres para enfocarse en la ciencia paraliza muchos aspectos de su personalidad.
«La comprensión por parte de las universidades de que necesitan cambiar su enfoque es importante. Pero, por supuesto, muchos también le temen a los riesgos inherentes de permitir que los jóvenes estudiantes piensen. Incluso un científico mundialmente reconocido como el Dr. Pervez Hoodbhoy, conocido por sus logros en el campo de la física, ha sido etiquetado como un traidor en Pakistán por atreverse a desviarse de las ya esperadas líneas de pensamiento.
«Comenzando a nivel de la escuela primaria, tenemos que entender que la esencia de ser humano radica en la capacidad de utilizar la mente de muchas maneras diferentes: tales como el pensamiento, razonamiento, cuestionamiento y el entendimiento. Estas son todas las capacidades que no fomentamos. En los primeros años de la educación, los chicos se ven forzados a abandonar su curiosidad y se ven obligados a memorizar el contenido de sus libros de texto. Incluso las mejores escuelas y los padres más educados parecen creer en esta fórmula. Necesitamos desafiar esta noción de la manera más efectiva posible.
«Desarrollar la capacidad de pensar [a través de las artes liberales] puede ser el arma que más eficazmente podemos utilizar para frenar el pensamiento irracional con el que nos encontramos regularmente en nuestra sociedad… Como sugieren nuestros principales profesores universitarios, quizás un giro hacia temas que fomenten el razonamiento y una lectura extensa pueden ser la clave de este cambio. Por supuesto, la ciencia y las matemáticas son componentes importantes de la educación, pero nosotros podemos permitir que nuestros futuros científicos, matemáticos y empresarios piensen y utilicen su propia inteligencia en todos los temas.
«Para lograr esto, el primer paso sería iniciar programas que promuevan el hábito crucial de la lectura en chicos a una edad muy temprana. De esto podríamos avanzar hacia adelante y poner fin con la jerarquía de temas que hemos creado. Deberíamos alentar a todos los estudiantes jóvenes a optar por campos que generalmente les interesan y que pueden ayudarles a lograr un mayor equilibrio en una sociedad que necesita desesperadamente más escritores, más pensadores, analistas y académicos educados en los ricos campos de la literatura, historia, la filosofía y otras disciplinas académicas…»
Fuente: diario The News (Pakistán), 22 de febrero, 2018. El inglés original del artículo ha sido ligeramente editado para mayor claridad y estandarización.