En un artículo publicado por el diario emiratí Al-Arab, el columnista libanés Khairallah Khairallah analiza la profunda crisis que vive el Líbano y afirma que el 2022 fue uno de los años más duros de su historia. Los árabes, añade, ven al Líbano como un estado fallido y una base iraní hostil para todos los países de la región. El mundo tampoco le atribuye mucha importancia al Líbano, dice Khairallah, viéndolo como un país que está efectivamente gobernado por Hezbolá. Este afirma que la tragedia del Líbano solo terminará cuando el mandato del régimen jurisprudente de Irán deje de existir y la región experimente una transformación muy profunda.

Khairallah Khairallah (imagen: anfaspress.com
Khairallah Khairallah (imagen: anfaspress.com

Lo siguiente son extractos traducidos de su artículo:[1]

«El año 2022 fue uno de los años más duros que ha conocido Líbano desde que emergió en sus fronteras actuales en 1920 y desde su declaración de independencia en el año de 1943. De hecho, el 2022 puede verse como el año más duro que ha conocido el Líbano, luego de saberse que ninguna reforma de cualquier tipo es posible y que continúa el derramamiento de sangre deliberado y planificado, con el objetivo de transformar totalmente a la sociedad libanesa. Ahora que la sociedad chiita del Líbano ha sido transformada, Hezbolá cree que es hora de aplicar esta transformación a toda la sociedad libanesa, incluyendo todos los sectores y todas las regiones, en medio de la actual indiferencia árabe e internacional.

“Los árabes generalmente consideran al Líbano como un estado fallido desde las perspectivas política y militar, un estado controlado por Hezbolá, es decir, por Irán. Los árabes se han acostumbrado a vivir sin un Líbano que tenga algo para exportar excepto Captagon[2] y otras drogas. Se han dado por vencidos con el Líbano, siendo esta una base iraní, aunque no se han dado por vencidos con las mentes libanesas, que son bienvenidas en los estados del Golfo por su amplia experiencia. Los árabes no poseen ningún uso para el Líbano como entidad geográfica, mientras los cerebros libaneses se marchen al Golfo, que se ha convertido en uno de sus últimos refugios seguros…

“Gracias a sus armas y diversas capacidades, la parte iraní (es decir, Hezbolá) ha logrado convertir al Líbano en una base hostil a todo lo árabe en la región. La mejor prueba de ello es el hecho de que Beirut se ha convertido en la segunda base más ciudad importante para los houties yemeníes, es decir, la organización Ansar Alá, que disfrutan de libertad de movimiento hacia y desde esta ciudad. Los houties también tienen un canal de televisión por satélite que transmite desde la capital libanesa con la protección de Hezbolá y con el conocimiento de las autoridades libanesas, que son incapaces de hacer algo sobre esta realidad. El Líbano solo puede ver cómo se convierte en nada más que una ‘plaza’ que Irán utiliza para sus propios fines vaciándolo de todo elemento de vida y aislándolo del mundo árabe, especialmente del Golfo y del mundo moderno exterior en su conjunto.

“El secretario general de Hezbolá Hassan Nasrallah aprovecha cada oportunidad para recordarle a la población del Golfo que el Líbano es parte del ataque iraní contra ellos y que es solo una carta en manos de la República Islámica de Irán. A este no le importa si esto perjudica a las familias libanesas que trabajan en varios países árabes. La agenda iraní y las necesidades del plan de expansión sectario (es decir, chiita) de Irán tienen prioridad sobre cualquier otra consideración.

“A nivel internacional, el Líbano ya no posee importancia alguna tampoco, excepto en un único nivel: el de defender a Israel. El 2022 fue un año decisivo, considerando que vio el cierre del único frente que aún estaba abierto respecto a Israel: el frente del sur del Líbano. Los Estados Unidos finalmente optaron por firmar un acuerdo con Irán para delinear la frontera marítima entre el Líbano e Israel, lo que no hubiese sido posible si Hezbolá no hubiese aceptado este acuerdo y brindado todas las garantías que Israel necesitaba. Israel ahora podrá hacer uso del gas en su campo de gas en Karish, mientras que el campo Qana del Líbano puede o no contener gas y si hay, Israel recibirá una parte de los ingresos, según el acuerdo que este firmó con la empresa francesa TotalEnergies.

“El aspecto alarmante del acuerdo sobre la delimitación de la frontera marítima es que Estados Unidos ahora reconoce a Hezbolá como representante del gobierno libanés. Todavía no está del todo claro si la administración estadounidense actuará de acuerdo con la nueva realidad sobre el terreno, es decir, la ocupación iraní del Líbano, tal como lo hizo en el pasado, luego que el Líbano fuese totalmente ocupado por Siria el día 13 de octubre, 1990.[3]

«El ex-presidente Michel ‘Aoun y su yerno Gebran Bassil, quienes estuvieron oficialmente a cargo cuando se firmó el acuerdo con Israel, fueron simplemente una bonita fachada para dicho acuerdo. Todavía no está del todo claro si Estados Unidos aceptó el patrocinio de Irán sobre el Líbano. Esto no es del todo seguro, ya que parece que Hezbolá no ha logrado obtener el beneficio que esperaba obtener de este acuerdo, al menos hasta ahora. El acuerdo es el primero de su tipo en el sentido de que garantiza la seguridad de Israel, al mismo tiempo que garantiza que el gas que extrae del campo Karish llegará a Europa. Hezbolá puede perder sus ganancias debido al reciente ataque llevado a cabo contra la unidad irlandesa (UNIFIL) que opera al sur del Líbano, en el que murió uno de los soldados de la unidad.

«La tragedia de Líbano es que sabemos cuándo comenzó el problema, pero no sabemos cuándo terminará. Este comenzó con la firma del reprobable acuerdo de El Cairo del año 1969[4] y terminará solo cuando ocurra un cambio significativo en la región. Este cambio ocurrirá cuando la situación interna en Irán se deteriore y este cambio está destinado a llegar tarde o temprano, en especial porque ya está claro que el régimen iraní existente es inaceptable para la abrumadora mayoría del pueblo iraní. La revolución popular que se ha estado desarrollando en Irán desde que ocurrió la muerte de la joven Mahsa Amini hace tres meses (una mujer joven que murió bajo custodia policial luego de ser arrestada por utilizar su hijab ‘inadecuadamente’) ya no se limita a un grupo étnico en particular, como los kurdos, sino que abarca a todos de los grupos étnicos de Irán: los persas y los azeríes, así como también los árabes y balochis.

“La actual situación del régimen iraní no le permitirá sobrevivir sin emplear la peor opresión. Pero las preguntas que surgen son las siguientes: ¿Cuánto tiempo les tomará a los iraníes terminar con esta pesadilla que ha durado ya más de 40 años? Y en cuanto al Líbano, ¿quedará algo de este cuando termine finalmente el gobierno de los mulá y de la guardia revolucionaria en Irán? ¿Quedará algo para reconstruir en el Líbano?

“El tiempo no corre en favor del Líbano. Esto es lo que pudimos aprender en el año 2022, lo que nos mostró, ante todo, fue que el nombre ‘Hezbolá’ es la abreviatura de las dos (fuerzas chiitas, Hezbolá y Amal), mientras que los sunitas están divididos y los cristianos sufren no sólo por la pérdida de su papel en el Líbano sino también de la incesante emigración, que puede convertirlos en un futuro próximo en una minoría cuya situación es muy similar a la de los sunitas en Irak, en el mejor de los casos».


[1] Al-Arab (Emiratos Árabes Unidos), 18 de diciembre, 2022.

[2] Captagon es una marca que representa el clorhidrato de fenetilina, un fármaco anfetamínico.

[3] El día 13 de octubre, 1990 una operación militar dirigida por Siria obligó al entonces presidente del Líbano Michel ‘Aoun, a abandonar el palacio presidencial en Baabda, poniendo fin a la guerra civil libanesa.

[4] El acuerdo del Cairo del año 1969 entre el ejército libanés y el presidente de la OLP Yasser Arafat, estableció principios bajo los cuales el estado libanés toleraba la presencia de fuerzas palestinas al sureste del Líbano.

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