Se acaba de crear historia y todos pudimos presenciarlo en vivo y directo por televisión. Desde que ocurrió el ataque del Japón imperial a Pearl Harbor, el ejército estadounidense no ha derribado ningún avión extranjero dentro del espacio aéreo estadounidense. La reciente violación del espacio aéreo e integridad territorial estadounidense por parte de china dirigiendo un globo de vigilancia sobre casi todo el territorio continental de los Estados Unidos es el ejemplo más reciente de las acciones agresivas de China contra el orden internacional basado en leyes y normativas.

En vísperas a la partida del secretario de Estado Blinken en dirección a Pekín, un enorme globo de vigilancia chino fue avistado a gran altura en los grandes cielos de Montana. El viaje del secretario fue algo muy esperado como oportunidad para restablecer potencialmente la relación entre los Estados Unidos y la República Popular de China. El presidente Biden y el secretario general Xi se reunieron al margen de la reunión del G20 en Bali en el mes de noviembre del 2022. Más tarde ese mismo mes, el secretario de Defensa Austin y el ministro de Defensa Wei sostuvieron conversaciones en Camboya durante la reunión de ministros de defensa de la ASEAN-Plus (ADMM+). Ambos compromisos fueron promocionados como el establecimiento de condiciones para una reunión productiva entre el alto diplomático estadounidense y los principales líderes chinos, incluyendo al propio secretario general Xi.

  • Este es solo el ejemplo más reciente de las provocativas acciones del régimen del PCCh en Pekín en las que se burla de todas las normas de comportamiento internacional. El momento de la misión de recopilación de inteligencia del globo se produce luego de un año de peligrosas operaciones del Ejército Popular de Liberación (EPL) contra aviones estadounidenses y aliados en el espacio aéreo internacional.
  • En el mes de febrero del año 2022, un destructor de clase Luyang de la Marina del EPL utilizó un rayo láser de grado militar para iluminar un avión de patrulla marítima P-8 Poseidon de la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF) en el espacio aéreo internacional sobre el mar de Arafura al noreste de Darwin, Australia.
  • En primavera del año 2022, la Fuerza Aérea del EPL «amenazó» repetidamente, acercándose entre 20 a 100 pies, al avión canadiense de patrulla marítima CP-140 Aurora involucrado en la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (RCSNU) contra Corea del Norte dentro del espacio aéreo internacional. En particular, estas resoluciones fueron aparentemente apoyadas por la República Popular China.
  • En mayo del 2022, un avión caza de alto rendimiento de la PLAAF interceptó a otro P-8 australiano en el espacio aéreo internacional sobre el mar de China meridional. Lo más siniestro del caso fue que el caza J-16 de cuarta generación lanzó un dispensador de autodefensa y bengalas en la trayectoria de vuelo del P-8.
  • En diciembre del 2022, un J-11 de la Armada del EPL maniobró de manera insegura a menos de 10 pies de un avión de reconocimiento RC-135 Rivet Joint de la Fuerza Aérea estadounidense que volaba en espacio aéreo internacional sobre el mar de China meridional.

Estos repetidos episodios de provocaciones chinas y de comportamiento peligroso no son nuevos. Para poner estos incidentes dentro de una perspectiva histórica, estos son continuación del comportamiento contra-normativa de la República Popular China que ha estado ocurriendo durante décadas. Quizás el más famoso fue el incidente del mes de abril, 2001 en el que un caza a reacción chino chocó literalmente contra un avión de reconocimiento de señales EP-3 turbohélice de la Marina de los Estados Unidos que se movía lentamente sobre aguas internacionales al sur de la provincia de Hainan. Esta peligrosa intercepción resultó en la desafortunada muerte del piloto chino Wang Wei, a quien se le refiere ignominiosamente de «Wrong Way/dirección errada» dada su imprudencia y la detención ilegal de la tripulación estadounidense.

El 11 de enero del año 2007, los chinos llevaron a cabo una prueba de misiles anti-satélite (ASAT) disparando uno de sus satélites meteorológicos utilizando un vehículo de destrucción cinética lanzado en un misil de combustible sólido de múltiples etapas. A pesar de la condena internacional, la República Popular China no reconoció la prueba ASAT hasta el día 23 de enero. Esta prueba ASAT china causó la mayor cantidad de desechos espaciales en la historia de la humanidad al crear más de 2.000 piezas de tamaño rastreable con aproximadamente 150.000 partículas de desechos que pusieron en peligro los viajes espaciales, la Estación espacial internacional y los diferentes satélites de todos los países del mundo.

Durante varios días del mes de marzo, 2009 y en las aguas internacionales del mar de China meridional, el USNS Impeccable, un barco de vigilancia oceánica desarmado, fue hostigado peligrosamente por barcos de la armada china, por la Oficina de pesca marítima de China, la Administración oceánica estatal de China y barcos rastreros de bandera china, así como un avión Y-12.

Además, los chinos han utilizado el EPL, a la Guardia Costera y embarcaciones comerciales para tratar de coaccionar por la fuerza a todos sus vecinos en los mares del sur y del este de China para que acepten reclamos territoriales chinos excesivos e ilegales. Pekín incluso rechazó el fallo del año 2016 del tribunal internacional de La Haya que dictaminó que China había violado los derechos soberanos de Filipinas en su zona económica exclusiva al interferir con la pesca y la exploración petrolera filipinas, construir islas artificiales y otras actividades desestabilizadoras e ilegales dentro de aguas filipinas.

En resumen, el globo chino sobre los Estados Unidos es ilustrativo de la trayectoria constantemente ascendente de la agresión, aventurerismo y desprecio atroz de China por el orden internacional basado en reglamentos y por supuesto, una clara amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos. Si bien una relación positiva y estable entre los Estados Unidos y la República Popular China debería ser el objetivo de todos, no puede perseguirse con anteojeras ignorando por completo los intereses y valores estadounidenses. El optimismo de Pollyannaish para la cooperación china sobre el cambio climático, la producción de fentanilo, la salud global y el crecimiento económico de beneficio mutuo ya no puede ignorar la intención a largo plazo del PCCh. Es decir, revisar el orden internacional para favorecer el sistema autoritario de Pekín a fin de facilitar el objetivo primordial de Xi Jinping al llamado «gran rejuvenecimiento de la nación china para el año 2049».

Si se realiza, este objetivo estratégico del PCCh se producirá a expensas de ideales democráticos liberales, sin mencionar los intereses legítimos de seguridad nacional de la mayoría de los países del Indo-Pacífico y más allá. Estados Unidos debe priorizar su colaboración y cooperación con sus aliados, socios y países de ideas afines en todo el mundo para de esta manera frustrar la agresión de China en todos los dominios. La administración Biden ha logrado recientemente algunos avances en este sentido. Sin embargo, antes de que el secretario de Estado estadounidense asuma involuntariamente el papel de un pretendiente ardiente dispuesto a involucrar a China en sus términos, todavía queda mucho trabajo por hacer para garantizar que se construya realmente un «piso» en la relación sobre una base sólida y no la ilusión de una posible cooperación china.

Heino Klinck es miembro de la junta de asesores de MEMRI. Este se desempeñó como subsecretario de defensa adjunto de los Estados Unidos para Asia Oriental 2019-2021. Como oficial del área exterior del ejército, Klinck se desempeñó como agregado militar en China entre los años 2004-2010.