En su columna del 31 de agosto del 2009 en el diario del gobierno sirio Al-Thawra, Khaled Al-Ashhab escribió que los nazis nunca habían señalado a los judíos como un objetivo de exterminio y que los judíos que murieron durante la guerra no eran diferentes de los cristianos y musulmanes muertos como resultado de las hostilidades. En cuanto a las historias de masacres deliberadas y los crematorios escribió, estos fueron inventados por Israel. Al-Ashhab también lamentó el hecho de que algunos escritores árabes cometen el «crimen silencioso» de repetir estas afirmaciones de Israel.
Lo siguiente son extractos del artículo:
«Justo antes del amanecer el 1 de septiembre de 1939, el buque de guerra alemán Schleswig-Holstein lanzó un bombardeo masivo [sobre la base del ejército polaco Westerplatte], el cual duró dos días y anunció el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Luego el ejército nazi invadió Polonia y más tarde a muchos otros países europeos, en una guerra que duró seis años y le costó la vida a más de 60 millones de personas, más de dos tercios de ellos procedentes de Alemania y la Unión Soviética.
«A pesar de las catástrofes, el derramamiento de sangre y la destrucción causados por la guerra, a pesar de la cuidadosa documentación [de la guerra] por los historiadores que vivieron o siguieron [sus eventos], a pesar de las casi exactas estadísticas que confirman sin lugar a dudas que los judíos que fueron asesinados en la guerra fueron asesinados [sólo] porque pertenecían a uno de los países que participaron en la guerra, y no porque fueran judíos. – ya que el número de judíos, musulmanes y cristianos asesinados en la guerra es exactamente proporcional a su peso relativo dentro de las sociedades europeas en las que vivían, a pesar de que las motivaciones de las partes que [combatieron] en la guerra son claras, evidentes y conocidas – a pesar de todo esto, Israel encontró una oportunidad para distorsionar al menos algunas de los razones y objetivos de la guerra, y afirmar que fue motivada por el odio a los judíos y que la muerte de estos fue [ambos] su objetivo y su resultado.
«[Israel], incluso fue tan lejos como para crear falsas impresiones, e inventó historias sobre los hornos crematorios y las masacres dirigidas exclusivamente a los judíos. Repitió estas historias todos los días durante 60 años, hasta que los europeos casi se olvidaron de sus propias víctimas y cuan numerosas fueron.
«Aunque los árabes no tuvieron casi parte en esta guerra, también fueron perjudicados por ella, al igual que las demás naciones del mundo. Pero ellos no están preocupados por sus propias víctimas, más allá de [lo que se justifica como] el interés básico humano.
«[Sin embargo], hoy, 60 años después del estallido de la guerra, cuando la [gente] lo recuerda y habla de ello en la prensa, en los canales vía satélite y en los portales como parte de los análisis, estudios o memorias, existen algunos árabes… que se alistan – conscientemente o por ignorancia – en el continuo intento de Israel por distorsionar los hechos de la guerra y falsificar los acontecimientos históricos establecidos exagerando el número de víctimas judías, mientras que las otras víctimas son olvidadas o ignoradas, a pesar de su elevado número y su considerable importancia.
«Si uno le pregunta [a estos árabes] por qué [lo hacen], los acusaran de insensibilidad, extremismo o incluso de nazismo o antisemitismo.
«Un escritor árabe incluso declaró en un artículo que la mitad de las víctimas de la guerra fueron judíos, y que tres cuartas partes de las atrocidades y masacres que se produjeron durante la guerra fueron perpetradas contra los judíos. El diario no menciona ni una vez las decenas de millones de otras víctimas y la destrucción de países enteros y sociedades.
«[La tarea de] moldear profesionalmente a la opinión política [exige] un conocimiento profundo de política, cultura, geografía, historia, psicología y así sucesivamente. Cualquier persona no consciente de esto es ignorante del crimen silencioso que está cometiendo».