El 2 de junio del 2011, el foro jihadista Al-Tahadi publicó un ensayo del clérigo salafista jihadista-Abu ‘Uzair Al-Jazairi (el argelino), quien reside en Aarhus, Dinamarca, titulado «El Asesinato de los Grandes Líderes – un Presagio de la Conquista y Destrucción en las Tierras de los Infieles». [1] El ensayo, escrito en prosa rimada, apunta a consolar a los musulmanes por el asesinato de Osama bin Laden asegurándoles que este anuncia la inminente destrucción del infiel Occidente y su conquista por el ummah musulmán.

Al-Jaza’iri, quien se identifica como Abu ‘Uzair’ ‘Abd Al-Ilah Youssef Al-Youbi Al-Husni Al-Jazairi, en los últimos meses ha adquirido cierta fama en los círculos jihadistas salafistas – El 11 de abril, 2011, el portal salafista jihadista Minbar Al-Tawhid Wal-Jihad anunció que lo ha incorporado a su comité de Sharia y el foro jihadista Al-Tahadi ha establecido un panel de discusión sobre sus escritos.

A continuación se presenta un resumen del ensayo: [2]

Sólo la guerra puede ajustar cuentas con los infieles

En la introducción a su ensayo, Abu ‘Uzair afirma que la humanidad está participando en una batalla eterna y fatal entre «los partidarios del Misericordioso», es decir, los musulmanes y «los partidarios del diablo», es decir, los infieles. Este último, explica, está constantemente tratando de influir en los musulmanes desde su fe y sólo se verán frenados por la fuerza. La primera parte del ensayo explora esta lucha eterna. Abu ‘Uzair insiste en que sólo se decidirá a través de la confrontación militar y quien diga lo contrario está mintiendo: «Por el Señor de la Ka’ba, quienquiera que engañe [proponiendo resolver el conflicto a través del] diálogo, o trate de cubrirlo con relaciones amigables o reconciliación y de amistad – está mintiendo». Este añade que, de su arrogancia y odio hacia los musulmanes, los infieles siempre están tratando de separar a los musulmanes de su fe, lo cual es el objetivo de todos sus crímenes contra los musulmanes, desde el colonialismo hasta la actual campaña de la OTAN en Afganistán y la guerra contra el terrorismo.

Abu ‘Uzair afirma que el secularismo del mundo occidental es una mera pretensión, porque Occidente está en realidad impulsado por profundas creencias cristianas y las ambiciones de los cruzados y sus técnicas se han mantenido inalterables a lo largo de los siglos. Como prueba de ello, cita los versos del Corán, comparándolos con acontecimientos actuales. Por ejemplo, cita un versículo en el que el Faraón acusa a Moussa (Moisés) de «propagar la corrupción en la tierra». Este explica que la misma acusación se está haciendo hoy en contra de Al-Qaeda: «Observen cómo este insolente infiel [es decir, el faraón]… acusa al profeta de Alá Moussa de [difundir] la corrupción en la tierra. Esta es la misma descripción que está siendo aplicada al grupo que está combatiendo contra la alianza hostil [es decir, la OTAN], los esclavos de la Cruz y los judíos y también a sus dirigentes principales, en especial al heroico león Osama [bin Laden], pueda Alá tener misericordia sobre él… y también para los demás miembros de la élite, los mártires fieles que han fallecido y no cambiaron [su fe]… [La muerte de bin Laden] fue la razón en haber escrito estas palabras. No quiero de [este ensayo] sea una Eulogia, sino un [expresión] de lealtad. [También quiero] explicar la naturaleza del conflicto que se libra en todos los terrenos, así como también el mensaje trascendental oculto en la muerte de grandes hombres y el efecto [de la muerte] sobre los creyentes y los infieles».

Abu ‘Uzair hace hincapié en que, a pesar de que los infieles están luchando contra el Islam, estos serán derrotados en este mundo y están destinados a sufrir grandes tormentos en los próximos. El resto de la primera parte del ensayo está dedicado a un argumento polémico contra los estudiosos musulmanes en las instituciones religiosas que defienden la guerra contra el terrorismo, calificándolos de «apóstatas leales [a los regímenes seculares]», «Rafiditas» (es decir, chiítas) «serviles sufíes», etc.

La muerte en la batalla es el privilegio concedido a los mejores hombres

En la segunda parte del ensayo, Abu ‘Uzair presenta su argumento principal, es decir, que la muerte de bin Laden – al igual que la de muchos dirigentes y figuras destacadas a lo largo de la historia islámica – elogia las grandes victorias para el Islam. Primero, este vuelve a insistir en que la humanidad está dividida en creyentes e infieles: «Cuando Alá decidió dividir a [la humanidad], lo hizo de la siguiente manera: ‘ [Una] parte estará en el paraíso y la otra parte en el infierno’ [Corán 42:7] [Dios] diferencio a los dos grupos con el fin de asegurar una distinción clara entre ellos, de modo que el bien puede ser esparcido para que la gente pueda pisar [la tierra de manera segura], por lo que las tierras pueden ser cultivadas y por lo tanto los creyentes pueden estar tranquilos. De lo contrario, el engaño crecería, las calamidades llegarían rápidamente, el bien sería combatido y el vicio sería promovido. Por lo tanto, no hay más remedio que emprender la guerra, para que los creyentes puedan vivir y las cabezas de los infieles puedan ser cortadas y cumplan con [su] destino calamitoso…

Abu ‘Uzair luego subraya que para los mártires, la muerte no es una derrota sino una victoria y cita un versículo que describe la aniquilación inminente de los infieles por Dios: «Alá dijo: ‘Cuántos de los profetas lucharon [por la causa de Alá] y con ellos lucharon grandes bandas de hombres piadosos? Pero nunca perdieron el ánimo si se enfrentaban a calamidades en el camino de Alá, su voluntad no se debilito ni se entregaron. Y Alá ama a los que son firmes y constantes. Todo lo que dijeron fue: Señor Nuestro! Perdona nuestros pecados y todo lo que podamos haber hecho que transgredió nuestro deber: Establece firmes nuestros pies y danos la victoria sobre los infieles. Por lo tanto, Alá les dio una recompensa en este mundo y una excelente recompensa en el Más Allá. Ya que Alá ama a los justos’ [Corán 3:146-148]. ‘Y puede probar a los fieles y aniquilar a los infieles’ [Corán 3:141].

«Cualquiera que estudie este verso… sabe que la muerte en el camino y la separación del cuerpo con catapultas no es un signo de derrota, tal como creen los incrédulos y la enemistad, sino más bien un [signo de] vigor, movilización y lucha por la purificación – como se desprende de las palabras de Alá: «Ellos nunca perdieron el ánimo si se enfrentaban con los desastres en el camino de Alá, ni se debilitaron en voluntad ni se entregaron – El que muere [como mártir] se sienta al lado de Alá, para que pueda adorar solamente a Dios. Este de ninguna manera está derrotado. Más bien, está contento por su muerte, gracias a la suerte que el propio Alá prometió otorgarle a esta secta sublime [es decir, a los mujahideen] diciendo:…. Ya hemos dado nuestra palabra a Nuestros siervos los profetas, de que estos serán los victoriosos Nuestras fuerzas – seguramente conquistarán’ [Corán 37:171-173]. En la mayoría de los casos, ‘conquistar’ en el Corán significa conquistar con la espada y la lanza…»

Para ver el resto del despacho en inglés por favor haga clic en el siguiente enlace:
http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/5606.htm


[1] El ensayo está erróneamente fechado 29 de abril del 2011, mientras que Osama bin Laden fue asesinado el 1 de mayo.

[2] El ensayo también fue publicado en el portal Minbar Al-Tawhid Wal-Jihad y ha sido descargado de esa página cerca de 6.000 veces, a partir de este escrito.