A continuación se presentan extractos de una alocución del clérigo egipcio Muhammad Al-Zughbi, que fue puesta al aire en Al-Rahma TV el 12 de enero, 2009:

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«La maldita Europa estuvo del lado de los acusados judíos… Los Estados Unidos pulverizados – rezo porque Alá los destruya y salve a los musulmanes de esta – apoyados por éstos [judíos]»

Muhammad Al-Zughbi: «La maldita Europa maldita estuvo junto a los acusados judíos, tal como lo es su costumbre. Los pulverizados Estados Unidos – rezo para que Alá los destruya y salve a los musulmanes de este – apoyados por éstos [judíos]. Hoy, este les envió más de 40,000 toneladas de armas, balas, morteros y lanzadores de misiles. Sí, les enviaron armas demoledoras. Les enviaron bombas». […]

«Uno de los jinetes Qureish… lloró: ¿Quién se atreve a combatirme? Hamza se abalanzó contra él; vean qué confianza en sí mismo! puso su lealtad en Alá»

«[En la batalla de Uhud,] Abu Shaiba desafió a [los musulmanes] a un duelo. Era tal campeón que incluso los musulmanes le apodaron ‘el Carnero del Batallón’. El Carnero del Batallón – era fuerte. Era uno de los jinetes Qureish. Lloró: ¿Quién se atreve a combatirme?

«Hamza se abalanzó hacia él. ¡Vean qué confianza en sí mismo! puso su confianza en Alá. Intercambiaron dos golpes. Luego, Hamza colocó un golpe, el cual le cortó la mano y el hombro, y dividió en dos su pecho hasta el ombligo, hasta que se le veía el pulmón. Vean qué valentía. Vean que tan fuerte golpean los musulmanes. Él le asestó un golpe que le cortó la mano y el hombro hasta la región del ombligo, exponiendo su pulmón. Un solo golpe de espada, y se fue directo al Infierno..

[…]

«Había un hombre fuerte de entre los politeístas, que terminaba con cualquier musulmán herido que veía. Buscaba a los heridos, les cortaba las cabezas, y mutilaba sus cuerpos. Siempre que encontraba un hombre herido, lo mataba. ¡Lo mataba! No sólo eso, sino que mutilaba sus cuerpos.

«Abu Dujana se le acercó. El politeísta era como una mula. Un gran asno hombre – como aquel maldito de la Casa Blanca que fue golpeado por un zapato, el de las dos orejas grandes. Un asno hombre. Un gran asno hombre. O como ese despreciable [Olmert], que asesina a los palestinos, que enfrenta 13 cargos de corrupción, incluyendo uno por acoso sexual. Pueda Alá maldecirlo a él y a todos los que lo apoyan.

«El gran asno hombre vino a él. Al-Zubeir dice: [Al-Dujana] era de baja estatura, pero el otro era una verdadera mula. Era como todas esas mulas judías y norteamericanas. Zubeir dijo: Yo les seguí para ver lo que estaban haciendo. Intercambiaron dos golpes. Abu Dujana desvió el golpe con su escudo. Luego Abu Dujana saltó sobre él y lo acabó. Lo mató justo en el lugar.

«Zubeir dijo: Le seguí. Vi que volteaba hacia un jinete, que estaba haciendo trizas a los musulmanes. Él se arrastró detrás de él, pero cuando estaba a punto de colocar su espada en su cuello, escuchó de repente fuertes gemidos de mujeres. Ustedes saben cómo sigue… Estaba sorprendido, así que alzó su espada en lugar de colocarla en el cuello del hombre. Resultó que era una mujer – Hind bint Utbah, la esposa de Abu Sufyan. Ella estaba matando a los musulmanes, sembrando la muerte entre ellos. Hamza dijo: No, la espada del Profeta es demasiado elevada como para ser usada en asesinar a una mujer. Por Alá, yo nunca lo haría. Nunca golpearía a una mujer con la espada del Profeta».

«Los [judíos] dicen: Somos la segunda fuerza más poderosa… en la tierra – y Norteamérica les sigue apoyando – pueda Alá volarlos a todos ellos; la Unión Europea los apoya… pueda Alá aniquilar a sus líderes»

«Los perros judíos deberían aprender de los valores morales de nosotros. Él derrotó a esta mujer, que mató a musulmanes y mutiló sus cuerpos, pero se negó a matar a una mujer con la espada del Profeta – no a una mujer o a un niño. ¿Han aprendido estos perros esta lección? Asesinan a mujeres y niños, y los otros perros les siguen enviando armas. Pueda Alá acabarlos a todos. Pueda Alá destruirlos completamente.

[…]

«Los [judíos] dicen: Somos la segunda fuerza más poderosa en la faz de la tierra. Y Norteamérica los sigue apoyando – pueda Alá volarlos a todos ellos. La Unión Europea los apoya con todo su poderío – pueda Alá aniquilar a sus líderes».