El difunto teniente general Hamid Gul, quien murió el día 15 de agosto del 2015, fue el encabezado del Servicio Interno de Inteligencia (SII) del ejército paquistaní, que, utilizando armas estadounidenses y dinero de los sauditas, apoyó a los muyahidines afganos que combatieron contra los soviéticos en Afganistán en la década de los años 80 y quienes fueron predecesores de los talibanes afganos de hoy día, bajo el Emirato Islámico de Afganistán (la organización yihadista de los talibanes).

Gul también era muy conocido por sus puntos de vista yihadistas radicales, afirmando claramente: «Soy un ideólogo del yihad»; «yihad es nuestro derecho cuando una nación se encuentra oprimida»; «Si es necesario, las represas en India serán voladas por los aires»; «como musulmanes, somos militantes por naturaleza».[1] Hacia finales de la década de los años 1980, fue jefe del Servicio Interno de Inteligencia y creó y apoyó a muchas organizaciones yihadistas, muy posiblemente ayudando a establecer Al-Qaeda en Peshawar en el año 1988. Como jefe del Servicio Interno de Inteligencia, aunque Gul y las agencias de inteligencia estadounidenses trabajaron en estrecha colaboración, este adoptó un enfoque anti-Estados Unidos luego de que no se le concedió el cargo de jefe del ejército de Pakistán.

En un reciente artículo titulado «Radicalización de los estados musulmanes del sur de Asia», el escritor militar paquistaní brigadier general (retirado) Muhammad Asif, mientras discutía el tema de la radicalización en Afganistán y Pakistán, señaló el pronóstico de Gul de que durante la década de los años 1980, Pakistán derrotó a la URSS en Afganistán con la ayuda de Estados Unidos y luego de ocurrir los sucesos del 11-S, derrotaría a Estados Unidos con la ayuda estadounidense, aparentemente, apoyando a los talibanes afganos, que tomaron el poder el día 15 de agosto, 2021.

Lo siguiente son extractos del artículo:[2]

«Al representar hábilmente a Estados Unidos como una fuerza satánica anti-islámica, los talibanes afganos inspiraron a los musulmanes, en particular a aquellos pertenecientes a Pakistán, Irak, Siria, Palestina, Libia… a vengar las crueldades que Estados Unidos cometió contra ellos»

«Los intereses económicos y políticos, así como también la agenda nacional, son distorsionados intencional y hábilmente por las naciones desarrolladas para camuflarlos como temas humanitarios, ideológicos y religiosos, tales como y cuando les conviene a estos.

«Los combatientes por la libertad afganos (mujahideen anti-rusos) fueron apoyados por el pueblo y la institución militar de Pakistán (el Servicio Interno de Inteligencia) a fin de salvaguardar sus propios intereses nacionales, porque en su evaluación los objetivos verdaderos de la URSS en la década de los años 1970 y los de Estados Unidos a comienzos del actual milenio fueron para desmembrar o al menos desdentar a Pakistán para asegurarse de que no plantee ningún desafío a sus aliados en la región.

«Terminologías islámicas, yihad, muyahidines, etc., fueron popularizadas por los Estados Unidos únicamente para obtener el apoyo de las masas y de los estados musulmanes contra la URSS mediante el aprovechar sus sentimientos religiosos. La lucha armada legítima por la libertad iniciada por los afganos para liberar a su país de la URSS fue representada con mucho tacto como un conflicto entre musulmanes y los comunistas, que deseaban implementar por la fuerza su ideología ‘paganista’ en un estado islámico, por los Estados Unidos y sus aliados.

«Tras la invasión estadounidense de Afganistán, los (talibanes afganos) utilizaron exactamente las mismas tácticas y estrategias de manera mucho más eficaz para obtener el apoyo de sus compatriotas y de los pueblos de los países musulmanes, que fueron destruidos o temían que serían destruidos por los Estados Unidos. Al describir hábilmente a los Estados Unidos como una fuerza satánica anti-islámica, los talibanes afganos inspiraron a los musulmanes, en particular a aquellos pertenecientes a Pakistán, Irak, Siria, Palestina, Libia, etc., a que aprovechen esta oportunidad de oro para vengar las crueldades que los Estados Unidos perpetraron en su contra».

«Si en la década de los años 70 y durante las dos primeras décadas del siglo 21, Pakistán hubiese optado por no involucrarse en las guerras afganas, nuestro estatus de estado soberano sería el de una colonia perteneciente a India…»

«Pakistán se involucró por sí mismo en la guerra afgana contra la URSS y también contra los Estados Unidos para asegurar su supervivencia como estado soberano, con un enfoque diferente para salvaguardar sus intereses nacionales. En la década de los años 1970, Pakistán apoyó abiertamente a los afganos contra la URSS con la ayuda de Estados Unidos y sus aliados, pero después de la ocupación estadounidense a Afganistán, Pakistán optó por ayudar a los afganos de manera secreta y más discreta con el fin de proteger su propia libertad y sus intereses nacionales.

«El difunto jefe del Servicio Interno de Inteligencia general Hamid Gul pronosticó muy proféticamente hace una década que cada vez que se escribiera la historia de las guerras afganas, se acreditaría a Pakistán por haber derrotado a la URSS con el apoyo de Estados Unidos durante el último cuarto del siglo 20 y por derrotar a los Estados Unidos con la ayuda de los Estados Unidos durante el primer cuarto del siglo 21.

Teniente general Hamid Gul, el difunto jefe del Servicio Interno de Inteligencia (SII)
Teniente general Hamid Gul, el difunto jefe del Servicio Interno de Inteligencia (SII)

«Los gobernantes militares de Pakistán el general Zia-ul-Haq y el general Pervaiz Musharraf a menudo son criticados por sus defectuosas políticas afganas por personas que no poseen un conocimiento profundo de los motivos verdaderos tanto de los soviéticos como de los estadounidenses detrás de sus desventuras en Afganistán. Si en la década de los años 1970 y durante las dos primeras décadas del siglo 21, Pakistán hubiese optado por no participar en las guerras afganas, nuestro estatus como estado soberano sería el de una colonia hindú al igual que Bangladesh, Nepal y otros países del sur de Asia.

«Sin embargo, la ‘islamización’ (aprovechamiento de los sentimientos religiosos de los musulmanes) luego de la ocupación de Afganistán por la URSS en 1979 tuvo consecuencias funestas para los países musulmanes, especialmente para Pakistán, Afganistán e Irán.

«Incluso más de un año después de que el general Zia-ul-Haq – conocido por promover el islamismo radical – asumiera como gobernante de Pakistán después de derrocar al gobierno de Zulfiqar Ali Bhutto en un golpe de estado el día 5 de julio, 1977 apoyando la resistencia de los afganos contra las fuerzas soviéticas, no parecía una opción muy viable para Pakistán y el resto del mundo. Excepto por una prohibición flexible impuesta sobre el licor en Pakistán, también para los musulmanes locales, no se hicieron enmiendas en la constitución de Pakistán para hacer que fuese un estado religioso. Se podía ver a los turistas, tanto hombres como mujeres, de todo el mundo deambulando libremente por todas las ciudades de Pakistán».

«La palabra ‘yihad’ (para la lucha por la libertad afgana) y ‘muyahidín’ (para los combatientes por la libertad) fueron popularizadas en todo el mundo por los Estados Unidos y sus aliados en la década de los años 1980»

«Fue después de que la resistencia afgana (dirigida por los muyahidines respaldados por Estados Unidos en la década de los años 1980) comenzara a plantear algunos desafíos a la Unión Soviética y el mundo, con Pakistán al frente, a evaluar las posibilidades de aprovechar la fe de los musulmanes para inyectar motivación en la lucha de los afganos por liberar a su país de la ilegítima ocupación. La estrategia, que implicaba el aprovechar la religión, tenía enormes posibilidades y perspectivas igualmente arriesgadas, que los planificadores de la guerra afgana en la década de los años 1980 no conocían del todo.

«Además de inyectar una motivación muy necesaria en luchar puramente por la libertad de los afganos, esta sirvió para despertar los sentimientos religiosos de las masas musulmanas contra la Unión Soviética, despreciado tanto por Occidente liderado por Estados Unidos como por el mundo islámico, con igual intensidad, debido a sus políticas expansionistas y la promoción de una ‘ideología del mal’ (el marxismo).

«La palabra ‘yihad’ (para la lucha por la libertad afgana) y ‘mujahedeen’ (dada a los combatientes por la libertad) se popularizaron en todo el mundo (por los Estados Unidos y sus aliados). La estrategia produjo resultados asombrosos; el imperio soviético demostró ser un castillo de naipes frente al poder combinado de la resistencia afgana, los recursos humanos y financieros del mundo musulmán, reforzados por las modernas tecnologías militares del bloque capitalista liderado por los Estados Unidos.

«Inmediatamente después de la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán en el año 1989 y el colapso del bloque socialista liderado por la URSS, Estados Unidos y sus aliados en Occidente retiraron el apoyo que estos le estaban brindando a Pakistán y a los afganos. La repentina retirada de los principales interesados ??en la guerra afgana dejó a los afganos pobres en una situación muy sombría. Tras la retirada de las fuerzas soviéticas de Afganistán, Pakistán también se encontraba totalmente exhausto, sin preparación y mal equipado para despejar el caos creado por su papel como «estado del primer frente» durante todo el conflicto en la década de los años 80″.

“Los esfuerzos de Irán para exportar la revolución chiita a otros países musulmanes, incluyendo los principales países sunitas como Pakistán… sirvieron para profundizar aún más la división sectaria ya existente entre los musulmanes chiitas y sunitas en Pakistán”

«Estados Unidos y sus aliados no pudieron darse cuenta a tiempo de las consecuencias del despertar de las emociones jingoístas entre los jóvenes musulmanes de todo el mundo. Su afán por alcanzar sus propios objetivos estratégicos por cualquier medio sirvió para activar la lava del odio, que yacía latente entre los musulmanes radicales, para el mundo occidental liderado por Estados Unidos, que pensaban los subyugó incluso después del período colonial, a través de sus inescrupulosos compinches, para aprovechar así los recursos del mundo musulmán.

15 de agosto del 2021: los talibanes afganos toman el poder en Kabul
15 de agosto del 2021: los talibanes afganos toman el poder en Kabul

“El jingoísmo, fielmente absorbido por los grupos musulmanes radicales, dirigió así su ira hacia quienes la crearon (es decir, Estados Unidos), después de la guerra de Afganistán. La ocupación de Afganistán por parte de la URSS, coincidiendo con la revolución iraní a finales de la década de los años 1970, fue otro de los más fatídicos desarrollos en la historia moderna del mundo.

“Además de Afganistán e Irán, este tuvo un impacto duradero en otros países musulmanes, especialmente en Pakistán. La transformación de Afganistán, Irán y Pakistán de estados musulmanes moderados y en desarrollo a naciones radicales en regresión causada por estos dos eventos, puede que nunca se revierta. Los esfuerzos de Irán en exportar la revolución chiita a otros países musulmanes, incluyendo a los principales países sunitas tales como Pakistán, además de afectar negativamente la armonía interreligiosa, sirvieron para profundizar aún más la división sectaria que ya existe entre los musulmanes chiitas y sunitas en Pakistán.

«En un intento por contener la revolución chiita, patrocinado por Irán, Arabia Saudita y otros estados árabes musulmanes brindaron una generosa ayuda financiera y material a los grupos sunitas radicales en Pakistán y Afganistán con el fin de proteger sus propios intereses sectarios y estratégicos. Como resultado, Pakistán se convirtió en un escenario para la guerra de poder entre Arabia Saudita e Irán, lo que contribuyó a transformar irreversiblemente a Pakistán, Irán y a Afganistán de un estado musulmán moderado a un estado religioso radical».


[1] Informe del Proyecto supervisión a la amenaza terrorista y yihad en MEMRI (PSATY) – Ex-jefe de espionaje paquistaní Hamid Gul: ‘Soy un ideólogo del yihad’; ‘yihad es nuestro derecho’; ‘Si es necesario, las represas en India serán voladas por los aires’; ‘como musulmanes, somos militantes por naturaleza’, 10 de septiembre, 2015.

[2] Pakistan Observer (Pakistán), 11 de mayo, 2022. El inglés original del artículo ha sido editado ligeramente para mayor claridad y comprensión.