Assad evaluó en la entrevista que la conferencia de Ginebra II, programada para el mes entrante, no se llevara a cabo, debido a la división de la oposición siria, y se presentaran las condiciones de participación del régimen en la conferencia. Criticó duramente el manejo de la crisis siria por los países árabes, indicando de que no existe ningún plan de mediación o solución árabe propuesto. Incluso dijo que Occidente, con todos sus defectos, había sido «más honorable en su conducta hacia [Siria] que algunos de los árabes». Este detalló su opinión sobre la postura de Irak, Egipto, Arabia Saudita y Turquía sobre la crisis siria.
Abordando la cuestión de Hamas, llamó a este movimiento peligroso, traicionero y egoísta, al igual que la Hermandad Musulmana. Sin embargo, no descartó que Siria pueda abrirle las puertas a Hamas en el futuro, si será en beneficio a los intereses de Siria. Por último, hizo hincapié en que Siria no se convertiría en un estado dividido en líneas sectarias, tal como el Líbano o Irak, pero seguiría siendo un estado pan-árabe, secular y civil, tal como corresponde a su unidad interna.
Lo siguiente son extractos traducidos de la entrevista:[1]
Presidente sirio Bashar Al-Assad (imagen: Al-Akhbar, Líbano, 14 de octubre, 2013)
No me arrepiento por la decisión de desmantelar el arsenal de armas químicas
«Un [punto] sorprendente es el inmenso lugar que Rusia ocupa en la estrategia del Presidente sirio Bashar Al-Assad. Este parece tener una gran confianza en [este país]. Subraya que, en sus actividades, los rusos no están defendiendo a Siria, a su pueblo, su régimen o a su presidente, [sino] sólo a sí mismos. Este recuerda una reunión del 2005 con el Presidente [ruso] Vladimir Putin, en el que [Assad] se apresuró a expresarle a su anfitrión [Putin] su sensación de que la guerra fría aún continúa, y Putin estuvo de acuerdo. Presentando el asunto desde otro ángulo, el encabezado del Kremlin [es decir, Putin] dijo: ‘De hecho es una guerra, pero es [realmente] una guerra de civilizaciones entre Oriente y Occidente’… Assad cree que es la diplomacia la que salvaguarda la seguridad y la estabilidad de Siria, más que el arsenal militar. Él cree que el equilibrio internacional [de poder] – el es la mejor garantía [para la seguridad y estabilidad de Siria], y que los tres vetos impuestos por Rusia y China [en el Consejo de Seguridad] son la mejor prueba de ello.
«Él ni siquiera se arrepiente de [la decisión de desmantelar su] arsenal de armas químicas. Las considera como armas de disuasión que ahora están obsoletas, y ello por tres razones. Primera, [porque] el desarrollo de las capacidades balísticas de disuasión de Siria… ha hecho que esas armas sean superfluas, que son utilizadas sólo como un último recurso, si el enemigo utiliza armas nucleares. Segundo, en los últimos 20 años, los métodos de contención y el tratamiento de los efectos de las armas químicas han avanzado considerablemente. [Por lo tanto], la eficacia militar [de estas armas] ya no es significativa, [este dice]. Las armas químicas no afectan la moral, [tal como se evidencia por el hecho de que] cada vez que la tensión se eleva [en la región], Israel, distribuye máscaras de gas a sus preocupados ciudadanos. Pero, [tal como se ha mencionado,] los efectos de estas armas son fáciles de tratar, como una enfermedad [que puede ser tratada tomándose una] medicina. Prueba de ello es que cinco soldados sirios fueron heridos en un] ataque químico [por la oposición, recibieron una inyección, y dos días después estaban de vuelta en el campo de batalla. Assad dice que esta es la razón del porqué Siria dejó de fabricar armas químicas en 1997, y las reemplazó con armas convencionales, que él ve como el factor decisivo en el campo de batalla. Este aclara que ha basado la infraestructura de su ejército en misiles [convencionales], [y añade:] ‘Dispararle a los aeropuertos de Israel y tomando así el control de estos es suficiente para paralizar [este país], porque es un hecho bien conocido que el poder de Israel reside en su fuerza aérea. La tercera [razón del porque las armas químicas son irrelevantes es que] la guerra es ahora interna, [concluye].
«Assad reconoce que el entregar las armas químicas es sin duda una pérdida moral y política [para Siria]. En el 2003, Damasco propuso que el Medio Oriente sea purgado de armas de destrucción masiva, [este dice]. Las armas químicas de Siria eran moneda de cambio [que serán canjeadas por] las [armas nucleares israelíes] Hoy día el precio ha cambiado: [Siria] se ha comprometido a entregar las armas químicas a fin de eliminar [la amenaza] agresiva de esta. Incluso la fabricación de armas convencionales, que [siempre] ha sido dirigida hacia Israel, está ahora diseñada para [luchar] contra el enemigo interno, y eso es una pérdida también, [Assad dice]. En cuanto al Premio Nobel de la Paz otorgado a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, Assad dijo en tono de broma: «Ese premio debería haber sido para mí».
La Conferencia de Ginebra II no tendrá lugar
«Assad no cree que la conferencia de Ginebra II se lleve a cabo, a pesar de que ha sido programada para noviembre [del 2013]. [Este dice que] puede tener cabida sólo para complacer a Rusia, que está tratando de silenciar los tambores de guerra por medio de esta conferencia,… y Siria no tendrá ningún problema en asistir a ella. La demanda de Siria es clara y tiene como base dos principios: los votos, y el poner fin al apoyo a los terroristas [los votos son la manera de] aprobar cualquier acuerdo alcanzado, y para elegir el futuro presidente de [Siria]. [Un cese al apoyo del terrorismo] es la manera de poner fin a la guerra, [dice]. Por cada 1.000 terroristas que matamos, [otros] 2000 entran al país».
«[Este agrega:] ‘El problema de Occidente es que el bando que apoya en las negociaciones [es decir, la Coalición Nacional de la Oposición Siria y las Fuerzas Revolucionarias], está dividida y no tiene control sobre el terreno. Las FSA están acabadas. Sus miembros se han ido, y se han unido [o a] grupos islámicos [o a las fuerzas del estado]… De las fuerzas apoyadas por Occidente y los estados del Golfo sólo quedan los terroristas, y estos no tienen lugar en Ginebra II’.
«En opinión de Assad, el problema radica en el otro bando, especialmente Occidente. Según él, elementos de la [oposición] a quienes Occidente desea que participen en la conferencia no tienen control sobre el terreno, y los que si tienen control [sobre el terreno], Occidente no tiene control sobre ellos. Este recuerda que el [enviado de la ONU y la Liga Árabe a Siria] Lakhdar Al-Ibrahimi una vez le dijo que, de acuerdo con las evaluaciones estadounidenses, hay 2.000 grupos armados que [operan en Siria]. El presidente sirio le preguntó a Al-Ibrahimi cual era su propia evaluación, y este respondió: 1.200 grupos [armados] [Assad pregunta:] ‘¿Quién puede controlarlos y asegurar que se respeten los acuerdos políticos [?]’
«Assad tiene claramente un hueso que escoger [con los árabes]: ‘Ningún líder árabe nos ha contactado y propuesto ningún [plan] de mediación o una solución árabe’, [este dice. ‘Los líderes árabes] siempre se han hecho eco de su amo occidental. Además, este afirma que Occidente, con todos sus defectos, ‘fue más ilustre en su conducta hacia nosotros que algunos de los árabes. [El ex enviado de la ONU y de la Liga Árabe a Siria] Kofi Anan fue honorable e independiente, [mientras que] ninguno de sus asistentes árabes lo fueron’.
«Assad parece estar en calma respecto a las acciones militares en el terreno. La guerra, [dice] es una de ataque y retirada. Recuperamos el [control] sobre una región y perdemos otro. Pero si nos fijamos en la tendencia general de los acontecimientos, se ve claramente que el ejército sirio avanza. [Assad] le ha puesto especial énfasis a dos problemas: Daraa y el frente jordano. Según él, las armas y los combatientes siguen llegando desde [esa dirección], y es indiferente así esto esté hecho [con la ayuda del] régimen jordano o los países del Golfo… [En cuanto al] frente norte, en especial la parte cercana a la frontera con Turquía, el apoyo de Turquía [por la oposición siria] está dejando este frente ampliamente abierto. ‘Los turcos tienen un problema, ahora que Al-Qaeda ha tomado el control de la frontera[2] [dice]. ‘En las demás regiones no hay problema alguno’…»
La Hermandad Musulmana y Hamas: Traicioneros y egoístas
«Sobre la Hermandad Musulmana [HM] y Hamas, Assad dice que la HM tiene desde hace 80 años se sabe que es voluble, traicionera y egoísta. Este agrega que en un primer momento Siria no consideró a Hamas ser parte de este grupo [es decir, la HM], y que ‘los europeos venían a nosotros y nos preguntaban que es lo que Hamas estaba haciendo en Siria, y le responderíamos que estos eran un movimiento de resistencia’. Sólo gracias a este atributo [es decir, que era un movimiento de resistencia] se ganó Hamas el abrazo, la asistencia y el clientelismo de Siria, [este dice].
«[Assad continúa explicando:] En el comienzo de la crisis [siria], (los funcionarios de Hamas) dijeron que nos habían dado asesoramiento a los [sirios]. Pero eso fue mentira. ¿Quiénes son ellos para asesorar a Siria? Luego de eso, alegaron que habíamos pedido su ayuda, pero eso no fue cierto [tampoco]. ¿Cuál es su relación con los asuntos internos de Siria?… [Assad añade] De hecho, exigimos de ellos [Hamas] que tomaran una postura’. Algún tiempo después, [los funcionarios de Hamas] dijeron que habían ido donde Al-Qaradhawi y habían discutido [la situación en Siria] con él. Les [dijimos] que cualquier persona que quiera tomar una postura política debe hacerlo abiertamente, ya que una postura tomada a puerta cerrada no tiene ningún valor, y luego, hubo una desconexión. Finalmente, Hamas decidió renunciar a la resistencia y ser parte de la HM.
«[Este dice además]: ‘Esta no fue la primera vez que nos traicionaron. Sucedió antes, en el 2007 y el 2009, [en su] historia de fraude y traición’. Assad luego expresó esperanza, [diciendo]: ‘Si tan solo alguien les persuadiera en volver a ser un movimiento de resistencia – pero tengo mis dudas’. Desde el primer día [de la crisis], Hamas se parcializó en contra de Siria. Ellos eligieron…
«[Al-Akhbar añade:] Aunque Assad está claramente dolido por la herida que Hamas le ha infligido, [parece ser que] la puerta le permanecerá abierta [a Hamas], en caso de que los intereses [de Siria] lo dicten. La política es en última instancia, [una combinación de] creencias e intereses».
La postura de Irak es positiva, las relaciones con Egipto son buenas
«La satisfacción de Assad con Irak y su respeto es evidente. [Este dice]: ‘Su postura ha sido muy buena desde el principio [de los acontecimientos en Siria]. Pero, aún más notable es [que] Assad dice que está hablando no sólo de Bagdad sino también de los kurdos, del Kurdistán iraquí – a pesar de que el Ministro de Relaciones Exteriores [iraquí] Hoshyar Zebari, quien forma parte de este sector kurdo, se desvió [de esta postura positiva] en las posiciones [que este expresó] en varias ocasiones. La [postura general de Irak] [sobre Siria] es ‘muy buena’.
«[En relación a Egipto, Assad dice que] Damasco sigue muy de cerca los acontecimientos [allí] cuidadosamente y en los más altos niveles. Este subraya que ‘Egipto es el baluarte de los árabes’, y que sus relaciones [con Siria] hoy son incluso mejores de los que eran en la era del ex presidente Hosni Mubarak. En la era del presidente derrocado [Mubarak, este dice,] ‘considerábamos a la cancillería egipcia como la cancillería estadounidense’. También es cuidadoso en hacer hincapié en que las relaciones no se rompieron incluso en el período del derrocado presidente Muhammad Mursi, [y que] los canales de comunicaciones militares y de inteligencia se mantuvieron abiertos durante todo el tiempo. Hoy día, las relaciones con Egipto son mejores de lo que eran ya sea en estos dos períodos anteriores [de Mubarak y Mursi, este dice]».
Relaciones con Arabia Saudita – Desconexión y hostilidad
«[En cuanto a] las relaciones con Arabia Saudita, [Assad dice que] están en el mismo estado de desconexión y hostilidad. Finalmente, Arabia Saudita no es más que «un país de [diferentes] tribus y gente. Las relaciones personales determinan [las relaciones entre nuestros dos países, este dice]. Cuando una de estas figuras [sauditas] nos crea una disputa, toda Arabia Saudita está en conflicto con nosotros. Básicamente, los saudíes han mostrado hostilidad hacia Siria durante los últimos 20-30 años, y lo que cambió fue las relaciones con su gobernante. Cuando su gobernante tiene buenas relaciones con nosotros, [las relaciones] son buenas, y cuando sus gobernantes no están de acuerdo con nosotros, [las relaciones] con nosotros son hostiles. Siempre existe este aspecto personal en la política saudí, [afirma].
«Ante los ojos de Assad, el problema con Turquía es [su primer ministro] Recep Tayyip Erdogan. [Assad dice:] El pueblo turco se opone a la política siria de [Erdogan]. Una encuesta reciente [en Turquía] mostró que la gran mayoría está en contra de la [participación] turca en cualquier agresión contra nosotros. Incluso el Presidente [turco] Abdullah Gul ha comenzado a oponerse abiertamente a la política de su primer ministro.
«[Assad concluye:] Siria no se convertirá en una copia del Líbano o Irak, bajo ninguna circunstancia. Siria ha sido y seguirá siendo un país civil pan-árabe y laico, ya que es la única fórmula acorde con la unidad de Siria, la cual es bendecida por la diversidad religiosa, sectaria y étnica. La religión para nosotros es un paraguas en el que todos los círculos políticos, económicos, culturales y de otro tipo pueden pernoctar. No existe politización de la religión en Siria porque es la receta para la fragmentación [del país]…»
[1] Al-Akhbar (Líbano), 14 de octubre, 2013.
[2] Se refiere probablemente al cruce Bab Al-Hawa en la frontera entre Siria y Turquía.