1. Introducción

Ante los albores de la guerra en Gaza, el Presidente palestino Mahmoud ‘Abbas busca aprovechar el acuerdo de alto al fuego y convertirla en una iniciativa política para lograr un estado palestino independiente, una iniciativa a ser llevada a cabo en coordinación con Egipto y otros países árabes y manteniendo informado a los Estados Unidos.[1] ‘Abbas, quien espera que esta medida impulse la postura política de la Autoridad Palestina (AP), dijo en una conferencia de prensa conjunta con el presidente egipcio, ‘Abd Al-Fattah Al-Sisi el 23 de agosto del 2014, en vísperas al anuncio del alto al fuego en Gaza, que el presidente egipcio y él mismo habían acordado una iniciativa a un acuerdo permanente. ‘Abbas no especificó los detalles de esta iniciativa, pero los informes en la prensa árabe indican que esta tiene como objetivo «poner fin a la ocupación» dentro de un «calendario definitivo», y consta de tres fases. En la primera fase de cuatro meses, Israel y los Estados Unidos elaborarán mapas que representen su sugerencia a las fronteras del estado palestino. Si esta fase es exitosa, las partes iniciarán negociaciones que continuarán durante un período de tiempo limitado. En caso que las negociaciones fracasen, los palestinos, con el patrocinio de la Liga Árabe, pedirán al Consejo de Seguridad de la ONU establecer un calendario definitivo para la retirada israelí. En caso que esta acción fracase también, los palestinos reanudaran sus esfuerzos para unirse a organismos internacionales, incluida la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya.[2]

Egipto también abogó, desde el comienzo de la guerra, en aprovechar las conversaciones del alto el fuego a un acuerdo más completo y significativo que conduzca al establecimiento de un estado palestino. En una conferencia de prensa el 2 de agosto, 2014 con el Primer Ministro italiano Matteo Renzi, el Presidente egipcio ‘Abd Al-Fattah Al-Sisi destacó que la iniciativa al alto al fuego egipcio ofrecía una oportunidad para resolver no sólo la crisis en Gaza, sino la totalidad del problema palestino, y establecer «un estado palestino seguro y estable, con Jerusalén Oriental como su capital».[3] Tres semanas después, Al-Sisi volvió a insistir en una conferencia de prensa de que «Egipto nunca abandonará su apoyo al problema palestino. Este conflicto sólo terminará con el establecimiento de un estado palestino dentro de las fronteras de 1967 con Jerusalén como su capital. La postura de Egipto no ha ni cambiará respecto al problema palestino… el primer acuerdo [es decir, el acuerdo de alto el fuego] tiene como objetivo desencadenar un proceso político que conducirá a la creación de un estado palestino, y yo le he dicho esto a todos los bandos. Debemos aprovechar el actual interés internacional en la cuestión palestina para avanzar. Egipto no cesará sus esfuerzos hasta que podamos llegar a un proceso político que conduzca a una solución permanente… El problema palestino es un problema de una ocupación que debe ser removido».[4]

Arabia Saudita, que está detrás de la Iniciativa de Paz árabe aprobada por la Liga Árabe en el 2002 en Beirut, y que Arabia Saudita plantea de vez en cuando, se alineó con la postura de Egipto. En su discurso de apertura en la reunión de emergencia del Comité Ejecutivo de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), celebrada en Jeddah el 12 de agosto del 2014, el ministro de Relaciones Exteriores saudita, Príncipe Saud Al-Faisal atacó las acciones de Israel en Gaza y ha añadió que «sólo la paz garantizará la permanencia de Israel como estado».[5] El Príncipe Turki Al-Faisal, ex jefe de la inteligencia saudita y ex embajador saudita en los Estados Unidos y el Reino Unido, también expresó la postura de su país cuando llamó en Israel, en declaraciones y artículos, a que elija el camino de la paz. Este subrayó de nuevo esta postura reuniéndose con el General de División israelí (res.) Amos Yadlin, ex jefe de la Dirección de Inteligencia Militar de las FDI y actual director del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional en la Universidad de Tel Aviv.[6]

Incluso antes de anunciarse el alto al fuego, funcionarios y columnistas egipcios y sauditas sumaron sus voces a llamadas para expandir las relaciones políticas indirectas entre Israel y los palestinos en el Cairo, a fin de llegar a un arreglo político amplio. Al parecer, este enfoque por parte de Egipto y Arabia Saudita va dirigido a mejorar su posición en la región y pulir sus respectivas imágenes a nivel global como líderes del eje moderado del mundo árabe. Además de mejorar su estatus, Arabia Saudita y Egipto también buscan fortalecer a la AP y debilitar a Hamas – que está vinculado a su enemigo acérrimo la Hermandad Musulmana (HM). Así, con el estallido de la guerra en Gaza, la prensa egipcia y saudita publicó artículos que fueron agresivamente críticos hacia Hamas;[7] estos artículos socavaron el énfasis de la AP sobre la necesidad de preservar la unidad y la reconciliación con Hamas (aunque al mismo tiempo, se esfuerza por aumentar su influencia a expensas de Hamas).

Mientras que muchos de los artículos en la prensa egipcia y saudita presentaron a Israel como parte renuente que debe ser obligada a aceptar el acuerdo, también hicieron hincapié en que un acuerdo de paz entre Israel, los palestinos y los países árabes es más probable que termine con el sufrimiento de los palestinos que la resistencia armada y las guerras.[8]

Artículos recientes en la prensa palestina han respaldado las acciones políticas que ‘Abbas está promoviendo, reiterando la afirmación de que las conversaciones del alto al fuego deben ser aprovechadas en una solución permanente y general al problema palestino. A diferencia de los artículos en la prensa egipcia y saudita, estos artículos palestinos no están pidiendo explícitamente un acuerdo con Israel, sino más bien apoyo a la opción de recurrir a instituciones internacionales con el fin de presionar a Israel, lo que podría conducir a un avance en el proceso político y al establecimiento de un estado independiente. Los artículos también hacen hincapié en la necesidad de preservar la unidad palestina, y llaman a todas las facciones a respaldar el liderazgo de la Autoridad Palestina.


Al-Sisi (derecha) con ‘Abbas durante las conversaciones de alto al fuego en el Cairo (imagen: Al-Sharq Al-Awsat, Londres, 24 de agosto, 2014)

Lo siguiente son extractos de artículos sauditas, egipcios y palestinos expresando las tendencias antes mencionadas:

2. Artículos en la prensa egipcia y saudita: Esta es una oportunidad para un acuerdo con Israel

Los artículos en la prensa egipcia y saudita fueron explícitos en pedir un acuerdo político global con Israel basados en la percepción de que su existencia es una realidad inevitable y la paz es un interés de toda la región. Algunos argumentos mencionados en estos artículos fueron:

1. Se necesita una solución fundamental para el conflicto palestino-israelí, basada en el establecimiento de un estado palestino y evitando soluciones parciales (tales como el alto al fuego a corto plazo) que no proporcionan seguridad ni prosperidad. Esta solución requiere de la presión internacional y de la participación, ya que Israel se resiste a intentarlo.

2. Israel no puede ser eliminado a través de la fuerza militar; por lo tanto, existe la necesidad de reconocer el hecho de su existencia y luchar por un acuerdo con este. Los enfrentamientos militares con esta no benefician a los palestinos, sino que siempre resultan en pérdidas horribles para los palestinos.

3. La paz es una necesidad regional, ya que facilitará la formación de una coalición regional para combatir en contra del terrorismo y el extremismo religioso.

4. La situación actual no está predestinada; la paz puede lograrse, aunque, en la actualidad, pareciese muy distante.

2.1. ‘Al-Ahram’: La única solución es una solución negociada, un acuerdo general de paz con Israel

El editorial del diario oficial egipcio Al-Ahram subrayó la necesidad de una solución global estable y sostenible al conflicto palestino-israelí, en lugar de un enfoque estrecho limitado, e incluso comparado en resolver el conflicto a resolver el problema de terrorismo en Egipto: «Egipto ha presentado su visión para resolver los problemas de la región en las últimas declaraciones de su Presidente ‘Abd Al-Fattah Al-Sisi. Esta es una visión que llama generalmente a ‘soluciones fundamentales’ en el conflicto palestino-israelí y un tratamiento más profundo y más amplio del problema del extremismo y el terrorismo. [De la misma manera,] Egipto ha atado la eliminación de la pobreza y la ignorancia y la mejora del discurso religioso a la lucha contra el extremismo que engendra el terrorismo…

«Este es un momento único, y con el constante [empeoramiento] de la situación en Gaza y los crímenes de guerra de Israel contra el pueblo palestino, ya no podemos contentarnos con tratar de encontrar acuerdos [temporales], mientras tengamos la certeza de que el conflicto estallará de nuevo. Al igual que subrayó el Presidente ‘Abd Al-Fattah Al-Sisi, existe una posibilidad real de poner fin a la crisis en Gaza y resolver el problema palestino… La comunidad internacional no debe dejar pasar por alto esta oportunidad, que nació de la ruina, destrucción, asesinatos y violentas batallas. Las partes en conflicto deberán simpatizar con el sufrimiento de sus pueblos y tomar decisiones valientes para la paz… Si esta oportunidad, así como también el apoyo de Egipto a los esfuerzos [para lograr] una solución permanente al problema palestino, no son utilizados, entonces, todas las señales indican que el futuro será peor. Si no hay una paz justa y verdadera, la alternativa es el extremismo y el terrorismo a manos del EIIS y su estirpe. Israel no está distante del resto del mundo, y por lo tanto el terrorismo no sólo se centrará en este, sino en el resto del mundo también, comenzando por Europa y Estados Unidos».[9]

Además, después de la reunión del 23 de agosto entre ‘Abbas y Al-Sisi, el diario mantuvo su postura, afirmando que «la intención de ‘Abbas de promover un proceso político para satisfacer las demandas palestinas demostró que «el camino de Egipto en el manejo de la crisis desde su inicio fue el más adecuado, y los continuos esfuerzos de Egipto para regresar a la mesa de negociaciones sin el ruido de fondo y las consignas vacías fueron el único medio para detener el derramamiento de sangre palestina».[10]

En su editorial del 28 de agosto, Al-Ahram expresó su esperanza de que ahora que se había firmado un acuerdo de cese al fuego, las negociaciones a una solución definitiva al problema palestino pudieran comenzar».[11]

2.2. Redactor saudita: Sólo la paz liberara a Palestina

Mahmoud Aal Al-Sheikh, columnista del diario saudita Al-Jazirah, afirmó que los líderes árabes a lo largo de la historia se habían jactado de su capacidad para eliminar a Israel y derrotarla militarmente, pero en realidad sufrieron derrotas e incluso volvieron sus armas en contra de sus propios pueblos en lugar de Israel. Según este, ha llegado el momento de reconocer el hecho de la existencia de Israel y resolver el conflicto con esta a través de un acuerdo, especialmente porque la comunidad internacional, que apoya la paz, promoverá los intereses de los palestinos en este asunto: «Saddam [Hussein] amenazó con bombardear Israel con… armas químicas, y los árabes, desde el Océano [Atlántico] hasta el Golfo, le vitorearon… Eventualmente este se escondió en un sótano y los estadounidenses llegaron, lo sacaron, lo capturaron, y lo ataron, y por lo tanto el falso héroe terminó su vida con una muerte rápida… Hafez Al-Assad utilizó la liberación de Palestina como pasaporte, usándolo para montar encima de un tanque durante una noche fría y oscura [y tomar las riendas del] régimen sirio. Pero este [sólo] fortaleció su propia secta, familiares y socios. Los sirios, y posteriormente el resto de los árabes, descubrieron (tardamente) que la causa Palestina y la liberación de la tierra robada fue un mero engaño con el que [Assad] quiso preocupar a su pueblo y a otros árabes [mientras este] se mantuvo en el trono de Siria hasta que murió y se lo legó a su hijo. Su heredero utilizó las mismas [herramientas] que su predecesor, y no restauró ni una sola pulgada de la patria perdida…

«El hecho es que Palestina no será liberada por nada más que la paz nada. Sí, los israelíes no desean la paz y prefieren la guerra, porque esa es su carta de triunfo que les da superioridad sobre los palestinos. Pero el [resto del] mundo, de borde a borde, odia las guerras y sus tragedias. El mundo es sinónimo de paz, y obligará a los que están con Israel, específicamente los gobiernos occidentales, a estar junto a los palestinos… al igual que [el mundo] quedó unido a Mandela en Sudáfrica, también a pesar de las objeciones [de los líderes occidentales], y marcharon como un todo hacia la paz. Esta es la única opción, aun si los jactanciosos medios de comunicación consideren esta opción tan amarga como la hiel.

2.3 Columnista de ‘Al-Hayat’: La política de los asentamientos hará que Israel realice su ‘solución demográfica’

Raghida Dergham, columnista libanesa del diario saudita Al-Hayat en Londres, pidió a los palestinos y árabes adherirse al proceso político mientras preparan planes de emergencia en caso de que el proceso fracase. Ella escribió: «[Los palestinos] tienen la opción del proceso político incluso si están convencidos de que es una pérdida de tiempo y producirá un resultado que no les beneficie o les dé un horizonte… El proceso político es una válvula de seguridad contra la destrucción militar de los palestinos e impide que Israel, al menos por el momento, de que lleve a cabo su solución demográfica. La otra opción es una solución militar que la mayoría de los palestinos ven como un suicidio. Esto, a sabiendas de que la guerra será puramente palestina y no involucrará a otros países árabes, Irán, u [otros] que pretenden asumir la responsabilidad del problema palestino. Por lo menos, todos deberían dejar de fingir y enterrar sus cabezas en la arena. Israel está haciendo lo que le plazca y revela sus verdaderos objetivos. Es hora de reconocer la realidad. Ha llegado el momento de que las partes árabes e internacionales comiencen a preparar planes de emergencia a largo plazo para la mañana siguiente al funeral de la solución de dos estados».[12]

2.4 Periodista egipcio ‘Abd Al-Mun’im Sa’id: Un arreglo político detendrá el caos en toda la región

El ex jefe de la junta directiva de Al-Ahram, ‘Abd Al-Mun’im Sa’id, escribiendo en el diario saudita Al-Sharq Al-Awsat en Londres, describió el conflicto palestino-israelí como una lucha que parece eterna, pero no tiene que ser así. Según él, hay suficientes planes que pueden utilizarse para promover la paz, pero el plan saudita es la mejor oportunidad para que el Medio Oriente sea una zona pacífica y estable, tal como sucedió en Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Este escribió: «Las guerras y los conflictos militares [hacen] lanzar intentos serios a un acuerdo que ponga fin a las disputas históricas que causaron la guerra. Simplemente hablando, [es posible resolver] la crisis árabe y la crisis palestino-israelí, que ha durado un siglo y varias décadas. No estamos comenzando en el vacío. El conflicto ya ha perdido su ‘filosofía existencial’, en el que cada bando rechazó la existencia del otro. Ya ha habido un reconocimiento mutuo y una larga lista de acuerdos e intentos que se iniciaron en Oslo (y los acuerdos de paz con Egipto y Jordania que vinieron antes y después de este) y terminó con los acuerdos de Clinton. Y a estas acciones avanzadas que tuvieron lugar en las conversaciones entre Olmert y Abu Mazen y entre Tzipi Livni y Abu Alaa. Aquellos que les queremos a ellos también tenemos los entendimientos de Ginebra y un documento adicional de Taba.

«Todo esto hace de un acuerdo posible, pero más importante que su contenido es el hecho que evitándolo significa una guerra inmediata que no salvará a nadie y que nadie obtendrá la victoria. Simplemente hablando, [si evitamos realizar un acuerdo,] el Medio Oriente nunca será como Europa después de la Segunda Guerra Mundial… y si la guerra representa un castigo para ambos bandos que combaten, entonces también hay un premio, encarnado por la iniciativa árabe de paz ofrecida por Arabia Saudita y adoptada por la cumbre árabe en el 2002. Lo maravilloso de esta iniciativa es que no sólo resuelve el conflicto árabe-israelí, sino también prepara el terreno para una nueva estructura regional que mantiene la seguridad y la prosperidad para todas las partes. Si esta iniciativa se hubiese realizado para ese momento, tal vez a la región se le hubiese liberado de los horrores del caos, las guerras, el extremismo y el terrorismo que han caído sobre esta… Los simples hechos dicen que la persistencia de la situación actual dará lugar a más guerras».[13]

2.5 intelectual egipcio: Esta es una oportunidad para la paz en toda la región, pero está listo Israel?

El intelectual egipcio Mamoun Fandy escribió en la edición en inglés de Al-Sharq Al-Awsat que las negociaciones del cese al fuego pueden ser utilizadas para resolver la crisis y crear una coalición regional moderada para combatir el terrorismo rampante en la región, que afecta a otros países y no sólo a Israel. Al mismo tiempo, se preguntó si Israel podría producir un líder tan valiente como Sadat capaz de seguir este camino. Este escribió: «La mala noticia es que la extensión del conflicto ha contribuido a una mayor inestabilidad en toda la región. La reciente guerra en Gaza hizo de Hamas, no la OLP, la niña mimada de la calle árabe radical, casi de la misma manera en que la guerra del 2006 entre Israel y Hezbolá hizo de Hassan Nasrallah un héroe árabe. Esto permite a los movimientos políticos en lugar de estados, y arroja mayor violencia en toda la región. El Estado Islámico de Irak y Siria es sólo la manifestación más reciente.

«La buena noticia, sin embargo, es que si Israel quiere lograr un gran acuerdo con los árabes, ahora es el momento de hacerlo. Los estados árabes están en sus posturas políticas más débiles desde hace mucho tiempo, y teniendo en cuenta sus convulsiones políticas internas estos están listos para firmar un acuerdo global. El obstáculo más grande aquí, sin embargo, es la parte israelí. Puede Israel producir una figura como la de Sadat dispuesta a hacer una audaz acción de la misma manera que lo hizo el difunto presidente egipcio, yendo al Cairo o a Riad y firmar un acuerdo global? Tal vez una acción aún más audaz sería ir a Teherán. La pelota ahora está del lado de Israel».[14]

2.6 Intelectual sirio: Yo puedo estar loco, pero todavía sueño con la paz y creo que el sueño se hará realidad

Hashem Saleh, intelectual de origen sirio quien vive en Marruecos, ha afirmado en Al-Sharq Al-Awsat que es un «creyente ciego» en la paz y no tiene problemas de ser visto como un loco debido a su adhesión al sueño de la paz: «Yo reconozco personalmente los acuerdos que la Autoridad Palestina [firmó], así como también la iniciativa de paz árabe, que fue aprobada en la cumbre de Beirut en el 2002. Por otra parte, espero que el estado palestino sea establecido mañana junto al estado de Israel, será rescatado de este devastador infierno, y dará vuelta a una nueva página… digo esto a sabiendas de que éstas son palabras vacías y demagógicas, por lo menos en un futuro previsible. Digo esto con el corazón herido y sin espacio para más heridas… [Ustedes probablemente estén diciendo,] cual, es entonces, la solución ¿Qué podemos hacer, grandísimo bastardo? [Mi respuesta es que] hay dos soluciones: La primera es que, o bien los destruimos o ellos nos destruyen. Esta es una solución imposible, por no hablar de inhumana. Me opongo a esta solución en todos los sentidos, porque estoy ocupado destruyéndome sólo a mí mismo. La segunda solución es coexistir de una manera u otra. Esto es lo que deseo y sueño. Tal vez dirán: Después de toda esta destrucción y animosidad [ustedes proponen alguna convivencia?] ¿Qué están locos? Sí, estoy loco porque sueño lo imposible. ¿Me impedirán soñar así también? Sí, sueño con una región libre del conflicto árabe-israelí, pero después que los palestinos obtengan sus derechos, o la mitad de estos, o por lo menos una cuarta parte! También sueño con una región libre del EIIS, que ha sembrado la corrupción en la tierra y ha masacrado horriblemente a familias en la ciudad de Sinjar… Sé que mis sueños no se harán realidad en un futuro próximo. Sé que soy un gran utópico loco, pero todos los más grandes proyectos de la historia comenzaron con ideas utópicas».[15]

3. Funcionarios palestinos y periodistas: La victoria en Gaza – un dispositivo para obligar a Israel a aceptar un estado palestino

Incluso antes que las partes acordaran un alto el fuego, y antes de que ‘Abbas declarara sus intenciones de presentar una nueva iniciativa política, los columnistas palestinos escribieron sobre la necesidad de tomar ventaja de la lucha en Gaza a fin de lograr beneficios políticos palestinos completos, preservando su unidad e incluyendo a Hamas en formular la política palestina. Al mismo tiempo, los escritores también criticaron implícitamente a Hamas, quienes dijeron estaba tratando de reducir todo el problema palestino solo a Gaza y tomar crédito por lo que esta logró en la guerra en Gaza.

3.1 Ex ministro palestino: Cuidado con un complot de Israel para obtener la normalización de relaciones sin pagar el precio

En su columna en el diario de la AP Al-Ayyam, el ex ministro de la AP Ashraf Al-‘Ajrami argumentó que la victoria militar debe ser aprovechada en logros políticos que incluirían tanto a Gaza y Cisjordania, para formular un plan político que incluya a todos los facciones, y establecer un gobierno de unidad que también se encargue de Gaza: «Será difícil discutir un logro político verdadero si el pensamiento se reduce a simplemente poner fin al estado de sitio – a pesar de que este problema es importante y urgente… A fin de realizar un logro político concreto, primero debemos poner fin a los cálculos de las facciones y grupos… Cada victoria debe ser considerada una victoria para todo el pueblo palestino, que se ha sacrificado, se ha mantenido firme, y pagó un alto precio, incluso si ciertas organizaciones se acreditan esta victoria.

«O todos ganamos o todos perdemos. Si Gaza ganó, entonces todos ganamos, y si se ha estrellado, entonces, todos nos estrellamos, en todas partes. La victoria depende de la capacidad de traer el problema nacional al frente y completar las tareas de la liberación nacional, que comienzan poniendo fin a la ocupación. Además, para no darle a la resistencia en Gaza más de lo que puede manejar y pedirle que libere a la patria como parte de las negociaciones de cese al fuego, debemos pensar en un marco para un acuerdo nacional respecto a la siguiente fase mediante la vinculación de [este] acuerdo con un proceso político más amplio.

«Hay dos cosas muy importantes que pueden ser alcanzados de manera rápida y sin demora: [una], el liderazgo de la OLP debería invitar a Hamas y al Jihad Islámico a discutir una plataforma política definida sobre el estado palestino, así como maneras de beneficiarse de la atmósfera internacional actual… y [dos], en este marco, [debemos también discutir] la forma de administrar la Franja de Gaza como parte del acuerdo de reconciliación y bajo la supervisión de la Autoridad Palestina y el gobierno de reconciliación, que puede y debe convertirse en una unidad nacional de gobierno unida por todas las facciones, incluyendo a Hamas, sobre la base de una plataforma digna – [es decir] la plataforma de establecer el estado independiente de Palestina en las fronteras de 1967 con Jerusalén Oriental como su capital.

«Si esto [futuro] gobierno se basa en una plataforma unificada que el mundo acepte – sin ninguna facción cambiando sus posturas generales – y en particular si todas las [facciones] aceptan la idea de establecer un estado palestino en las fronteras posibles acordadas por la comunidad internacional, este [es decir, el gobierno] inmediatamente será reconocido por la mayoría de los países, y será capaz de llevar a cabo la reconstrucción de Gaza y supervisar los cruces por medio de las fuerzas de la AP. Esto garantizara una solución a los problemas tratados con el gobierno en Gaza, y le daría a la posición palestina una gran fuerza que permitirá que el liderazgo actualice el ansiado logro político…»

Al-‘Ajrami también criticó implícitamente a la AP, advirtiendo contra cualquier acuerdo general entre Israel y varios países árabes, incluyendo a la AP, bajo el cual Israel normalizaría relaciones con esos países sin retirarse de los territorios «árabes y palestinos ocupados» y sin resolver el problema de los refugiados: «Israel no quiere vincular el alto el fuego en Gaza a una solución política global comprensiva al conflicto. Los círculos políticos [israelíes] están discutiendo hoy el uso de la iniciativa de paz árabe, siguiendo la lógica de formular una alianza árabe-israelí que trataría con algunos países de la región y las organizaciones islamistas árabes. Ellos creen que esta alianza podría incluir a Egipto, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Jordania y la Autoridad Palestina. Por lo tanto, debemos tener cuidado de no someternos a estas ideas condenables israelíes, que buscan la normalización con los países árabes sin pagar el precio necesario por la retirada de los territorios árabes y palestinos ocupados y resolver el problema de los refugiados palestinos».[16]

3.2 Ahmed Qurei: La guerra ha creado las condiciones para intensificar la campaña política respecto a Israel y aislarla

El ex primer ministro palestino Ahmed Qurei (Abu Alaa) escribió en un artículo publicado en Al-Quds luego del inicio al alto al fuego de que los palestinos ahora debe centrarse en medidas unilaterales diplomáticas para poner fin a la ocupación y los asentamientos – tales como apelar a la ONU y a la Corte Penal Internacional – ya que estos objetivos no podrían ahora ser realizados a través de negociaciones sobre el acuerdo permanente. Este agregó que, a fin de lograr estos objetivos, los palestinos deben estar unidos bajo un solo liderazgo, y por lo tanto la AP debe recuperar el control de Gaza:

«Es razonable suponer que la insoportablemente guerra agresiva contra Gaza no permitirá la puesta en marcha de un proceso de paz global y no dará lugar a ningún cambio dramático en la política establecida por Israel en un futuro cercano.

«Tal vez la unidad en la postura palestina – primeros signos de que, en la forma de un gobierno de consenso nacional, surgido antes del estallido de esta guerra, y la más clara manifestación de que se produjo durante la guerra misma, en la forma de una sola delegación que negoció en nombre de todos los palestinos – es de importancia central en la creación de una percepción internacional eficaz, y en preparar lanzar una acción diplomática influyente basada en [la hipótesis] de que un alto el fuego a largo plazo no estaría asegurado a menos que fuera parte de un marco más amplio. Lo que quiero decir es tratar con las raíces políticas de la cuestión [palestina] – es decir, la ocupación y los asentamientos – y detener las negociaciones sobre los temas [particulares] del acuerdo permanente. En otras palabras… deberíamos ignorar las cuestiones de los cruces, la zona de pesca, y así sucesivamente, a pesar de su gran importancia, y centrar todos los esfuerzos en la raíz de la prolongada crisis histórica – es decir, la ocupación que ha estado ocurriendo durante 47 años [es decir, desde 1967]…

«Tenemos que hacerle frente a la eliminación del estado de sitio… como parte de una estrategia palestina de largo alcance que tiene en cuenta los resultados positivos de esta guerra, incluyendo los logros en el terreno. Tenemos que aprovechar estos hacia el más importante objetivo central – reconectar la Franja de Gaza con Jerusalén y Cisjordania, no sólo por medio de un paso entre las dos partes de la patria, sino por medio de una percepción política conjunta para todas las partes del [pueblo] palestino.

«Lograr este objetivo central nos obliga a elevar nuestro funcionamiento nacional al nivel más alto en términos de unidad en nuestras filas y [unánimemente] en voz. Este [se realizará] con un compromiso a la legitimidad de la OLP y a su estatus como el único representante del pueblo palestino – además de actualizar una asociación política completa [entre todas las facciones] en todos los asuntos… Esto exige [convocar] el marco de la dirección ampliada a la primera y única fuente de legitimidad palestina [es decir, a la OLP y otras facciones que aún no están incluidas en esta] y usarla como la fundación de una entidad política que incluya a todo el pueblo palestino. [Esto se hará] sin, por supuesto, dejar de lado la reactivación de la OLP y la renovación del flujo de sangre en sus venas secas».

«Un resultado importante de esta guerra es que creó las condiciones para que la AP regrese a Gaza sin [la necesidad de una] coacción política, y, finalmente, para terminar con el capítulo del amargo cisma entre las dos partes de la patria y la [situación en la que habían] dos fuentes de autoridad [es decir, la OLP y Hamas]. [Esto nos permitirá] formar una [nueva] fundación nacional para la reconstrucción del liderazgo unificado y ampliar su marco de representación a fin de fortalecer nuestra empresa nacional independiente e implementar el principio de plena colaboración, tal como se explicó anteriormente.

«Puede decirse con certeza casi total que la valiente guerra de 50 días en Gaza juega un papel importante en la creación de las condiciones políticas adecuadas para el lanzamiento de una campaña diplomática integral e intensificar la confrontación política con Israel y aislarla en todos los niveles posibles, incluyendo [por medio de] la ONU y la Corte Penal [Internacional], así como también los medios de comunicación y los nuevos medios interactivos, y para refutar todas los alegatos [de Israel] respecto a la falta de un socio palestino para [la paz] u otras afirmaciones odiosas tales como ‘el conflicto no tiene solución’.

«Tal vez los resultados de esta guerra serán suficientes para abrir la puerta de par en par a una solución negociada que culmine en una reconciliación histórica que satisfaga las legítimas demandas mínimas del pueblo palestino, incluyendo el establecimiento de un estado independiente con Jerusalén como su capital y una solución al problema de los refugiados basada en la Resolución 194 de la ONU [por lo menos,] los logros simbólicos y morales de esta guerra crearan una apertura y una mejor oportunidad para [la realización de] la opción de una paz justa y comprensiva. Esto, si la parte palestina logra librar una campaña política no menos despiadada que su campaña militar…»[17]

3.3 ‘Al-Quds’: Debemos promover una solución política global y no centrarnos sólo en Gaza

El editorial del diario Al-Quds subrayó que la lucha en Gaza no debe abordarse por separado del problema palestino en general. Este argumentó que poner fin a la agresión israelí contra la Franja de Gaza era de suma importancia, pero que una solución general también debe encontrarse para los palestinos en la Ribera Occidental, por lo que el plan político de ‘Abbas era tan importante: «En esta etapa, el centro de atención gira sobre la situación en Gaza y la agresión israelí que ha durado 50 días, y también en el estado de sitio mortal que ha estado sucediendo durante años… Los esfuerzos para lograr la calma le han dado máxima prioridad en poner fin a la agresión y la búsqueda de formas para terminar con el estado de sitio y el sufrimiento, pero este asunto no termina con los problemas de Gaza, ya que la Franja es [sólo una] parte del problema básico, [que también incluye] la devastadora ocupación de Cisjordania y la judaización de Jerusalén, los asentamientos y la expulsión de los residentes [palestinos], y lo peor de todo, el extremismo y la negativa de Israel en cumplir con simples condiciones y exigencias para la paz y aceptar las fronteras de 1967 como fuente de autoridad, con intercambios limitados de tierra…

«En los últimos días, el Presidente Abu Mazen [‘Abbas] contactó a varios elementos en el ámbito árabe e internacional y también hizo un llamado a todas las fuerzas y facciones palestinas. Estos contactos tuvieron dos objetivos: Lograr la calma en Gaza, y luego buscar una solución política general al problema palestino… y si el Presidente [‘Abbas] propone colocar los territorios palestinos bajo supervisión internacional, tal como se espera haga, y si los países árabes y Europa apoyan esta sugerencia, entonces, a pesar de la probable objeción de los Estados Unidos e Israel, esto tendría una gran importancia política, aumentaría el apoyo popular e internacional para la causa [palestina] y profundizará el entendimiento a las demandas palestinas. En cualquier caso, esta etapa requiere centrarse en la causa [palestina] como un todo, y no sólo en la Franja de Gaza».[18]

*Y. Graff y B. Chernitsky son compañeros de investigación en MEMRI.


[1] ‘Abbas dijo recientemente en el Cairo que había discutido el asunto con Jordania y Qatar, y con el Secretario General de la Liga Árabe Nabil Al-Arabi. Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 24 de agosto, 2014. Cabe señalar que ‘Abbas tomó esta medida, teniendo cuidado de preservar la unidad con Hamas. Si, al comienzo de la guerra ‘Abbas hubiese adoptado una táctica de condenar a Hamas y llamar a sus líderes «belicistas», mientras la lucha continuaba este cambió su política, e incluso adoptó la narrativa de Hamas respecto a la guerra, así como las demandas de Hamas a un alto al fuego (Véase MEMRI Despacho Especial No.5806, Liderazgo palestino da un giro de 180 grados en el conflicto en Gaza: Atacando a Israel, adoptando las condiciones de un alto al fuego por Hamas, 23 de julio del 2014; Véase MEMRI Despacho Especial No. 5795, Hamas y la Autoridad Palestina intercambian acusaciones por operación israelí en Gaza, 14 de julio, 2014). Luego formó una delegación conjunta AP-Hamas en las conversaciones de cese al fuego en el Cairo, encabezados por su representante, el miembro del Comité Central de Fatah Azzam Al-Ahmad. El funcionario de Fatah Faisal Abu Shahla, quien fue miembro de la delegación palestina en las conversaciones sobre el cese al fuego en Gaza, ha afirmado que «‘Abbas acordó [su imitativa política] con el jefe del Buró Político Khaled Mash’al». Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 27 de agosto, 2014.

[2] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 30 de agosto, 2014.

[3] Al-Watan (Egipto) 2 de agosto, 2014.

[4] Al-Ahram (Egipto), 25 de agosto, 2014.

[5] Al-Bayan (Emiratos Árabes Unidos), 13 de agosto, 2014.

[6] Véase MEMRI Despacho Especial No. 5648, Príncipe saudita Turki Al-Faisal defiende su participación en foros internacionales junto a israelíes: Eso no contraviene el sharia islámico, y va dirigido a presionar a los israelíes a aceptar la Iniciativa de Paz Árabe, 14 de febrero, 2014. Véase también el artículo de Prince Turki en Haaretz (Israel), 7 de julio, 2014.

[7] Véase MEMRI Despacho Especial No. 5796, El actual conflicto en Gaza: El mundo árabe está perdiendo la paciencia con Hamas, 16 de julio, 2014.

[8] Véase MEMRI Despacho Especial No. 5798, «Escritor saudita: Las consignas de la resistencia están vacías; La única manera de detener a Israel es hacer la paz con esta», 17 de julio, 2014.

[9] Al-Ahram (Egipto) 4 de agosto, 2014.

[10] Al-Ahram (Egipto), 24 de agosto, 2014.

[11] Al-Ahram (Egipto), 28 de agosto, 2014.

[12] Al-Hayat (Londres), 25 de julio, 2014.

[13] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 13 de agosto de 2014.

[14] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 11 de agosto, 2014.

[15] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 8 de agosto, 2014.

[16] Al-Ayyam (PA), 20 de agosto, 2014.

[17] Al-Quds (Jerusalén), 27 de agosto, 2014.

[18] Al-Qud (Jerusalén), 26 de agosto, 2014.