A raíz de la crisis en las relaciones entre la Autoridad Palestina (AP) y la administración del Presidente de los Estados Unidos Donald Trump, la prensa de la Autoridad Palestina (AP) ha publicado numerosos artículos que condenan a la administración Trump y al Presidente Trump personalmente. Entre otras cosas, estos denominaron a la administración como «la administración más acosadora en la historia moderna estadounidense» cuya política racista, colonialista y «neo-hitlerista» «anuncia catástrofes terribles para la humanidad». También dijeron que Trump actuaba deliberadamente para hacer colapsar el orden global y las instituciones de la ONU para de esta manera forzar la total hegemonía estadounidense sobre el mundo y hacerla retroceder a la ley de la jungla. Un columnista en un diario de la AP incluso acusó a la administración Trump de aspirar cambiar el orden mundial de acuerdo a las instrucciones del gobierno mundial liderado por la familia Rothschild.

Algunos de los artículos fueron dirigidos, en un tono particularmente severo, contra el propio Presidente Trump, calificándolo de «líder pandillero», «ladrón de carreteras», «nuevo vaquero», un matón que desea convertir a Estados Unidos en el «aguacil del mundo» y muchos más epítetos.

Lo siguiente son extractos de los artículos.

Columnista en diario de la AP: Trump actúa de acuerdo a las pautas del gobierno mundial de la familia Rothschild: Desmantelar y rehacer el mundo

‘Omar Hilmi Al-Ghoul, columnista del diario Al-Hayat Al-Jadida de la AP, escribió que el gobierno de Trump está actuando para destruir a la ONU porque no está dispuesto a obedecer las leyes internacionales y prestarle atención a las posturas de otros países, especialmente los más pobres. Este añadió que la administración capitalista estadounidense sigue «las pautas del gobierno global encabezado por la familia sionista Rothschild» y apunta a lograr una hegemonía global:

«Los Estados Unidos, bajo la presidencia de Trump, siguen una política similar a la de un magnate que desea desmantelar y rehacer el mapamundi, luego de ya no poder tolerar el sistema de la ONU que este mismo fundó sobre las ruinas de la Liga de las Naciones… como si ya no creyera en los objetivos [que la ONU] espera [lograr]. [Esto se debe] a que las otras fuerzas internacionales importantes y los países pobres representados en la ONU le retiraron el apoyo basándose en las normas del derecho internacional… que la pandilla [en la administración estadounidense] se niega a aceptar y que actúa para cambiar y eliminar.

«Lo que la administración estadounidense está implementando es la opción [preferida] de ellos: crear un vórtice de caos global o caos creativo, de acuerdo a las directrices del gobierno global encabezado por la familia sionista Rothschild y [también de acuerdo a] la consigna de Trump ‘Estados Unidos primero’. La lucha [estadounidense] en las diversas arenas le corresponde por lo tanto a la decisión del magnate [Trump] de perseguir legalmente a los otros actores [internacionales] a fin de recuperar los reinos en la toma de decisiones y de la política global…»[1]

Trump – Nuevo arrogante, populista y vaquero intimidador

En un artículo anterior, publicado luego del discurso de Trump el 25 de septiembre en la Asamblea General de la ONU, Hilmi Al-Ghoul dijo que el discurso reflejaba la actitud «intimidatoria» de la administración Trump y su deseo de convertir a Estados Unidos en el «aguacil» del mundo. Este escribió: «Hubiese sido mejor y más digno para los Estados Unidos si el arrogante y populista magnate inmobiliario [Trump] hubiese permanecido con la boca cerrada. Algunos de los momentos más [embarazosos] de su discurso se produjeron cuando este se elogió a sí mismo y a su administración diciendo que habían realizado logros que ninguna administración estadounidense anterior había hecho, una declaración que obligó a la audiencia a violar el protocolo aceptado para tales ocasiones y reírse a carcajadas en respuesta a este plebeyo incivilizado estadounidense. Todos saben muy bien que la administración Trump es la peor administración que la ONU ha conocido en términos de su compromiso con los acuerdos internacionales, leyes y estatutos. De hecho, es la administración estadounidense más acosadora en la historia moderna de Estados Unidos [y] en los 73 años desde el establecimiento de la ONU, por ello ha actuado y continúa actuando para aplastar, difamar y perseguir a las Naciones Unidas y socavar sus órganos e instituciones internacionales que promueven los derechos humanos, los derechos de las naciones y la justicia.

«En el mismo discurso, el nuevo vaquero amenazó a un país soberano, a Venezuela y a su Presidente Nicolás Maduro y anunció que su gobierno atacara a este presidente. Utilizando un lenguaje inequívoco, incitó al ejército [venezolano] a dar un golpe de estado contra el presidente electo legítimamente. También atacó al socialismo, como si su régimen capitalista fuese mejor. El evangélico y populista presidente [estadounidense] fingió olvidar que su administración es la peor en la historia de los líderes capitalistas… En cuanto a [su] manejo de la causa palestina y del proceso de paz en el [Medio Oriente], cualquiera que escuche el discurso de Trump notó que el hombre se comportaba por una parte como un líder pandillero y ladrón de carreteras y por la otra como un cobarde que le teme a Israel y a sus aliados y [su] influencia sobre los Estados Unidos…

«El discurso del presidente estadounidense fue explosivo y reflejó el enfoque de un matón y alguacil del mundo. [Trump] anunció que Estados Unidos es un imperio y líder del mundo, como si transmitiera un mensaje a los líderes del mundo cuya esencia era [lo siguiente]: Estados Unidos es su líder y gobernante y su fuente de autoridad y ustedes no tienen más remedio que someterse a su voluntad. Tal fue el espíritu satánico y arrogante del discurso del populista Trump…»[2]

Columnista de Al-Ayyam: La política de la administración Trump es «neo-hitlerista»

Talal ‘Awkal, columnista del diario de la AP Al-Ayyam, afirmó que la política de Trump hacia los palestinos era el «neo hitlerismo» que amenaza el orden mundial y la paz mundial. Este escribió: «Estados Unidos libra una guerra brutal contra Palestina y su causa, como uno de los medios más esenciales a través de los cuales busca derrumbar el orden mundial, así como también las fuentes de autoridad del mundo y sus aparatos que fueron establecidos después de la Segunda Guerra Mundial… y después de que el mundo experimentara dos guerras mundiales devastadoras… La mayor superpotencia del mundo está gobernada [actualmente] por una extraña administración que emplea las tácticas de los vaqueros o de los asaltantes de carreteras con incluso más entusiasmo que la radical derecha israelí, que expresa asombro [pero] que acoge [todas las declaraciones que] esta pandilla [en la Casa Blanca] emite…

«La administración estadounidense no se conforma con tomar [pasos] que demuestren su lealtad al plan sionista fundamental, conocido como el Gran Israel; al contrario, está intentando extorsionar a la comunidad internacional para evitar que [exprese] su solidaridad con el pueblo palestino… Es obvio que en este ataque, la administración Trump se le ve apuntando al sistema, a las leyes, las fuentes de autoridad y al rol de la ONU, a fin de despojar de contenido a [la ONU] antes de que los Estados Unidos la invada con la esperanza de forzar su hegemonía [estadounidense] sobre el orden mundial que se desmorona para dar paso a un sistema multi-polar que avanza para destituir a Estados Unidos como el encabezado de la lista de superpotencias… A pesar de sus modestas capacidades, los palestinos deben asumir la iniciativa para poder así establecer un frente global contra el neo-hitlerismo que anuncia catástrofes terribles para la humanidad… “[3]

Editorial en el diario Al-Quds: Trump aspira a conquistar el mundo e instaurar la ley de la jungla

Un editorial en el diario Al-Quds declaró de manera similar, que la administración Trump aspira a conquistar el mundo atacando a la causa nacional palestina: «La administración Trump sostiene que su guerra contra nuestro pueblo y nuestra causa nacional será permitirle conquistar el mundo utilizando la hegemonía sobre la ONU y sus resoluciones y cambiar el método, las leyes y los objetivos de esta organización internacional de acuerdo a la visión estadounidense. Esto anuncia la transformación del mundo en [una plaza de] disputas que terminará amargamente y de una forma muy grave al punto de retornar a un régimen tal como el de la ley de la selva… Lo mismo ocurre con el ataque estadounidense contra [sus] aliados y los países amigos [a este], como Europa, Canadá y México, que también tiene como objetivo cambiar las reglas del sistema internacional representado por la ONU, lo que constituye la esencia de la experiencia de los pueblos, en particular la experiencia de dos guerras mundiales que trajeron la destrucción y la ruina del mundo…

«Los países del mundo deben actuar para proteger los logros que obtuvieron como resultado de aprender las lecciones dadas por las dos guerras mundiales. [Esto es muy cierto] principalmente respecto a la ONU, cuyo papel [fue perjudicado] por la arrogancia estadounidense y por el uso que los [estadounidense] le dieron a su veto contra todas las resoluciones que critican al estado de ocupación israelí o que exigen que obedezca el derecho internacional en todos los temas relacionados a la causa palestina…

«Toda demora en enfrentar el ataque realizado por la administración Trump [contra la causa palestina] tendrá consecuencias desastrosas para la comunidad internacional y por lo tanto, [las demoras] deben ser detenidas. Si esto no se hace, el mundo llegará a colocarse en una situación muy peligrosa». «Una etapa que amenazará la seguridad y la paz mundial. En lo que respecta a la administración Trump, la eliminación de la causa palestina es la punta de lanza del desmantelamiento del mundo y el restablecimiento de las disputas y guerras tales como las ocurridas en el siglo pasado».[4]

Columnista de diario de la AP: Trump odia a los árabes, particularmente a los palestinos

Bassem Barhoum, columnista del diario de la AP Al-Hayat Al-Jadida, declaró que el gobierno de Trump atacó a los palestinos incluso antes de ser elegido presidente y que su política hacia ellos era racista: «No sé si deberíamos sentirnos felices, tristes o enojados por la decisión del gobierno de Trump de cerrar las oficinas de la OLP en Washington. Seguramente, debemos estar felices de no tener conexión con este gobierno pro-sionista, porque este es peor que el sionismo en sí. Pero al mismo tiempo] debemos estar tristes, porque la relación con las potencias mundiales es importante, vital y esencial y esta administración fue una ventana importante para los estadounidenses de ascendencia palestina y para los propios árabes en los Estados Unidos…

«Obviamente, Trump y su gobierno intentaron abordar la causa palestina y al pueblo palestino incluso antes de ingresar a la Casa Blanca en el 2017… En términos prácticos, el gobierno de Trump se encuentra librando una guerra contra el pueblo palestino, porque este pueblo y su liderazgo le han dicho ‘no’ al Acuerdo del Siglo, un acuerdo destinado a eliminar la existencia política [de los palestinos] y otorgarle a Israel plenos derechos para que los palestinos determinen su propio destino… Nos enfrentamos a un fenómeno estadounidense extremadamente peligroso, un fenómeno que no solo apoya totalmente a la empresa sionista sino que también odia a los palestinos y no quiere que estos existan en la faz de la tierra, porque este pueblo [palestino] se opone a la expansión de la empresa colonialista sionista. Estamos enfrentando el fenómeno más racista en la historia humana, pero la historia barrerá la oscuridad de esta administración racista…»[5]

En una columna posterior, Barhoum escribió que el Presidente Trump adoptaba un enfoque racista no solo hacia los palestinos sino a todos los árabes y que estos tenían que aprender de los palestinos en el cómo lidiar con ello: «Todos los acontecimientos y todas las posturas [tomadas] por el Presidente Trump han demostrado que odia y desprecia a los árabes y toma una actitud racista hacia ellos. Esto quedó claro desde el principio, desde su postura respecto a la causa palestina, cuya eliminación ha establecido como su máxima prioridad.

«Su odio por los árabes se ha convertido en un hecho incluso para aquellos [países árabes] que piensan pueden evadir el daño estableciendo relaciones estables y fiables con él y satisfacer todas sus demandas. Los árabes hoy deben preguntarse a sí mismos: ¿Cómo debemos tratar a este presidente que nos odia y nos trata arrogantemente?… Esta pregunta puede responderse observando la experiencia y postura palestina. El pueblo palestino y su legítimo liderazgo nacional entienden muy bien el plan de Trump y sus posturas hostiles y racistas hacia ellos y este pueblo no se han rendido, aunque son un estado y pueblo bajo ocupación. Ellos y su presidente le han dicho No a Trump y a sus decisiones apuntadas a eliminar su justa causa [nacional]…»[6]


[1] Al-Hayat Al-Jadida (AP), 9 de octubre, 2018.

[2] Al-Hayat Al-Jadida (AP), 27 de septiembre, 2018.

[3] Al-Ayyam (AP), 13 de septiembre, 2018.

[4] Al-Quds (Jerusalén), 14 de septiembre, 2018.

[5] Al-Hayat Al-Jadida (AP), 13 de septiembre, 2018.

[6] Al-Hayat Al-Jadida (AP), 8 de octubre, 2018.