La cumbre de la Liga Árabe de julio, 2016 en la capital mauritana de Nuakchott, pautada inicialmente para dos días, duró solo unas pocas horas y sólo se presentaron siete líderes. Notablemente ausentes estaban dos de los líderes más prominentes del mundo árabe – El Presidente egipcio Abd Al-Fattah Al-Sisi y el Rey saudita Salman bin ‘Abd Al-Aziz Al-Saud. Tal como era de esperarse, no se tomaron decisiones prácticas en la conferencia y los líderes se mantuvieron alejados de los temas más controversiales. La declaración final de la cumbre fue muy general y no llegó a nada que no se haya tratado – condenó la interferencia de Irán en los asuntos de los países árabes, apoyó soluciones políticas en varios países árabes, apoyó a la causa palestina y pidió a las filas árabes unirse para hacerle frente a los retos actuales.
Además de su corta duración, y además del hecho de que tuvo lugar varios meses después de la fecha prevista inicialmente fijada para abril del 2016, la cumbre tampoco fue celebrada en su lugar fijado inicialmente, Marruecos, debido a que ese país se había negado a acogerlo «a través de un edicto real «en protesta contra la ineficacia de la organización en los últimos años. De acuerdo a Marruecos, «el mundo árabe está atravesando un período sumamente difícil y ahora es el momento de la verdad y de la honestidad. Los líderes de los países árabes no pueden presentar de nuevo un diagnóstico severo de la realidad de cismas y divisiones… sin proveer respuestas decisivas y colectivas para hacerle frente a esta difícil situación…»[1]
La cumbre y sus procedimientos demostraron una vez más las fracturas y desunión entre los miembros de la Liga Árabe. Incluso las banderas que Mauritania colocó a lo largo de la carretera que conduce desde el aeropuerto hasta el lugar de la convención y en el propio lugar objetaron controversia, ya que incluyen un mapa de Marruecos sin el Sahara y un mapa de Palestina en las fronteras de 1967 y no el mapa habitual de la palestina «histórica».[2]
Los medios de comunicación árabes también discutieron la propia necesidad de convocar una cumbre de la Liga Árabe en esta época así como también la ineficacia de la institución en los últimos años. Duras críticas fueron expresadas durante y después de la cumbre a la incapacidad de años de la Liga Árabe en ofrecer soluciones a los problemas del mundo árabe y también se difundieron críticas al impedimento de los líderes árabes, que no hacen nada para mejorar la situación de sus ciudadanos’.
Pancartas en la calle Nouakchott. Izquierda, Palestina en las fronteras de 1967 (fuente: Twitter.com/ajplusarabi~~number=plural, 31 de julio, 2016); derecha, Marruecos sin el Sahara (fuente: Badil.info 25 de junio, 2016)
Lo siguiente son extractos de los artículos:
Editor en jefe de Al-Hayat: Los árabes empeoran cada año; El término «mundo árabe» evoca o burla o tristeza
Ghassan Charbel, editor en jefe del diario saudita en Londres Al-Hayat, dijo que era difícil para él escribir sobre la Liga Árabe debido al lamentable estado de los países árabes, que sólo se deteriora de una cumbre a otra. Pidiéndole a los árabes que tomen decisiones difíciles y se mantengan al día con el progreso y la tecnología en lugar de suspirar por la pasada edad de oro del Islam e ir a la zaga de otros países, escribió: «… Cada vez que una cumbre árabe es convocada, pareciera ser que la situación no era tan grave durante la cumbre anterior y que el año entre las dos no ha traído más que otra oportunidad para continuar con el colapso del [mundo árabe] y en acelerar el camino cuesta abajo.
«En los últimos años, he tenido profundas dudas sobre el significado de las expresiones y la terminología que una vez fue considerada como clara e inequívoca. Por ejemplo, ya yo no sé lo que queremos decir cuando decimos ‘el mundo árabe’. Sigue vivo y bien este mundo árabe, o se trata de una criatura exhausta en una hogar de retiro, escupiendo sangre y esperando morir? No quiero decir que los árabes están al borde de la extinción, pero siento que el uso del término ‘mundo árabe’ se ha vuelto provocativo, o bien evoca burla o tristeza…
«Me parece confuso escribir sobre la cumbre [árabe]. Ha fracasado el ‘árabe’ en construir un estado y en unirse y reconciliarse con la edad [moderna]? Y nos ha empujado el fracaso a defender la oscuridad y elegir entrar en conflicto con el mundo y con la [edad] moderna? Me planteo al terrorismo que serpentea [de un lugar a otro]; pienso en lo que sucederá en los próximos años y me aterra. ¿Se unirá el mundo en contra de nosotros y nos verán como un ‘imperio malvado’? ¿Nos obligarán a cambiar nuestro atuendo y las tendencias suicidas y el rechazo al otro que fluye a través de nuestras venas?
«No soy pesimista, pero la expresión ‘seguridad nacional árabe’ me avergüenza. Veo a tunecino que se vuela a sí mismo por los aires en la tienda de un doliente iraquí. Veo a un checheno asesinar a un sirio que apoya [al régimen de Assad]. Veo a un afgano matar a un opositor sirio. Veo expertos iraníes en la capital abasí [Bagdad] y en la capital omeya [Damasco]. Veo la ‘plaza árabe’ decorada de terroristas suicidas… y de milicias. [Veo] [los mapas que muestran las fronteras] que han colapsado… y los restos de los ejércitos.
«También estoy confundido por [el término] ‘el poder de influencia árabe’ ‘que ni siquiera convencerá a Fatah y a Hamas a que coexistan como parte de un sistema a fin de salvar lo que queda de la tierra de Palestina y la causa central [palestina]. Este poder de influencia no es suficiente para detener la humillación de los libaneses saliendo de su decapitado país [sin un presidente] en espera ya que las condiciones están formuladas para nombrar a su ‘salvador’.
«No soy pesimista, pero las cifras son cifras. Entre la cumbre de Sharm Al-Sheikh [en marzo, 2015] y la cumbre Nouakchott, el mundo árabe alcanzó un nuevo piso en el número de muertos y refugiados y en tasas de analfabetismo, pobreza, ciudades incineradas, coches bomba y atacantes suicidas.
«Qué difícil es escribir sobre la cumbre Nouakchott. De hecho, los árabes necesitan un taller de desarrollo para compensar los siglos perdidos y deben tomar decisiones dolorosas e ineludibles para saltar a bordo del tren del progreso, de la esperanza y estabilidad. En vano evitamos [pagar] por estas decisiones dolorosas, aferrándonos a ideologías obsoletas y barcos hundidos. [Nuestro] coma ha durado mucho tiempo y el tiempo es implacable. A fin de que a los árabes les quede un tiempo, un lugar y una existencia [en este mundo], deben hacer que sus hijos se unan a estas imparables revoluciones tecnológicas. Las claves del futuro están en el mundo de Microsoft y no en la poesía de Al-Mutanabbi.[3] El largo letargo en la cama del pasado y la fe de que el futuro depende de reactivar las edades de oro del pasado, nos han dado muerte
«El tren siempre va por delante de nosotros. Siempre llegamos tarde y se desplaza, dejándonos atrás para apuñalarnos unos a otros, destruir nuestras ciudades y cavar tumbas. Luego nos quedamos dormidos debajo el oro de la Qasidas[4] y la historia, con Al-Mutanabbi siendo nuestro único consuelo».[5]
Árabes en declive de «la Cumbre Árabe» (Al-Ghad, Jordania 26 de julio, 2016)
Para ver el resto del despacho en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/9363.htm
[1] Al-Arabi Al-Jadid (Londres), 19 de Febrero, 2016.
[2] Al-Shurouq (Marruecos), 25 de julio, 2016; Twitter.com/ajplusarabi, 31 de julio, 2016.
[3] Abu Al-Tayyeb Al-Mutanabi (915-965 dC) – un poeta árabe clásico.
[4] Odas poéticas en árabe, desarrolladas y perfeccionadas en el período pre-islámico.
[5] Al-Hayat (Londres), 25 de julio, 2016.