En días recientes, la tensión entre Arabia Saudita e Irán se ha incrementado aún más, tal como lo expresan los significativos acontecimientos en el Líbano y Yemen, que constituyen áreas de fricción locales en el conflicto entre los dos países.
El 4 de noviembre, 2017 el Primer Ministro libanés Sa’d Al-Hariri anunció su renuncia desde Riad. En una conferencia de prensa acusó a Irán de buscar destruir el mundo árabe y asumir el control de la región y también criticó a Hezbolá por causar tensiones entre el Líbano y otros estados árabes e imponer su voluntad por la fuerza de las armas en el Líbano.[1]
Luego ese mismo día, los houthis en Yemen lanzaron un misil hacia un aeródromo en Riad, un incidente que Arabia Saudita – siendo este blanco repetido de los misiles lanzados por los houthis, los aliados de Irán en Yemen – fue descrito como el haber cruzado el punto de no retorno. Las autoridades sauditas acusaron a Irán de armar a los houthis con misiles y el Príncipe Heredero a la Corona saudita Muhammad Bin Salman calificó el lanzamiento del misil como «un acto de agresión militar directa por parte del régimen iraní, equivalente a una acción beligerante contra el reino de Arabia Saudita». El canciller de Arabia Saudita Adel Al-Jubeir, dijo en una entrevista con CNN que «el misil [disparado contra Riad] era iraní y fue lanzado por Hezbolá desde el territorio ocupado por los houthis en Yemen».[2] Este advirtió que Arabia Saudita se reservaba el derecho a responder de la manera apropiada y en el momento apropiado».[3]
Las declaraciones sauditas contra Irán y los houthis en Yemen estuvieron acompañadas por medidas prácticas: el 5 de noviembre, 2017 la coalición árabe que opera en Yemen bajo el liderazgo saudita anunció un cierre temporal en todos los cruces terrestres, marítimos y aéreos yemeníes. El anuncio describió el lanzamiento de misiles hacia Riad como un acto de agresión y agregó que Arabia Saudita tenía derecho a utilizar la fuerza en defensa propia, de acuerdo al Artículo 51 de la Carta de la ONU y de que el suministró de misiles a los houthis por parte de Irán es un acto de guerra. Al señalar una posible escalada de los combates en Yemen, al día siguiente la coalición advirtió a las misiones diplomáticas en Yemen que se retiraran de las áreas no controladas por el gobierno del Presidente yemení Hadi y también pidió a las misiones humanitarias salir de las zonas de conflicto.[4] El 5 de noviembre, Arabia Saudita ofreció una recompensa de $440 millones por información que conduzca a la captura de 40 altos funcionarios houthi.[5]
Al mismo tiempo, Arabia Saudita también intensificó su tono contra Hezbolá en el Líbano. El Ministro para Asuntos del Golfo de Arabia Saudita Thamer Al-Sabhan, quien recientemente criticó duramente a Hezbolá,[6] advirtió que su país considerara al Líbano como «un gobierno que le ha declarado la guerra a Arabia Saudita, dada la influencia de las milicias de Hezbolá en su decisiones. Al-Sabhan aclaró que las milicias de Hezbolá estaban involucradas en todos los actos de terrorismo contra Arabia Saudita y que Arabia Saudita nunca toleraría la participación libanesa en una guerra en su contra.[7]
El fuerte tono adoptado por funcionarios sauditas contra Irán y sus representantes en Yemen y el Líbano se hizo eco en los artículos de prensa saudita, que afirmaban había llegado el momento de poner fin a la diplomacia y sustituirlo por acciones militares para de esta manera defender la seguridad saudita. Los artículos proponen varios escenarios a fin de utilizar la fuerza militar saudita contra Irán y sus representantes, ya sea indirectamente, desplegando milicias contra los agentes de Irán en el Medio Oriente, o mediante el uso directo de la fuerza en el Líbano y Yemen o incluso como parte de un conflicto total que abarque a Irán y los estados del Golfo.
A continuación se presentan extractos seleccionados de estos artículos:
Editor del diario ‘Okaz: Irán le ha declarado la guerra a Arabia Saudita; Ya no podemos enfrentar su agresión con silencio
Jamil Al-Dhiabi, editor del diario saudita ‘Okaz, escribió: «Es hora de responder. Ya no hay más excusas para perder el tiempo en consultas, mediación y otras medidas diplomáticas. No porque nos opongamos a tales medidas, sino porque la agresión iraní se ha vuelto militar y directa y ya no puede ser recibida con silencio…
«Todos los indicios apuntan a un posible ataque militar contra las milicias que Irán ha plantado en toda la región, especialmente sobre Hezbolá en el Líbano y los houthis en Yemen. [El hecho] que Irán le suministrara a los houthis en Yemen con un misil balístico y estos lo dispararon hacia la capital saudita de Riad, luego de un intento fallido similar[8] [en julio, 2017], estos intentaron atacar la sagrada Mezquita de Meca, lo que significa que la cobarde agresión iraní ha cruzado todos los puntos de no retorno… [Irán debe por lo tanto] asumir su responsabilidad cuando Arabia Saudita se dé cuenta de su firme amenaza y le corte la mano [a Irán]. Después de todo, es [Irán] quien le ha declarado la guerra al reino [saudita]…
«Irán vive en un estado ilusorio, pensando que puede extender su influencia hacia toda la región árabe y considera a los regímenes árabes como [una torre de] naipes destinada a colapsar gracias a los complots que trama [por medio de] sus agentes. Irán pensó que, una vez que se engullera a Irak, este país árabe se convertiría en uno de sus estados agentes, pero se dio cuenta del error luego del reciente acercamiento iraquí-saudita. Además, el estado de los jurisprudentes [Irán] piensa que, al tomar control de Siria mientras conspira con el régimen de Assad que colapsa, puede convertir a Siria en presa fácil. Pero las fuerzas de la oposición siria le han impedido [a Irán] realizar su ambición durante los últimos seis años y es probable que este se decepcione, al igual que se decepcionó con la guerra Irán-Irak [en 1980-1988]. Irán [también] piensa erróneamente que puede tomar el control del Líbano utilizando al Partido de Satanás [Hezbolá],[9] liderado por Hassan Nasrallah y que esto seguramente permitirá engullirse a toda la Luna Fértil. Sin embargo, el pueblo libanes, que tomó las calles en el 2005 con el fin de expulsar al régimen de Assad del Líbano, no capitularán, incluso si hasta el momento han sido pacientes con el comportamiento de las pandillas de Al-Dahiya [Hezbolá].
«Los clérigos del Mandato del Jurisprudente [en Irán] deben comprender que Arabia Saudita no es uno de esos [países] que hacen mucho ruido. Cuando dice algo, este lo lleva a cabo. Así como la guerra en Yemen le fue impuesta [a Arabia Saudita] como única opción, la guerra contra los agentes de Irán en Yemen y el Líbano también les será impuesta… Entonces, Irán se dará cuenta del destino de sus depravados complots, su interferencia cancerosa y sus esfuerzos de desestabilizar a [los estados árabes], asumir el control [de ellos] y extender su influencia [sobre ellos]… Sus manos y dedos les serán cortados y beberán nuevamente la taza de veneno,[10] porque [su] agresión ha sido directa».[11]
Destacado escritor saudita: estamos al borde de una guerra en la región en la que Arabia Saudita será un factor importante
En un artículo titulado «Los Tambores de Guerra Retumban Fuertemente» en el diario ‘Okaz, su columnista principal Khalaf Al-Harbi escribió: «En medio de una avalancha de informes agitados en los últimos días, las voces [estridentes] y el caos han aumentado. Pero a pesar del caos que nos rodeaba, fue imposible ignorar un sonido inmutable y preocupante que se podía escuchar desde lejos: el sonido de los tambores de guerra que está a punto de estallar en la región y en la que nuestro país, que Alá lo proteja, de seguro que desempeñará un papel importante.
«La renuncia del Primer Ministro libanés Sa’d Al-Hariri hace varios días fue una clara señal de que el conflicto con Irán y Hezbolá estaba a punto de asumir una nueva faceta. Posteriormente, el lanzamiento del misil balístico por parte de los houthís hacia Riad puso de manifiesto la magnitud del peligro al que nos enfrentamos en la actualidad. Luego vinieron las declaraciones oficiales sauditas subrayando que Irán había armado a los houthis con tales misiles con el propósito de atacar a Arabia Saudita y haciendo énfasis en que Arabia Saudita tenía derecho a responderle a la agresión iraní. Estos desarrollos, junto a las declaraciones e filtraciones que les acompañaron, constituyen un preludio de la guerra y todos sus horrores. Hasta ahora, el alcance y la forma de el terreno de la batalla siguen sin estar claros, y [no sabemos] si [la guerra] se limitará a las zonas de influencia de Hezbolá en el Líbano o si sus devastadoras llamas llegarán a toda la región del Golfo e Irán. Pero en cualquier caso, será un conflicto amargo. Quizás la tarea más importante es fortalecer nuestro frente interno y evitar cualquier polarización sectaria que dividirá la patria y servirá a sus enemigos».[12]
Para ver el resto del despacho en inglés junto a las imágenes copie o pulse por favor el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/anti-iranian-articles-saudi-press-diplomatic-paths-have-failed-now-drums-war-are-beating
[1] Alarabiya.net, 4 de noviembre, 2017.
[2] Cnn.com, 6 de noviembre, 2017.
[3] Al-Riad (Arabia Saudita), 8 de noviembre, 2017; Twitter.com/adelaljubeir, 7 de noviembre, 2017.
[4] ‘Okaz (Arabia Saudita), 7 de noviembre, 2017; Al-Riad (Arabia Saudita), 6 de noviembre, 2017; Cabe señalar que el cierre en el puerto de Aden fue levantado el 9 de noviembre, 2017.
[5] Al-Riad (Arabia Saudita), 6 de noviembre, 2017.
[6] En referencia a la escalada de tono saudita hacia Hezbolá en las últimas semanas, véase el Despacho Especial No. 7150 de MEMRI, Llamadas en Arabia Saudita a combatir contra Hezbolá como parte de la guerra al terrorismo, ya que este es más peligroso que el EIIS y Al-Qaeda juntos», 26 de octubre, 2017.
[7] ‘Okaz (Arabia Saudita), 7 de noviembre, 2017
[8] La referencia es al lanzamiento de un misil por parte de los houthis el 28 de octubre, 2016 en el distrito de La Meca, que según los sauditas iba dirigido a la Gran Mezquita en Meca, el lugar más sagrado de los musulmanes.
[9] Un juego de palabras despectivo sobre el nombre Hezbolá, que significa el Partido de Alá.
[10] Una alusión al comentario del Ayatolá Jomeini al final de la guerra Irán-Irak en 1988, de que no le quedaba más remedio que beber una taza de veneno y acordar un cese del fuego con Irak.
[11] ‘Okaz (Arabia Saudita), 8 de noviembre, 2017.
[12] ‘Okaz (Arabia Saudita), 6 de noviembre, 2017;