En un artículo publicado el 7 de octubre, 2019 en el portal del Partido Libertad y Justicia de la Hermandad Musulmana egipcia, el periodista egipcio y miembro de la Hermandad Musulmana Amer Shamakh escribió sobre el creciente apoyo a la comunidad LGBTQ y el matrimonio entre personas del mismo sexo en Occidente y en los Estados Unidos en particular. Llamándolo «perversión» siendo esto contrario a la naturaleza humana y a las religiones monoteístas, advirtió que si el potencial candidato presidencial demócrata Pete Buttigieg se convirtiera en presidente, esto llevaría a una campaña de presión sobre los países árabes para que acepten a la comunidad LGBTQ como algo normal tal como se percibe hoy en Occidente. Expresando preocupación porque los líderes árabes capitularían ante tal presión, subrayó que el Islam ve la homosexualidad como «una de las acciones más repugnantes», que «la ley islámica ordena que aquellos que lo llevan a cabo sean asesinados en la hoguera, arrojados desde un lugar muy alto, o lapidados» y que el propio Profeta Mahoma ordenó incluso que todo esto se haga.

A continuación se presentan extractos del artículo de Shamakh:

‘Amer Shamakh (Imagen: Fj-p.com, 10 de julio, 2019)

«Luego que el mundo haya experimentado a un presidente estadounidense extremista que alarmó al mundo, especialmente a los musulmanes, con su locura y sus extrañas decisiones, puede que en el futuro experimenten otro [tipo de] presidente estadounidense: uno homosexual… El candidato oficial estadounidense para las elecciones presidenciales del 2020 es Pete Buttigieg, demócrata de 37 años, actualmente alcalde de South Bend, Indiana. Buttigieg ha estado casado durante un año con su compañero Justin y los dos han declarado que desean formar una familia.

«Este pervertido desea ganarse los votos de sus compatriotas [LGBTQ] estadounidenses, cuyo número se ha incrementado muchas veces en [los últimos] 25 años. Las encuestas indican que durante este período el número de estadounidenses que apoyan la homosexualidad aumentó cinco veces, el número de homosexuales en la sociedad estadounidense aumentó del 3% en 1990 al 20% en el 2014 y el número de quienes favorecen el matrimonio entre estos pervertidos aumentó del 11% en 1990 al 49% en el 2014. Esto significa que el 20% de los estadounidenses son homosexuales y que el 50% de los estadounidenses apoyan al 20% de los homosexuales y los reconocen [como legítimos], a pesar de su crimen que contraviene la naturaleza humana… y que no existe ni siquiera entre los animales.

«Lamentablemente, esto es cierto no solo para los estadounidenses. Este fenómeno está muy generalizado y se habla abiertamente en todos los países occidentales, sin excepción. Este se ha convertido en uno de los derechos [humanos] y uno de los objetivos en política exterior de los países occidentales» y es una de las principales prioridades de los organismos tales como la ONU, el Banco Mundial y Amnistía [Internacional]. En Europa y los Estados Unidos, la liberación de los homosexuales ahora se considera un principio fundamental en la agenda de derechos humanos y de los grupos lobby [de derechos humanos], incluyendo a una variedad de organizaciones que presionan a regímenes y gobiernos.

«Según datos, 18 países occidentales ya han reconocido el matrimonio entre personas del mismo sexo, a raíz de las encuestas de opinión pública que indican la aprobación [de la población]. Además, los líderes de cinco países – Islandia, Bélgica, Luxemburgo, Irlanda y Serbia – son homosexuales que encabezan [el movimiento pro LGBTQ] y promueven la homosexualidad dentro y fuera de sus países. Además de los primeros ministros, también existen miles de otros funcionarios [homosexuales], que han utilizado su autoridad para aprobar leyes sobre diversos temas relacionados con este fenómeno, tales como el reconocimiento formal del [derecho del grupo de personas pertenecientes al LGBTQ] a adoptar niños y [someterse a] cirugía de reasignación de sexo y a tratamientos hormonales, sin mencionar la legislación para luchar contra la persecución y discriminación [en contra de los homosexuales].

«Otro evento, que ocurrió en mayo, 2015 hace que sea muy probable que Buttigieg gane las elecciones y que Estados Unidos guíe a [otros] países y gobiernos hacia la homosexualidad, tal como los ha guiado hacia la globalización. [En mayo del 2015] El primer ministro luxemburgués se casó con su pareja homosexual, que más tarde apareció junto a las otras primeras damas al margen de la cumbre de la OTAN del 2017 – y nos burlamos de él por aparecer entre ellas. A la ceremonia asistió el primer ministro belga, que calificó a Luxemburgo como modelo de progresividad social. Esto allanó el camino hacia los matrimonios [del mismo sexo] entre otros funcionarios, dándole al fenómeno un nuevo nivel de visibilidad pública y de orgullo [gay]. Las organizaciones LGBTQ proliferaron en todo el mundo, al igual que los lazos [entre las comunidades LGBTQ y otros elementos] y los países comenzaron a clasificarse de acuerdo con su aceptación [hacia la comunidad LGBTQ] o su repulsión respecto a ello. Incluso algunas iglesias en Occidente han sancionado el matrimonio entre estos pervertidos.

«¿Cambiará el mundo si los estadounidenses eligen a un presidente homosexual? Por supuesto que sí, especialmente porque el fenómeno se ha expandido incluso más allá de una toma estilo [LGBQT] del liderazgo de países grandes, lo que impide a cualquiera luchar o prohibirlo – o incluso de considerar la posición moral o religiosa al respecto. Después de todo, las tres religiones monoteístas condenan la homosexualidad. El judaísmo prescribe la pena de muerte para los homosexuales y algunas sectas cristianas hacen lo mismo, mientras que otros lo consideran como un pecado mayor abominable… que impide que el pecador entre al Paraíso…

«¿Y qué sucede con nosotros árabes y musulmanes? Lamentablemente, nuestros líderes están obligados a capitular rápidamente y muchas señales indican que ya estos están siendo presionados. [Por ejemplo], hemos comenzado a escuchar en nuestros respetables medios de comunicación la palabra mithliya [un término neutral para describir homosexualidad, que se refiere a una relación conyugal del mismo sexo] en lugar de la palabra shudhoudh [literalmente ‘perversión’], para suavizar el impacto de la palabra en nuestras sociedades. También existen informes de noticias recurrentes sobre este mismo tema, para que el público se acostumbre a ello.

«No nos hemos olvidado de lo sucedido en septiembre, 2017 cuando los homosexuales celebraron públicamente en El Cairo a la que asistieron cientos de personas, donde ondeaban banderas [arco iris].[1] Ese día, el régimen egipcio arrestó a varios [participantes], pero los liberó después de mucha presión externa, e incluso les permitió continuar expresándose y difundiendo sus opiniones [pro-LGBTQ] a través de las redes sociales y en la literatura, que no están sujetas a ser supervisadas. Es probable que este movimiento sea seguido por otros, en especial porque los pioneros del fenómeno reciben una publicidad constante en Egipto y están invitados a [participar] en actividades en el extranjero. La preocupación es que Egipto se convertirá en otro Líbano, donde el fenómeno comenzó en silencio, pero que ahora es un lugar de encuentro para los homosexuales de Europa y del Medio Oriente.

«Advertimos sobre las ramificaciones de este gran pecado, incluso si aparece en forma humanitaria y esté asociado a los derechos humanos. Advertimos contra el sucumbir al chantaje de elementos internacionales [que nos presionan] a aceptar este abominable crimen.

«En el Islam, la homosexualidad es una de las acciones más repugnantes y la ley islámica ordena que quienes la practiquen sean asesinados, quemados, arrojados desde un lugar considerablemente alto o apedreados… ya que el Profeta dijo [en un hadith]: ‘Cualquiera a quien se le encuentre comportándose igual que el pueblo de Lot [es decir, involucrándose en sodomía] – mátenlos [a ambos] a él y a la persona a quien se lo hizo’. Y los clérigos dicen: ‘Alá no destruyó las aldeas donde se cometió adulterio, sino que destruyó una aldea donde se cometió este tipo de pecado’. Pueda Alá protegernos de todo mal».


[1] La referencia es a un concierto de la banda de rock libanesa Mashrou ‘Leila, que apoya los derechos LGBTQ. Al-Shorouq (Egipto), 2 de octubre, 2017. Para más detalles sobre la controversia provocada por la banda, véase la serie de MEMRI Investigación y Análisis No. 1342 – Debate público en Jordania sobre las libertades y valores tras prohibición de la banda de música rock con cantante homosexual, 5 de septiembre, 2017