En un artículo titulado «Israel no es Nuestro Enemigo» en el diario del gobierno kuwaití Al-Anba [1], el periodista Saleh Al-Shayeji pidió a los países árabes abandonar «la ilusión de la única nación [árabe]» y encaminarse a sus propios intereses individuales. Como parte de esto, dijo, deben dejar de ver a Israel como enemigo sólo por su conflicto con los palestinos. Este se preguntó por qué Kuwait ve a Israel como enemigo a pesar de que Israel nunca invadió o combatió contra esta, mientras que ve a Irak – que si la invadió y ocupó – como un aliado y un estado hermano.
Lo siguiente son extractos traducidos de su artículo:
Saleh Al-Shayeji (imagen: twitter.com/alshaijisaleh)
«Al escribir esto, tratare de ser realista, racional y objetivo, porque sé y me doy cuenta de que lo que yo escribo creará conflicto con las creencias y normas establecidas y con los tabúes intocables.
¿Es Israel un enemigo? Por otra parte, es la enemistad un sentimiento permanente, o una cambiante? ¿Está sujeto a ciertas circunstancias, condiciones, posiciones e intereses?
La hostilidad árabe hacia Israel comenzó [incluso] antes del establecimiento de Israel, cuando los países árabes que (para ese entonces) tenía la capacidad [de combatir] lucharon contra las bandas judías en Palestina y esas bandas lograron vencer a los ejércitos de siete países árabes armados con todo tipo de armamento. Luego vino la intervención internacional destinada a resolver la lucha árabe-judía sobre Palestina, pero los altos y poderosos árabes rechazaron el plan de partición y esta fue una segunda victoria de los judíos. Posteriormente… el Estado de Israel fue declarado y luego reconocido por el mundo, con la excepción de los estados árabes, así como también varios otros países que más tarde no tuvieron más remedio que reconocerlo [también].
«¿Israel es enemigo de quién? ¿Es el enemigo de todos los países árabes? Los palestinos tienen derecho a ser hostiles a Israel, ya que creen que ha ocupado partes de sus tierras. Por sus luces, estos tienen justificada su hostilidad y nosotros apoyamos, ayudamos y los asistimos tanto como nos sea posible, [pero] eso es todos los países árabes están obligados a hacer – nada más…
«¿Quién es nuestro verdadero enemigo? ¿Tienen todos los estados árabes el mismo enemigo? ¿O es que cada país o grupo de países tienen un enemigo [diferente], que es en realidad es un aliado o incluso un amigo cercano de algún otro país [árabe]?
«El primer paso hacia la reforma árabe es descartar la idea del panarabismo o de [una sola nación árabe], que la realidad ha demostrado ser falsa e inválida y las indicaciones de su invalidez son [mucho] más numerosas que la [prueba] ilusoria de su validez… Tomemos nuestro propio país, Kuwait, como un ejemplo. Es Israel un enemigo [de Kuwait]? Lo ha [invadido] alguna vez, han combatido contra este, o asesinaron a sus ciudadanos? La respuesta a todas estas preguntas es no!! Entonces, ¿por qué Kuwait considera a Israel como un enemigo, mientras a Irak – que si la invadió y la ocupo – si la considera amigo, aliado, [buen] vecino y hermana!? No quiero [decir] que Kuwait [debería permanecer] siendo un enemigo de Irak. Al contrario, tomó la decisión correcta [en reconciliarse con este], porque la enemistad no es una [realidad] permanente sino una dinámica, especialmente en el mundo de la política, [donde] el enemigo de ayer es el amigo de hoy y el amigo de hoy puede ser el enemigo de mañana. Eso es un hecho y no una ilusión mía.
«En resumen, Israel no es el enemigo de los árabes y los árabes deben todos liberarse del complejo panárabe y tomar sus propias medidas y decisiones independientes, lejos de la ilusión de la sola nación [panárabe]!!»
[1] Al-Anba (Kuwait) 23 de noviembre, 2015.