«El EIIS es un producto verdadero del salafismo, y debemos lidiar con este en plena transparencia». Esta declaración fue hecha no por elementos musulmanes liberales, que regularmente critican al salafismo, sino por el Jeque ‘Aadel Al-Kalbani, ex imam de la Gran Mezquita en Meca y mismo salafista, de ahí su importancia. Al-Kalbani no es el primera salafista en confrontar al EIIS – otros saudíes han condenado la conducta y operaciones de la organización – pero Al-Kalbani ha ido más allá en sus críticas: este se ha pronunciado en contra de los principios de la percepción salafista de la cual el EIIS y su estirpe se generan, y ha pedido un enfoque racionalista al distante pasado del Islam y lo que significa para el Islam hoy en lugar de una recreación ciega de esta.
En dos artículos en el diario del gobierno saudita Al-Riad, Al-Kalbani criticó a elementos en la corriente salafista por apropiarse de la verdad y el Islam y por permitir el asesinato de sus opositores, y de igual manera, criticó a los clérigos y a la sociedad que no se atrevió a ir en contra de ellos. Este afirmó que la llamada de recrear a ciegas el camino del Profeta Mahoma y de los antepasados del Islam brota de una comprensión falsa de la esencia de este camino, y que el propio Mahoma rechazó el adoptar a ciegas las percepciones del pasado y el seguimiento ciego del camino de sus predecesores, eligiendo en su lugar un enfoque racionalista apropiado para una realidad cambiante. Al-Kalbani afirmó que los clérigos deben sacar la cabeza de la arena y moverse con el espíritu de los tiempos en lugar de rechazar y condenar cualquier nueva idea.
Esta no es la primera vez que Al-Kalbani ha desafiado a los principales clérigos sauditas. Este atacó duramente los atentados suicidas,][1] publicó un fatua permitiendo la poesía,[2] y pidió se permita a la mujer conducir autos.[3]
Lo siguiente son extractos traducidos de sus dos artículos recientes en Al-Riyadh:
Jeque ‘Aadel Al-Kalbani (fuente: Assabile.com)
«ISIS es un producto verdadero en el salafismo y tenemos que lidiarlo en total transparencia»
El 15 de agosto, 2014 el Jeque Al-Kalbani tuiteó (abuabdelelah): «El EIIS es un producto verdadero del salafismo y tenemos que lidiar con este en plena transparencia».
Esta declaración provocó reacciones a través de las redes sociales, y 10 días después, el 24 de agosto, Al-Kalbani escribió en un artículo de Al-Riad titulado «¿Es el Terrorismo Salafista un Producto?»: «Cada vez que vemos la red fitna barriendo con los jóvenes entre nuestros hijos… [y lanzándolos hacia] un abismo muy profundo del que surgirán sólo a través de expresiones idiomáticas que goteen sangre, nuestra conciencia nos atormenta y nos preguntamos: ¿De dónde nos ha venido esto? ¿Cómo es que han caído en esto? Como si no pudiéramos hacer nada antes de eso.
«Pero lo opuesto es verdad: La razón principal de su desviación es nuestra negligencia – y por ‘nuestra’ negligencia me refiero al [descuido de la] generación de los progenitores, y de los honorables miembros de la sociedad entre los clérigos, maestros, predicadores, juristas y sociólogos vinculados directamente a la sociedad. Las palabras, los libros, los sermones, los dramas, y toda la creatividad artística y el vínculo esencial [a la audiencia] que esta gente presenta en todos los medios de comunicación, ya sea la prensa escrita, radio, o televisión, [les permiten] monitorear las ideas de los jóvenes y participar en equilibrarlos. Excluyo [por supuesto] a esas diminutas minorías cuya garganta reseca es por advertir sobre el extremismo de los salafistas.
«Sí, esta es la planta que ha brotado en el vertedero de basura de aquellos que excesivamente pasan juicio sobre los demás y pretenden representar el salafismo. Cuan gravemente han acusado a otros de apostasía, de desviarse del camino correcto, de herejía, y de libertinaje – como si la arena yace abierta ante ellos y no hay nadie que los condene y ningún juez que los castigue. Además, son recibidos con respeto y una admiración fingida, y se han abierto oportunidades a ellos para que planten en la mente de nuestros jóvenes de que éste se ha ido por el mal camino y que uno es un infiel y el otro es deficiente en religión. Incluso el más grande de los clérigos, pasado y presente, no le salvan sus flechas. Estos esparcen los principios del Islam de una manera retorcida que los hace incomprensible o distorsionados, y preservan lo que niega al Islam. Miden al juez, la educación, y al estudiante, e incluso a la gente sencilla por lo que ellos [es decir, estos extremistas] se han aprendido de memoria [pero] no entienden, y piensan que tienen derecho a decidir que los mencionados anteriormente son apóstatas y clamar sobre ellos los castigos de Alá que ya no son implementados y [al hacerlo, piensan que] restauraran la gloria y el esplendor del monoteísmo.
«Este grupo cree que solo ellos mismos y sus partidarios son la fuente del bien y los defensores del monoteísmo – porque [sus miembros] habiendo bebido la leche de sus madres [el punto de vista] de que todos los musulmanes alrededor del mundo no entienden [el monoteísmo] y no están adorando sólo a Dios sino que son politeístas que adoran tumbas… y que no sólo existen clérigos además de sus propios clérigos y sus discípulos. [Ellos piensan que] sólo un clérigo a quien aman, a quien le prestan atención y obedecen, y en cuyo decir rechazan o validan a [otros] – sólo él tiene la verdad y actúa de acuerdo con las formas justas de los antepasados del [Islam]… Estos se esparcen y se multiplican, y llaman públicamente a seguir en los pasos de algún jeque y a aceptar sus palabras en su totalidad. Han comenzado a clasificar gente, predicadores y clérigos – [por ejemplo,] este jeque no debe ser escuchado porque es más repugnante que los judíos y los cristianos, y ese fatua se desvía [del camino correcto], por lo que está prohibido rezar detrás de cualquiera que lo adopte, o sentarse con él, comer con él o respetarlo. Han comenzado… a separar a la gente joven de los clérigos que entienden el resultado de [esta actividad suya] y qué dificultades le causaran a la nación.
«En realidad, no existe ninguna conexión entre el camino de estos extremistas y el [verdadero] camino de los salafistas – siendo este la tolerancia, compasión, y gentileza, y en el que no hay lugar para el extremismo ni el fanatismo [religioso]. El [salafismo] es un camino que esparce amor, fraternidad, y la aceptación del otro y la convivencia entre los musulmanes con los no musulmanes. Pero el hecho es entenderlo y ponerlo en práctica – y no [sólo] fingir [hacerlo] – de una manera que sea compatible con las raíces profundas del pasado y con las exigencias del presente.
«[Sin embargo,] lo que se necesita es una percepción para reformar las ideas, no las advertencias, reprensiones, reproches y el palabreo que tratan con el síntoma e ignoran la enfermedad! Todavía hay suficiente tiempo para rehabilitar [estas ideas], ideológica y prácticamente, y evitar que la sociedad se divida en sectas y grupos que llenan luego que dignatarios envueltos en un aura de inmunidad [al pecado y al error] y la santidad, con cada grupo pensando que tienen el derecho de guiar a la nación y reclutar a sus jóvenes.
«Una planta es siempre como sus raíces. Si queremos una planta buena y fructífera, corresponde a todos cuidar de sus raíces, sus fuentes de agua, la expansión de sus ramas, y la fertilidad de la tierra [de la cual crece], y protegerla de ideas y virus que convierten sus frutos y semillas en veneno de la cual las generaciones absorben y en el que los jóvenes crecen; de [estas semillas] brota una planta que no tiene en ella ningún lugar para la compasión y para quien el amor y la amistad son totalmente ajenos».
«Permanecemos atrapados en los calabozos del muy distante pasado»; Debemos «confiar en el pasado como base» para construir el presente y el futuro y no destruirlos
El 31 de agosto, 2014 Al-Kalbani publicó otro artículo, «Las Cadenas del Pasado», en el que criticaba el salafismo que defiende la confianza no-crítica en el pasado del Islam, y abogó por un enfoque crítico racionalista. Este escribió: «Nunca dejamos de elevar el pasado bajo ningún costo, tanto así que se ha apoderado de nuestras vidas y ha frustrado la gestión de nuestro presente, y no sé lo que hará a nuestro futuro. Afirmamos que el pasado es la percepción, hechos, y las perspectivas de los fundadores [del Islam], al punto de que si una catástrofe nos sucede a uno de nosotros, este se apresura a buscar una solución a su catástrofe en un libro escrito hace cientos de años! Y luego gritamos en voz alta, ‘El Islam es compatible con todas las eras y todos los lugares [!]’
«Lo muy extraño es que permanecemos atrapados en las madrigueras de un pasado muy distante, masticando las palabras de Malik [bin Anas[4] ], pueda la paz de Alá estar con él, ‘El último de este ummah no tendrá éxito a menos que sigan el mismo [el patrón] exitoso en las manos de sus primeros’, y pensar que lo que significa es que debemos permanecer en el primer siglo de la era de la misión [del Profeta Mahoma], en el mismo estilo de la vida, y en los mismos patrones y conocimiento que este tuvo.
«De estas palabras [de Malik bin Anas] no entiendo que nuestro pasado [debe] controlar nuestro presente y limitar nuestro futuro, más bien, entiendo que [el pasado] es lo que causó que los honorables Compañeros del Profeta cambiaran su percepción, y provocaran su maravillosa transición de las cuevas de la oscuridad y perderse en la luz de la verdad… Lo qué mejoró la situación de la primera generación [del Islam] no fue preservar la herencia de los antepasados y las ideas de las generaciones anteriores, sino todo lo contrario. La primera generación [del Islam] abandonó el [patrón] de la imitación ciega, y con el descenso [de Corán 96:1] ‘Reciten en el nombre de su Señor’, «el uso de la mente comenzó, después que fue rechazado durante muchos siglos; el vagón del cambio comenzó a moverse y a cambiar la amarga realidad repleta de opresión, atraso e idolatría con verdades racionales elevadas y claras. Ellos [los miembros de la primera generación] abrieron sus ojos a lo que había [siempre] estado frente a ellos, pero que la niebla de imitar lo que hicieron sus antepasados les había impedido ver… hasta que el honrado Corán llegó y retiró esta niebla y les permitió ver lo que no se les había permitido ver, y de distinguir lo que no habían distinguido [antes].
«En el mismo espíritu, quiero que el pasado nos libere del yugo del presente retrogrado – que no nos arrastre hacia este. Quiero que nuestro pasado nos haga ver la realidad tal como es, y para nosotros en confiar en este en las áreas de desarrollo y cultura, y nosotros emerger de este con ímpetu hacia los horizontes del futuro y con una percepción iluminada. Esto [debe hacerse] bajo la dirección de las dos revelaciones [el Corán y el Sunna] – y no por medio de las opiniones de gente que han invertido la mayor parte de sus esfuerzos en estudiar esa época [de principios del Islam].
«Deberíamos confiar en el pasado como base desde el cual nos proyectamos hacia el futuro y la construcción del presente, esto es mejor que convertir el pasado en [algo] que ata nuestras manos y despierta entre nosotros rivalidad, conflicto, y opiniones por las cuales luchamos y como resultado nos debilitamos y nos astillamos. Si hubiésemos hecho esto [desde el comienzo], estaríamos sentados en el trono del pináculo de la cultura.
«Debemos reconocer que nuestro pasado contiene cosas no compatibles con nuestro presente. El colapso religioso de Occidente sólo ocurrió después que se volvió plenamente consciente de la profundidad del enorme abismo entre el conocimiento científico al servicio de la cultura que la mente humana ha alcanzado y las creencias religiosas y las leyes establecidas por la iglesia, que incluían creencias que habían sido distorsionadas o mal entendidas, o inapropiadas para cada época.
«De entre aquellos que llaman a adherirse absolutamente al pasado ha surgido una generación joven que defiende y lucha por las opiniones y formas desprovistas de los [los] conceptos islámicos correctos y opiniones religiosas que pueden guiar al ummah en la dirección correcta. Esta banda, que ha concedido a sí misma el derecho de desterrar mentes, no ha comprendido la situación del ummah, y no ha sabido adaptarse a [la realidad de hoy], por lo que su paso es someter al otro o acusarlo de apostasía y de desviarse del camino correcto. [Esta gente] puede encontrarse en todos los ámbitos de la vida, previniéndoles a hombres de visión avanzar y ponerse al día con el presente, y cualquiera que los critique y señale sus errores es acusado de ser Khawarij[5] – una acusación adaptada para este tipo de [críticos]. Cualquiera que hable sobre los derechos de la mujer se está desviando del camino correcto y es repugnante y carece de conocimientos en religión. Cualquiera que exprese una opinión sabia que ha sido cubierta e ignorada porque contradice su salafismo, va en contra de la gran mayoría de las personas… y así sucesivamente…
«Lo extraño es que estos extremistas radicales que acusan a sus oponentes de la herejía y apostasía reconocen ni el estancamiento de su propia percepción e ideas ni la inutilidad de su ley religiosa, y por lo tanto no reconocen que han dejado semillas que hoy infligen sufrimiento y tormento sobre el ummah«.
[1] Véase MEMRI Despacho Especial No. 3728, Jeque saudita: Uno que se suicida y a otros a fin de ganarse las Vírgenes del paraíso no es un mártir, sino un suicida; Sólo los verdaderos virtuosos obtendrán el Paraíso, 1 de Abril, 2011.
[2] Véase MEMRI Despacho Especial No. 4215, Poema político del Príncipe saudita dispara debate público en el reino 5 de marzo, 2013.
[3] Véase MEMRI Investigación y Análisis No. 1029, Activistas saudíes renuevan campaña para que la mujer pueda conducir, 23 de octubre, 2013.
[4] Clérigo (m. 795) y fundador de la escuela de pensamiento Maliki, uno de los cuatro en el Islam sunita.
[5] Término despectivo en referencia a un culto rebelde a comienzos del Islam que se separó del ejército de Ali ibn Abi Talib en la batalla de Siffin en el año 657.