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El 29 de junio, 2020 el liderazgo general de Al-Qaeda emitió una carta dirigiéndose a «aquellos vulnerables» en los Estados Unidos y Occidente en general, ante las actuales protestas y disturbios en los Estados Unidos y Europa tras el asesinato de George Floyd mientras se encontraba en Minneapolis bajo custodia policial el 25 de mayo, 2020. [1]
«Del [grupo] yihad Jam’at a aquellos oprimidos, vulnerables y revolucionarios del pueblo estadounidense y del resto de los occidentales. Hemos visto, como el resto del mundo, el sufrimiento que padeció George Floyd antes de morir, oprimido bajo la rodilla de su arrogante asesino, quien no parpadeó cuando lo asesinó y destruyó los corazones de miles de millones en todo el mundo», decía la carta.
La carta luego elogió al «pueblo norteamericano por responder al llamado de rescate de George Floyd cuando gritó: «No puedo respirar». «Sus protestas» contra los racistas y la arrogante Casa Blanca» trajeron alegría al grupo, decía la misiva.
Señalando las similitudes entre el Islam y los manifestantes, la carta resaltó que el Islam rechaza la injusticia independientemente de la raza: «Nos complació ver a aquellos vulnerables rechazar y repeler la injusticia, porque nuestra religión busca firmemente liberar a la gente de que adore a otro ser humano y los invita en su lugar a adorar al creador de los seres humanos».
Este continuó señalando varios incidentes del Corán que involucraron a los profetas, tales como la historia del Profeta Musa (Moisés), quien se rebeló contra el Faraón, Jesús, quien se rebeló contra los «sacerdotes» y finalmente, la historia del Profeta Mahoma» quien completó el viaje de sus predecesores cuando llevó su mensaje sagrado más allá de las fronteras de las tribus y de la región, dándole un alcance mucho más amplio que le llego a todos los seres humanos y a todo el planeta».
Dirigiéndose a aquellos no-musulmánes que residen en países de Occidente, la carta enfatizó que el rechazo a la injusticia es un principio religioso y «humano» compartido y uno al que está sujeta toda la humanidad, incluyendo Al-Qaeda, debido a las malas prácticas de los «gobernantes occidentales tiranos». Por lo tanto, la carta instó a los occidentales a «obligar a [sus] gobiernos a retornar al estado de derecho. Si no lo hacen, el pueblo debería ‘rebelarse’ contra ellos y establecer la justicia con sus propias manos». Este advirtió además que la revolución es inminente, porque es un «instinto» para aquellos que están oprimidos.
Luego de citar varios ejemplos de otros profetas del Corán, la carta instó una vez más al pueblo estadounidense a rebelarse contra los gobernantes de la Casa Blanca de ambos partidos, demócratas y republicanos, así como también contra «propietarios de bancos chupadores de sangre, corporaciones gigantes y los que están detrás de ellos, los racistas opresores cuyo único objetivo es asegurar sus intereses personales, esclavizar a naciones enteras, incluyendo a los estadounidenses y robarse los recursos de sus estados tales como sus ingresos, sin beneficiar a los residentes de dichos estados».
La carta luego argumentó que la lucha de Al-Qaeda contra los Estados Unidos es parte de una guerra mucho mayor contra la injusticia. «Sepan que nuestra lucha contra ustedes [el pueblo norteamericano] es solo para repeler la injusticia y la tiranía. Es similar a su reacción ante el asesinato de Floyd y sus antepasados». La carta agregó que «las naciones musulmanas han sufrido durante décadas bajo la opresión de sus tiranos, del asesinato de nuestros hijos y mujeres, el robo de nuestros recursos y la profanación de nuestros lugares sagrados».
La declaración luego llamó a los manifestantes a convertirse al Islam, diciendo que «la religión del Islam es la religión cuya alegre noticia fue transmitida por Jesús, porque es una religión que garantiza que la gente viva en libertad, dignidad y paz y no permite ningún tipo de discriminación entre razas blanca y negra».
Luego de enfatizar el llamado a convertirse al Islam, la declaración dice que «defender a los oprimidos entre ustedes y nosotros es parte integral de nuestra religión y no existe contradicción alguna entre este llamado [a convertirse] y nuestra lucha contra los opresores». La declaración concluyó deseando que aquellos lectores en Occidente «y en el mundo entero puedan lograr aceptar a Alá y ser exitosos en entrar al amplio Paraíso que Alá ha preparado para sus fieles, piadosos y justos feligreses y que el sol del Islam, el sol de la justicia, de la libertad y paz se eleve en todos los rincones del mundo».
[1] Fuente: Archive.gnews.bz, 29 de junio, 2020.