Siguiente a la Resolución 1701 de las Naciones Unidas y el cese de hostilidades en el Líbano, los medios de comunicación árabes publicaron diferentes análisis respecto a los resultados de la guerra. Muchos columnistas declararon que el Hizbullah había ganado, y que su resistencia es una fuente de orgullo para las naciones árabes y musulmanas. Otros declararon que el Hizbullah y el Líbano habían recibido un aplastante golpe en esta guerra, que había sido conducida indirectamente por Siria e Irán, y denunciaron la falta de autocrítica en el mundo árabe.
Lo siguiente son extractos:
Hizbullah ganó la guerra
* Si todos los países vecinos dispararan cohetes hacia Israel simultáneamente, este dejaría de existir
El redactor Zaghlul Al-Najjar escribió en el diario del gobierno egipcio Al-Ahram: «Yo le digo a los [combatientes] de esta valerosa resistencia en ambos países [e.d. el Líbano y Palestina]: Ustedes han traído un enorme orgullo a ambas naciones – a [la nación] árabe y a [la nación] islámica… Yo les digo a los pueblos árabes y musulmanes que las recientes invasiones israelíes en la Franja de Gaza, la Ribera [Oriental], y el Líbano han demostrado la debilidad de la entidad sionista y de su ejército. Un puñado de combatientes jihad tuvo éxito en responderle a los intentos de [invasión], a pesar de la superioridad de la fuerza aérea [israelí]…
«Imagínense lo que le [sucedería] a esta entidad opresora si un embargo de petróleo fuese impuesto sobre ella, si su fuerza aérea fuese destruida en un ataque sorpresa, y si todos los países árabes alrededor de ella dispararan cohetes simultáneamente y decidieran acabar con sus crímenes y su suciedad. [Si esto sucede], esta entidad criminal que amenaza a la región entera con una destrucción en masa no continuaría existiendo en su tierra robada ni un día más». [1]
* Hizbullah ha mostrado que la resistencia es el arma más eficaz contra Israel
En una columna titulada «Felicitaciones! El Hizbullah ha Ganado», el redactor saudita Musfir bin Saleh Al-Wadi’i escribió en el diario saudita Al-Yawm: «A nivel político, Israel no logró nada y no realizó ninguna de [sus] metas. Hizbullah continúa existiendo, sólo que más fuerte y con una mayor presencia. Los soldados israelíes [secuestrados] no fueron liberados, e Israel está obligado a negociar e intercambiarlos por prisioneros árabes. En la plaza local, la guerra y la derrota han lanzado al actual gobierno [israelí] a un estado de conmoción, y la condena global por la brutalidad israelí ha formado una sólida base que fortalece a la oposición [israelí].
«Hizbullah ha demostrado una vez más, tal como se esperaba, que la resistencia es el arma más eficaz contra Israel y contra cualquier plan de expansión imperialista. Aquéllos que apostaron a la debilidad de la resistencia y pensaron que esta guerra sería una oportunidad de eliminarla están en una posición poco envidiable, ya que ellos [ahora] ven, con sus propios ojos, que la resistencia ha ganado una doble victoria. [Ha ganado] no sólo al sur del Líbano sino también en Gaza, porque Israel ha acordado en liberar a prisioneros a cambio del [soldado que está siendo retenido] allí…» [2]
* La resistencia libanesa es una fuente de inspiración en la historia del Líbano
El redactor egipcio Ragab Al-Bana escribió en el diario egipcio Al-Ahram: «La determinación y el valor desplegados por la resistencia del pueblo libanés será [para siempre] una fuente de inspiración en la historia árabe y libanesa. Éste es un nuevo comienzo, [una oportunidad] de reversar el daño creado por los errores políticos de los árabes y de oponerse al plan imperialista para un ‘Nuevo Medio Oriente’…
«Israel pensó que la invasión al Líbano sería [una oportunidad] para que sus soldados jugaran con su poderosa tecnología americana, pero fueron sorprendidos por la postura determinada y por la fiereza de la resistencia libanesa, que duró mucho más tiempo que cualquier guerra que Israel haya combatido en el pasado. Israel también tuvo más pérdidas de las que haya tenido que [nunca] en sus guerras contra los ejércitos de los regímenes árabes. El punto más importante es que el mito del largo brazo de Israel y su ejército invencible ha sido una vez más puesto en duda…
«Hizbullah no estuvo aislado. Fue apoyado por el gobierno [libanés], y por los [varios] partidos y sectas [en el Líbano]. El pueblo libanés la apoyo con más persistencia y paciencia de lo esperado. Israel y la administración americana perdieron su apuesta». [3]
Hizbullah y el Líbano perdieron la guerra
* Todos perdimos la guerra
El redactor jordano Fahd Al-Fanek escribió en el diario jordano Al-Rai: «Todos [los bandos] claman haber ganado, así que quién perdió [la guerra]? Todos los tres bandos [Israel, el Líbano y el Hizbullah] recibieron golpes aplastantes; los tres fuesen sabios si empezaran a contar sus fracasos e intentar aprender de las lecciones difíciles [de la guerra].
«Israel perdió la guerra, en ella perdió su [capacidad] de disuasión, así como también muchos soldados, tanques, y aviones [sic]. [Además,] no pudo detener el fuego de los cohetes en las ciudades y pueblos de su [región] norte, qué [forzó] a miles de personas a huir hacia el sur o quedarse en refugios anti-[misiles].
«Hizbullah perdió, en esta [tuvo que] retirarse del área del sur del Litani y no recibió sus prisioneros de vuelta. En lugar de liberar las Granjas Shab’a, provocó la re-ocupación del sur del Líbano. Sus instalaciones y oficinas y las casas de sus comandantes fueron destruidas, un número desconocido de sus combatientes fue muerto, y fueron responsabilizados por la destrucción en el Líbano.
«El Líbano perdió, en donde un tercio de sus ciudadanos [tuvieron] que dejar [sus casas], sus infraestructuras fueron destruidas, y su economía fue perjudicada por el acoso y por el daño al turismo. Más de 1,000 personas fueron muertas y barrios enteros fueron destruidos…
«Cada uno [de los bandos] clama victoria basados en la derrota de su adversario. El resultado es que ningún bando [realmente] tuvo ningún logro, sino sólo fracasos que son considerados como logros del otro bando». [4]
* El propio Nasrallah admitió que el secuestro fue un error
‘Abd Al-Rahman Al-Rashed, CEO de la red de televisión Al-‘Arabiyya y ex jefe de redacción del diario en idioma árabe de Londres Al-Sharq Al-Awsat, escribió una respuesta a la entrevista de Nasrallah del 27 de agosto con la estación de televisión libanesa New Tv:»… Nasrallah anunció que la operación de [secuestro] fue un error de cálculo. Él declaró claramente que no hubiera autorizado esta operación si hubiera sabido la magnitud de la catástrofe que causaría. Ésta fue una declaración valiente de su parte… Al mismo grado que alabamos al líder de la resistencia por su valentía, su candor, y por el hecho que reveló la verdad, para que podamos condenar a aquéllos que quisieron distorsionar los hechos a los ojos de los ciudadanos árabes refiriéndose a la [operación del Hizbullah como un acto de] valor, como una jugada apropiada, como una opción estratégica, y como una guerra para la libertad. La verdad dolorosa es que el secuestro fue un gran regalo para Israel, que estaba esperando por los libaneses y por el Hizbullah en particular – porque la operación le concedió a Israel un ‘legítimo’ pretexto para invadir, bombardear, y matar, con los poderes que apoyaron o ignoraron [sus acciones]». [5]
* «La destrucción del Líbano nunca puede ser descrita como una victoria para el Hizbullah»
Ahmad Jarallah, editor de los diarios kuwaitíes Al-Siyassa y el Arab Times en inglés, que de forma consistente toman una postura anti-Siria e Irán, escribió en un editorial en el Arab Times: [6] «La destrucción del Líbano nunca puede ser descrita como una victoria para el Hizbullah. Después de la emisión de la Resolución 1701 por las Naciones Unidas, nadie tiene derecho a clamar victoria o jugar con las palabras para cambiar sus significados. Una vez más nosotros los árabes hemos sido derrotados en el Líbano. La responsabilidad por la destrucción del Líbano y por jugar con su futuro yace con un segmento del [pueblo] libanés, que está sirviendo a los intereses y codicia de Irán… Desgraciadamente Siria e Irán ven la resolución de las Naciones Unidas como parcializada. Esto significa [que] nuestro sueño de ver un Líbano estable está todavía lejos de hacerse realidad…
«En esta situación, no hay ningún sentido en hablar de victoria. La demanda de Siria de que la resolución de las naciones Unidas no refleja la magnitud de la victoria del Hizbullah es burlesca. Siria no puede clamar victoria, ya que oficialmente no combatió esta guerra – a menos que Damasco piense que el Hizbullah ha estado combatiendo su guerra. Si éste es el caso, debe denunciarse en términos inciertos.
* «Israel sólo puede ser derrotada a través de la ciencia y el conocimiento»
El Dr. Shamlan Yusuf Al-‘Isa escribió en el diario kuwaití Al-Siyassa: «El [pueblo] libanés se encuentra a si mismo solo en el campo de batalla. Ni los árabes ni [el resto de] los musulmanes dieron un paso para ayudarlos en su difícil hora. Las conversaciones sobre la defensa árabe mutua nunca se volvieron realidad… Hoy, está claro que los musulmanes moderados – representados por Egipto, Arabia Saudita, Jordania, los estados del Golfo, Marruecos y Túnez – estaban en lo correcto para exigir un inmediato cese de hostilidades y un fin a las temerarias e incalculables guerras.
«Como parte de nuestro apoyo para el nuevo Líbano, nosotros los árabes necesitamos [desarrollar] ahora una consciencia colectiva – humana, cultural y científica – qué respete al individuo y sus libertades. Es decir, debemos reconocer que somos retrógrados [viviendo] en países tercer mundistas retrógrados, y que Israel sólo puede ser derrotada a través de la ciencia y el conocimiento, y reconstruyendo al individuo árabe a través del desarrollo de los estados y sociedades árabes que son democráticas y respetan al individuo». [7]
Crítica a aquéllos que claman una victoria del Hizbullah
* «Los intelectuales árabes tienen un problema serio en [definir] el criterio a la victoria y a la derrota»
El redactor Muhammad Al-Seif escribió en el diario saudita Al-Iqtisadiyya: «La guerra que actualmente esta siendo emprendida en el Líbano ha mostrado que muchos de nuestros intelectuales árabes tiene un serio problema en [definir] el criterio para la victoria y la derrota. Algunos de ellos todavía están convencidos que el Hizbullah, a pesar de sus pérdidas, ha propinado una derrota humillante a Israel y ha estrellado el mito de Israel como un estado invencible.
«El problema se repite a si mismo, exactamente de la misma forma, en cada guerra combatida por los árabes. El criterio para la victoria es tal [como sigue]: Mientras el emblema, o el heroico comandante, todavía vive, [el resultado se pronuncia como] una victoria – sin considerar las consecuencias de la guerra para los pueblos [en términos al daño a] la propiedad y la pérdida de vidas y de capacidades. El ex Presidente egipcio Gamal ‘Abd Al-Nasser llevó a los árabes a una aplastante derrota en 1967, pero algunos de nosotros no lo percibimos como tal… A pesar de esta derrota, ‘Abd Al-Nasser retuvo [su condición] de símbolo árabe y [su imagen de] un líder árabe que no fue derrotado…
«No pienso que el Hizbullah ganó ninguna victoria en lo absoluto. El Líbano, en lugar del Hizbullah, sufrió pérdidas cuyo precio será pagado por el [pueblo] libanés». [8]
* «Israel ve la guerra realísticamente mientras los árabes continúan vendiendo ilusiones»
Qeinan Al-Ghamdi, ex editor del diario saudita Al-Watan, escribió: «[El Primer Ministro israelí Ehud] Olmert anunció que el cese de hostilidades fue una victoria diplomática [para Israel], y que él y su gobierno estaban a punto de entrar en un difícil [proceso de] auto examen de conciencia, que sería llevado a todos los niveles de la sociedad israelí. Al mismo tiempo, Hassan Nasrallah anunció una victoria histórica y estratégica. [Esta victoria fue lograda] a expensas del territorio del Líbano y el pueblo cuyo único crimen es [vivir en una tierra que es usada] por otras [fuerzas] como un campo de batallas para arreglar cuentas – y para anuncios pretenciosos.
«El [Presidente sirio Bashar] Assad, por su parte, no estaba satisfecho con esta embriagante ‘victoria estratégica e histórica’, qué él logró solo desde los primeros días de la guerra… La intoxicación de la victoria lo llevó a abrir frentes adicionales y verbales, vis-à-vis con otros regímenes árabes que la guerra había ‘expuesto’. Habiendo logrado su ‘victoria histórica’ en contra del enemigo histórico [e.d. Israel], y habiendo expulsado al enemigo y liberado los territorios [ocupados], decidió volverse a sus hermanos traidores para educarlos y enseñarles el significado del ‘honor’ y la ‘resistencia’, y el ‘idioma del poderoso’. Él también debió haber agregado el ‘idioma de los dinosaurios y [el concepto] de beneficiarse a expensas de las masas.
«Ésa es la diferencia [entre Israel y los árabes]. Israel ve la realidad [tal como es] y evalúa la información y las oportunidades sensiblemente, mientras los árabes mercadean ilusiones, santifican mentiras heroicas y adoptan la hostilidad para cubrir sus escándalos que ya no pueden ser ocultados». [9]
* Los libaneses se niegan a admitir la derrota para evitar responsabilizarse
En un artículo titulado «Quién Pagara el Precio de la Derrota», ‘Abd Al-Rahman Al-Rashed escribió en Al-Sharq Al-Awsat: «En nuestra región, [siempre que] alguien pueda ser derrotado, [la gente] lo carga alrededor en sus hombros y le llueven con deseos de longevidad. Nadie, sin excepción, paga [nunca] el precio. Lo que pasó en el Líbano fue una enorme tragedia, así lo etiquetemos ‘victoria’, ‘derrota’, o ‘constancia’. [Pero] yo no me imagino que nadie se responsabilizara. Al contrario, [el responsable] conseguirá imponer su mandato usando su maquinaría propagandística para justificar sus acciones, diciendo que lo que pasó previno que algo peor [ocurriera]. [El problema es que] el pueblo no tiene parte en comenzar o detener guerras. Nadie les pregunta… para abreviar, la opinión de millones de personas no lleva peso, incluso cuando sus vidas y las vidas de sus hijos están en riesgo.
«Todos en el Líbano hemos prometido que, después de la guerra, habrá una rigurosa investigación – pero esto solo son palabras vacías ya que nadie quiere [realmente] perder su postura. Hassan Nasrallah no renunciará ya que es el encabezado de un partido que no celebra elecciones; El [Primer Ministro libanés] Fuad Siniora no renunciara [tampoco], ya que no tuvo ningún papel en [tomar las decisiones concernientes a] la guerra y la paz. El gobierno no renunciará ya que no quiere reconocer la derrota, y aun si reconociera la [derrota] no estará de acuerdo en responsabilizarse por las aventuras del Hizbullah. Lo peor de todo es que nadie [tiene la voluntad] de llamarlo derrota, ni menos mencionar responsabilizarse [por esta]». [10]
«Existe una necesidad de formar un comité de investigación árabe»
En un artículo titulado «Comité de Investigación Árabe Investigará «Crisis del Líbano», ‘Abd Al-Mun’im Sa’id, director del Centro para la Investigación Política y Estratégica Al-Ahram, escribió en el diario del gobierno egipcio Al-Ahram: «Israel fue el único bando que inmediatamente entablo una investigación de lo que sucedió en [esta] crisis y en esta guerra. El [Primer Ministro israelí] Ehud Olmert reconoció que la actuación de Israel había sido insatisfactoria, y el Ministro de Defensa israelí Amir Peretz fijó un comité para investigar la actuación del ejército israelí. La prensa y el público en Israel [tampoco] estaban callados, pero criticaron la actuación del gobierno y el ejército. Toda la sociedad israelí se movilizó de un estado de solidaridad a [un proceso de] investigación y cuestionamiento…
«Por consiguiente, [nosotros también] debemos formar un comité de investigación árabe, oficial o extraoficial, que investigará la crisis y la guerra, tal como lo está haciendo Israel. [La investigación] planteará preguntas respecto a todo lo que pasó durante la guerra, desde el comienzo hasta el final. El primer tema podría ser la decisión [de comenzar] la guerra. Nasrallah dijo al comienzo de la guerra que su partido será la punta de lanza de la nación árabe y musulmana en liberar a Palestina. Quién lo nombró para este rol?… Aun si aceptamos [la denuncia] de que el Hizbullah está autorizado permanentemente por el gobierno libanés a continuar con la resistencia hasta que las Granjas Shab’a sean liberadas, [nosotros todavía podemos preguntar si] Hassan Nasrallah evaluó la situación correctamente cuándo decidió secuestrar a los soldados israelíes…
«[También] ha sido probado que el Hizbullah… no hizo nada que preparar el frente [libanés] en casa [para la guerra]. Cuando se le preguntó por esto, [Hizbullah] respondió que esto es responsabilidad del estado libanés, e.d. del bando que fue el último en conocer sobre la [amenaza] de guerra, tal como dijo el [primer ministro libanés] Fuad Siniora…
«Muchas preguntas [también] surgieron acerca de la actuación militar del [Hizbullah], tales como el por qué no disparó sus misiles Zilzal, Fajr-3 y Fajr-5, que [prometieron] disparar en venganza si Beirut era atacada. Después de todo, la capital libanesa fue atacada repetidamente, especialmente el vecindario sur dónde esta localizada la ‘entidad del Hizbullah’.
«[Y] la pregunta más importante de todas es por qué los cohetes usados por el Hizbullah eran de tal efectividad limitada que unos 30 cohetes tuvieron que ser disparados por cada víctima israelí ([algunas de estas víctimas] siendo árabes). Esta proporción hace que la guerra salga muy cara, y [deberíamos] considerar el equipar los cohetes con un mecanismo para mejorar su exactitud…» [11]
Acusaciones contra Siria e Irán
* Declaraciones de victoria de Siria e Irán demuestran su involucramiento en la guerra
Tareq Al-Humeid, editor de Al-Sharq Al-Awsat, escribió: «Nosotros no dijimos que esta guerra fue una guerra siria e iraní? Cualquiera que desee negarla lo puede negar, [y cualquiera que desee] dudarlo puede dudarlo… Nosotros notamos la cronología y el tono de los discursos hechos por el presidente sirio, que declaró su pleno apoyo al Hizbullah – después de la guerra, por supuesto – y exigió que no sea desarmado. [Y escuchamos los discursos del] presidente iraní, quien también habló ayer sobre la victoria del Hizbullah. Al mismo tiempo, un clérigo en Teherán amenazó atacar Tel Aviv con misiles iraníes que habían sido probados por el Hizbullah en el Líbano…
«Cuando el mundo dijo que ésta era una guerra siria e iraní, Teherán y Damasco negaron esto vehementemente. [Pero] ahora que la guerra ha finalizado, Nasrallah, Ahmadinejad y Assad han salido y anunciado una ‘victoria estratégica’. ¿De quien fue la victoria? del Líbano o [quizás] de Siria e Irán?… La verdad es que la guerra fue siria e iraní, [pero] el precio será pagado por el Líbano y por los países árabes que se oponen a las aventuras y a los aventureros…» [12]
* Hizbullah debe cortar sus lazos con Siria e Irán por la causa del Líbano
Muhammad ‘Ali Ibrahim, editor del diario del gobierno egipcio Al-Gumhuriyya, escribió: «Siria e Irán dijeron explícitamente que el Hizbullah había combatido en su lugar, y no en defensa del Líbano. La prueba es que [el Primer Ministro libanés Fuad] Siniora quien representa al legítimo y oficial [estado] libanés, aceptó la Resolución [1701] de las [ Naciones Unidas], mientras el [Ministro del Exterior iraní Manuchehr] Mottaki y el [Ministro del Exterior] sirio Walid Al-Muallem pensaron que el pueblo libanés y el gobierno [libanés] no estaban [autorizados] para aceptar la resolución internacional… las declaraciones de Siria e Irán revelan que están [intentando] hablar por el pueblo libanés, lo cual no es aceptable. También surgió que [Siria e Irán] no respetan los deseos políticos del gobierno libanés y están intentando imponer su [control] sobre las decisiones legítimas del Líbano…
«Ésta es la guerra realmente valerosa que el Hizbullah [debería estar luchando] – la guerra por la existencia del Líbano. El Hizbullah debe estar de acuerdo ahora… en volverse parte de un gobierno libanés que ejerce su soberanía desheredada de los dictados iraníes y las justificaciones sirias. O si no podemos dar por perdido al Líbano de por vida». [13]
Hizbullah después de la guerra
* La aceptación del Hizbullah como una organización armada ha llegado a su fin
En un artículo publicado en el diario del gobierno egipcio Al-Ahram, el redactor Hazem ‘Abd Al-Rahman discutió la importancia de la exigencia para desarmar al Hizbullah: «Se entiende claramente de la Resolución [1701] de que no puede aceptarse que una organización armada sea más poderosa que las fuerzas armadas del estado. [La resolución también clarifica] que la comunidad internacional se niega a hacer luz [del hecho] que el líder de esta organización usurpa [la autoridad del estado para hacer] decisiones respecto a la guerra y la paz… Lo más peligroso del modelo del Hizbullah es que converge el mensaje de que las milicias secretas y armadas, que [operan] fuera del marco [oficial] del estado, es la solución. [Según este acercamiento,] cualquier partido político u organización que este descontento con la política del estado debe [simplemente] formar una milicia y comprar armas – de contrabandistas de armas, de algún país malvado, o de algún país que quiere usar [esta milicia] para lograr sus objetivos. Los partidos políticos desamparan así su deber básico de dirigir la actividad política… y su meta se convierte en acumular un montón de armas y aniquilar a sus oponentes políticos y [a cualquiera que] discrepe con ellos». [14]
* «La resolución de las Naciones Unidas no impide que la resistencia continué»
El redactor libanés Hassan Hirdan escribió en Al-Hayat que la Resolución 1701 «no le impide a la resistencia continuar [sus operaciones] y de mantener sus armas. La razón de esto es simple: La resistencia está siendo conducida desde su propia tierra y entre su propio pueblo, y está sacando su legitimidad de la continua ocupación del suelo libanés. Si las fuerzas israelíes, con todo su poderío, no pudieron [suprimir a la resistencia], las fuerzas de la UNIFIL [ciertamente] no podrán hacer eso, [incluso] si deciden usar la fuerza en contra de la resistencia.
«La Resolución 1701… provocará por consiguiente un hudna [e.d. una tregua], provisto que Israel cumpla [con la resolución] y se retire de los territorios libaneses en los que entró el 12 de julio… [Pero] la tregua no durará mucho si Israel continúa ocupando las Granjas Shab’a y las colinas Kafr Shuba, [continúe] violando la soberanía libanesa [lagándose] a regresar a [estos territorios], y se niegue a liberar prisioneros a través de un [trato] de intercambio indirecto…» [15]
[1] Al-Ahram (Egipto), 4 de agosto, 2006.
[2] Al-Yawm (Arabia Saudita), 15 de agosto, 2006.
[3] Al-Ahram (Egipto), 13 de agosto, 2006.
[4] Al-Rai (Jordania), 17 de agosto, 2006.
[5] Al-Ahram (Egipto), 13 de agosto, 2006.
[6] Estos extractos son de una traducción en inglés del editorial en el portal del Times Árabe.
http://www.arabtimesonline.com/arabtimes/opinion/view.asp?msgID=1276, 4 de agosto, 2006.
[7] Al-Siyassa (Kuwait), 14 de agosto, 2006.
[8] Al-Iqtisadiyya (Arabia Saudita), 14 de agosto, 2006.
[9] Al-Iqtisadiyya (Arabia Saudita), 14 de agosto, 2006.
[10] l-Sharq Al-Awsat (Londres), 14 de agosto, 2006.
[11] Al-Ahram (Egipto), 21 de agosto, 2006.
[12] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 16 de agosto, 2006.
[13] Al-Gumhuriyya (Egipto), 14 de agosto, 2006.
[14] Al-Ahram (Egipto), 13 de agosto, 2006.
[15] Al-Hayat (Londres) 20 de agosto, 2006.