Introducción
En octubre, 2016 MEMRI publicó un informe explicando el significado de la frase ‘Allahu akbar’, lo cual significa «Alá es el más grande» y examinó el cómo y por qué los medios de comunicación occidentales lo malinterpretan y lo traducen de la forma incorrecta.
Esto fue demostrado más recientemente luego del ataque el 31 de octubre en Manhattan por Sayfullo Saipov, quien según testigos gritó «Allahu akbar» mientras conducía a gran velocidad un camión hacia una multitud de ciclistas y peatones en Manhattan, matando a ocho personas e hiriendo a casi una decena – cuando minutos después del ataque se informó que Jake Tapper de CNN dijo: «El cantico árabe de Allahu Akbar, Dios es grande, a veces es dicho en las circunstancias más hermosas y con demasiada frecuencia lo escuchamos en momentos como este».[1]
Tal como explica MEMRI en su análisis, la interpretación habitual de Allahu akbar como «Dios es grande» es engañosa y omite el aspecto de superioridad en la palabra akbar (que significa «más grande» o «grandioso» y no simplemente «grande») y empaña su referencia específica a Alá, y no a ninguna otra deidad. Traducir y entender esta frase como simplemente «Dios es grande» lo despoja de su aspecto crucial de la supremacía de Alá sobre todas las demás deidades. Este es el por qué a lo largo de la historia del Islam y hasta el día de hoy, Allahu akbar ha sido un grito de batalla vociferado durante ataques, incluyendo los ataques terroristas islámicos de hoy día y Sayfullo Saipov fue solo el último atacante en gritarlo.
Por supuesto que, cuando Allahu Akbar es utilizado, por ejemplo, por un sacerdote árabe cristiano, no es un grito de batalla yihadista. Pero cuando lo pronuncia un musulmán, siempre es una afirmación de la supremacía de Alá, ya sea en un contexto no violento o en un contexto violento.
Lo siguiente es el análisis realizado por MEMRI en octubre, 2016 al grito de Allahu Akbar explicando el cómo y por qué este es malentendido y traducido erróneamente en Occidente presentando también muchos ejemplos de su uso.
Traduciendo la frase «Allahu Akbar»
Traducir conceptos de un idioma a otro es tarea difícil. Traducir conceptos que no tienen equivalente al idioma destino es aún más difícil. El traducir conceptos religiosos para una cultura en la que la religión ha dejado de jugar un papel central en la vida del individuo y en la sociedad es la más difícil de todas.
Tal vez esta es la razón por la cual las expresiones idiomáticas religiosas islámicas que representan conceptos tales como ‘Allahu Akbar, la ilaha illa Allah’ e istishhad son erróneamente traducidos rutinariamente en los medios de comunicación estadounidenses.
El hecho de que los estadounidenses no comprendan los conceptos religiosos no aplica solo al Islam. Un malentendido similar ocurrió en 1993 entre las autoridades y el fundamentalista cristiano David Koresh, quien se refugió en un complejo remoto en las afueras de Waco, Texas, junto a decenas de sus seguidores, entre ellos mujeres y niños y un arsenal de armas. Asediado por las autoridades, que intentaron negociar con él, Koresh recitó profecías bíblicas sobre el Fin de los Días. Tratando de terminar pacíficamente el enfrentamiento, las autoridades le instaron a «No discutir temas religiosos ahora». Koresh, inmerso en sus creencias religiosas, solo pudo responder: «Pero la religión es vida y muerte». Fue un «diálogo de sordos», condenado a terminar como lo hizo, con la pérdida de muchas vidas inocentes.
El problema no es el de la relatividad lingüística, tal como fue discutido ampliamente en el siglo pasado por los renombrados lingüistas Edward Sapir y Benjamin Whorf[2] – ya que existen formas de transmitir el significado original dentro de una explicación adecuada y breve. En su lugar, se trata de la tendencia de los medios de comunicación de elegir la solución más fácil, es decir, traducirlo a lo que les resulte más familiar a los lectores, aunque no sea lo correcto.
La palabra istishhad denota un acto religioso de fe en el que un creyente se esfuerza por asesinar a tantos enemigos percibidos como pueda, pagando el precio de su propia vida,[3] como un medio para acercarse a Alá, los profetas, los justos y los mártires[4] en el Paraíso. El objetivo de este acto de fe, considerado bendito, es hacer que la religión de Alá sea suprema en la Tierra, en lo que el perpetrador cree es una imitación de las batallas del comienzo del Islam de la época del Profeta Mahoma y los cuatro califas justos. Este término a menudo es traducido de manera imprudente e inexacto como «suicidio», lo cual es un acto motivado por la desesperación personal y está prohibido en el Islam y por el cual una palabra diferente en árabe, intihar, está reservada para tal acción.[5]
Esta es también la razón por la cual ‘Allahu akbar’ y ‘la ilaha illa Allah’ – ambas declaraciones de fe que encarnan el concepto religioso de supremacía del Islam y de Alá – son traducidas erróneamente. Primero fue la lucha por establecer la supremacía del Islam monoteísta sobre los ídolos paganos de la Meca del siglo VII. Luego fue una lucha por la supremacía sobre otras religiones, incluyendo las monoteístas, en la Península Arábiga, que resultó en la expulsión de los no-musulmanes, tal como se relata en la compilación de hadiths en nombre del Profeta Mahoma: «Echaré fuera a los judíos y a los cristianos de la Península»[6] – una prohibición que está vigente hasta el día de hoy contra las instituciones religiosas no musulmanas. Luego fue una lucha contra otros imperios religiosos, tales como el persa y el bizantino. Sin embargo, la interpretación de ‘Allahu akbar’ en los medios estadounidenses como ‘Dios es grande’ omite el aspecto de superioridad en la palabra akbar (que significa «más grande» o «grandioso», no simplemente «grande») y desdibuja la referencia específica hacia Alá en lugar de otra deidad. Sobre el mismo tema, la illaha illa Allah es a menudo traducido en los medios de comunicación estadounidenses como «No hay dios sino Dios» (en lugar de «No hay dios sino Alá»). Omitir la supremacía de Alá sobre todas las otras deidades es una traducción errónea y además conduce a una falacia lógica, que recuerda los versos sin sentido de Carroll.
Una de las razones por estas traducciones erróneas es el hecho de que en el mundo occidental moderno la lucha por la supremacía entre las religiones ha cesado casi por completo y en la medida en que todavía existen, no es violenta. Por lo tanto, las declaraciones de fe religiosa que encarnan una lucha histórica continua por una supremacía religiosa divina carecen de una base conceptual religiosa/cultural moderna por la cual se entienda en Occidente y en consecuencia carecen de un equivalente lingüístico. Los medios de comunicación estadounidenses, ante el riesgo de no ser comprendidos al traducir estos conceptos islámicos, prefieren proveer una traducción aproximada, aunque estas sean inherentemente engañosas.
Esto no quiere decir que la frase Allahu Akbar sea pronunciada solo por yihadistas que continúan la lucha ancestral por la supremacía del Islam y de Alá. A lo largo de los siglos esta ha llegado a ser pronunciada por musulmanes no-religiosos también, e incluso por árabes cristianos. En muchos casos, esta posee una variedad de significados, que van desde la admiración por lo que se percibe como un maravilloso acto de Alá hasta una expresión de conmoción y horror frente a la calamidad.
Una traducción siempre debe reflejar el contexto, el interlocutor y su intención. Pero lo que sucede a menudo en los medios de comunicación estadounidenses es que cuando la frase Allahu akbar es dicha por un yihadista, se lo traduce como si lo hubiese dicho un musulmán no-religioso o un árabe cristiano. Esto es totalmente incorrecto. Y cuando tales traducciones erróneas ocurren una y otra vez, ya sea intencional o por ignorancia, se traduce en una tergiversación profundamente apologética del concepto y de su significado cultural y religioso.
Entonces, ¿cuál podría ser la solución? Una escuela de traducciones mantiene aferrarse al término original, seguido de una breve explicación de su significado, como por ejemplo, la palabra japonesa kamikaze. En este caso, esta solución fue tan efectiva que la palabra original ya no requiere explicación.[7] No existe ninguna razón por la cual el mismo proceso no debería ocurrir con la palabra istishhad, que con el tiempo pudiera llegar a ser tan conocida y comprendida como kamikaze.
La alternativa es que los medios de comunicación adopten un enfoque más profesional, traduzcan estos términos en cada caso de acuerdo al contexto específico, el interlocutor y el significado previsto y no se conformen con un término aproximado pero engañoso.
Este informe pretende dilucidar el término ‘Allahu akbar’ en su significado original, proporcionando ejemplos de su uso por yihadistas tomados de los archivos de MEMRI, basado en años de monitoreo y supervisión de los medios de comunicación árabes y musulmanes. Esto no quiere decir que MEMRI, en sus 18 años traduciendo decenas de miles de páginas de material de fuentes originales de los medios de comunicación árabes y musulmanes no haya caído a veces en la tentación de otorgarle prioridad para que sea entendido por un lector no experto. Incluso en el campo de la transliteración, hemos aceptado transliteraciones incorrectas porque eran comunes en los medios (por ejemplo, «Corán» en lugar de «Qur’an»). En muchos casos, utilizamos la palabra «operaciones de martirio» por «istishhad«, aunque el martirio es una traducción inexacta, ya que es un concepto cristiano de un individuo que acepta la muerte en lugar de abandonar sus creencias religiosas, mientras que el concepto islámico de istishhad en los tiempos modernos se refiere principalmente a asesinar enemigos a cambio del precio a pagar por la propia vida.
«Allahu Akbar» – Una expresión de la supremacía del Islam
El término Allahu Akbar encarna la lucha por la supremacía del Islam, Alá y los verdaderos creyentes: pasado, presente y futuro; real y simbólico; militar, cultural o por medio de fuerzas de la naturaleza controladas y dirigidas por Alá. Es el grito de guerra y el himno de esta lucha por la supremacía. La victoria para los musulmanes es la victoria del Islam y del monoteísmo y es la victoria de Alá sobre los dioses falsos. La victoria proviene de Él y aprueba su supremacía. Este fue el significado principal del término en los primeros siglos del Islam. Hoy es la marca de los islamistas y yihadistas, así como también de todos los que desean restaurar la antigua grandeza de los imperios islámicos, donde «la media luna siempre debe estar por encima de la cruz», tal como lo describe un activista de la Hermandad Musulmana en Nueva York Ayat Oraby.[8]
Vale la pena señalar que Allahu akbar es pronunciado tanto por los yihadistas sunitas como por los líderes chiitas de la República Islámica de Irán (que fue establecido como un «estado islámico» mucho antes del EIIS). En todo sermón principal pronunciado por el Líder Supremo de la República Islámica de Irán, la multitud, compuesta por miles y en ocasiones decenas de miles, vocifera «Allahu akbar» junto a la frase «Muerte a Estados Unidos» y «Muerte a Israel». Véase, por ejemplo, los videos de MEMRI TV Clips 4154, 5075 y 5011.
¿Bajo qué circunstancias es «Allahu Akbar» vociferado por los yihadistas?
Tal como se informó ampliamente en los medios de comunicación occidentales, los perpetradores de ataques terroristas se les escucha gritar comúnmente la frase «Allahu akbar«. La llamada de Allahu akbar también es común entre los combatientes del EIIS durante las decapitaciones (ADVERTENCIA – ALTAMENTE GRÁFICO: Robert Hall; John Ridsdel; Nicholas Berg; y Jacques Hamel) y otros tipos de ejecuciones (tales como niños que le disparan a espías acusados, videos de MEMRI TV Clips 5028, 4718, 4889 y 5048)
Se escucha en videos de combatientes del EIIS, registrando el derribo de aviones enemigos (MEMRI TV Clip 5556, y aquí y allí), o cuando un vehículo lleno de explosivos alcanza su objetivo enemigo, anticipando la explosión (MEMRI TV Clip 1037). En el Estado Islámico, incluso la reintroducción de castigos islámicos se percibe como una victoria para el Islam, que merece cánticos de «Allahu akbar«, como en el castigo de los homosexuales que son arrojados a su muerte desde lo más alto de un tejado, o en ceremonias de lapidación de mujeres acusadas de adulterio (MEMRI TV Clip 4558).
Los propios yihadistas se relacionan con la frase Allahu Akbar como un grito de guerra, garantizando victoria como en los tiempos del Profeta, como la «Marsellesa de las conquistas árabes», como la «bomba nuclear» de los musulmanes y como a lo que le teme más el «Oriente comunista y el Occidente capitalista».[9]
De hecho, es común que los combatientes del EIIS vociferen «Allahu akbar» durante las decapitaciones de sus enemigos. Para obtener un informe completo de los actos del EIIS sobre el tema de los castigos religiosos islámicos: decapitaciones, crucifixiones, lapidaciones, incineraciones, ahogamientos, lanzamiento desde lo más alto de edificios, véase Investigación y Análisis No. 1218 de MEMRI. Lo siguiente son varios ejemplos:
Para ver el resto del despacho en inglés junto a las imágenes, videos. Ejemplos copie o pulse el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/allahu-akbar-%E2%80%93-allah-greatest-%E2%80%93-jihadi-battle-cry-0
*Yigal Carmon es presidente de MEMRI.
[1] Dailycaller.com/2017/10/31/cnns-jake-tapper-calls-allahu-akbar-beautiful-after-terrorist-attack-video/, 31 de octubre, 2017.
[2] Www1.icsi.berkeley.edu/~kay/Kay&Kempton.1984.pdf.
[3] Se relata que en una de las batallas del Ridda (alzamiento de algunas de las tribus musulmanas contra el primer califa Abu Bakr, teniendo como objetivo abandonar el Islam luego de la muerte del Profeta Mahoma) Al-Baraa bin Malik Al-Ansari, uno de los compañeros del Profeta, se ofreció para ser catapultado al castillo de los enemigos y de esta manera abrir las puertas desde dentro, permitiendo a los musulmanes irrumpir en el castillo asediado, sacrificando así su propia vida por el Islam (Islamstory.com/ar/%D8%A7%D9%84%D8% A8%D8%B1%D8%A7%D8%A1_%D8%A8%D9%86_%D9%85%D8%A7%D9%84%D9%83). Este acto fue denominado inghimas. En este caso, la única vida sacrificada fue la suya. La táctica de asesinar a muchos por el bien del Islam a través de una persona que lleva puesto un cinturón de explosivos o conduce un automóvil con un artefacto explosivo es nueva, pero se remonta a los días formativos del comienzo del Islam.
[4] Respecto a la palabra «mártires» que significa shuhada en árabe: La palabra en inglés que estamos utilizando, «mártires», no es exacta, ya que el concepto de martirio es tomado del cristianismo, el cual posee un concepto diferente de martirio, tal como se explicará en esta introducción.
[5] La historia registra casos en los que el sacrificio de la vida por un «bien mayor» no necesariamente tiene una motivación religiosa. Algunos de esos sacrificios tenían una motivación nacionalista, como algunas operaciones fiduciarias a finales de la década de 1950 y en la de 1960 y tampoco debieron denominarse «operaciones suicidas». El fenómeno con el que estamos tratando hoy está motivado por motivos religiosos.
[6] Grabado por Muslim, Alifta.net/Fatawa/fatawaDetails.aspx?BookID=1&View=Page&PageNo=1&PageID=773&languagename.
[7] Irónicamente, en los medios de comunicación italianos «kamikaze» a menudo se aplica a lo que sucede en el mundo árabe y musulmán. En lugar de explicar el significado islámico religioso original de «istishhad«, utilizan un término tomado de una cultura y un lenguaje diferentes y distantes.
[8] Véase MEMRI TV Clip No. 5691, Activista egipcio-estadounidense en Nueva York Ayat Oraby pide boicotear económicamente a los coptos: La media luna siempre debe estar por encima de la cruz.
[9] El partidario del EIIS en el Reino Unido Anjem Choudary explicó en un tuit: «Los huracanes, las inundaciones y los tornados son soldados de Alá que Este lanza contra aquellos a quienes desea castigar o despertar» y a esta declaración le agrega la frase «Allahu akbar!» Véase el Despacho Especial No. 5035 de MEMRI