Introducción

El 10 de abril, 2020 Teherán recibió con beneplácito la designación de Mustafa Al-Kadhimi, el jefe de los servicios de inteligencia pro-estadounidense-iraquí como su nuevo Primer Ministro, una decisión alcanzada con el consenso entre los diferentes grupos políticos en Irak. Abbas Mousavi, vocero de la cancillería de Irán, dijo en un comunicado que la designación de Al-Kadhimi es «el paso correcto en la dirección correcta», deseándole muchos éxitos en su misión de satisfacer las demandas del pueblo iraquí.[1]

Iraj Masjedi, el embajador iraní en Bagdad, declaró de manera similar que «Irán apoya el nombramiento de Mustafa al-Kadhimi como nuevo primer ministro de Irak» y que el país «lo ve como algo muy positivo».[2] Al comentar sobre la noticia, la agencia de noticias estatal de Irán Tasnim, anticipó que Al-Kadhimi logrará formar un gabinete dentro de los 30 días obligatorios a su nombramiento.[3]

La bienvenida de Irán a la designación de Al-Kadhimi fue tomada como sorpresa. Solo unas semanas antes de ser nombrado, grupos políticos respaldados por Irán acusaron a Al-Kadhimi de proveer a los Estados Unidos con las acciones de inteligencia que facilitó el ataque aéreo perpetrado el 3 de enero, 2020 que acabó con la vida del comandante de las Fuerzas Qods de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) Qassim Soleimani y del Subcomandante de las Unidades de Movilización Popular (UMP) Abu Mahdi Al-Muhandis.[4]

El nuevo primer ministro designado iraquí Mustafa Al-Kadhimi (Fuente: Twitter.com/malimusawi)

Si este logra formar un gabinete, Al-Kadhimi pudiera muy bien frustrar el objetivo final de Irán de expulsar a las tropas estadounidenses de Irak, una posibilidad a la que Teherán y sus agentes-estados en Irak han señalado repetidamente y en voz alta desde sucederse el fallecimiento de Soleimani.

Un gobierno iraquí encabezado por Al-Kadhimi y apoyado por los Estados Unidos También pudiera amenazar la economía de Irán, apoyada en Irak como el último recurso vital. También pudiera amenazar su ruta de suministro por tierra hacia Siria.

Ante toda esta situación, la reacción positiva expresada por los funcionarios iraníes y por los medios de comunicación plantea algunas preguntas serias sobre qué pudo haber provocado el cambio de tono de Teherán y si su aceptación a un primer ministro iraquí pro-Estados Unidos señala un cambio general en su política en Irak y en el resto de la región.

¿Qué llevó a Irán a aceptar a Al-Kadhimi?

Para responder a esta pregunta, uno debe mirar hacia atrás en los eventos recientes que llevaron a que Irán aceptara la postulación de Al-Kadhimi.

Primero, la extensa intromisión de Irán en los asuntos internos de Bagdad ha provocado una creciente oposición política y pública, tal como lo demuestran las protestas anti-gubernamentales que duraron meses y que dieron como resultado la renuncia de uno de los aliados más cercanos de Irán en Irak – el Primer Ministro Adel Abdul Mahdi, quien estuvo en el poder menos de un año. Mahdi es ampliamente acusado de realizar tratos internos que sirvieron a intereses estratégicos y a la economía de Irán y expandieron la influencia de las facciones de las UMP dentro del estado iraquí.[5]

Segundo, en medio de las protestas anti-gobierno, supuestamente oprimidas por grupos respaldados por Irán, se produjo el ataque aéreo estadounidense que eliminó del mapa a Soleimani y a Al-Muhandis. Irán no ha podido hallar los reemplazos correctos para los dos hombres y por ende, no logró garantizar su firme control sobre los partidos y las milicias chiitas en Irak.

El nuevo comandante de las Fuerzas Quds del CGRI Ismael Qanni, hasta ahora ha demostrado que no puede calzar los zapatos de su predecesor. Su reciente visita a Bagdad el 2 de abril para unificar a los grupos chiitas en rechazar un candidato pro-estadounidense al cargo de primer ministro demostró ser un fracaso.[6]

Tercero, el asesinato de Soleimani y Al-Muhandis sirvió como comienzo a la fragmentación dentro del escenario de las UMP. El síntoma más obvio de esta fragmentación fue la retirada de las facciones alineadas del Gran Ayatolá Ali Al-Sistani de las UMP y su plan posterior para fusionarse con las fuerzas de seguridad iraquíes.[7]

Cuarto, la retirada de las bien equipadas y entrenadas facciones de Al-Sistani de las UMP también señaló la terminación del fatua de Al-Sistani del año 2014, lo que obligó a todos los hombres iraquíes capaces, a alzarse en armas en contra del EIIS. Irán aprovechó ese fatua para ayudar a establecer las UMP como una entidad existente fuera de la autoridad del estado iraquí en su lucha contra el EIIS. La terminación del fatua despoja a las UMP de la cobertura de legitimidad religiosa, que han estado utilizando indebidamente para apuntar intereses estadounidenses en Irak, lo que les hace vulnerables a que sean legalmente responsables por ello.

Quinto, los esfuerzos de las facciones de las UMP para superarse mutuamente expresando su lealtad a Teherán dieron lugar a crecientes disputas entre ellos sobre el tema de quién sucederá a Al-Muhandis, además de perjudicar y dañar aún más la capacidad de Irán en acordar el cómo abordar la presencia de Estados Unidos en el país.

Sexto, las facciones de las UMP habían comenzado a mostrar signos de su temor a las represalias por parte de los estadounidenses, tanto que comenzaron a negar su participación en los recientes ataques con cohetes contra la embajada estadounidense o a las bases militares iraquíes que albergan a las tropas estadounidenses.

Las facciones obviamente temen enfrentar el mismo destino que Soleimani y Al-Muhandis. Esto ha limitado las opciones de Irán en atacar a las tropas estadounidenses.[8] De hecho, algunos de los agentes-estado de Irán fueron aún más lejos y denunciaron ataques con cohetes contra las tropas e intereses estadounidenses. Por ejemplo, la coalición pro-Irán Fatah condenó los tres cohetes que aterrizaron cerca de la instalación de servicio petrolera estadounidense Halliburton, diciendo que tales ataques «le causan graves daños a la economía iraquí».[9]

Séptimo, Teherán también se ha dado cuenta de que cualquier ataque contra las tropas estadounidenses en Irak provocará una severa represalia militar de Washington, que apuntará no solo a los agentes-estado de Irán en Irak, sino también al propio Irán. Los funcionarios iraníes entendieron totalmente el mensaje del Presidente Donald Trump cuando tuiteó el 1 de abril que Irán y sus representantes pagarán muy caro si las tropas o activos estadounidenses en Irak fuesen atacados.[10]

Octavo, la táctica alterna infructuosa de Irán de crear grupos armados iraquíes ficticios tales como la Liga de Revolucionarios o Pueblo de la Cueva y culparlos por los ataques con cohetes contra las tropas estadounidenses ha demostrado tener poco impacto, si es que tiene alguno, en presencia de las fuerzas estadounidenses en la región. Acusar a estos grupos también demuestra el deseo de Irán de disociarse de los ataques ocurridos más recientemente.[11]

En este sentido, tres grupos de milicias chiitas previamente desconocidos han surgido en abril: Usbat Al-Thaereen [Liga de Revolucionarios], Asehab Al-Kahf [Pueblo de la Cueva] y Qabdat Al-Huda [El Puño Guía]. Los tres grupos han amenazado en contra de la presencia estadounidense en Irak, incluyendo videos que muestran imágenes de drones sobre la Zona Verde de la Embajada estadounidense en Bagdad[12] y la base militar Ain al-Assad, la cual alberga a las tropas estadounidenses en Anbar.[13]

Por último, además de todos estos factores paralizantes, la crisis del COVID-19 ha provocado una fuerte caída en los precios del petróleo, agravando aún más las dificultades económicas de Irán e inhibiendo la capacidad de Irán para avanzar en sus objetivos en Irak.

¿Indica un cambio en la política de Irán en Irak y el resto de la región el que Irán haya aceptado endosar a Al-Kadhimi?

Rusia, Estados Unidos, Turquía e Israel han tomado medidas para limitar la capacidad de Irán de controlar Siria e Irak como parte de su alcance en influencias. Y sin embargo, Irán ha demostrado antes de que sabe cómo convertir las amenazas contra este en oportunidades para garantizar la supervivencia del régimen y salvaguardar su influencia regional.

Al reconocer sus debilidades y su reciente fracaso en Irak, el respaldo de Irán a Al-Kadhimi se presenta como parte de un nuevo enfoque pragmático, que sin embargo se limita a Irak y no al resto de la región.

Aun así, aunque Irán aparentemente aceptó la designación de Al-Kadhimi en Irak, este continuará obstruyendo su tarea de formar un gobierno. En sus esfuerzos por hacerlo, Irán utilizará tácticas dilatorias y amenazará con que si el nuevo primer ministro no expulsa a las tropas estadounidenses de Irak a través de canales diplomáticos, los representantes de Irán recurrirán a la fuerza una vez más.[14]

También debe esperarse que Irán tome medidas encubiertas en sus esfuerzos por deshacerse de sus principales oponentes, que pueden continuar amenazando la hegemonía iraní en Irak: el Presidente Barham Saleh y su protegido, el primer ministro designado Mustafa Al-Kadhimi.


[1] Tasnimnews.com, 9 de abril, 2020.

[2] iraqakhbar.com, 11 de abril, 2020.

[3] tasnimnews.com, 12 de abril, 2020.

[4] Véase la serie de MEMRI Despacho Especial Nº 8602 – Batalla por el cargo de primer ministro en Irak: Facciones chiitas respaldadas por Irán buscan marginar a Al-Sistani, obstruir el nombramiento del jefe de los servicios de inteligencia pro-estadounidenses Al-Kadhemi como primer ministro, e intenta restablecer al pro-iraní Abdul Mahdi, 3 de marzo, 2020.

[5] Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 8483 – Tras su llamado a poner fin a la presencia militar estadounidense en Irak, Adel Abdul-Mahdi busca ser reinstaurado como primer ministro de Irak con el apoyo de legisladores pro-Irán, 29 de enero, 2020.

[6] Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No 8491 – Comandantes de las milicias chiitas en Irak continúan amenazando a las fuerzas estadounidenses mientras buscan remendar sus divisiones internas, 13 de enero, 2020.

[7] Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No.8648 – Fuerzas políticas anti-Irán en Iraq se movilizan para liberar a Irak de una década de sumisión a la hegemonía iraní, 19 de marzo, 2020.

[8] Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 8526 – Elementos pro-Irán y respaldados por Irán en Irak niegan responsabilidad por ataques a objetivos estadounidenses, 27 de enero, 2020.

[9] Almayadeen.net, 6 de abril, 2020.

[10] Twitter.com/realDonaldTrump, 1 de abril, 2020.

[11] Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 8640 – Nueva táctica iraní: Grupo desconocido emite declaración de responsabilidad por ataques contra las fuerzas estadounidenses en Irak, 16 de abril, 2020.

[12] Véase el informe del PSATY en MEMRI – Grupo iraquí amenaza a la embajada de Estados Unidos en Bagdad: ‘Nuestros ojos están supervisando todos sus movimientos’, 3 de abril, 2020.

[13] Véase el informe del PSATY en MEMRI – Liga de Revolucionarios publica video que amenaza con atacar base militar iraquí que alberga a las tropas estadounidenses, 9 de abril, 2020.

[14] Véase el video del portal MEMRI TV No. 7939 – Analista político iraní Emad Abshenas: Si el gobierno iraquí no expulsa a las fuerzas extranjeras de Irak, el frente de la resistencia iraquí no dudara en atacar a soldados, diplomáticos y a empresarios estadounidenses, 13 de abril, 2020.