En un artículo en el portal en inglés del diario Al-Ahram el 19 de julio, 2015 titulado «El Trato con Irán: Un Beso de Muerte Potencial para el Liberalismo en el Medio Oriente», [1] la bloguera y comentarista política egipcia Nervana Mahmoud arremetió contra la declaración, dada entre otras cosas por el Presidente estadounidense Barack Obama y otros en su gobierno, de que el acuerdo en materia nuclear con Irán fortalecerá a elementos moderados en ese país. [2] Ella escribe que, en lugar de promover a los liberales, el acuerdo sólo reivindicara el actual liderazgo teocrático de Irán, poniendo fin al aislamiento de este. También le transmitirá a otros regímenes autoritarios de la región que los Estados Unidos probablemente pasen por alto su ofensiva contra los disidentes mientras alienta a los movimientos islamistas a emular a Irán acogiéndose al extremismo. Mahmoud acusa al gobierno de Obama de promover el antiliberalismo definiendo como moderado a «cualquier grupo, entidad o estado dispuesto a mostrar pragmatismo y cooperación con los Estados Unidos, independientemente de las acciones intolerantes de ese estado sobre el terreno».
A continuación se presentan extractos de su artículo:
Nervana Mahmoud (Imagen: Nervana1.org)
El trato reivindica el modelo teocrático de Irán
«Después de 12 años de propuestas diplomáticas y 20 meses de duras negociaciones, la Irán teocrática y los poderes del mundo han llegado a un acuerdo en materia nuclear que, independientemente de sus potenciales ventajas, es sin duda una victoria para el antiliberalismo inteligente y un potencial beso de muerte para las perspectivas de las democracias liberales y pluralistas en el Medio Oriente.
«Ambos los antiliberales islamistas chiitas y sunitas y los antiliberales autócratas no-islamistas podrán recibir un enorme impulso del acuerdo.
«Hace algunos años, contra cualquier consejo, visité la República Islámica de Irán. Para mi sorpresa, me encontré con un país vibrante, con mucha juventud liberal ansiosa por libertad y democracia. Estos jóvenes pueden ahora celebrar el levantamiento de las sanciones y el final al aislamiento, pero es dudoso que el acuerdo en materia nuclear reduzca la profunda brecha entre ellos y sus gobernantes teocráticos.
«Para los mullah en Irán, el acuerdo en materia nuclear es un reconocimiento indirecto de Occidente de que su modelo anti-modernidad es viable y exitoso. El Presidente estadounidense Barack Obama puede ser genuino en sus esperanzas de que Irán abandone su «camino de violencia e ideología rígida» tras este «acuerdo histórico», pero sus esperanzas pudieran desvanecerse en sólo ilusiones.
«El régimen – ahora menos aislado, posee menos incentivos para acoplar el abandono acordado a su programa nuclear abandonando lo que ve como una ideología mucho más exitosa que la anterior». Muchos comentaristas han señalado que el acuerdo no podría haber llegado en peor momento para el mundo árabe. Con tensiones sectarias abiertas en muchos países árabes, un Irán islámico fuerte sólo inspirará a otros grupos políticos islámicos a tratar de igualar el de los mullah.
«La influencia regional de Irán en el Líbano, Irak, Siria y Yemen sólo estimulará un movimiento contrario a las fuerzas que comparten una creencia esencial en el islamismo, pero difieren en su interpretación sectaria. Desde 1979, el islamismo sunita ha aprendido una lección importante de Irán: ‘Si, podemos’ – un lema que los islamistas promueven en silencio, mucho antes de que Obama pronunciara esas palabras en el 2008.
«Los islamistas árabes vieron a la teocrática Irán como un modelo perfecto para cumplir su sueño de gobernar a las sociedades musulmanas. El nuevo acuerdo en materia nuclear añadirá dos lecciones adicionales y la democracia liberal no es una de ellas – el antagonismo y los grupos de presión en Washington…
«El sábado pasado Ahrar Al-Sham, un grupo que combatiente insurgente islamista sunita en Siria, publicó un artículo en el Washington Post afirmando creer en ‘un futuro moderado para Siria’. Charles Lister, profesor visitante en el Instituto Brookings, examinó su reclamo: ‘Ahrar Al-Sham ha sido uno de los aliados militares más consistentes del grupo afiliado a Al-Qaeda Jabhat Al-Nusra’. La publicación del artículo en sí mismo indica cómo algunas personas en los pasillos del poder en Washington están dispuestas a dejarse llevar por la narrativa de Ahrar.
«La implicación de Siria no podía ser más seria. Siria continuará siendo despedazada entre dos fuerzas mutuamente excluyentes sunitas contra las chiitas; Muchos de ellos son radicales, despiadados y antidemocráticos. De alguna manera, el gobierno de Obama parece no ver ningún problema en abarcar a ambas… ‘Sin embargo, el abrazar tácitamente la lucha de las milicias chiitas radicales contra los grupos sunitas radicales tales como el Estado Islámico (EIIS), mientras pretenden que otros radicales tales como Ahrar Al Sham son moderados, no parece ser un buena estrategia».
Ambos autócratas árabes y sus opositores islamistas atraerán para sí lecciones peligrosas al trato
«En Egipto, ni el haber eliminado a Hosni Mubarak ni el derrocamiento de Mohamed Morsi ha producido una democracia liberal. Por otra parte, un sector importante de la Hermandad Musulmana, a pesar de su antipatía por el islamismo chiita, ha comenzado a ver el modelo iraní como el camino a seguir para recuperar el poder.
«Ellos atribuyen erróneamente su fracaso en dirigir el país durante el mandato de Morsi a lo que describen como su ‘imposibilidad de aceptar una política revolucionaria’. La violenta expulsión de sus oponentes en 1979 es vista como ‘un modelo’. Además, la Hermandad Musulmana y sus partidarios continuarán haciendo lobby en Washington, con la esperanza de que la proyección de su desafío al estilo iraní convencerá a la administración Obama a que ejerza presión sobre el liderazgo en el Cairo a fin de modificar su postura hacia el grupo.
«Por otro lado, muchos de los partidarios del Presidente Abdel Fattah Al-Sisi utilizarán a Irán como pretexto para justificar más represión contra los opositores y argumentaran que las potencias mundiales, quienes están dispuestas a levantar las sanciones en contra del régimen iraní, a pesar de los 36 años de un mandato implacable, no tienen autoridad moral para juzgar a Egipto.
En su discurso en el Cairo en el 2009, el Presidente Obama abogó por la tolerancia, el respeto a las minorías y por la libertad religiosa. También dijo que las elecciones por sí solas no constituyen una verdadera democracia.
«Ahora, tal como Hisham Melhem, jefe del buró del canal de noticias Al Arabiya en Washington, ha señalado, ‘después de casi seis años y medio de tratar de influir en los acontecimientos en el Medio Oriente, el Presidente Obama tiene muy poco que mostrar por ello salvo el acuerdo en materia nuclear con Irán’. Más alarmante, el presidente estadounidense parece haber bajado las expectativas y ahora está dispuesto a aceptar una definición más suave moderada para incluir a cualquier grupo, entidad o estado dispuesto a mostrar pragmatismo y cooperación con los Estados Unidos, independientemente de las acciones intolerantes de ese estado en el terreno’.
«Existen razones intrínsecas detrás de las metástasis de conflictos sectarios y étnicos que siguieron a la fracasada corriente del despertar árabe. No es nada razonable esperar que los Estados Unidos ‘compongan’ la región; sin embargo, es peligroso para los Estados Unidos otorgarle un poder antiliberal a una región que sufre principalmente como consecuencia de sus actores no liberales. Sería una lástima si el Presidente Obama cayera en los libros de historia como el hombre que trastabilló con el botón de alarma del contra-antiliberalismo de Occidente y abrazó a los enemigos del liberalismo en el Medio Oriente».
[1] English.ahram.org.eg 19 de julio, 2015.
[2] Véase por ejemplo la entrevista de Obama en Al-Sharq Al-Awsat (Aawsat.net, 13 de mayo, 2015) y también con la Radio Nacional Publica (Npr.org, 7 de abril, 2015).