Un debate público está siendo llevado a cabo en Túnez sobre el permiso escrito dado a los judíos de Israel a fin de que visiten la sinagoga El Ghriba en la isla de Djerba, al sureste de Túnez para las próximas fiestas judías de Lag Baomer, que cae este año el 17 de mayo. Este acuerdo fue efectuado antes de la revolución de la Primavera Árabe en Túnez. La sinagoga, considerada una de las más antiguas del mundo, está vinculada a las tradiciones milagrosas que la han convertido en un lugar de peregrinación para los judíos y no judíos por igual; en el 2002, fue el blanco de un ataque terrorista en el que fueron asesinados 16 turistas.

El debate se intensificó tras los informes de que a finales de abril unos 60 turistas israelíes fueron autorizados a desembarcar de un crucero atracado en el puerto de La Goulette en Túnez y visitar una serie de otras ciudades tunecinas; previamente, a los israelíes sólo se les había permitido ir a Túnez a través del aeropuerto de Djerba.[1]

El 9 de mayo del 2014, el parlamento tunecino discutió el asunto, luego que los parlamentarios exigieron el despido del Ministro de Turismo Amel Karboul y la Viceministro del Interior Ridha Sfar alegando que promovían la normalización de relaciones con Israel. Sin embargo, sólo 80 de los 109 diputados necesarios apoyaron la acción[2] Cabe mencionar que algunos de los diputados que al principio apoyaron el movimiento luego dieron marcha atrás su decisión; entre ellos miembros del mayor partido del parlamento tunecino, Al-Nahda, asociado con la Hermandad Musulmana (HM).[3]

Lo siguiente es una revisión del apoyo y oposición al permiso dado a los judíos de Israel para entrar en Túnez, junto a extractos de un artículo de opinión sobre el tema por el escritor Ahmed Maghrabi.


La sinagoga El Ghriba (imagen: http://lemarsh.wordpress.com)

Seguidores: El turismo israelí beneficiará a la economía

El primer ministro Mehdi Jomaa argumentó que permitirles a los israelíes entrar en el país beneficiaría la economía.[4] Este dijo que «la temporada de peregrinación a la [sinagoga] El Ghriba debe ser exitosa a fin de no perjudicar la temporada turística»,[5] y subrayó que «la práctica de permitir que los israelíes entren al país existe desde hace años en capacidad oficial». Añadió, sin embargo, que su gobierno «estaba tratando transparentemente el tema». El ministro de Turismo Amel Karboul dijo que el éxito de la peregrinación podría ayudar la temporada de turismo y «la imagen de Túnez, y puede servir como un indicador de la seguridad y la estabilidad del país».[6]

Esta postura recibió el apoyo sustancial de Rached Al-Ghannouchi, presidente del Partido Al-Nahda asociado a la HM, quien dijo que «la peregrinación a Djerba tiene lugar todos los años, y los gobiernos anteriores han estado de acuerdo con esta». Sin embargo, Al-Ghannouchi destacó que Túnez apoya al pueblo palestino, «apoya sus derechos… y se opone a la normalización de relaciones [con Israel]».[7]

Oponentes: La acción constituye la normalización de relaciones con Israel y daña el honor palestino

El bando opuesto a la autorización concedida a los israelíes incluye al Ministro del Interior Lotfi Ben Jeddou y varios diputados.[8] Un diputado del Presidente tunecino Moncef Marzouki del partido Congrés pour la République (CPR), Selim Ben Hmidane, le dijo a Aljazeera.net, «El lema de la Túnez Post revolución es que el honor va antes que el pan, y que la normalización de relaciones es una línea roja».[9] El parlamentario Azad Bady del Movimiento Wafa dijo que «el éxito de la temporada turística no requiere de la normalización de relaciones ni tampoco con los que acogen a los que legitimaron el derramamiento de sangre de nuestros hermanos en Palestina y se robaron nuestra tierra y el honor».[10]

Esta no es la primera vez que elementos en el parlamento tunecino han intentado aprobar resoluciones en contra de la normalización de relaciones con Israel, pero hasta ahora no han tenido éxito. Por ejemplo, hace varios meses, un grupo de diputados exigió la adición de un artículo a la constitución rechazando la normalización de relaciones con Israel, pero el parlamento la rechazó.[11] Por otra parte, cuando Amel Karboul fue nombrada ministra de turismo en enero del 2014, los diputados exigieron que fuese despedida porque había visitado Israel en el 2006. Karboul presentó efectivamente su renuncia, pero el primer ministro Jomaa no la aceptó.[12] Sin embargo en marzo del 2014, las autoridades tunecinas detuvieron a 14 israelíes que desembarcaron de un crucero anclado en Túnez, afirmando que no tenían los permisos correspondientes.[13]

Escritor de ‘Al-Hayat’: Apoyo las visitas de los israelíes pero me opongo a la empresa sionista

Ahmed Maghrabi declaró en el diario de Londres Al-Hayat que apoya el turismo israelí en Túnez, calificándolo de testimonio «al legado perdurable del pueblo tunecino» y a su apertura y capacidad de separar la fe judía de «la empresa la ocupación israelí». Agregó que la gente solía tener en cuenta esta distinción, sobre todo en el norte de África, y que esto habilitó a los judíos a unirse a los líderes políticos de esos países y participar en las luchas de sus pueblos.

Maghrabi subrayó que el conflicto con Israel es nacional y cultural, no religioso, y que, por tanto, los árabes deben hacer una clara distinción entre la religión judía y la «empresa de los asentamientos sionistas» – una distinción que él dice enfurece a Israel más que cualquier otra cosa. También deben abstenerse de dirigir sus críticas a temas como la peregrinación judía o como el Holocausto, porque esto hace el juego de la propaganda sionista que utiliza el Holocausto para justificar la ocupación. También sostuvo que las críticas dirigidas a Israel por judíos de todo el mundo e incluso en el propio Israel es la medida más eficaz contra la explotación del Holocausto y sus «acciones racistas» contra los palestinos. Este escribió:[14]

«No hay nada más triste que ver árabes cargando con el peso de los demás… y voluntariandose para estrangularse a sí mismos y exacerbar sus propias catástrofes por el bien de causas que no son las suyas. ¿No es este el caso con el debate equivocado relacionado con la judía peregrinación a Túnez, [La peregrinación] que se ha convertido en parte del legado perdurable del pueblo tunecino y [su habilidad] para ver la religión desde una perspectiva cultural más amplia? ¿No hemos aprendido nada de la [tendencia general de los árabes a] servir apasionadamente a las causas no-árabes involucrándonos nosotros mismos en trágicas discusiones sobre el Holocausto? [por ejemplo] Cuan tragicómico es el hecho que el nazismo de Hitler en Alemania, bajo la bandera de la supremacía aria, llevó a cabo la atroz masacre del Holocausto – y que los árabes ahora defienden las acciones de racismo de Hitler y su fanatismo nazi ario? Esta tragedia llega a un crescendo cuando los árabes defienden la masacre de Hitler, mientras que la propaganda ideológica sionista explota la masacre [de judíos] durante el Holocausto e incluso la [utiliza] para justificar la ocupación colonial en Palestina y la expulsión del pueblo palestino, así como la erradicación de su identidad nacional y cultural. El intelectual judío-estadounidense Norman Finkelstein, que tiene parientes sobrevivientes del Holocausto, llamo a esta explotación despreciable «La Industria del Holocausto». [Al mismo tiempo], algunos árabes defienden el Holocausto con una pasión árabe entusiasta… sin saber que están sirviendo a la empresa sionista…

«El conflicto con la empresa sionista en Palestina es patriótico, nacionalista y cultural, no es de ninguna manera un conflicto con la fe judía. Uno de los aspectos más despreciables de la empresa sionista es su explotación de la fe judía y de las tragedias en la memoria colectiva de los judíos – que no le concierne a los árabes – el justificar la ocupación de asentamientos israelíes. Debido a que el nazismo de Hitler se enfocó en los judíos como un grupo religioso, el sionismo vio esto como el ejemplo más claro y más cruel de la persecución judía, y por lo tanto lo incluyó en su discurso ideológico extremista – un discurso que utiliza las acciones de Hitler en Alemania para justificar el posicionarse de Palestina. Por lo tanto, el propio sionismo se convierte en una ideología racista nazi con atributos, en el sentido de que es la imagen del nazismo en el espejo.

«El discurso sionista incluye una explotación masiva y atroz de la fe judía… Por esta razón, siempre es importante mencionar que nada desmiente las afirmaciones del sionismo mejor que los judíos que se oponen a sus declaraciones políticas y acciones racistas contra los árabes. También cabe mencionar que nada irrita más al sionismo que los intentos de separar el judaísmo, una fe monoteísta, de la ideología sionista, una acción de arreglo político que sirve a los intereses de los agentes del poder y a las superpotencias – y, en particular, [su deseo de] hegemonía sobre la región árabe.

«Un pequeño ejemplo de alguien que causó que los arrogantes sionistas pierdan el sueño dirigiendo la atención hacia la diferencia entre la empresa de colonización sionista y la fe judía es el intelectual Edward Said. Said preocupaba a los sionistas, que dirigió hasta la última gota de su furia contra él por muchas razones, incluyendo su amistad con el músico israelí Daniel Barenboim y el hecho de que los dos juntos establecieron la Orquesta West-Eastern Divan en Pilas, Sevilla [España], para recordarle a la gente de la coexistencia árabe-judía en Andalucía.

«Cuando el proyecto de liberación árabe aumentaba en importancia y conciencia cultural, sus filas estaban llenas de elementos árabes diversos en cuanto a la religión, raza y origen étnico. Estos días, cuando el discurso islámico extremista en el mundo árabe se ha expandido a tal trágica dimensión que ha sustituido la [verdadera] imagen de los árabes y los musulmanes con su propia [imagen] terrorista extremista, las cosas han llegado a ser surrealistas. Sin embargo, en tiempos más abiertos, el judío egipcio Henri Curiel[15] se convirtió en miembro fundador del Movimiento Democrático para la Liberación Nacional, que jugó un papel crucial en la lucha del pueblo egipcio contra el fascismo de Hitler y la ocupación británica. Del mismo modo, cuando hubo una mayor conciencia de la diferencia entre la fe judía y la empresa de asentamientos israelí, el intelectual marroquí [judío] Abraham Serfaty[16] fue uno de los líderes del movimiento de liberación palestino. También [para aquel entonces], un guerrero judío como el autor Selim Nassib[17] se unió a la banda de izquierda libanesa… Hay todavía otro ejemplo brillante: Daniel Bensaïd, un intelectual francés [judío] de origen marroquí, cuyo término más suave para Israel es el de «una entidad racista».

«Desde el establecimiento de la empresa sionista, han surgido elementos israelíes que también se oponen a las ambiciones sionistas fascistas. El bando de paz israelí y elementos iluminados liberales de izquierda son ejemplos de los israelíes que se oponen al sionismo fascista…

«Ante todo esto, que no es más que la punta del iceberg, es una pena que la peregrinación judía a la sinagoga El Ghriba en la isla de Djerba sea un tema de discusión en Túnez, [en especial] tras el éxito de su Revolución Jazmín. Con toda probabilidad, la aguantada experiencia del pueblo de Túnez sobre el liberalismo cultural que se opone a la empresa israelí [pero acepta a los judíos] constituye un avance cultural que eleva a Túnez y Palestina, así como también a los pueblos árabes y la fe islámica».


[1] Elaph.com, 25 de abril, 2014.

[2] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 11 de mayo, 2014.

[3] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 10 de mayo, 2014.

[4] Cabe mencionar que dos líneas de cruceros internacional han cancelado 16 paradas en Túnez a causa de su política ambigua respecto a la entrada del turismo israelí al país. Al-Quds Al-Arabi (Londres), 9 de mayo, 2014.

[5] Elaph.com; Al-Quds Al-Arabi (Londres), 25 de abril, 2014.

[6] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 8 de mayo, 2014.

[7] Tunisien.tn, 27 de abril, 2014.

[8] Elaph.com, 25 de abril, 2014.

[9] Aljazeera.net, 26 de abril, 2014.

[10] Elaph.com, 25 de abril, 2014.

[11] Africanmanager.com, 4 de mayo, 2014.

[12] Al-Hayat (Londres), 30 de enero, 2014.

[13] Elaph.com, 25 de abril, 2014.

[14] Al-Hayat (Londres), 30 de enero, 2014.

[15] Activista de izquierda judío egipcio y líder del Movimiento Democrático para la Liberación Nacional. Este fue expulsado de Egipto en 1950 y más tarde ayudó al Frente de Liberación Nacional argelino. Fue asesinado en París en 1978.

[16] Activista político, miembro del Partido Comunista marroquí, y opositor al Rey Hassan II de Marruecos, luchó contra el colonialismo y fue encarcelado durante 17 años, después de lo cual fue desterrado de Marruecos durante ocho años más. Después de la muerte del Rey Hassan II, y después de los cambios políticos en Marruecos y la presión de las organizaciones de derechos humanos, Serfaty regresó a Marruecos en septiembre, 2000 después de un decreto especial real. Murió en noviembre, 2010.

[17] Un reportero de asuntos del Medio Oriente nacido en Beirut, que ha residido en Francia desde 1969.