El 23 de septiembre del 2013, dos jóvenes sauditas cayeron de un puente cuando eran perseguidos por las autoridades de la Comisión para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio, es decir, la policía religiosa saudita, conocida localmente como «el Haia». Uno de ellos murió en el acto y el otro murió más tarde a causa de sus heridas. En un articulo el 1 de octubre, 2013 en el diario saudita ‘Okaz, el columnista Khalaf Al-Harbi señaló que el Haia «en total indiferencia por la vida humana o la seguridad de la sociedad», se negó a divulgar información acerca de este incidente y esperaba que los medios de comunicación lo describieran como un simple accidente. Este condenó el intento de silenciar a los medios de comunicación y evitar que critiquen los errores del Haia, afirmando que un cuerpo que silencia a todos sus críticos nunca aprenderá de sus errores o llevará a cabo reformas altamente necesarias. Añadió que el peligro al Haia no proviene de los medios de comunicación o de los liberales, sino de sus propios funcionarios fanáticos.

Lo siguientes son extractos de una traducción al inglés de este artículo que fue publicado por el diario La Gaceta Saudita.[1]


Khalaf Al-Harbi (imagen: arabmediaforum.ae)

«Cada vez que un miembro de la Comisión para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio (Haia) comete un error, el Haia dirigirá sus flechas lejos del culpable hacia los medios de comunicación. Esta quiere que los medios callen hasta que la historia se esfume pacíficamente sin ningún problema…

«Participando en un reciente programa de televisión, el jefe del Haia Dr. Abdullateef Al-Asheikh no ocultó su ira y exasperación con los medios locales por la cobertura de [un] incidente [que] tuvo lugar durante las celebraciones del Día Nacional en Riad. Dos miembros del Haia persiguieron a dos hermanos saudíes hasta que su auto cayó de un puente, matando a uno de ellos en el acto e hiriendo gravemente a otro, quien más tarde murió en el hospital. El lenguaje del presidente no fue diferente del de los otros miembros del Haia que siempre tratan de evitar el verdadero problema atacando a los medios de comunicación. [Según ellos] los periodistas no deben cubrir en vivo estos incidentes que involucran a miembros del Haia. Deben esperar hasta que el portavoz oficial del Haia emita un comunicado de prensa que pasará la persecución como un «accidente de tránsito» ordinario. El asunto en cuestión será entonces cerrado.

«El Haia, en total indiferencia por la vida humana o la seguridad de la sociedad, no nos dirá cuando fue que este «trágico accidente de tránsito» sucedió, ni elaborará sobre sus causas. El Haia considera sus errores y actitudes negativas como una pequeña gota en el ancho océano de sus logros y actitudes positivas. Con los medios guardando silencio, las gotas de los errores del Haia se acumularán hasta que el mar de sus logros se vea enterrado. [Entonces] el Haia no aprenderá de sus errores y la sociedad no estará en condiciones de responsabilizarlo por ningún delito.

«Con el debido reconocimiento y respeto al jefe del Haia, me gustaría informarle que son los periodistas que ahora defienden sus reformas que están siendo resistidas por los propios miembros del Haia. [El 29 de septiembre del 2013,] el jefe Haia tomó una decisión [de prohibirle a] sus hombres perseguir los autos de sospechosos. Cuando nosotros [los periodistas] saludamos esta decisión, de hecho, le apoyamos en contra de los miembros [de su propia organización], que se esfuerzan por tener el poder absoluto para hacer lo que quieran sin temor a castigo alguno. Algunos de los miembros del Haia no quieren ser servidores públicos ordinarios ejecutando ciertas instrucciones, sino ángeles que nunca cometen errores.

«El peligro [al] Haia [llega] de sus propios miembros fanáticos y no de los medios de comunicación o los liberales. Son estos miembros fanáticos quienes están construyendo muros gruesos entre el Haia y la sociedad.

«Si no hubiese sido por los videos, Twitter, la prensa, los canales de televisión por satélite y los medios de comunicación sociales, el incidente de Riad en el que murieron los dos hermanos hubiese sido enterrado como muchos otros errores».


[1] Saudigazette.com.sa 3 de octubre, 2013.