En su columna del 9 de septiembre, 2013 en el diario del gobierno saudita Al-Riad, el redactor Muhammad Al-Rashidi se enfocó en el fenómeno de los jeques saudíes que engañan a los jóvenes y los convencen a unirse al jihad en Siria en contra del régimen de Assad. Al-Rashidi criticó la falta de divulgación de información oficial saudita destinada a explicar lo que está sucediendo y evitar que estos jóvenes caigan en el engaño de estos jeques – especialmente ante el hecho de que el país ha sido testigo de que sus jóvenes ya han emprendido el jihad antes, en Afganistán e Irak, y que el fuego ya los ha alcanzado más de una vez.

Lo siguiente son extractos de la columna:[1]


Muhammad Al-Rashidi (imagen:alriyadh.com)

«Recientemente, ha habido muchos informes sobre muertes de jóvenes saudíes, algunos no pasan de los 20 años, durante su participación [en la lucha contra] las tropas del régimen sirio. Este registro ha sido visto una y otra vez desde los días de la invasión soviética de Afganistán, a través de la invasión estadounidense de Afganistán e Irak, a los eventos de hoy en Siria.

«Yo no estoy [aquí] para hablar de las circunstancias de sus muertes, o de los objetivos [de estos jóvenes], me pregunto que es lo que estamos haciendo para aumentar su consciencia y detener a aquellos que los engañan – aquellos que duermen en el más lujosos palacios y disfrutan de vacaciones en Europa.

«¿Por qué hemos fracasado en poner en claro qué es lo que estos jóvenes están haciendo – es decir, suicidándose – a pesar de que hay hadiths que lo prohíben?

«Esta misma situación se ha repetido [en el pasado], pero no hemos aprendido la lección – [aunque] fuimos nosotros los perjudicados por esta [movilización de] voluntarios para el jihad en Afganistán e Irak, y ahora en Siria, Donde está la programación de la televisión informativa sobre este tema, cuando vemos a [nuestros] jóvenes en la flor de sus vidas [yendo] a combatir guerras que están prohibidas por el gobernante [saudita]?

«Este tema es importante desde el punto de vista religioso, y nadie niega este [hecho] excepto aquellos que se benefician de las muertes de esta gente joven, o grupos terroristas que se aprovechan de ellos y los dirigen [a que actúen] en contra de su patria y su pueblo. Cuan [grande es el] precio que hemos pagado en este asunto! Y sufrimos de este en la actualidad.

“Personalmente me entristecen las familias de estas jóvenes víctimas que fueron engañadas, que se enorgullecen en el martirio de sus hijos y hablar de su heroísmo. Pero ¿es realmente [así de] fácil para ellos sacrificar a sus hijos por algo que está prohibido por los clérigos en su propio país…?

«Sé que este tema es muy sensible para [las familias] que acaban de perder a sus hijos en Siria – pero el lenguaje de la razón lo prohíbe [es decir, ir a emprender el jihad]. Durante muchos años, los medios de comunicación han venido señalando el peligro de la participación de los jóvenes en este tipo de guerras, advirtiendo sobre todo contra ciertos jeques ‘partidistas’ [aludiendo a la Hermandad Musulmana] que les llevan por mal camino y que, lamentablemente en su mayoría, explotan la religión para [sus] intereses personales…

«Los medios de comunicación, y específicamente los canales vía satélite, necesitan centrarse en [el tema de] nuestros jóvenes que son atraídos [a participar] en guerras regionales, particularmente en Siria. Esto porque, desgraciadamente, estamos siendo testigos del gran silencio [sobre esta cuestión], [y] la explotación de la muerte de hijos, donde recientemente son cada vez más, y el intento de reclutar a muchos jóvenes y hacerles un llamamiento, directa o indirectamente, [a participar] en la guerra en Siria…

«El continuo atraer de los jóvenes, y de la utilización de decretos religiosos para empujarlos, en el comienzo de sus vidas, a unirse a las organizaciones terroristas que los explotan – si bien los objetivos de las organizaciones que están haciendo esto no están claramente [expuestos] – es un asunto muy triste. Lo que es extraño es que este escenario se repite una y otra vez – y que muchos ni siquiera lo saben».


[1] Al-Riad (Arabia Saudita), 9 de septiembre, 2013.