Al-Qaradhawi declaró que Mursi debe regresar al cargo, y todo el mundo le debe apoyar. Este presentó citas del Corán y el Sunna para justificar su fallo, y subrayó que, aunque el gobernante comete errores debe seguir en su puesto, y que le corresponde al pueblo y a las fuerzas políticas corregirlo, asesorarle, y ser tolerante con él.
También en su fatua, Al-Qaradhawi atacó a Al-Sisi, al jeque de Al-Azhar, al patriarca copto, y a los salafistas y otras fuerzas políticas que apoyaron el derrocamiento de Mursi.
En respuesta al fatua, ‘Abd Al-Rahman Al-Qaradhawi, el hijo del Jeque Yousuf Al-Qaradhawi, publicó una carta a su padre titulado «Lo Siento, Padre, Mursi No Tiene Legitimidad, en la que se opone al fatua de su padre y justificó la remoción de Mursi. En su carta, ‘Abd Al-Rahman Al-Qaradhawi declaró que el fatua de su padre contradice lo que había escrito en uno de sus libros – es decir, que el soberano está obligado por la opinión de la mayoría que jura lealtad a él. Este luego afirmó que fue su padre quien le enseñó que la libertad viene antes del Sharia, y se quejó de que su padre había utilizado un fatua para presentar su punto de vista sobre una cuestión política.
A continuación se presentan extractos del fatua del Jeque Al-Qaradhawi y de la carta de su hijo:
Fatua del Jeque Al-Qaradhawi: El derrocamiento de Mursi – un error constitucional y del Sharia
«…Este es un fatua que estoy emitiendo al pueblo egipcio, con todos sus grupos y elementos… Cuando las cosas se vuelven complicadas, los problemas tienen gran peso, y la gente gira a la izquierda y a la derecha. [En esta situación,] la gente no encontrará nada mejor o más puro que el libro de Alá [el Corán] y el Sunna de Su Profeta [Mahoma]…
«A este fatua se le unen muchos estudiosos de Al-Azhar, el mundo árabe e islámico en general, y los miembros de la Unión Internacional de Estudiosos Musulmanes, el cual presido…
«Desde hace 30 años – e incluso durante 60 años – a los egipcios les ha sido impedido elegir su propio presidente… hasta que Alá les otorgó un presidente que ellos mismos eligieron por su propia voluntad – el Presidente Muhammad Mursi, se comprometieron en obedecerlo para bien o para mal, y todos los sectores – civiles y militares, gobernantes y súbditos – le reconocieron, incluyendo el General ‘Abd Al-Fatah Al-Sisi, quien fue ministro de defensa y de la producción militar en el gobierno de Hisham Qandil. Al-Sisi juró lealtad al Presidente Mursi ante nuestros ojos, y continuó en este hasta que de repente le vimos cambiar y mejorar [su estatus] de la de un ministro como cualquier otro a la de una persona con autoridad suprema – [autoridad] que utilizó para explicar la remoción de su presidente legítimo. Este violó su juramento de lealtad al presidente y se unió a un bando de la ciudadanía en contra del otro, alegando que apoyó al bando mayor.
«El General Al-Sisi y aquellos que le apoyaron en esta acción errado tanto en los aspectos constitucionales y el Sharia. En cuanto al aspecto constitucional – el presidente, elegido democráticamente, y en eso no hay discusión o duda – debería continuar [sirviendo] su mandato completo de cuatro años… y si ha cometido errores, que él mismo reconoció, el pueblo y sus diversas fuerzas políticas deberían corregirlo, aconsejarle y ser pacientes con él, pero él sigue siendo el presidente de todos.
«Sin embargo, un grupo de personas desobedecen al presidente y reclaman autoridad sobre el pueblo y [la autoridad] para derrocar al presidente, derogar la constitución e imponer un nuevo presidente y constitución – todo esto no tiene formalidad jurídica. Esto es debido a que [este grupo] inventó un régimen que el pueblo no estableció. Por el contrario – violaron su compromiso con Alá y el pueblo, y deshicieron el trabajo de una poderosa revolución llevada a cabo por todo el pueblo, [que] estableció el régimen democrático que el pueblo había soñado [por] generaciones… Por lo tanto, la constitución y el régimen democrático rechazan todas las acciones declaradas inconstitucionales [para derrocar a Mursi].
«En cuanto al aspecto del Sharia – el Sharia islámico, que los residentes de Egipto quieren como su fuente de autoridad en un estado civil, y no religioso teocrático – requiere que todos los que creen en este y confiar en esto obedezcan a un presidente elegido legítimamente, y lleven a cabo sus órdenes en todos los ámbitos de la vida, bajo dos condiciones:
«La primera condición – este no debe ordenar al pueblo que viole explícitamente el Islam… Esto es verificado por hadiths comunes del Profeta tal como fueron transmitidos por [los fiables recolectores del hadith] Al-Bujari, Muslim, y otros (tal como se especifican a continuación):
«- ‘Escuchar y obedecer [a su gobernante], incluso si un esclavo etíope cuya cabeza es como una pasa se convierte en su gobernante’. – Anas ibn Malik.
«- ‘Aquellos que ven algo obsceno en su gobernante [es decir, los que ven que el gobernante actúa inadecuadamente] – deberían soportarlo con paciencia, ya que los que se alejan del grupo de [la comunidad musulmana], están destinados a morir como infieles’. – Ibn ‘Abbas.
«- ‘Escuchar y obedecer a [sus gobernantes] son los deberes de un musulmán, así le guste o no, a menos que reciba una orden [del gobernante] de trasgredir en contra de la religión, y luego este no debe escuchar ni obedecer’. Ibn Umar.
«- ‘El deber de la obediencia sólo aplica a las buenas obras [que no estén prohibidas por la religión]’. ‘Ali.
«Esta es la confirmación del texto coránico sobre el juramento de fidelidad de la mujer[1]: «… ni te desobedecerán en lo que es correcto…’ [Corán 60:12]
«No existe ninguna prueba de [un sólo] caso en el que el Presidente Muhammad Mursi haya ordenado [a un solo] ciudadano violar explícitamente las leyes del Islam. Por otra parte, las protestas y contra-protestas que estamos presenciando en Plaza Tahrir son crédito para Muhammad Mursi».
El derrocamiento de Mursi va en contra del consenso general de la nación
«La segunda condición – el [gobernante] no debe darle al pueblo una orden que les quite [el Islam] y los introduzca en una clara e indudable herejía… Esto aparece en un hadith de Ubada [quien dijo]: ‘El Profeta nos llamó a jurar lealtad a él, que hicimos… Debemos escuchar y obedecer así estemos en dificultad o en las buenas, e incluso cuando a alguien se le da preferencia sobre nosotros, y de que no impugnemos la autoridad de nuestros gobernantes’. El Profeta de Alá dijo: ‘Sólo puedes levantarse contra ellos si eres testigo de la incredulidad absoluta Kufr [herejía] en cualquier asunto de ellos, en el que tienes una clara evidencia de Dios’.
«No hay duda de que el legítimo Presidente Mursi no ordenó tales violaciones al Islam y no cometió una clara herejía… Por el contrario – es un hombre que ayuna y reza y es obediente con Alá, por lo que debe seguir siendo presidente y nadie puede decirle a la gente que tiene el derecho de derrocarlo. La afirmación de Al-Sisi de que lo hizo por el bien del pueblo y así evitar una división en dos facciones [rivales] no justifica su apoyo a un bando contra el otro.
«La gente que Al-Sisi utilizó no representa al pueblo egipcio, sino [sólo] a una minoría. [El Jeque de Al-Azhar] el antiguo Imam Dr. Ahmad Al-Tayeb, el jefe del Consejo Supremo de Clérigos – del cual soy miembro – no consultó con nosotros y no estaba autorizado a hablar por nosotros. Este se equivocó al apoyar oposición al presidente legítimo, porque esto contradice el consenso general de la nación [Ijma’a]. Este no basó su postura en el Corán o el Sunna; por el contrario – el Corán y la Sunna ambos apoyan al Presidente Mursi… yo desearía que Al-Tayeb hubiese tratado a Mursi como trató a Hosni Mubarak ¿Por qué utiliza tal doble criterio? Se trata de la destrucción del papel de Al-Azhar, que siempre se destaca por el pueblo y no por el gobernante tirano.
«En cuanto al Patriarca copto Tawadros – los coptos no le autorizaron que hablara por ellos, y algunos de ellos incluso se han sumado al Partido Justicia y Libertad de la [HM] y a los partidos islámicos En cuanto a [Mohamed] ElBaradei – el [Frente] de Salvación Nacional no le autorizó [hablar por ellos]. Este posee sólo un pequeño grupo de personas de su lado, y las fuerzas de oposición no tienen la pretensión de que este los representa. En cuanto a la persona que habla en nombre del [salafista] Partido Al-Nour – este representa a un pequeño grupo conocido de personas, [mientras que] todos los salafistas, Al-Gama’a Al-Islamiyya, los partidos nacionalistas independientes y personas respetables se oponen a estos [movimientos], lo que llevará al país y al estado de derechos humanos en esta a un mal y amargo final».
¿Es razonable que hayamos sido pacientes con Mubarak durante 30 años, pero no seremos pacientes con Mursi por un año?
«Con todo amor y honestidad, llamo al General Al-Sisi y a los que lo apoyan, a todos los partidos y fuerzas políticas en Egipto, a todos mis hermanos clérigos de todo el mundo, y a todos los amantes de la libertad y la justicia a que se unan para defender la verdad y restaurar al Presidente Mursi a su condición de legítimo…
«Durante 30 años, Hosni Mubarak corrompió el país, humilló al pueblo, robó dinero y lo llevó de contrabando al extranjero, y contrató a matones para defender a sus hombres, hasta que al final todo el mundo lo vio como un tirano corrupto que le ha dado a su sucesor un país en un estado de ruina total. Y a pesar de esto, los militares no lo expulsaron, sino que le permitieron ordenar al ejército quitarle el poder.
«Es [razonable] decir que fuimos pacientes con Hosni Mubarak durante 30 años, pero no vamos a ser pacientes con Muhammad Mursi durante un año? La falla no reside con el régimen democrático, sino más bien con los que lo implementaron. Para componer [este fracaso] las acciones deben estar en consonancia con [los principios de la democracia] y no con su fundamental destrucción.
«Egipto no debe hacerlo y [no debe] faltarle el respeto a su constitución, a su presidente electo, y al Sharia de Alá, ya que traerá consigo sólo odio y castigo divino. ‘Y nunca piensen que Alá no tiene conocimiento de lo que hacen los malhechores’. [Corán 14:42]
«Desde el fondo de mi corazón, hago un llamado a todo el pueblo egipcio – a quien amo, por quien estoy dispuesto a sacrificarme, y de quien no exijo ni pago ni las gracias, sino sólo el respecto de Alá. Llamo [en el pueblo] en el alto y bajo Egipto, en las ciudades y pueblos, en los desiertos y el Delta del Nilo, en los hombres, mujeres, jóvenes y ancianos, en los ricos y los pobres, empleados y trabajadores, musulmanes y cristianos, liberales e islamistas, a que estén unidos en preservar las conquistas de la revolución: la libertad y la democracia, la liberación de toda la dictadura, y no abandonarlo en manos de un gobernante tiránico, ya sea militar o civil, ya que esta ha sido la causa de la caída de varias naciones que perdieron su libertad y la recuperaron sólo años después…
«Por Alá, protege a nuestro Egipto y a nuestro pueblo, y guíanos no hacia nuestro final por lo que los tontos entre nosotros hemos hecho. Amén.
«Yousuf Al-Qaradhawi,
«Líder de la Unión Internacional de Estudiosos Musulmanes».[2]
Hijo de Al-Qaradhawi: En contraste con tu generación, nuestra generación no permitirá la tiranía
El 7 de julio del 2013, el hijo de Al-Qaradhawi, ‘Abd Al-Rahman Al-Qaradhawi, publicó una carta abierta a su padre en el diario egipcio Al-Yawm Al-Sabi’, cercano a la oposición del régimen de Mursi:[3]
«Mi querido padre, el honorable académico Jeque Yousuf Al-Qaradhawi… Antes de ser tu hijo, soy tu estudiante, y me parece a mi y a muchos de tus seguidores y estudiantes que el período actual, con todas sus dificultades y complejidades, es nuevo y totalmente diferente a la experiencia de tu generación – una generación que no conocía las verdaderas revoluciones populares, y no [conoce íntimamente] la ‘voluntad del pueblo’ y las nuevas ideas de los jóvenes, que es quizás la razón por la cual has escrito algo que nunca aprendí de ti…
«Mi honorable padre, la comparación [que dedujiste en tu fatua] entre Mursi y Mubarak es inaceptable para nuestra generación… Nuestra generación no mostró indulgencia durante 60 ó 30 años de tiranía, tal como escribiste. Fue tu generación la que hizo esto, en nombre de restringirse a sí mismo. En cuanto a nosotros, somos una generación que aprendió a no permitir que una sola semilla de tiranía eche raíces, y que haya decidido desarraigarlo en su primer año antes que crezca, ya que es un árbol despreciable que debe ser removido del suelo. Si Mursi hubiera hecho incluso el uno por ciento de lo que hizo su predecesor, nunca hubiéramos permanecido en silencio, lo que es nuestro derecho…»
Mursi no cumplió con sus obligaciones para con el pueblo
«Aprendí de ti que los musulmanes cumplen con sus obligaciones ¿No fuiste tú quien dijo: ‘Si el Imam se compromete en aceptar la voluntad de la mayoría y si el juramento de lealtad que le fue entregado sobre esa base, entonces, de acuerdo al Sharia, este está ligado a esta obligación y no debe descartarla luego de ascender al poder… ya que el cumplimiento de esta obligación es un mandamiento del Corán y uno de los principios morales de los musulmanes’… [?] [Esa es una cita de su libro] «El Islam Político Ante los Textos del Sharia y Sus Objetivos», página 116…
«Este hombre [Mursi] se comprometió ante nosotros en que debe existir un acuerdo mutuo respecto a la constitución y [la composición del] gobierno, y no cumplió con su obligación. Nos prometió incluirnos en la gestión del país, en oposición dominante a [este], y no cumplió con esto. [Emprendió] ser el presidente de todos los ciudadanos egipcios, y no cumplió con esto… En este caso, de acuerdo con que obligación a Alá usted nos pide que lo dejemos en el poder?…
«Oh, padre y maestro, recuerdo algo que me dijiste que no olvidaré mientras viva… un refrán que se ha convertido en mi [llave] para entender al Islam y la política islámica. Me dijiste a mi y a toda nuestra generación: ‘La libertad viene antes que el Sharia’. Sobre la base de esta declaración, fui y sigo siendo uno de los revolucionarios que exigen la libertad para todas las personas, y en base a esto yo estuve Plaza [Tahrir] el 25 de enero [del 2011, el inicio de la revolución egipcia], y el 30 de junio [2013, el día de las protestas Tamarrud contra Mursi]. [En esos días,] yo no participé en la exigencia de aplicar el Sharia, y no creo que tenía el derecho de imponerle el Sharia a nadie. Por otra parte, me dedique a alentar al pueblo a que sean hombres libres, ya que la libertad y el Sharia son iguales ante mis ojos…
«Mi honorable padre, en tu fatua llamas en el General Al-Sisi y todas las fuerzas políticas… a restaurar a Mursi en el poder y aconsejarle… ¿Y si te dijera que entre sus consejeros, elegidos por él mismo, hay gente a la que se puede confiar por sus conocimientos, su piedad religiosa, su lealtad y su nacionalismo, y que todas estas personas sin embargo lo abandonaron cuando vieron que no eran más que trampas democráticas para una nueva tiranía? Esto es porque el hombre [Mursi] no escuchaba a nadie más que a los hombres [de la HM] y al guía general de la [HM]… quién lo empujó a que provocara una confrontación entre el pueblo y el movimiento de la [MB] a fin de justificar y tomar sus propias decisiones – lo que llevó a un gran derramamiento de [sangre] y fitna en el país. No fue por esto que los egipcios y los revolucionarios le juraron lealtad a él… «.
Es hora de que esta nación complete la difícil misión y separe la religión del estado
«En tiempos de crisis, nos sentamos con todas las partes, y nadie dudó de la legitimidad del presidente. [Las dificultades] se podrían haber superado con simples concesiones. Pero por desgracia no vimos estadistas responsables allí, sino más bien a un grupo de personas que se esfuerzan para un régimen de exclusividad a toda costa. Todos esperábamos que el presidente terminara su mandato, y que la primera experiencia de un presidente civil electo fuese exitosa – pero este insistió en revocar su propia legitimidad…
«Lo que realmente ocurrió en Egipto el año pasado es que la HM trató a la presidencia como un capítulo del [propio] movimiento, y todo pagamos y pagaremos un precio por ello en sangre y hostilidad entre los hijos de la misma patria!
«Mi maestro, yo respeto todas las palabras que escribió, y estoy consciente de sus buenas intenciones, pero mis reservas [respecto a sus declaraciones] se derivan del hecho de que esto no es una postura política… escrito por el ‘ciudadano’ Yousuf Al-Qaradhawi, sino más bien un fatua emitido por el líder del Wassatiyya [la calle del medio del Islam], Jeque Yousuf Al-Qaradhawi. Esto me asombró, me avergonzó, y me entristeció. Es hora de que esta nación complete la difícil [misión] y separe la religión del estado, para que podamos saber si los que hablan son clérigos u hombres de estado!…
«En la Plaza Rabi’a Al-‘Adawiyya [en el Cairo] están cientos de miles de jóvenes honestos y puros que constituyen un tremendo recurso nacional, al que las partes interesadas y los comerciantes de la sangre podrían participar en una campaña que no tiene nada que ver con ellos – una campaña que no es nacional, no es islámica, no va contra un enemigo, y ninguno cuya victoria se desea – y todos cuyos participantes son derrotados [antes de que comiencen]. Millones de personas honestas serán arrojados al fuego para que la lujuria de un cierto grupo posea más autoridad.
«Cuán desesperadamente necesitamos ahora palabras medidas y veraces que eviten el derramamiento insensato de esta sangre pura…»
[1] Según la tradición, luego de la conquista de La Meca en el año 630 CE, las mujeres infieles se convirtieron al Islam y juraron lealtad a Mahoma.
[2] Qaradawi.net, 7 de julio, 2013.
[3] Al-Yawm Al-Sabi’ (Egipto), 7 de julio, 2013.