El 30 de noviembre del 2003, el Dr. Muhammad Talal Al-Rasheed, redactor para el diario en idioma inglés La Gaceta Saudita, escribió un artículo titulado «Violencia sin Sentido, Muerte sin Sentido.» El artículo es en reacción al asesinato del Príncipe saudita Talal bin Abdul Aziz Al-Rasheed de Hail por ‘islamistas’ en Argelia. Lo siguiente son citas del articulo: [1]

«… Hace algunos días el Príncipe Talal bin Abdul Aziz Al-Rasheed de Hail fue asesinado en Argelia mientras iba en un viaje de campo. Tenía 40 años y su hijo, Nawaf, de 13 años, estaba con él. Al momento de escribir esto, sólo sabemos que el padre fue muerto, mientras la condición de su hijo está por verificarse.»

«Es fácil de seguir en la caja de jabón de uno y pontificar; para decirle a la humanidad de que nosotros también padecemos de terrorismo. Sin embargo eso es demasiado fácil; y quizás intelectualmente demasiado cobarde. Talal fue un poeta muy conocido en Arabia Saudita. Él viene de una familia que gobernó a Arabia bastante tiempo para ser grabado en la historia. Él fue y siempre será un bastión de arte, lo que sea que signifique esa palabra.»

«Aquellos que lo mataron son aquellos que quieren que la palabra sea silenciada. El joven lo dejó abierto así haya estado con esto o aquello, pero estuvo inexorable en decir todo de lo diverso que es hablar e intercambiar. Yo me aflijo, debo admitir, y estoy más allá de la razón debido al trauma de todo, pero mantengo una semblanza de razón para ver hacia donde va todo esto.

«Hemos engendrado monstruos. Solo nosotros somos responsables por esto. Yo he escrito tanto como antes de mi tragedia personal y continuaré haciéndolo por el tiempo que tome. Nosotros somos el problema y no América o los pingüinos del Polo Norte o aquellos que viven en las cuevas en Afganistán. Somos nosotros, y aquellos que no puedan ver esto son los de culpar.

«Castrados como estamos, miramos a América. ¿Por qué? Porque entraron en Irak e hicieron la diferencia. Mejor o peor es otro punto. Una vez que América ha demostrado voluntad para hacer algo, el imperativo moral es que no debe detenerse en la primera estación a lo largo del camino. La mayoría de nosotros está enfermo y cansado de esta carnicería y el Presidente Bush, errado en casi todo lo demás, esta en lo cierto en esta. Tiene él (el valor) para terminar el trabajo? Me pregunto.

«Yo no creo que esto será publicado en las Noticias Arabes (Arab News), como debería ser. Si no, yo entiendo sus puntos de vista y su perpetuo seleccionar. Pero una cosa es cierta, nosotros estamos aquí aun cuando tomé lo mejor de lo nuestro a la locura de la religión y lo erróneo del fanatismo. Nada, pero nada, vale la pena la vida de un inocente… puedan los americanos agregar a Talal a su lista de amados perdidos en la misma locura indiscriminada que tomó 3,000 personas cierto día en septiembre.»


[1] La Gaceta Saudita, 30 de noviembre, 2003