En un irónico artículo, el escritor egipcio Alaa Al-Aswany describe lo que es ser «musulmán en Gran Bretaña», refiriéndose metafóricamente en realidad a la situación de los coptos en Egipto, que sufren de una severa persecución y discriminación. Lo siguiente son extractos.[1]
Alaa Al-Aswany[2]
«Ser musulmán en Gran Bretaña significa saber desde el primer momento que se es diferente. En la escuela, tus compañeros de clase te verán de una manera curiosa y perpleja cuando salgas de clases para asistir a tus estudios religiosos. Si vas a otro lugar a asistir a una clase de religión junto con algunos compañeros musulmanes, debes mantenerte cerca de ellos y obtener su protección para que nadie se burle de tu religión o te lastime.
«Ser musulmán en Gran Bretaña significa que a mucha gente no le gusta tu religión o la reconoce. Cuando pronuncias tu nombre lo cual revela tu religión, por lo general obtienes una reacción negativa, de frialdad al odio manifiesto. Ser musulmán en Gran Bretaña significa ser superfluo, marginal y sospechoso. Sólo raras veces alguien considera tus derechos y tu dignidad. Esto significa que debes estudiar y trabajar durante tus fiestas religiosas, porque el estado te arroja arena en los ojos y sólo reconoce un festival como festividad oficial, mientras que tus otros días festivos religiosos son días normales en lo que al estado se refiere, y no tienen ningún significado [especial]. Recuerda cuántas veces tuviste que asistir a una clase importante o una reunión de trabajo durante una festividad [musulmana], y cuántas veces la diversión de las festividades de tus hijos fue arruinada por tener que tomar una prueba ese día.
«Ser musulmán en Gran Bretaña significa poner todo el esfuerzo en tus estudios sabiendo que, con toda probabilidad, no recibirás un diploma, incluso si lo mereces. Durante los exámenes orales en la universidad, cuando el examinador lee en voz alta tu nombre musulmán, este fruncirá el ceño y te dará una nota más baja que a tus compañeros de estudios. Incluso si obtienes las mejores notas [de la clase], la administración se negara designarte como asistente al profesor, porque eres musulmán. Esos que bloquean tu nombramiento serán en lo general gente religiosa que observan los mandamientos de su fe, [gente] que te considera como un infiel no digno de disfrutar los derechos que ellos disfrutan.
«Ser musulmán en Gran Bretaña significa estar dispuesto a emigrar en cualquier momento. [Significa] elegir los nombres de tus hijos y su escolarización en función del país al que vas a tener que emigrar si acaso eres blanco de los extremistas. Significa que nunca conseguirás un cargo de altura en tu país, no importa cuáles sean tus calificaciones. Nunca serás presidente o primer ministro, comandante del ejército o miembro de las fuerzas de seguridad [ya que], ante el estado, eres un traidor que puede formar lazos con los enemigos que comparten tu religión.
«Ser musulmán en Gran Bretaña significa pasarla como en el infierno [si quieres] construir una mezquita para tus actividades religiosas. En muchos casos, el estado y los extremistas te impedirán construir una, ya que las leyes del estado imponen limitaciones que pueden convertir la construcción de una mezquita en una tarea difícil. [De hecho, estas leyes aún] limitan la restauración o remodelación de cualquier parte de la mezquita, incluso las [tuberías de aguas blancas], a menos que obtengas varios permisos de las autoridades. Los extremistas en Gran Bretaña ven la construcción de una mezquita como un ataque brutal a su fe y honor. Al momento de empezar a construir [una], cientos de extremistas aparecerán y la atacaran y quemaran, y [también] te atacaran a ti, a tu familia y a tus hijos, [mientras te] maldecirán por ser infieles. Todo esto, sólo porque quieres construir una casa en la que adorar a Alá. Los policías les dejaran hacer lo que les plazca, y llegaran al lugar para escribir un informe sólo después, después que los criminales se hayan ido.
«Ser musulmán en Gran Bretaña significa vivir en peligro de ser expulsado de tu vecindario en cualquier momento. Todo lo que se necesita es que los extremistas te envíen algunas amenazas de muerte dándote uno o dos días para que te largues. [Luego] tendrás que tomar a tu familia e hijos e irte a algún lugar lejos. Si le pides ayuda a la policía, te dirán: ‘Te recomendamos que te vayas por un tiempo, porque, para ser honesto, no podemos protegerte».
«Ser musulmán en Gran Bretaña significa vivir en constante peligro de una masacre. Si protestas en demanda de tus derechos, las fuerzas de seguridad te arrollaran con sus vehículos blindados. Si sales de la mezquita con tus compañeros [musulmanes] en alguna festividad, los extremistas te rodearan y te mataran. Si algún comerciante pelea con algún cliente musulmán de su barrio, la disputa se intensificará rápidamente de una disputa de negocios a una guerra religiosa. Entonces los extremistas atacaran las casas de los musulmanes, las quemaran y mataran a [aquellos] que queden dentro. La policía llegará demasiado tarde, como siempre. Detendrán a algunos de los atacantes, pero, no importa cuántos musulmanes sean asesinados, los asesinos conseguirán sentencias leves o serán absueltos.
«Ser musulmán en Gran Bretaña significa que, si vives en un barrio pobre, lo único que falta es que un vecino se pare debajo de tu ventana y grite ‘este infiel maldice nuestra religión en Facebook’. Tus vecinos extremistas consideraran esto como una señal de ataque, y rodearan tu casa y te harán daño y a tu familia mientras gritan consignas religiosas. Esto sucederá incluso si nunca maldijiste su religión en Facebook, e incluso si muchos de tus atacantes no tienen ni idea de lo que es Facebook. Después de cada ataque, funcionarios estatales saldrán a decir algunas palabras bonitas sobre la sangre de las víctimas…
«Ser musulmán en Gran Bretaña significa acostumbrarse a escuchar el descrédito a tu religión en todas partes: en televisión, en las calles y en el metro. La mayoría de los sacerdotes llaman a tu religión musulmana ‘herejía’ y ‘error’, y advierten a sus seguidores que eviten cualquier contacto contigo o tu familia e [incluso] no te consolaran después de una muerte [en la familia] – ya que los musulmanes no merecen simpatía y están destinados al infierno y a un final amargo. [Estos sacerdotes] prohibirán a sus seguidores saludarte en sus festividades religiosas, porque eso significa reconocer claramente tu religión herética.
«Ser musulmán en Gran Bretaña significa ver a un extremista despedazar tu libro sagrado frente a las cámaras [de televisión] y decir que enviara a uno de sus nietos a que orine sobre este. Tienes que aceptar esta humillación pública, y el extremista será puesto en libertad luego de un juicio formal, realizado [con] sus seguidores rodeando el palacio de justicia mientras lanzan improperios a tu religión.
«Ser musulmán en Gran Bretaña significa que cualquiera puede insultar tu religión, porque eres musulmán. Pero si criticas la religión de la mayoría te meterán en la cárcel durante muchos años por cargos de ‘insultar una religión’. Así, descubrirás que, en Gran Bretaña, ‘insultar una religión’ significa insultar la religión de la mayoría, mientras que la religión de la minoría es un juego libre, cualquiera puede insultarla, menospreciarla o romper en pedazos tu libro sagrado con impunidad.
«Como musulmán en Gran Bretaña, tienes que preguntarle de que religión es la muchacha antes de que te enamores de ella, porque tu historia de amor puede terminar en tragedia. Si te enamoras de una muchacha de religión diferente, miles de extremistas verán esto como un grave insulto a su honor, que sólo la sangre puede excomulgar… Ante sus ojos, eres un infiel que no debe contaminar a una chica de su [comunidad] religiosa…
Como musulmán en Gran Bretaña, debes aceptar que la libertad de culto es una propuesta de sentido único. Si un musulmán se convierte a la religión de la mayoría, el estado le felicitara, le dará la bienvenida y eliminara todos los obstáculos de su camino. Sin embargo, si ocurre lo contrario, y alguien se convierte a la religión de la minoría, el [nuevo converso] tendrá que abandonar el país lo antes posible, porque si se queda, los extremistas lo asesinarán por lo que consideran su deber religioso.
«Finalmente, como musulmán en Gran Bretaña, no debes estar triste por toda esta injusticia. No odies a tu país o te marches de este. Recuerda lo hermoso y tolerante que Gran Bretaña era antes de que fuera invadida por ideas extremistas apoyadas por los petrodólares. Recuerda que nosotros [los musulmanes y la mayoría] siempre coexistimos en Gran Bretaña, comimos y bebimos [juntos], compartimos momentos felices y momentos difíciles, y defendimos nuestra patria con nuestras vidas y almas. Recuerda que por cada extremista hay diez personas tolerantes que crecieron respetando las creencias de los demás. Ellos sufren por los ataques de los extremistas tanto como sufres tú. No te marches de Gran Bretaña, a la que amas. Quédate y defiéndela. Adéntrate en los talones y pon tu mano en la nuestra, y liberemos a nuestro país de la pandilla de extremistas salvajes que están tratando de apoderarse de ella.
«Querido lector, este artículo contiene un error que fue hecho deliberadamente. Por favor intercambie la palabra ‘Gran Bretaña’ con la palabra ‘Egipto’, la palabra ‘musulmán’ con ‘copto’ y la palabra mezquita’ por la palabra ‘iglesia’, y luego lea el artículo de nuevo para descubrir lo que significa ser copto hoy en Egipto. Entonces espero que llamen a todos los coptos que conocen y les desee una feliz Navidad.
«La democracia es la solución».
[1] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 7 de enero, 2013.
[2] Imagen: Al-Masri Al-Yawm.