Introducción
El 19 de febrero del 2013, el Primer Ministro tunecino Hamadi Jebali renunció, su renuncia siguió al asesinato el 6 de febrero del líder izquierdista secular tunecino opositor Belaid Chokri, asesinado a tiros frente a su casa en la capital de Túnez. Tres días después, el 22 de febrero, el Presidente Moncef Marzouki le pidió al Primer Ministro Ali Larayedh, quien había sido formalmente nominado hace dos semanas por el líder del partido El-Nahda Rached Ghannouchi, que formara un gobierno.
Antes de su nombramiento como primer ministro, Larayedh había servido como ministro del interior en el gobierno de Jebali, previamente, había pasado 15 años en prisión bajo el régimen del Presidente Zine El Abidine Ben Ali.
Después de obtener la aprobación del parlamento para su nuevo gobierno, Larayedh asumió formalmente el 14 de marzo – el mismo día en que se celebró el funeral de un joven vendedor ambulante que se había autoinmolado en Túnez para protestar contra el desempleo, recordando la autoinmolación de Mohamed Bouazizi en enero del 2011 que desencadenó la revolución jazmín de Túnez.
Autoinmolación de un vendedor ambulante, en una calle principal, en Túnez.[1]
El nombramiento ministerial de Larayedh no fue bien recibido por la oposición secular y liberal. En un comunicado, el Frente Popular, una coalición de grupos de oposición izquierdista del cual Belaid había sido miembro, declaró que Larayedh fue una de las figuras políticas responsables del asesinato de Belaid. La oposición liberal acusa a los islamistas del partido El-Nahda, que ganó una mayoría relativa en las elecciones del 2011 en Túnez, de ser responsable moral y políticamente del asesinato (véase también MEMRI Investigación y Análisis No. 923, El asesinato del dirigente político tunecino Chokri Belaid; Medios de comunicación tunecinos: El gobierno es políticamente responsable del asesinato).
Sin embargo, el 8 de febrero, el diario tunecino Kapitalis publicó un extenso editorial del periodista tunecino Rachid Barnat, afirmando que la responsabilidad política por el asesinato descansa no sólo en el partido El-Nahda, sino también con el gobierno troika de turno que comprende al El-Nahda, el Congreso para el Partido de la República (CPR), y Ettakatol.[2] Barnat acusan a la troika por no haber hecho nada para detener el ascenso del islamismo en el país, y señala, además, que si la Liga para la Protección de la Revolución (LPR) es considerada la milicia de El-Nahda, entonces el líder del CPR y el Presidente tunecino Moncef Marzouki puede considerárseles que han coqueteado con el LPR, que la oposición también considera responsable del asesinato de Belaid.
«¿Quién asesinó a [Chokri Belaid]?»[3]
Belaid no fue el primer asesinato político del país desde la Revolución de los Jazmines. El 18 de octubre del 2012, Lotfi Nagued, coordinador del partido secular Nidaa Tounes, murió después de ser golpeado por miembros del LPR, fue atacado en su oficina en Tataouine. El líder de Nidaa Tounes Beji Caid Essebsi llamó la muerte de Nagued un «asesinato político». En una reunión del Consejo Shura del El-Nahda el 1 de febrero del 2013, miembros de El-Nahda sugirieron que los asesinos de Nagued y de los miembros del LPR deberían ser liberados de la cárcel. Unos días después, y el día antes de ser asesinado, Belaid dijo en el canal de televisión norteafricano Nessma TV que con esta sugerencia, El-Nahda había dado luz verde a los asesinatos políticos en el país.
«¿Quién asesinó a Chokri Belaid?»
El 21 de febrero, en su portal Debatunisie.com, el caricaturista tunecino «_Z_» publicó una serie de caricaturas apuntando que el gobierno es políticamente responsable por la muerte de Chokri Belaid – y ese parlamentario tunecino Ali Larayedh está entre los que son responsables del asesinato por la autoridad judicial.
«¿Quién será nuestro próximo primer ministro?» «¿Quién asesinó a Chokri Belaid?»
«¿Quién asesinó a Chokri Belaid?» «¿Quién será nuestro próximo primer ministro?»
En un comunicado, el Frente Popular se opone al nombramiento de Larayedh como primer ministro
Tras el nombramiento de Larayedh como nuevo primer ministro, el Frente Popular emitió un comunicado diciendo que era uno de los símbolos del fracaso del gobierno anterior, y directamente responsable de la situación de seguridad actual del país.[4]
El comunicado declaro: «El nombramiento de Ali Larayedh para el cargo de jefe de gobierno no es más que una reproducción del gobierno [anterior], que burló la revolución: Caras nuevas aparecen, pero las mismas elecciones que llevaron al gobierno anterior al fracaso se mantienen. La gobernabilidad es por lógica de las cuotas de partido y de cómo dividir el pastel entre ellos – en detrimento de los intereses del pueblo y del país.
«La situación del país es catastrófica; Lo agravante de la situación es el sufrimiento que afecta a todos los niveles de la sociedad, la seguridad no está presente, las armas están en todas partes, el costo de la vida es alto, a las milicias se les da una mano libre, el gobierno está paralizado, la reputación del país se ve empañada en el plano internacional, hay vacilación acerca de revelar [los nombres] de los que ordenaron, planificaron, ejecutaron o contribuyeron al crimen del asesinado camarada Chokri Belaid – un mártir de la patria, el secretario general del Partido de los Patriotas Unidos y líder del Frente Popular.
El Presidente tunecino Moncef Marzouki (derecha) con el parlamentario Ali Larayedh[5]
«Respecto a las diversas declaraciones de los funcionarios del movimiento El-Nahda a la creación de una gran coalición y [su] insistencia en continuar con las mismas políticas que llevaron a este país a esta situación catastrófica, el Frente Popular se propone realizar las siguientes declaraciones:
· «Rechazamos categóricamente estos cargos, que no sirven a los intereses del país, durante este período crítico de transición, cuando existe la necesidad de un amplio consenso que trascienda los intereses partidistas y personales. Por esta razón, el Frente rechaza el nombramiento de Ali Larayedh por el primer ministro. Él es de hecho uno de los símbolos del amargo fracaso del gobierno anterior, y es directamente responsable por la situación actual de seguridad en el país [incluyendo] la proliferación de armas a gran escala, la escalada de la violencia política organizada, los ataques contra militantes [de la oposición]. Además, Larayedh carga con la responsabilidad política en el asesinato del mártir del país Chokri Belaid.
· «Acusamos al presidente interino de la república [Moncef Marzouki] por no haber sabido encontrar una solución seria a la crisis […].
· «Consideramos que la creación de un gobierno de coalición que incluya a los líderes es una reproducción de la crisis que ha estado en marcha durante los últimos siete meses – durante el cual los intereses del país han sido dejados de lado y el sufrimiento de los ciudadanos ha empeorado, en particular la de los trabajadores y los marginados.
Izquierda: Ali Larayedh con «Márchense!» escrito sobre él. Derecha: «La biografía del candidato a primer ministro:… [Larayedh está detrás de] las milicias desconocidas que golpearon a miembros de la oposición, los ataques a las oficinas de la Unión General de Trabajadores de Túnez, los ataques a las reuniones de la oposición, los grupos salafistas que actúan como policías… el asesinato de Lotfi Nagued y Chokri Belaid, el restablecimiento a interceptar telefónicamente a los ciudadanos, [y] la profanación de la bandera de Túnez en Manouba».[6]
· «Reiteramos nuestra propuesta de convocar una conferencia de salvación nacional, tarea a completar, de manera convencional, lo que queda por hacer en el período de transición. Este congreso debería nombrar al personal gubernamental, de tamaño reducido, compuesto por expertos sin afiliación partidista, y debería cancelar las citas administrativas hechas sobre la base de lealtad partidaria. Esto es necesario con el fin de gestionar la fase restante de transición sobre la base de un programa convencional, con el objetivo de:
«Garantizar claras agendas políticas, electorales y constitucionales;
«La creación de instituciones para la regulación del poder judicial, de los medios de comunicación y las elecciones;
«Crear el clima adecuado para la celebración de elecciones libres y democráticas, en particular, la disolución de la Liga para la Protección de la Revolución [LPR] y todas las milicias violentas y organizadas;
«Tomar medidas urgentes en materia económica y social que permitan en particular, compensar el sufrimiento de la población».
«Es extraño, esto no es para nada lo que planté el 14 de enero, 2011 [la fecha del derrocamiento del Presidente Zine El Abidine Ben Ali]»[7]
· «Lanzamos un llamamiento a las masas de nuestro pueblo a que continúen la lucha por todos los medios pacíficos posibles. Estamos igualmente lanzando un llamado a todas las fuerzas democráticas a que unan sus fuerzas en contra de las maniobras de los que [ya] fracasaron y que sólo empeoraran la crisis y agravaran el sufrimiento de los tunecinos. Esto [debe hacerse] con el fin de salvar al país de los peligros que incumben, imponer soluciones serias para el sufrimiento del pueblo, crear seguridad, divulgar los nombres de los criminales, poner fin a violencia, y establecer una clara agenda política y constitucional para el periodo transitorio restante.
· «Exigimos la liberación inmediata de los nombres de aquellos que ordenaron y llevaron a cabo el asesinato del mártir y camarada Belaid Chokri».
Para ver el despacho en su totalidad en inglés por favor haga clic en el siguiente enlace:
http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/7088.htm
*Anna Mahjar-Barducci es compañera de investigación en MEMRI.
[1] Reuters, 12 de marzo, 2013.
[2] MEMRI Investigación y Análisis No. 932, El asesinato del dirigente político tunecino Chokri Belaid, Diarios tunecinos: Gobierno es responsable políticamente des asesinato, 13 de febrero, 2013.
[3] Fuente de la imagen: Nawaat (Túnez), 26 de febrero, 2013
[4] http://alencontre.org/moyenorient/tunisie/tunisie-le-gouvernement-larayedh-une-reproduction-de-la-crise-et-une-continuite-du-contournement-de-la-revolution.html
[5] Fuente de la imagen: Gulf News, 10 de marzo, 2013
[6] Fuente de la imagen: Páginas en Facebook de la oposición tunecina.
[7] Fuente de la imagen: Página en Facebook «Contre Nahdha et sa Dictadure Religieuse» página en Facebook (facebook.com/contrenahdha).