Introducción

Después de la caída del régimen de Mubarak el 12 de febrero del 2011, una ola de críticas estalló en los medios de comunicación del gobierno egipcio contra la política de edición y la cobertura de los altos ejecutivos y contra la corrupción que generan junto a sus altos salarios. Durante un tiempo, parecía que los medios de comunicación egipcios se dirigían hacia un cambio significativo. Los periodistas exigieron liberar a los medios de comunicación purgándola de los que fueron leales al régimen anterior, poniendo fin a la política de silenciar las voces disidentes y permitir la libertad de opinión y de expresión. El nuevo gobierno egipcio respondió a estas demandas mediante el desmantelamiento del ministerio de comunicaciones, llevando a cabo una amplia reorganización entre los altos ejecutivos en los medios de comunicación y la reapertura de los canales de televisión que habían sido cerrados por el régimen de Mubarak. También levantó las restricciones sobre la apertura de nuevos diarios y canales de televisión vía satélite.

Sin embargo, siete meses después del estallido de la revolución, Egipto todavía, aparentemente no ha visto realizada las esperadas demandas de la revolución en términos de libertad de expresión y publicación, de hecho, los egipcios creen que los medios de comunicación del gobierno continúan sirviendo al régimen y a sus políticas. Algunos empleados de los medios se quejaron que tienen hoy menos libertad de la que tenían bajo Hosni Mubarak. Mientras que el período inmediatamente posterior a la revolución estuvo marcado por la sensación de que nada se podía dirigir y que nadie podía hablar en los medios de comunicación, quedó entonces claro de que las dificultades pasadas, habían sido simplemente reemplazadas por otras nuevas, incluyendo la prohibición de criticar al nuevo régimen militar. Muchos periodistas fueron citados para ser interrogados por la fiscalía militar por publicar críticas contra el ejército y un blogger fue incluso encarcelado por ello. [1] El Ministerio de Comunicaciones fue restablecido a los pocos meses de su desmantelamiento y un miembro del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), el General Tareq Al-Mahdi, fue nombrado jefe del canal de la televisión egipcio y de la Autoridad Emisora de Radio y Comunicaciones.

Periodistas egipcios afirman que la revolución no ha llegado todavía a los medios de comunicación y llaman a liberarla del control del estado y entregársela al pueblo. Estos afirman que los cambios hasta ahora promulgados no han dado mejoras en términos de libertad de expresión, nivel profesional de los medios de comunicación, o las condiciones laborales de los periodistas, que la libertad de criticar al régimen se aplica únicamente al depuesto gobierno de Mubarak y no al nuevo, que los medios de comunicación están dominados exclusivamente por la crítica al régimen de Mubarak, mientras que otros puntos de vista son silenciados y que los medios de comunicación no ha sido purgado de los partidarios de Mubarak y de su mentalidad y métodos.

Lo siguiente es una revisión de los desarrollos en los medios de comunicación egipcios desde la revolución y de las críticas que se han expresado sobre el estado de los medios de comunicación.

1. Cambios en los medios de comunicación del gobierno

A. La crítica a Mubarak y su régimen está permitida

Durante los primeros días de protestas contra Mubarak, la prensa del gobierno egipcio hizo eco de lealtad a la postura del régimen. Los diarios principales del gobierno – Al-Ahram, Al-Gumhouriyya, Al-Akhbar y Roz Al-Youssef – declararon que las protestas eran un signo de la democracia promovida por Mubarak y prueba de la amplia libertad permitida por su régimen. Numerosos artículos insistieron reiteradamente de que Egipto no sufrirá el mismo destino de Túnez y que el régimen pretende llevar a cabo reformas y resolver el problema del desempleo. [2]

A medida que aumentaba la presión para derrocar a Mubarak, los diarios comenzaron a cambiar su tono y apoyar las demandas de la revolución. Después de su renuncia, lanzaron un ataque sin precedentes sobre su régimen y sus políticas y sobre su familia y colaboradores y publicaron numerosas historias acerca de la corrupción entre los dirigentes egipcios. Los periodistas de la prensa del gobierno protestaron en voz alta las políticas editoriales de sus superiores, llamando a despedir a los editores asociados con Mubarak con parte en la corrupción de su régimen. El principal diario Al-Ahram incluso pidió disculpas a sus lectores por su apoyo previo al régimen de Mubarak. [3]

Crítica: El régimen ha cambiado, la prensa no

En marzo del 2011, Sammah ‘Abdallah, columnista del diario del gobierno Al-Ahram, escribió que las intensas críticas de la prensa al depuesto régimen de Mubarak no reflejan un cambio profundamente positivo en su carácter: «Es un error pensar que el rendimiento de la prensa egipcia ha mejorado desde la revolución, basado en el incremento de los artículos e informes que atacan al anterior presidente, a su familia y a sus ayudantes y los acusan de corrupción. La prensa no ha cambiado, [sólo] el presidente ha cambiado… El apoyo ciego y absoluto a todas las decisiones y políticas del presidente y sus gobiernos, sin distinción entre las [afirmaciones] verdaderas y falsas, han sido [simplemente] sustituidas por un ataque desenfrenado contra ellos, lo cual es [también] algo no profesional…

«Los egipcios siguen las noticias en su país, así como también los eventos en Libia, Yemen y Bahrein, a través de los canales no-egipcios, ya que no tienen fe en los medios de comunicación egipcios. Esto es lamentable. ¿Dónde está el estatus mediático de Egipto? Es inaceptable que el papel de los diarios del gobierno deba limitarse a alabar al régimen de una manera contundente y directa que repugne a los lectores y les lleva a recurrir a canales alternativos. El día que los medios de comunicación extranjeros compitan entre si para citar informes importantes de la egipcia prensa y las investigaciones exclusivas de periodistas de la televisión egipcia en todo el mundo, [será el día en que sabremos] que la prensa egipcia ha cambiado realmente, alcanzó un nivel internacional y se embarcó en el camino hacia la recuperación de su papel local y regional». [4]

B. Reorganización de los altos ejecutivos de los medios de comunicación

Los crecientes protestas de los periodistas en la prensa egipcia, televisión y las agencias de noticias solicitaron al Primer Ministro egipcio ‘Essam Sharaf a llevar a cabo una reorganización de los altos ejecutivos de los medios del país. [5] Los editores y directores de junta de todos los diarios del gobierno fueron reemplazados, aunque muchos de ellos siguen siendo empleados en los mismos periódicos, siendo autores de columnas diarias o semanales. [6] Sami Al-Sharaf, quien fue nombrado director del servicio de radiodifusión de Egipto, llevó a cabo una reorganización de esta institución. [7] Este posteriormente renunció y fue sustituido por un miembro del SCAF General Tareq Al-Mahdi. Todos los antiguos presentadores en los canales de televisión del gobierno egipcio fueron reemplazados. El Ministerio de Comunicaciones fue desmantelado en febrero del 2010, pero restablecido sólo unos meses después, en julio, lo que fue percibido como la restauración del control gubernamental directo sobre los medios de comunicación; Osama Haykal, ex editor del diario del partido Al-Wafd, fue designado ministro de comunicaciones. [8]

Crítica: Los ejecutivos en los medios de comunicación no deberían ser designados por las autoridades

Estas reorganizaciones provocaron muchas críticas, sobre todo porque todos los nuevos directivos fueron nombrados por el liderazgo egipcio, en lugar de ser elegidos por sus colegas periodistas. El periodista egipcio Sabri Ghanem, escribió: «¿Hasta cuándo los editores de los diarios más importantes serán nombrados por el líder?… No queremos continuar con la [tradición] de épocas anteriores, en el que los presidentes trataban a los diarios de la nación como su fueran de su propiedad… Al hacer que los jefes de redacción fuesen elegidos… podemos crear una oportunidad para la innovación y la originalidad y generar un ambiente de competencia en el periodismo… Nos gustaría que el jefe de redacción fuese designado por [sus compañeros], en lugar del estado. Estos documentos ya no son documentos del gobierno. Le pertenecen al pueblo…» [9]

Algunos cuestionaron las cualidades personales de los nuevos nominados y su capacidad para llevar a cabo una revolución en los medios de comunicación egipcios. El publicista Al-Sayyed Al-Babli escribió: «Los nuevos directores de la televisión egipcia, no darán lugar a un gran avance. Son mediocres y carecen de experiencia o capacidad para la originalidad y la innovación. Son incapaces de crear una nueva realidad en los medios de comunicación. No sabemos cuáles son los principios y criterios que guiaron su selección, quién los propuso como candidatos y quien aceptó [la sugerencia]…» [10]

El periodista egipcio Qutub Al-Arabi cuestionó si la reorganización anunció un cambio de la política a largo plazo: «Más importante que un cambio de personal es un cambio en la política, porque la prensa nacional debe volver a ser [verdaderamente] nacional, es decir, la voz de la sociedad en su conjunto y no sólo del partido gobernante o el gobierno actual. La prensa del gobierno tal vez [mejoro], en comparación [con su comportamiento en el pasado], pero no existe garantía de que [la mejora] durara. ¿Lo que está sucediendo hoy día puede [sólo] ser el resultado de un vacío en el [liderazgo] y el hecho de que no existe un líder para que estos diarios le alaben. Esperemos que la política actual continuara, echara raíces y llegara a ser permanente… El mayor problema es la televisora nacional de [Egipto], cuyos enormes edificios albergan a 43.000 empleados y que anteriormente era el portavoz del régimen de Mubarak. Ahora, debe ser transformada en un vocero del pueblo. Este está tratando de cumplir con [su papel], pero algunos piensan que este [comportamiento] se deriva de la ausencia de cualquier líder al cual obedecer…» [11]

Para ver el despacho en su totalidad en inglés por favor haga clic en el siguiente enlace:
http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/5582.htm

* L. Azuri, N. Shamni y E. Marcus son compañeros de investigación en MEMRI.


[1] En referencia al encarcelamiento del blogger Maikel Nabil, véase MEMRI Despacho Especial No. 3756, «Consejo militar egipcio se apresura a prohibir crítica al mismo: Blogger egipcio detenido por ‘insultar al ejército'», 11 de abril, 2011,
http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=SD375611.

[2] En referencia a la cobertura no objetiva de las protestas durante la revolución, véase MEMRI Despacho Especial No.3548, «La crisis del Medio Oriente Parte V – Dramaturgo egipcio Ali Salem: La ‘cultura de negación’ en prensa del gobierno egipcio – La causa principal de Las manifestaciones», 1 de febrero, 2011,
http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=SD354811.

[3] Sobre la disculpa, véase MEMRI Despacho Especial No.3585, «La revolución egipcia llega a los diarios del gobierno egipcio – ‘Al-Ahram publica apología a la cobertura pro-Mubarak», febrero 14, 2011,
http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=SD358511.

[4] Al-Ahram (Egipto), 3 de marzo, 2011.

[5] Con el propósito de listar algunos ejemplos, Labib Al-Saba’i, editor de la revista juvenil Al-Ahram, fue designado como presidente de la junta del diario, ‘Abd Al-‘Azim Hammad, editor del diario Al-Shurouq y periodista y gerente de Al-Ahram en Europa, fue nombrado redactor jefe de este último diario, ‘Alaa Thabet, miembro de la Unión de Periodistas de Egipto, se convirtió en editor del diario nocturno Al-Ahram Al-Masai, en Roz Al-Yousef, el reportero militar Ibrahim Al-Khalil fue nombrado director del diario, mientras que Osama Salama, reportero de asuntos coptos, fue nombrado director de la revista del diario; Muhamad Nafi, redactor jefe del semanario Misr Nahdat y del canal de televisión Al-Mihwar y diputado editor de Al-Gumhouriyya, fue nombrado editor de este último diario, el analista político Gamal Abubia se convirtió en editor del diario nocturno Al-Masa, Hilmi Al-Namnam, quien fue nombrado por el ministro de Cultura de Mubarak como jefe adjunto de la Unión de Escritores, se convirtió en presidente de la junta de la Editorial Dar Al-Hilal, ‘Adel ‘Abd Al-‘Aziz, jefe de la Unión de Agencias de Noticias árabe, fue nombrado presidente del consejo y director de la agencia de noticias egipcia Al-Sharq Al-Awsat. Al-Ahram (Egipto), 31 de marzo, 2011.

[6] Por ejemplo, el ex editor de Al-Gumhouriyya, Muhammad ‘Ali Ibrahim, continúa escribiendo una columna semanal allí y el presidente de la junta de Al-Ahram, Dr. ‘Abd Al-Mun’im Sa’id continúa escribiendo una columna diaria en este diario.

[7] Como parte de la reorganización, este nombró a Nahal Muhammad Kamal a director de la división de televisión, Ibrahim Kamal Al-Sayyad a director de la división de noticias, y a ‘Ismail Muhammad Al-Tashtawi a jefe de la división de radio. Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 2 de abril, 2011.

[8] Al-Akhbar (Egipto), 7 de julio, 2011.

[9] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 31 de marzo, 2011.

[10] Al-Gumhouriyya (Egipto), 7 de abril, 2011.

[11] Al-Yawm Al-Sabi ‘(Egipto), 31 de marzo, 2011.

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