En un artículo en el semanario árabe israelí Kul Al-Arab, titulado «Aprovechándose de la Ley del Nakba Para Deslegitimar a Israel», el periodista árabe israelí Zuheir Andreus, quien también escribe en el portal de noticias israelí Ynet y en el diario árabe de Londres Al-Quds Al-Arabi, llamó en los ciudadanos árabes en Israel y en sus dirigentes a aprovecharse de la Ley del Nakba, recientemente aprobada por el Knesset, con el fin de deslegitimar a Israel ante la comunidad internacional. La ley permite el corte en la financiación estatal para los órganos que niegan la existencia de Israel como estado judío o su carácter democrático, celebrar el día de la independencia de Israel como un Día de luto, ayudar a la resistencia armada o al racismo, la violencia y el terrorismo y a quien profane la bandera de Israel o su emblema nacional.

En su artículo, Andreus dijo que las leyes de Israel eran una reminiscencia de las leyes nazis y pidió a los árabes israelíes participar en una campaña internacional para deslegitimar a Israel y «exponer su desgracia». Este propuso maneras de eludir la Ley Nakba con el fin de garantizar que el Nakba sea inculcado en la conciencia de las generaciones venideras. Por último, declaró que los palestinos no eran «ni invitados ni forasteros» en Israel y que cualquiera que no le gustase este hecho podía tomar el siguiente avión de vuelta al país del cual llegó a Palestina.

Una traducción editada al hebreo de este artículo apareció en el diario israelí Haaretz, con una serie de importantes omisiones y alteraciones.

A continuación se presentan traducciones de la versión original en árabe del artículo y una revisión de las disparidades entre este artículo y la versión hebrea publicada en Haaretz:

«La ley del libro de Israel se ha vuelto más negra que el color negro»

«… Los palestinos en Israel deben cuidadosamente considerar cómo manejar la Ley del Nakba, que pasó su tercera lectura en el Knesset ayer. [La verdad es que] deberíamos agradecer a los miembros racistas del Knesset que apoyaron esta ley. Es una extraña e increíble paradoja que el Knesset haya aprobado esta ley el mismo día en que la falsa democracia del estado hebreo envió a su ex presidente, Moshé Katzav a prisión por siete años, tras ser declarado culpable de violación y otros delitos sexuales. La Ley Nakba, que se une a una larga lista de leyes racistas forjadas en el taller del actual Knesset, es una ley descaradamente racista. Esta permite retirar el apoyo financiero de las instituciones que cuestionan la identidad de Israel como estado judío, de instituciones públicas que están acusadas de desafiar abiertamente su [identidad] judía o de cualquier otra actividad que no reconozca la existencia de Israel como estado judío democrático…

«Sin más que decir, la reacción de los [ciudadanos] palestinos a este estado de ocupación debe ser una cuestión de hecho, racional y práctica. Debemos dar a conocer esta ley fuera de las fronteras de Israel. Es decir, debemos reunirnos con representantes de los países iluminados y progresivos con el fin de darle a conocer [a ellos], junto a la larga lista de leyes racistas recientemente aprobada por el último Knesset. Debemos presentar documentación de estas leyes racistas, negro sobre blanco y explicar en detalle a los representantes de los países occidentales… que el libro de leyes de Israel se ha vuelto más negro y que recuerda a periodos similares de la historia moderna. Me refiero a las leyes nazis contra los judíos y los extranjeros, que fueron aprobadas por el criminal Hitler durante la Segunda Guerra Mundial y fueron dirigidos contra los judíos simplemente porque eran judíos».

Los árabes israelíes deben participar en la deslegitimación de Israel

«[Una campaña para exponer] la Ley del Nakba y [leyes] similares a la [comunidad] internacional caerá en oídos receptivos en los países [occidentales], que están completamente hartos del vandalismo [de Israel] y la piratería en su tratamiento de la palestinos en ambos lados de la llamada Línea Verde. [Incluso] los dirigentes del estado hebreo [han] comenzado a alertar día y noche de que su país, que es nuestra patria, se espera haga frente a una actividad dirigida a deslegitimarla. Y no hay nada malo con mencionar aquí que el ministro de guerra [de Israel], Ehud Barak, dijo la semana pasada que Israel se enfrentaría a un tsunami político si continua siendo obstinada en relación al así llamado proceso de paz con los palestinos y que, en los próximos meses, el aislamiento de Israel y el rechazo de la comunidad internacional aumentará considerablemente. [Barak dijo que] esto empujará el estado hebreo hacia una esquina y lo llevara a [adoptar] un régimen paralelo al Apartheid en Sudáfrica durante el mandato de minoría blanca allí.

«Y si la situación en Israel va de mal en peor, es nuestra obligación aprovechar esta oportunidad de oro para que participen activamente en el intento de exponer la vergüenza de Israel, que se ha convertido en un ‘país para todos sus fascistas’. Tenemos que… participar en la importante actividad de deslegitimar a Israel, porque nosotros, que estamos en la [línea] de frente en la tierra de [nuestros] antepasados, nos hemos convertido en víctimas de los caprichos de los miembros del Knesset racista de los judíos. Nos hemos realmente convertido en víctimas de estas leyes y rehenes de esta banda que está motivada por el odio intenso por cualquier orador en idioma árabe.

«Tenemos que explicarle al mundo progresista que ‘el país para todos sus pobladores’ se ha robado y continua robándose nuestra tierra y que hoy, ha pasado a una etapa no menos peligrosa, en que el país de la mayoría judía está tratando de de usurpar nuestro Nakba, [para borrarlo] de nuestra conciencia colectiva… y distorsionar la historia… Estamos limpios de la sangre de estos racistas. «No somos nosotros los que estamos en el banquillo. Lo contrario es cierto:.. Nosotros, los árabes del 48 [es decir, los árabes de Israel], son los acusadores. Debemos recordarles a los países que votaron en la ONU a favor de establecer un estado judío en Palestina, que lo hicieron a condición de que Israel tratara a sus minorías por igual, sin discriminar entre estas [minorías] y los judíos por motivos nacionalistas. Aquí hay que recordar que el primer presidente del estado hebreo, Chaim Weizmann, declaró en la década de 1960 que la imagen del estado de ocupación ante los ojos de la comunidad internacional dependerá de la forma en que [este estado] trate a las minorías que viven dentro de ella».

Cómo burlar la Ley Nakba y enseñarla a las generaciones venideras

«La segunda parte de nuestra reacción a la racista Ley del Nakba debe centrarse en lo ‘interno’, [en los árabes] dentro de la llamada Línea Verde. El Alto Comité de Seguimiento de los Palestinos en los territorios del 48 debe pasar una serie de resoluciones sobre esta materia… Debe pasar una resolución vinculante que muestre banderas negras y banderas palestinas en nuestros vehículos e instituciones en el Día del Nakba de nuestro pueblo árabe palestino, ya que esto no puede considerarse una violación de la Ley del Nakba…

«La segunda propuesta de impugnación a Israel y sus leyes racistas implica la electricidad. Debemos desconectar la electricidad en nuestras ciudades y pueblos, desde la Galilea hasta el Negev, también en las firmes [ciudades del] triángulo y en las ciudades mixtas [es decir, judías y árabes]. Haciendo esto no causará ningún daño financiero a la [empresa] racista eléctrica… que no toma en consideración a los palestinos de ‘adentro’, se niega a emplear árabes y ni siquiera los contratan por [cargos de servicio al cliente, por lo tanto] prevenir a aquellos ‘dentro’ de los palestinos que no dominan el hebreo de contactar con la empresa [eléctrica] para diversos servicios. Además, apagar las luces en el Día del Nakba nos ahorraremos una gran cantidad de dinero, que puede ser utilizado para proyectos nacionales y para la educación de las generaciones venideras sobre el Nakba e inculcarla en su conciencia.

«Esto nos lleva a la tercera propuesta – la celebración de asambleas en nuestras ciudades y pueblos en los que los niños escucharan de los mayores sobre los asesinatos, la expulsión y deportación que tuvieron lugar durante el Nakba. Estas reuniones con la gente que vivió durante el Nakba erradicaran la teoría de la ex primer ministro Golda Meir, quien dijo que el viejo morirá y el joven olvidará».

Nosotros no somos huéspedes en Israel, aquellos que no les gusta esto pueden regresar a sus países de origen

«Por último, debemos transmitir un mensaje de gran nitidez al pueblo israelí y a sus dirigentes: Ustedes debe internalizar… el hecho claro de que los palestinos en su país no son ni invitados ni forasteros. Aquellos de ustedes que no les guste esto pueden tomar el siguiente avión de vuelta al país desde el cual vinieron o desde donde fueron llevados a Palestina. Además, es nuestro deber señalar que el más grande de los poetas palestinos, el difunto Mahmoud Darwish, quien nos ha dejado en cuerpo [pero todavía está con nosotros en espíritu], ya les ha dicho en su qasida famosa [un poema lírico árabe]: ‘Oh ustedes que pasan entre las palabras fugaces, tenemos lo que les causa disgusto. Tenemos el futuro y tenemos cosas que hacer en nuestra tierra. Tenemos el pasado aquí y la primera voz de la vida. Tenemos el presente, el presente y el futuro y aquí tenemos tanto a este mundo y el siguiente. Así que salgan de nuestra tierra»‘. [1]

Versión limpia del artículo de Andreus publicado en el portal de Haaretz

El 30 de marzo del 2011, una versión en hebreo de este artículo fue publicada en el portal del diario israelí Haaretz, bajo el título «La Ley Nakba es Buena para los Árabes». [2] Además del cambio de título, también hubo cambios en el propio artículo:

· En la versión en árabe, Andreus escribe que «el libro de leyes de Israel» es similar a «las leyes nazis contra los judíos y extranjeros, que fueron aprobadas por el criminal Hitler durante la Segunda Guerra Mundial». La versión hebrea dice que las leyes de Israel son una reminiscencia de «períodos oscuros de la historia y plantea cuestiones difíciles relativas a la libertad de los [ciudadanos] árabes».

· En la versión en árabe, Andreus escribe que los palestinos no son «ni invitados ni forasteros en Israel», e invita a cualquier israelí que no le guste esto a que «tome el siguiente avión de vuelta al país del cual [este] vino o desde donde [fue] traído a Palestina». La invitación a salir de Israel no se encuentra en la versión hebrea.

· Las expresiones «país para todos sus fascistas» y «país para todos sus pobladores» están ausentes en la versión hebrea.

· En la versión en árabe, Andreus dice que el desconectar la electricidad de las ciudades israelíes y aldeas árabes «no causará daños pequeños financieros a la empresa racista [eléctrica]… que no toma en consideración a los palestinos de ‘dentro’, se niega a emplear árabes y ni siquiera los nombran para [cargos] al servicio del cliente…» La versión en hebreo dice que desconectar la electricidad «causara pequeñas pérdidas a la compañía eléctrica israelí».

· Por último, la versión en árabe cita versos de un poema de Mahmoud Darwish, que termina en las palabras «salgan de nuestra tierra», la cual está ausente del artículo hebreo.


[1] Kul Al-Arab (Israel), 1 de abril, 2011.

[2] Haaretz (Israel), 30 de marzo, 2011.