Kashif Mehmood, paquistaní de origen trabajando como policía en Bahrein, fue linchado a muerte por manifestantes (Imagen cortesía: tribune.com.pk )

En un artículo reciente, el escritor pakistaní Dr. Mohammad Taqi examinó el papel de los mercenarios pakistaníes [1] en el Medio Oriente en los últimos años. El papel de los mercenarios pakistaníes llegó a los titulares de prensa después de que expatriados pakistaníes en Bahrein fueron atacados recientemente por manifestantes chiítas allí.

Los ataques tuvieron lugar debido a que un número de soldados paquistaníes y policías que trabajan para Bahrein son vistos apoyando al régimen sunita allí. Durante años, las fuerzas de seguridad paquistaníes han trabajado en el Medio Oriente, defendiendo a los gobernantes jeques árabes.

En el artículo titulado «Mercenarios para el Medio Oriente», el Dr. Taqi también reflejó sobre la ira saudita contra el apoyo del Presidente Barack Obama a los manifestantes, señalando también que los «intereses pakistaníes-sauditas están en contradicción con los Estados Unidos y confluyen unos con otros».

Lo siguiente son extractos del artículo: [2]

Tariq Ali: «10.000 prostitutas paquistaníes han sido enviadas a los estados del Golfo por el United Bank Limited (UBL), para fortalecer sus reservas de moneda extranjera»

«‘La política exterior está en todas partes y siempre es una continuación de la política interna, ya que es conducida por la misma clase dominante y persigue los mismos objetivos históricos – La traicionada revolución, Leon Trotsky

«En su obra maestra ‘Puede Pakistán Sobrevivir? La Muerte de un Estado’, Tariq Ali abre la sección sobre política exterior sobre Pakistán durante los días de Z.A. Bhutto con la cita anterior de Trotsky. Después de reconocer oportunamente las limitaciones de la generalización de este aforismo, Tariq Ali señaló que muchas capitales del tercer mundo persiguen una política exterior que refleja de cerca sus políticas nacionales económicas, pero tal vez ninguno lo ha hecho más grotescamente que Islamabad.

«Tariq Ali escribió: ‘Uno de los productos básicos exportados fue la mano de obra y las remesas enviadas por los trabajadores migrantes que proporcionaron casi el 20 por ciento de los ingresos del país en divisas También se informó que 10.000 prostitutas paquistaníes habían sido enviadas a los estados del Golfo por el United Bank Limited (UBL), para fortalecer sus reservas en moneda extranjera. Soldados y oficiales estaban siendo arrendados también como mercenarios a un número de estados en esa región. En cierto modo se trataba de una acusación verbal del estado paquistaní de que sólo pueden sobrevivir mediante la venta de sí mismos a los ricos jeques petroleros.

«La cooperación de la institución del ejército de Pakistán con los dictadores árabes, obviamente se remonta a la época de Ayub Khan y el Pacto del Reino Unido y Estados Unidos patrocinado por el Tratado de Organización Central (CENTO) o el Pacto de Bagdad de 1955. Sin embargo, el aumento en la exportación de mercenarios a la que Tariq Ali se refería no era por el patrocinio occidental de las legiones en si sino por Pakistán, en 1971, había declarado una moratoria en el pago de su deuda externa y tuvo que buscar ayuda financiera…

«Si bien no se puede confirmar la veracidad de la afirmación sobre la empresa UBL, los acontecimientos de los últimos meses demuestran que de alguna manera la mediocridad grotesca de las instituciones pakistaníes no deja de repetir sus travesuras, en lo que a la exportación de mercenarios concierne».

«El plan saudita, al igual que en el atentado de 1969 a Yemen por pilotos pakistaníes volando aviones sauditas, es usar las tropas de confianza pakistaníes para reforzar la defensa de los estados clientes como Bahrein»

«La primavera árabe ha creado escenarios geopolíticos únicos donde las antiguas alianzas se están cayendo a pedazos – o por lo menos ya no son dignos de confianza -, mientras que nuevas realidades están tomando forma en el descontento de los autócratas regionales. Yo he declarado repetidas veces que el instinto del [Presidente] de los Estados Unidos Barack Obama es ponerse del lado a los movimientos democráticos en el Medio Oriente y África del Norte, sin intervenir directamente, a pesar de que pandillas dentro de su administración han sido capaces de arrastrarlo hacia el pantano de Libia. El manejo de Obama de la caída de Hosni Mubarak no le fue bien con el Rey saudí Abdullah y el amargo intercambio entre los dos, durante una conversación telefónica, es bien conocido.

«El astuto monarca saudí posteriormente concluyó de que si se produjera un alzamiento en su patio, los estadounidenses no vendrían a su rescate. Y a menos que se rastreara una pista en Teherán, Abdullah está en lo correcto. Siendo Obama [probablemente] reelecto… en el 2012, los saudíes han optado por ejercer otras opciones a las que han invertido fuertemente, durante décadas, con el fin de proteger su patio trasero.

«Los saudíes saben que un alzamiento político allí es físicamente imposible, debido a los centros de población que están geográficamente muy distantes, para que causen una amenaza directa a Riad. Pero también saben que el contagio democrático puede extenderse en la periferia del Reino, con la provincia oriental, rica en petróleo saliéndose de control rápidamente o la inquietud en la frontera yemení manteniendo distraída a Riad (este último fue probado tanto por Gamal Nasser e Irán). El plan de Arabia Saudita, al igual que en el atentado de 1969 a Yemen con pilotos paquistaníes volando aviones sauditas, es usar las tropas pakistaníes de confianza para reforzar la defensa no sólo del régimen saudita, sino de sus estados clientes como Bahrein».

«Los intereses de Pakistán y Arabia Saudita están en desacuerdo con los Estados Unidos y son confluentes unos con otros… el estado interno paquistaní [es decir, las fuerzas armadas] al parecer, ha decidido seguir vendiéndose a si mismos a los ricos jeques del petróleo»

«No es sorpresa entonces de que antes que Arabia Saudita invadiera a Bahrein el 13 de marzo del 2011, el jefe de las fuerzas terrestres sauditas, General Abdul Rahman Murshid visitó Pakistán y antes de eso, el 9 de marzo, se reunió con el General Ashfaq Pervez Kayani, jefe [del ejército de Pakistán]. Bahrein ya había solicitado y había recibido garantías de ayuda militar de Pakistán a finales de febrero, 2011. De hecho, un importante diario urdu publicó un anuncio de la Fundación Fauji Pakistan el 25 de febrero y el 1 de marzo, en busca de hombres para ser reclutados a la Guardia Nacional de Bahréin. Los requisitos propuestos fueron los siguientes: edad 20-25, altura de seis pies o más alto y con historial militar y de seguridad sobre todo en el control de disturbios, lo que sugiere que la inscripción no era precisamente para la Sociedad de la Media Luna Roja Manama.

«Después de que el ejército saudita aplastó el levantamiento en Bahrein, el ministro de Relaciones Exteriores de Bahrein, Jeque Khalid bin Ahmed al-Khalifa, se reunió con el primer ministro Yousuf Raza Gilani y la Ministro de Relaciones Exteriores del estado Hina Rabbani Khar [en Islamabad]. Mientras que los medios de Bahrein salpicaban imágenes del apretón de manos entre la Sra. Khar y el Jeque Khalid, anunciando el apoyo de Pakistán a Bahrein, el verdadero respaldo había sido prometido por el jefe de estado mayor, General Jalid Shamim Wayne, con quien el Ministro de Bahrein se reunió el 29 de marzo.

«En su artículo titulado ‘Bahrein o Busto’, la [periodista] Miranda Husain escribe: «[Noam] Chomsky cree que la presencia de Pakistán en Bahrein puede ser vista como parte de una alianza respaldada por Estados Unidos para proteger el acceso occidental al petróleo en la región… Los Estados Unidos han contado con Pakistán para ayudar a controlar al mundo árabe y salvaguardar a los gobernantes árabes de su propia población… Pakistán fue uno de los ‘policías en la jurisdicción’ que el gobierno de Nixon tuvo en mente al plantear su doctrina para controlar la mundo árabe». La Sra. Husain y el estadounidense Baba-e-Socialismo (el padre del socialismo), Chomsky, concluye con la esperanza de que Pakistán no debe inmiscuirse en el Medio Oriente.

Para ver el resto del despacho en inglés por favor haga clic en el siguiente enlace:
http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/5214.htm


[1] Véase también: Blackwater Pakistán – La contratación de ‘mercenarios’ para su traslado a Bahrein, MEMRI Investigación & Análisis Nº 682, 6 de abril, 2011 (http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=IA68211 ).

[2] Daily Times (Pakistán), 14 de abril, 2011. El texto del artículo ha sido ligeramente editado para mayor claridad.