Lo siguiente son extractos de una entrevista con el abogado y activista de derechos humanos libio Fathi Terbil, que fue presentada en Al-Arabiya TV el 1 de marzo, 2011:
Para ver este segmento de video en MEMRI TV, visite
http://www.memritv.org/clip/en/0/0/0/0/0/0/2856.htm.
«Aquellos que se han sacrificado y han sacrificado mucho por esta revolución… no querrán que sus sueños sean robados»
Entrevistador: «Muchas personas se preguntan cómo fue que se provocó esta revolución ¿Cómo, fue exactamente, que empezó ¿Comenzó con su arresto el 15 de febrero?»
Fathi Terbil: «Sin duda hay similitudes entre la mayoría de los países árabes, especialmente los que soportan condiciones de presión interna, gimiendo bajo el yugo de los regímenes totalitarios y dictatoriales. Todos los pueblos se esfuerzan por lograr su libertad, para obtener su honor y desempeñar un papel en la construcción de sus países. Me imagino, sin embargo, que las revoluciones – especialmente aquellas que son provocadas por el pueblo y las masas – no están por lo general meticulosamente planeadas como golpes de estado ni nada de eso. Esta revolución surgió de forma espontánea, pero hubieron elementos que sin duda alguna llevaron a este resultado». […]
Entrevistador: «No hubo preparativos para esta revolución, que comenzó de forma espontánea, muchos jóvenes temen que la revolución les será secuestrada. Algunos jóvenes que he conocido dijeron que existen personas que quieren cosechar los frutos de esta revolución. ¿Cuál es su opinión al respecto?»
Fathi Terbil: «No hay duda de que estas preocupaciones son legítimas, especialmente para aquellos que se han sacrificado a si mismos y han sacrificado mucho por esta revolución. Estos no querrán que sus sueños les sean robados, o que sus deseos sean ignorados. Ellos tienen razón en estar [preocupados]. Puedo decir que esta gente, que logró derrocar al duro, terco y cruel régimen de Al-Gadafi, no le será difícil derrocar a cualquiera. Esta es una decisión de las masas y me imagino que sería una misión difícil para cualquiera de secuestrar la revolución y cosechar sus frutos».
Entrevistador: «Hemos escuchado hablar de un gobierno interino y luego nos dijeron que no era un gobierno interino, sino un consejo provisional para gestionar los asuntos del país. Escuchamos los nombres de varias figuras que se mencionan y luego se hizo énfasis de que esto se encuentra todavía en la fase de consulta. ¿Existe alguna confusión o falta de coordinación entre ustedes como rebeldes?»
«Cuando apenas habían pasado cinco días desde el comienzo de la revolución, los rebeldes pudieron… publicar un diario, operar una estación de radio y estamos avanzando con proyectos adicionales»
Fathi Terbil: «Hay que ponernos de acuerdo sobre algo. Me gustaría decirles que esto es muy natural. Esta es una revolución que no fue planeada meticulosamente y el régimen estaba oprimiendo a los libios desde hace más de cuatro décadas. Por lo tanto es muy natural que tras el derrocamiento del régimen – y los rebeldes estaban sorprendidos por la rapidez con que este colapsó – nos encontramos frente a muchos desafíos y problemas complejos que no estaban preparados para tales circunstancias. Exigimos ciertas cosas y nos sorprendimos ante la caída del estado y terminamos con enormes responsabilidades. En consecuencia, uno podría esperar que exista una falta de coordinación y de problemas de vez en cuando.
«Pero en términos generales, las cosas van bien. Hemos comenzado a sentir que la situación de los rebeldes y su liderazgo está mejorando día a día. Vea, cuando apenas habían pasado cinco días desde el inicio de la revolución, los rebeldes lograron, a través de sus órganos mediáticos, la publicación de un diario, operar una estación de radio y estamos avanzando con otros proyectos. Paso a paso, Alá que lega, avanzaremos.
«Entre los desafíos que enfrentamos hoy está el hecho de que el antiguo régimen se aseguró de que no habría paraguas bajo el cual personas calificadas y los círculos intelectuales pudieran reunirse. Este fue un régimen que no expidió licencias para el establecimiento de asociaciones de caridad, o para asambleas intelectuales o culturales, o cualquier otra cosa. Este combatiría tales cosas. Así que nos encontramos en una situación como si acabáramos de nacer hoy. Éramos un grupo de rebeldes que apenas se conocían, pero que se unieron a las demandas comunes. Nuestras demandas se centran en la fuente de nuestras preocupaciones y nuestro dolor – ese hombre Mu’ammer Al-Gadafi. Todos estábamos de acuerdo en que este hombre tenía que ser derrocado.
«Pero en cuanto a cómo el país debería ser administrado y qué forma debería asumir esa nueva Libia – en mi opinión, todavía es demasiado prematuro. Esperamos mucho de aquellos cuyo derecho a vivir en Libia les fue negado por Al-Gaddafi, de los que vivían en el extranjero, aprendí muchas cosas y tengo experiencia. Muchas personas capaces viven en Libia también, pero el régimen ha hecho esfuerzos para suprimirlos y no les dio la oportunidad de surgir. Por lo tanto, todos los libios desempeñarán un papel en la formación del carácter de la nueva Libia». […]