Lo siguiente son extractos de una entrevista con Abu Yahya Al-Libi, uno de los líderes de Al Qaeda, que fue transmitida por Internet el 15 de diciembre, 2010.
Para ver este segmento de video en MEMRI TV, visite
http://www.memritv.org/clip/en/2724.htm.
Abu Yahya Al-Libi: «Las cárceles de los tiranos de Oriente a Occidente han estado repletas de puras prisioneras musulmanes, que están sufriendo todo tipo de humillación, de la mano de estos criminales, cuyos corazones se han vuelto tan duros como la piedra, o incluso más duros. […]
«Estas [musulmanas] llenan las cárceles de los judíos en Palestina, los monasterios y los nuevos tribunales de la Inquisición de los coptos en Egipto, así como también en Irak, la Península Arábiga y en otras partes. […]
«[Un ejemplo] es el sufrimiento de nuestras hermanas encarceladas en la prisión de los adoradores de la cruz. Me refiero a la Dra. Aafia Siddiqui, pueda Alá traer su liberación. […]
«Estados Unidos no es de los que se hace entender a gritos y llantos, o que se desvíe de su camino pecaminoso por huelgas y protestas, o que su escucha se suavice rogándole. No conseguiremos nuestros derechos de la misma a través del ruego. No tenemos otra alternativa sino luchar con paciencia hasta que Alá decida entre nosotros. […]
«Estados Unidos, que secuestró a su hermana musulmana y a sus dos hijos, no está lejos de ustedes. Océanos y desiertos en realidad no forman una barrera entre ustedes y Estados Unidos y las fronteras y las represas no les impiden realmente alcanzarla. Sus bases militares y sus tropas están entre ustedes y sus convoyes cruzan su país en plena luz del día, trayendo muerte y destrucción a sus hermanos en Afganistán. Los centros de inteligencia estadounidenses y las cárceles se encuentran en sus ciudades y están protegidos por los colaboradores, quienes ya no adoran o alaban más a ningún Dios sino al dólar. Si lo consiguen, están satisfechos y si se les niega, están molestos. Los aviones de Estados Unidos, que afectan a los musulmanes en las zonas tribales, despegan con seguridad de sus aeropuertos. Sus barcos hacen lo que les place en sus mares y puertos. ¿Qué les impide [atacarlos]? «Mátenlos dondequiera que los encuentren». […]