Introducción
En las últimas 24 horas, ha habido un duro intercambio de palabras entre Irán y Rusia. Cuando el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad amenazó a Rusia diciendo que su política lo estaba convirtiendo en un enemigo de Irán, los rusos respondieron llamando a Ahmadinejad demagogo y emitieron una advertencia sin precedentes a Teherán mientras le recordaron el histórico equilibrio de poder entre los dos países – en virtud de la cual Rusia se aprovecho de tomarse para sí misma tierras del imperio persa del siglo 19 y lo obligó a firmar acuerdos humillantes aceptando estos términos.
Lo siguiente son los detalles del intercambio:
Ahmadineyad: La postura de Rusia contra la Declaración de Teherán podría «colocar a Rusia en las filas de los enemigos históricos de [Irán]»
En un discurso el 26 de mayo, 2010 en Kerman Irán, el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad advirtió a Rusia que su posición contra la Declaración de Teherán podrían convertirla en «un enemigo del pueblo iraní». Este dijo:
«Los líderes rusos no deberían crear una situación que haga que [el] pueblo iraní coloque a Rusia en las filas de sus enemigos históricos. Hoy día, se ha hecho difícil para nosotros explicar el comportamiento del [Presidente ruso Dmitri] Medvédev a la nación iraní. El pueblo [iraní] no sabe si ellos [es decir los funcionarios rusos] son nuestros amigos o son otra cosa».
Él continuó: «Si yo fuera el presidente de Rusia, al tomar decisiones sobre temas relacionados con la gran nación iraní, pensaría más las cosas». [1]
Asistente del Kremlin Prikhodko: «Nadie ha podido nunca preservar el prestigio usando… la demagogia política»
Unas horas más tarde, llegó la respuesta de Rusia a nivel diplomático, desde el Kremlin, del asistente Serguei Prijodko, quien respondió a las declaraciones de Ahmadinejad. Él le advirtió a Ahmadinejad que no utilice la demagogia y advirtió a Irán a no tomar decisiones políticas extremas y poco transparentes que ponen en peligro a la comunidad internacional.
Tras señalar que la posición de Rusia no era ni pro-Estados Unidos ni pro-Irán, Prijodko señaló: «Rusia es guiada por sus propios intereses de estado a largo plazo… Aquellos que hablan en nombre del amistoso pueblo iraní deben recordar esto».
Este continuó: «Nadie ha podido nunca preservar el prestigio con la ayuda de la demagogia política. Confío en que los muchos miles de años de historia del propio Irán también den fe a esto… Rusia siempre ha favorecido y seguirá favoreciendo las buenas y respetuosas relaciones con todos sus vecinos, sin excepción – con ambos, estados pequeños y grandes potencias, con aquellos cuya historia se remonta a siglos y aquellos que han adquirido recientemente su condición de estado… Cualquier impredecible, cualquier extremismo político, cualquier falta de transparencia y la falta de coherencia en la toma de decisiones que afectan a toda la comunidad internacional es inaceptable para Rusia». [2]
El 27 de mayo del 2010, el canciller ruso Sergei Lavrov rechazó las declaraciones de Ahmadinejad, al decir en una conferencia de prensa que «estas son interpretadas [en Rusia] como emocionales». [3]
Conclusiones
La advertencia de Rusia a Teherán contiene dos elementos:
a) Una advertencia sin precedentes a Teherán contra el «extremismo político, la falta de transparencia y la falta de coherencia» en la toma de cualquier decisión sobre su programa nuclear que podría poner en peligro la seguridad mundial.
b) Cabe señalar que Lavrov le recordó a Teherán que Rusia es la potencia que está lidiando con problemas – uno de las cuales es Irán: «Todas las decisiones que [Rusia] hace en todas las cuestiones de la política exterior están basadas en los intereses nacionales [rusos] y en nuestra responsabilidad como un gran estado que participa en una serie de esfuerzos internacionales para resolver situaciones difíciles. E Irán es una de esas [situaciones difíciles]».
Aunque Rusia habla de la «afirmación de los principios de igualdad», esta insultó a Irán al mencionar las relaciones históricas entre Rusia e Irán. En la primera mitad del siglo 19, Rusia dictó a Irán dos acuerdos humillantes – el Tratado de Golestán de 1813 y el Tratado de Turkmenchay de1828 – en la que este consignó extensas tierras de Irán, incluyendo Azerbaiyán y Asia Central y también la obligó a favorecer a Rusia en su política exterior. Para la época del Tratado de Turkmenchay, al monarca persa Fath Ali Shah se le dijo que si no estaba de acuerdo con el acuerdo humillante presentado por Rusia, Teherán sería conquistada en cuestión de días.
* A. Savyon es Director del Proyecto Mediático Iraní.
[1] Press TV, Irán, 26 de mayo, 2010. El original en inglés ha sido ligeramente editado para mayor claridad.
[2] Itar-Tass, Rusia, 26 de mayo, 2010. El original en inglés ha sido ligeramente editado para mayor claridad.
[3] Associated Press, 27 de mayo, 2010.