El 22 de febrero del 2010, el prominente clérigo saudita Abd Al-Rahman Al-Barrak publicó un artículo en el portal Nur Al-Islam (www.islamlight.net ) denunciando como apóstatas a los que consideran permisible que hombres y mujeres se entremezclen, y diciendo que deberían ser asesinados.

El artículo, que debido a la condición de Al-Barrak es considerado un fatwa vinculante, apareció después de meses de intenso debate público sobre el tema de que los sexos se entremezclen en la recientemente inaugurada Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdallah (UCTRA) [1]. Al ver que UCTRA es el buque insignia del programa de desarrollo del Rey Abdallah, el lanzar acusaciones contra esta es considerado una crítica directa a él.

Lo siguiente son extractos del artículo:

«La mezcolanza entre hombres y mujeres en los lugares de trabajo y en las [instituciones] de educación, lo cual es deseado por los modernistas, está absolutamente prohibido»

El que los sexos se entremezclen en los lugares de trabajo y en las [instituciones] de educación, lo deseado por los modernistas, está absolutamente prohibido, ya que incluye diversas formas de comportamiento prohibido: miradas prohibidas [hacia el otro sexo], mujeres en público exhibiendo sus encantos, mujeres que aparecen en público sin cubrirse el rostro, mujeres que pasan tiempo con hombres que no son de su familia inmediata, conversaciones prohibidas entre hombres y mujeres. Todas estas cosas prohibidas llevar a lo que está más allá de eso.

«Los modernistas que llaman a la mezcolanza entre hombres y mujeres tienen como motivo dos cosas: primero, su atracción por la forma de vida infiel de Occidente. Sus mentes están occidentalizadas, y quieren occidentalizar al país. Por otra parte, quieren imponer esta occidentalización. La segunda le sigue los pasos a sus pasiones. El Corán dice: «Los que siguen sus pasiones quieren que ustedes se desvíen en grande» (Corán, 4, 27)».

«El que permita estas cosas es un infiel… si no se arrepiente – debe ser asesinado»

«Quien permita que los hombres y las mujeres se entremezclen entre si, a pesar de que esto conduzca la cosas prohibidas, está por consiguiente haciendo permisible esas cosas prohibidas. Y el que haga admisibles esas cosas es un infiel, y eso significa que se convierte en un apóstata. Él debería estar en conocimiento [de lo que está haciendo] y su error se le debe explicar. Si no se arrepiente – debe ser asesinado. El principio en este asunto es que quien niegue un elemento bien conocido del Islam es inevitablemente un infiel, porque renuncia a las leyes del Sharia.

«Es acordado y bien conocido entre los estudiosos del Islam, es decir, que el entremezclar los sexos está prohibido, tal como se mencionó anteriormente. El evitar que los hombres y las mujeres se entremezclen es una práctica entre los musulmanes de generaciones anteriores, hasta que los infieles, judíos y cristianos, tomaron el control de muchos países islámicos, lo que se conoce como colonialismo. La occidentalización de la mujer, y el hacer que se rebelen contra las leyes y costumbres del Islam bajo el lema de la liberación de la mujer, fue la herramienta más importante en transformar a las sociedades musulmanas y la propagación en ellas del vil comportamiento de la fornicación a través de las instituciones de inmoralidad tales como cines y salas de baile y clubes de canto.

«Nuestra tierra, el reino de Arabia Saudita, no tuvo nada que ver con eso, porque Alá nos libró de los efectos del colonialismo cristiano, y nos bendijo con la convocatoria de reforma y de rejuvenecer el monoteísmo por los dos imams, Muhammad Ibn ‘Abd-Al -Wahhab y Muhammad Bin Sa’ud. Nosotros continuamos disfrutando los efectos de su misión, Alá sea alabado. Sin embargo, los enemigos del Islam no podían tolerar que este país debía retener su carácter original, su sociedad pura y la castidad de la mujer, por lo que adoptaron en lo que se conoce como «derechos de la mujer» como un medio para alcanzar sus objetivos. Exigieron la eliminación del velo, la eliminación del mahram [es decir, permitir que las mujeres salgan de sus casas sin ser escoltadas por un pariente cercano varón] y la mezcolanza de hombres y mujeres en los lugares de trabajo y en las escuelas Además, han exigido igualdades para la mujer en todo. Esto confirma las palabras del Corán, «Aquellos que siguen sus pasiones quieren que se desvíen a lo grande’ (Corán, 4, 27).

«De acuerdo a la exégesis coránica, [la frase] ‘aquellos que siguen a sus pasiones’ significa fornicadores, judíos y cristianos. Esto se afirma claramente por el exegeta Ibn Kathir sobre la autoridad de las primeras generaciones.

«Es necesario saber que una persona puede llegar a ser un infiel por proferir una sola palabra, sin siquiera estar consciente de ello. Uno nunca debe confiar en si mismo. Cuidado, cuidado. Esta idea es expresada en el Hadith: ‘Un hombre puede decir una palabra que irrite a Alá sin prestar atención [a lo que dijo], por lo que será enviado al infierno’. Registrado por Al-Bukhari.

«Es notable que el que consiente a su hija, su hermana o su esposa está trabajando o estudiando con hombres que se preocupan poco por su honor. Esta es una forma de desvergüenza, porque de esta manera él está de acuerdo en que hombres desconocidos la miren, y en otras formas de comportamiento, que son provocadas cuando hombres y mujeres se juntan».

«Llamo a quienes tienen el poder… a poner fin a esta desviación herética… y protejan a nuestra sociedad de la corrupción»

«En esta ocasión, llamo a aquellos en el poder, pueda Alá concederles éxito, a que pongan fin a esta desviación herética – la desviación de convocar que los hombre y las mujeres se entremezclen – y protejan a nuestra sociedad de la corrupción bloqueando las puertas de la corrupción, mediante el apoyo a Alá y su profeta y en lealtad a su tarea. Tal como Mahoma dijo: ‘cada uno de vosotros sois un pastor y cada uno de ustedes es responsable de su rebaño’ Que Alá guíe a nuestros gobernantes hacia lo que es beneficioso para esta nación, y pueda Él proteger a nuestro país de los malvados complots de los conspiradores y de los deseos codiciosos de los enemigos.

«Plegarias de Alá sobre el Profeta Muhammad, su familia y a todos sus compañeros».


[1] Véase MEMRI Despacho Especial No. 2744, «Clérigo Saudita: El Que Los Sexos se Junten No Está Prohibido en el Islam», 11 de enero del 2010, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=SD274410.