La ayuda internacional prestada a Haití tras el terremoto el 12 de enero, 2010 provocó diversas reacciones en la prensa árabe. Si bien algunos de los artículos criticaban al mundo árabe y musulmán por extender sólo una asistencia limitada a Haití, otros opinaron que los esfuerzos de ayuda estadounidenses no fueron puramente altruistas, sino que estaban destinados a cosechar beneficios, generar economía y otros.

Cabe señalar que 10 días después del sismo, Arabia Saudita anunció la donación de $ 50 millones en ayuda a Haití, [1] mientras que otros países árabes comprometieron sumas más pequeñas, entre ellos Kuwait, que dio $ 3,5 millones, [2] y la Red de la Media Luna Roja de Qatar, que prometió donar 4 millones de riales en moneda de Qatar. [3]

A continuación se presentan extractos de varios artículos sobre el tema:

Investigador palestino: «La ausencia de cualquier ayuda gubernamental o no gubernamental de los [países] árabes y musulmanes al pueblo víctima del desastre de Haití es una desgracia»

El investigador palestino Khaled Hroub de la Universidad de Oxford, escribió un artículo en el diario Al-Hayat en el que condenó a los países árabes y musulmanes por no reunirse en torno a ayudar a Haití, describiendo esto como una desgracia. Él llamó en los árabes a prestar atención a la difícil situación de varias naciones alrededor del mundo en lugar de centrarse únicamente en sus propios asuntos:

«La ausencia de alguna ayuda gubernamental o no gubernamental de los [países] árabes y musulmanes al pueblo haitiano afectado por el desastre es una desgracia en el sentido más amplio del mundo. La mayoría de los gobiernos árabes muestran una impotencia increíble, y los árabes ricos dentro y fuera del mundo árabe, que gastan millones en celebraciones y [juergas] de compras tontas, estuvieron [igualmente] ausentes [del lugar]… Incluso los medios de comunicación árabes… no le atribuyen ni le atribuyeron suficiente importancia a este desastre. [Si lo hubiesen hecho], podrían haber aumentado la sensibilidad pública y fortalecer los sentimientos de solidaridad y de [compasión humana por las víctimas]. Después de reseñar las noticia abrasadoras del terremoto en los primeros días, [esta rápidamente detuvo] sus reportajes sobre el [terremoto] y sus desastrosos resultados».

«Nuestra retorcida mente religiosa, [y nuestras nociones a una] recompensa y castigo divino, han inculcado [en nosotros] una enfermiza y mecánica forma de pensar que no deja lugar para ningún sentimiento humano»

«[En ese momento], comenzamos a leer [en cambio] sobre la ‘ocupación’ de Haití por el ejercito de los Estados Unidos, el cual fue enviado allí para proteger al aeropuerto y ayudar a proveerle a [los haitianos] con ayuda y seguridad… Muchos analistas árabes [defendieron] más celosamente la ‘soberanía’ de Haití que los propios haitianos o el gobierno de [Haití], que pedían por la ayuda de los Estados Unidos y de los otros países del mundo para mantener el funcionamiento del país, al menos en grado mínimo, tras el colapso que llegó con el terremoto.

«Los lectores en los portales de noticias en árabe [escribieron] comentarios repugnantes, [diciendo, por ejemplo], que Alá había castigado a este país repleto de miseria y a su pueblo por su corrupción y libertinaje… Nuestra retorcida mente religiosa, [y nuestras nociones de] recompensa y retribución divina, han inculcado [en nosotros] una enfermiza y mecánica forma de pensamiento que no deja espacio para ningún sentimiento humano. Esta desgracia no es más que [una de las características] de lo que puede ser visto como nuestra vergonzosa época árabe…»

Curiosamente, «todos los que empuñan una espada contra el ‘imperialismo’ brillan claramente por su ausencia de la lista de proveedores de ayuda

«Una característica interesante de la lista [de los países que han prestado ayuda a Haití] es la ausencia de todos los que empuñan la espada contra el ‘imperialismo’. Chávez, ese luchador revolucionario, que tanto habla en contra de los Estados Unidos en América Latina, no ha puesto a Venezuela en la lista de países que ofrecen ayuda… La ayuda extendida por Venezuela ha sido insignificante, si no simbólica… Lo mismo es cierto a la ayuda simbólica extendida por Irán… La ausencia de organizaciones de caridad musulmanas en estas [situaciones de] desastre es [igualmente] una desgracia. Todo lo que [hemos visto] es parte de una ayuda simbólica otorgada por las organizaciones de caridad y las organizaciones semi-gubernamentales en Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Jordania y el Líbano. Estas organizaciones misioneras y su retórico da’wa se limita a ayudar a los musulmanes, y únicamente parece responder al dolor musulmán. El dolor de los no musulmanes no merece una reacción… Las estridentes declaraciones y la retórica revolucionaria y misionera [de estas organizaciones] parecen estar en proporción contraria a sus acciones. El ruido que estas producen llega a compensar su falta de acción…

«Algunos afirman que la ayuda árabe debería haber sido enviada a Gaza, la cual está sitiada por todos lados, en lugar de a Haití… Esto también es una lógica retorcida que interrumpe el [orden correcto de] prioridades… El desastre que es el estado de sitio a Gaza, y el papel de los árabes en perpetuarla, son una vergüenza [en sí]. El sufrimiento de cientos de miles de habitantes de Gaza bajo el acoso israelí y por Occidente es [de hecho] condenable… El salvaje incendio israelí [contra Gaza] en la reciente guerra fue la culminación del cerco opresivo, y esta exacerbó el sufrimiento de los palestinos allí. Sin embargo, nuestra solidaridad [con los habitantes de Gaza] no debe eliminar nuestra sensibilidad por las catástrofes que acontecen a los demás, especialmente cuando su situación es mucho peor que la nuestra.

«Las estadísticas muestran que hay 130 haitianos muertos [en el terremoto] por cada palestino muerto en Gaza, y más de 200 viviendas colapsaron en el terremoto por cada casa destruida por los israelíes en Gaza. No tengo la menor intención de menospreciar el sufrimiento de los habitantes de Gaza, pero quiero que abramos los ojos ante los desastres de los demás [en lugar de] revolcarnos en sentimientos enfermizos y narcisistas en hacernos las victimas. Este es el mismo narcisismo que caracteriza a la extrema derecha-sionista, que comercia con el Holocausto y quieren limitar el término ‘víctima’ a los judíos, para que nadie más puede ser contado como víctima…» [4]

Columnista sirio: «La explotación del terremoto de Haití por los [Estados Unidos] para lograr el control exclusivo sobre el destino de este país devastado revela claras intenciones colonialistas»

Una visión diametralmente opuesta fue expresada por la columnista Dina Al-Hamed en el diario del gobierno de Siria Al-Thawra, quien acusó a los Estados Unidos de tratar de ocupar Haití y beneficiarse de la catástrofe: «El anuncio de los Estados Unidos de que había comprometido medio billón de dólares [en ayuda a Haití], y la presión de sus aliados para proporcionar [más] donaciones y ayuda a través del Fondo de Haití, bajo la supervisión de George W. Bush y Bill Clinton, plantean preguntas sobre la finalidad de esta ayuda y la forma en que fue extendida. Resulta que rescatar a Haití [es un negocio lucrativo] para las empresas propietarias o conectadas con funcionarios estadounidenses, que les permite obtener enormes ganancias de esta tierra atacada por el desastre con el pretexto de salvar [gente] y ayudarlos…

«La explotación del terremoto de Haití para obtener el control exclusivo sobre el destino de este devastado país revela claramente intenciones colonialistas. Estados Unidos le impidió a barcos y aviones de todo el mundo, en especial de Europa, llegar a Haití – con la excepción de los barcos y aviones israelíes que llegaron rápidamente, junto con los norteamericanos. Evidentemente, el objetivo no es nada más que humanitario, ya que la salud y la situación humanitaria [de los haitianos] se está deteriorando, mientras que la trata de personas – en especial la trata de niños – continúa con toda su fuerza, y los actos de saqueo y muerte se multiplican, mientras que las tropas estadounidenses desplegadas [en Haití] no mueven un dedo [para detenerlos]». [5]

Ex editor de diario sirio: «Los haitianos tienen todo el derecho de temerle a la ayuda armada estadounidense que ha aterrizado [en su país] con helicópteros militares, navíos y marines»

‘Issam Dari, ex editor del diario del gobierno sirio Teshreen, escribió que podía entender el miedo de los haitianos a ser ocupados por los Estados Unidos: «… En el momento en que los residentes de la Casa Blanca escucharon los informes sobre el desastre que dejó decenas de miles de muertos y cientos de miles de heridos y personas sin hogar, rápidamente improvisaron lo que podían, y enviaron [a Haití] grandes aviones repletos de soldados armados, helicópteros militares, ayuda médica y mantas. No había más remedio que emprender una rápida operación de ‘rescate’, y es por eso que 12 helicópteros militares aterrizaron en el palacio presidencial, mientras que [otras] tropas estadounidenses ocuparon el aeropuerto de Port-au-Prince y 7.500 soldados fueron desplegados alrededor de la capital, el aeropuerto y el puerto, además de 11.000 [otras] tropas que fueron desplegadas alrededor del país…

«Nos encontramos a nosotros mismos sintiendo empatía por estos pueblos atacados por el desastre en su difícil situación, y entendemos totalmente sus miedos – ya que la [historia] antigua, moderna y contemporánea le da a todos los pueblos del mundo causa a los temores y las preocupaciones legítimas acerca de la actividad de los militares estadounidenses en esta parte de nuestro planeta. El refrán que dice ‘Hacia donde la armada estadounidense se dirija, debe haber petróleo’, debe adaptarse a la realidad del siglo 21, [porque la obtención de] petróleo ya no es el único objetivo de la marina y el ejército de los Estados Unidos. El mundo entero ha sido declarado ahora su objetivo.

«Antes del inicio del tercer milenio, los políticos estadounidenses y los medios de comunicación utilizados para decir que ‘el siglo 21 seria el siglo de los Estados Unidos’, [en donde] el ‘sueño americano’ se hará realidad. Ya hemos visto al siglo estadounidense pisotear Afganistán, Irak, Europa, etc., pero todos estos [ataques] no han podido alcanzar el objetivo en su totalidad. El terrorismo no se retiró, la fabricada democracia estadounidense no se extendió por todo [el mundo] y la seguridad no prevaleció en nuestro planeta. Por el contrario, el resultado fue exactamente lo contrario. El mundo de hoy está mucho [más repleto de amenazas] y es menos seguro, estable y próspero, y el terrorismo ha encontrado un terreno fértil en el que prosperar, crecer y atacar en todas las direcciones.

«Teniendo en cuenta este escenario aterrador global, los haitianos tienen todo el derecho de temerle a la ayuda armada estadounidense que ha aterrizado [en su país], con helicópteros militares, fuerzas navales e infantes de marina…» [6]


[1] Al-Riad (Arabia Saudita), 26 de enero, 2010.

[2] Al-Jarida (Kuwait), 28 de enero, 2010.

[3] Al-Raya (Qatar), 18 de enero, 2010.

[4] Al-Hayat (Londres), 23 de enero, 2010.

[5] Al-Thawra (Siria), 26 de enero, 2010.

[6] Teshreen (Siria), 26 de enero, 2010.